Compartir el post "Enredo para un sector del FIT: ¿cómo apoyar a la derecha venezolana y seguir pareciendo de “izquierda”?"
Venezuela: una divisoria de aguas para toda la izquierda mundial
“La corriente que componen el PSL de Venezuela e Izquierda Socialista de Argentina (integrante del FIT) no tiene ninguna política ni consigna que sea no sólo una alternativa a Maduro y el PSUV, sino también al peligro de su reemplazo por una oposición patronal oligárquica y sirviente incondicional de EEUU. ¡Para ellos, todo se soluciona si se hace realidad el «¡Fuera Maduro!». Es decir, la consigna de Trump y el Departamento de Estado.”
(Rafael Salinas, “Bajo la consigna «Fuera Maduro», escandaloso acto en Buenos Aires de un sector del FIT en apoyo a la derecha golpista venezolana”, SoB nº 426 – 18/05/2017)
La situación política venezolana, como reflejan otros artículos de esta edición, se ha puesto aún más candente.
El curso autoritario y, a la vez, fraudulento del gobierno de Maduro con su “Asamblea Constituyente” no calma las aguas, sino que acumula nuevos elementos explosivos… aunque éstos no detonen inmediatamente.
En esa situación se ha repetido (y dos veces) un milagro bíblico. No el de la “multiplicación de los panes y los peces”, sino de los votos. En las elecciones de Constituyente, se afirma que concurrieron ¡8.100.000 presuntos votantes… aunque con escasa visibilidad! Un milagro parecido ya lo había logrado quince días antes la oposición agrupada en la MUD (Mesa de Unidad Democrática): ¡7.200.000 votos en el “plebiscito” opositor del domingo 16 de julio! ¡Mentir no cuesta nada!
Otra novedad importante se dio en relación al imperialismo yanqui. Hasta hace poco, Washington operaba diplomáticamente en relación a Venezuela por mediación de sus lacayos en la OEA (Organización de Estados Americanos). Al frente del ataque aparecían personajes “progres”, de color rosado, como su secretario general, el uruguayo Luis Almagro, que inició su carrera en el Movimiento de Participación Popular, un polo de izquierda dentro del Frente Amplio. Su principal corriente eran los ex-guerrilleros Tupamaros de “Pepe” Mujica, que luego desde la presidencia lo nombraría ministro de Relaciones Exteriores.
¡Con esos personajes, el intervencionismo yanqui en Venezuela, recibía un barniz “democrático” y hasta “progresista”!
Pero, semanas atrás, Trump decidió tomar el “gran garrote” directamente en sus manos y pasar a amenazar abierta y personalmente a Venezuela. Además, en estos días, se difundieron las declaraciones del jefe de la CIA, Mike Pompeo, de que están “trabajando” con esos y otros sirvientes –como los gobiernos de México y Colombia– para “poner las cosas en su lugar” en Caracas. O sea, derribar al actual gobierno, para que suban los opositores de la MUD (Mesa de Unidad Democrática), encabezada por las mejores familias de Venezuela –como los Capriles–, incondicionales de Washington desde la eternidad.
Molestias para el PSL de Venezuela, Izquierda Socialista de Argentina, y su “internacional”, la UIT
Este “paso al frente” del energúmeno de la Casa Blanca, dejó de rebote algo “descolocados” al PSL venezolano a Izquierda Socialista (integrante del FIT argentino) y a su corriente internacional la llamada “Unidad Internacional de los Trabajadores” (UIT).
Cuando el 12 de mayo pasado, en Buenos Aires, Izquierda Socialista del FIT realizó un acto público con la consigna “¡Abajo Maduro!” –la misma que ya agitaban Capriles y la MUD–, todavía podían engañar a alguien.
Pero hoy, a esta altura, es el mismo Trump que ha despejado dudas sobre quién dirige la campaña destituyente en Venezuela. Sin haber descartado a sus agentes de la OEA encabezados por el ex-“progresista” Luis Almagro, Trump levanta la cortina y, agitando el garrote, muestra quién está al mando.
Sin embargo, este giro no ha movido un pelo ni ha modificado en nada la política de la UIT o de sus grupos. En el caso más crucial, el de su sección en Venezuela, han salido del paso con una maniobra algo esquizofrénica.
Por un lado, el PSL (Partido Socialismo y Libertad), ante los rayos y centellas de Trump se vio por fin obligado a registrar que existe el imperialismo yanqui… y que además está apuntando a Venezuela. Entonces, el 20 de julio, publicó una solemne declaración titulada: “El Partido Socialismo y Libertad rechaza amenazas del imperialismo norteamericano y la UE”.
Pero, en la portada de su sitio web, junto a esa declaración “antiimperialista”, podía verse esta convocatoria concreta: “¡Todos mañana al paro de 48 horas y el viernes a la Toma de Caracas! ¡Fuera Maduro!”
Ese “paro de 48 horas” y la (fracasada) “Toma de Caracas” fueron dispuestos por la MUD, la oposición de derecha, y por Fedecámaras, la principal central patronal. ¡No era una huelga (o “paro”) de los trabajadores, sino un lock-out de los patrones! El imperialismo yanqui actúa en Venezuela por intermedio de ellos… aún no envía a los marines… aunque sí comienza a ensayar con “paracos” colombinos.
En resumen, por un lado, en abstracto, en las declaraciones, el PSL está contra el imperialismo yanqui. Por otro lado, en concreto, el PSL llama a movilizarse detrás de sus agentes venezolanos, los partidos de la MUD y las centrales patronales, como Fedecámaras.
Por supuesto, también estamos en contra de ir a la cola de Maduro, avalando, por el ejemplo, con pretextos de “izquierda”, el fraude autoritario de su Constituyente.
Pero el PSL, al colocarse a la cola de la MUD y Fedecámaras, hace algo mucho peor. Y no sólo porque su política convoca a los sectores obreros y populares descontentos para que se transformen en masa de maniobra de esos partidos de derecha y corporaciones patronales que están al servicio del imperialismo.
Lo peor de eso, es que deja así de luchar por una alternativa independiente de las dos opciones patronales que dominan el escenario político: el gobierno y su nueva boliburguesía, por un lado, y la oposición de derecha, la vieja burguesía y su tradicional padrino, el imperialismo yanqui, por el otro.
La nefasta lógica del “vale todo”, sin límites políticos ni de clase
En la compleja situación venezolana, uno de los “hándicaps” más graves de la clase obrera y los sectores populares ha sido la capacidad de desarrollar alternativas políticas independientes. En sus momentos históricos de ascenso y gran combatividad –la última “onda”, en los primeros años del chavismo– se dieron fuertes tendencias y avances en ese sentido. Pero, por diversos factores –en primer lugar, la acción desde arriba del gobierno de Chávez para impedirlo–, esto fue abortado.
Luego, no sólo la acción directa de los gobiernos de Chávez y Maduro sino también la misma catástrofe económico-social, debilitaron a la clase trabajadora. Pero esa situación (con todas sus presiones) exige, más que nunca, una intransigente política de independencia de clase.
Lamentablemente, el actual PSL es un ejemplo de lo contrario… y de sus consecuencias. Políticamente, en los primeros tiempos de Chávez, varias de sus principales figuras –que eran dirigentes obreros destacados e intachables– se enrolaron en las filas del chavismo. Cuando quedó en evidencia que Chávez no toleraría mayores márgenes de independencia, rompieron con él.
Pero, en ese giro, no mantuvieron su independencia política. Se inició así un curso nefasto, marcado por una norma implícita: contra el chavismo, vale todo… Así, giraron hacia alianzas con sectores de la antigua burocracia sindical de derecha de la CTV (Confederación de Trabajadores de Venezuela). ¡Llegaron, incluso, a utilizar como tribuna antichavista los foros montados por colaterales de la Embajada de EEUU en Venezuela, como la Cámara Venezolano-Americana de Comercio e Industria (VenAmCham)! [1] ¿Es que no existía el imperialismo yanqui en esos años, cuando hacía campaña furibunda contra Chávez?
Por esos motivos, no nos sorprende la contradicción entre la antes citada “declaración antiimperialista” del PSL y simultáneamente su fervoroso llamado a cerrar filas detrás de la oposición “pitiyanqui”.
La declaración “antiimperialista” del PSL es “puro verso”… para no quedar mal, después de los ex abruptos de Trump… Lo que importa son las acciones que convocan: movilizarse tras la MUD y Fedecámaras, es decir, los agentes políticos y corporativos del imperialismo yanqui en Venezuela.
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1.- Ver Rafael Salinas, “Escandaloso acto en Buenos Aires de un sector del FIT en apoyo a la derecha golpista venezolana”, SoB 426, 18/05/2017, http://www.socialismo-o-barbarie.org/?p=9761
Por Rafael Salinas, SoB 434, 4/8/17