Escribimos estas líneas en medio de la movilización y la resistencia del pueblo catalán contra el sabotaje del gobierno español en su intento de impedir la votación del referéndum.

Estuvimos desde anoche en el colegio Escola Diputació, en el centro de Barcelona. Este centro no ha sido cerrado por la Guardia Civil así que mucha gente se ha reunido acá, la cola para votar daba la vuelta a la manzana por los dos lados y a doble fila.

A eso de las 6 de la mañana comenzaron los desalojos en algunos colegios y en otros no. La policía va midiendo donde pueden expulsar, porque por ejemplo en este colegio en el punto más álgido había 500 personas, con los vecinos juntados, y por eso la policía ha actuado poco.

El panorama general es de resistencia. En algunos lugares se ha hecho retroceder a la policía con la movilización. En Sant Carles de la Ràpita, un pueblo turístico, en manifestación y a pedradas echaron a dos patrulleros de la Guardia Civil que tuvieron que salir corriendo.

Además la gente está súper convencida con un ángulo democrático: la represión es un atropello, el problema es político y no legal y Rajoy es una mierda. ¡Ahora tenemos que votar!

Todo es en paz, muy pacifico a pesar de que las medidas de la policía enfurecen. Hay provocación agarrando a la gente de los pelos y pegando a viejos. A pesar de eso la gente continua ¡votarem, votarem! y ¡Fora las fuerzas de ocupación!

Tipo 7 de la mañana salió Romeva [consejero de Asuntos Exteriores de la Generalitat] diciendo que se iba a actuar con el censo universal, o sea censo único, y que se podía votar en cualquier colegio, no solamente en el que te correspondía.

En los centros de votación te hacen apagar los móviles porque dicen que la página se colapsa, pero realmente es porque el gobierno bloquea los servidores. En los lugares donde no hay sistema se vota a mano para luego cargar los datos.

Mientras tanto la derecha que añora el franquismo realizó manifestaciones ayer no muy grandes pero en varios lugares como Madrid o en la plaza Sant Jaume, acá en Barcelona, donde hubo cerca de 5 mil personas. Y el gobierno, a través de la vicepresidenta, dijo que acá no hubo ni referéndum ni apariencia de tal.

De momento aguantamos en la calle, junto al pueblo catalán para defender y ejercer el derecho a decidir con la perspectiva de que esta jornada abra la posibilidad de pelear por una Asamblea Constituyente revolucionaria donde sea el pueblo soberano verdaderamente el que decida sobre su futuro y sobre cómo ha de ser el nuevo Estado.