Una gran noticia para el movimiento de mujeres latinoamericano, a pesar del lobby de la Iglesia y las impugnaciones presentadas por la oposición de derecha, el Tribunal Constitucional de Chile aprobó el pasado 21 de agosto el proyecto de ley de aborto no punible que será próximamente promulgado.
Un gran avance en los derechos de las mujeres
Es importante destacar que este logro se da en un país con una de las legislaciones más restrictivas con respecto al aborto.
Chile es un país totalmente atrasado en lo que a derechos de las mujeres se refiere por la influencia que aún tiene la Iglesia y el peso de los partidos conservadores en el espectro político. Para ejemplificar con algunos hechos, Chile no aprobó el divorcio hasta el 2004 y recién en el 2015 se aprobó la Unión Civil entre parejas del mismo sexo.
En materia de políticas de salud reproductiva, el aborto no punible estuvo vigente en Chile desde 1931 hasta 1989 cuando el dictador Augusto Pinochet, justo antes de dejar el poder, prohibió el aborto en su totalidad, arrancándole a las mujeres este derecho fundamental. Además, la anticoncepción de emergencia fue prohibida por el mismo Tribunal Constitucional en el año 2008 y, aunque esta prohibición fue levantada por un decreto del año 2010, recién en el 2015 se permitió la venta sin receta de la llamada pastilla del día después, debido a los testimonios de mujeres que aseguraban que los médicos, en una actitud aberrantemente anticientífica, anteponían objeción de conciencia para recetarla.
Hay que luchar por el aborto legal, libre y gratuito
Según un informe de Amnistía Internacional se realizan en Chile 33 mil abortos por año, un promedio de 90 por día, por supuesto, en condiciones de clandestinidad que se llevan la vida de cientos de mujeres y las que sobreviven son injustamente criminalizadas y procesadas judicialmente.
Riesgo de vida de la madre, inviabilidad del feto y violación son las causales que el Tribunal chileno ha determinado para considerar no punible la interrupción del embarazo en la ley próxima a promulgarse. A pesar de ser un avance importante, es más restrictivo que en Argentina, donde también se considera la causal de salud entendida en un sentido amplio como la define la Organización Mundial de la Salud, es decir, incluyendo la salud física y emocional de la mujer. Sin embargo, en nuestro país luchamos constantemente porque se aplique el protocolo y nos movilizamos en cada caso en que se niega el derecho a mujeres y niñas a decidir sobre sus cuerpos para garantizar que se cumpla. Así también instamos a que lo hagan nuestras compañeras chilenas, ya que la ley no garantizará la aplicación y, a pesar de que su promulgación resultará progresiva, el Tribunal le ha cedido a la derecha el requerimiento de que la objeción de conciencia no sea a título personal de los médicos, sino que sea extendida a las instituciones que podrán negarse a realizar la intervención por ser “establecimientos objetores de conciencia”. Por todo lo anteriormente señalado, es que desde Las Rojas creemos que dependerá más que nunca del movimiento de mujeres y sus acciones para acompañar cada caso que se garantice la realización del aborto no punible a las mujeres que así lo requieran y, así mismo, es necesario redoblar la lucha del movimiento de mujeres en las calles por el aborto legal, libre y gratuito, en el hospital público, para que todas las mujeres puedan acceder al derecho de decidir sobre sus propios cuerpos.
Por Verónica R., SoB 438, 7/9/17