Informe publicado por 13 agencias estatales de EEUU ratifica la creciente gravedad del cambio climático y que es principalmente provocado por el hombre
Otra tormenta golpea a Trump
Por Claudio Testa
Días atrás hubo en EEUU un acontecimiento científico-político, tan importante como inesperado. Trece agencias gubernamentales publicaron el “Climate Science Special Report – Fourth National Climate Assessment” (Informe Especial de Ciencia del Clima – Cuarta Evaluación Nacional del Clima).[1]
Esto desencadenó truenos, rayos y centellas no meteorológicas sino políticas. El informe fue elaborado por 13 agencias estatales federales, que para hacerlo reúnen a centenares de especialistas de primera línea. Normalmente es un informe que se elabora y publica cada cuatro años. Pero la sorpresa fue que volviera a publicarse con Trump en la presidencia.
Este informe, por supuesto, contradice por completo los disparates de Trump y su equipo que niegan que los nefastos cambios del clima sean principalmente producto de actividades humanas. Enarbolando esa concepción negacionista, en junio pasado, Trump retiró a EEUU del Acuerdo de París del 2015 contra el cambio climático, que había sido ya firmado por 195 países. Y, en EEUU, su gobierno da vía libre a cualquier actividad contaminante, en primer lugar amplía el uso del carbón.
La importancia mundial de esto es que EEUU (junto con China) es uno de los principales contaminadores del planeta. Pero Xi Jinping, por lo menos, reconoce ese grave problema ecológico y jura que los chinos lo irán solucionando.
En cambio Trump y las corporaciones que lo apoyan (en primera fila, las super-contaminadoras del carbón), han optado por algo más barato y que da ganancias inmediatas: seguir envenenando el planeta… Y si finalmente destruimos la Tierra, nos mudaremos a Marte… los que puedan pagar el pasaje…
En este curso negacionista, Trump tomó medidas tales como prohibir que en el sitio web de la Environmental Protection Agency (Agencia de Protección del Medio Ambiente) aparecieran referencias al cambio climático. También vedó a sus científicos hacer investigaciones sobre el tema y publicarlas.[2]
La Santa Inquisición prohibía afirmar que la Tierra giraba alrededor del Sol. Trump prohíbe a las agencias y empleados estatales afirmar que hay cambios climáticos causados por acciones humanas.
Debido esa censura escandalosa, fue una gran sorpresa (e impacto) que trece agencias del Estado federal se atreviesen a desafiar a Trump y publicar la edición correspondiente a 2017 del “Climate Science Special Report”. Este hecho fue titular en la primera plana del New York Times del sábado pasado.
Sobre esto hay infinidad de hipótesis. Una de las más probables es que Trump haya querido evitar otro escándalo que políticamente no lo favorece. Además, la gran mayoría de la opinión pública de EEUU no comparte su negacionismo del cambio climático. Mejor no revolver el avispero.
Asimismo, después del terrible impacto de los huracanes en el Atlántico-Caribe y de los incendios devastadores en las costas del Pacífico –desastres directamente relacionados con esos cambios– no le convenía agitar el tema con un veto. Sólo lograría darle más publicidad.
Un informe aterrador
No es posible resumir en unas líneas un estudio de casi 500 páginas. Señalemos sólo algunos puntos capitales.
Comienza subrayando que este es un problema global, en todo el sentido de la palabra. Que el clima de EEUU, como el de cualquier otro país, “está fuertemente relacionado con el cambio climático global”. ¡O nos salvamos todos o no se salva nadie!
El primer cambio que destaca es el aumento hasta ahora imparable de “la temperatura promedio anual del aire en la superficie en los últimos 115 años (1901-2016).
“Este período es ahora el más cálido en la historia de la civilización moderna. Los últimos años también han tenido un clima récord, extremos climáticos, y los últimos tres años han sido los años más cálidos del mundo. Se espera que estas tendencias continúen agravándose a través de escalas de tiempo climáticas.”
El informe comienza también descartando categóricamente la charlatanería de los negacionistas, que ven los cambios como fenómenos “naturales”, en los que el hombre no tiene arte ni parte.
“[…] Lo más probable es que las actividades humanas, especialmente las emisiones de gases de efecto invernadero, sean la causa dominante del calentamiento observado desde mediados del siglo XX. Para el calentamiento en el último siglo, no hay otra explicación alternativa convincente respaldada por el alcance de las evidencias observadas.
“Además del calentamiento, muchos otros aspectos del clima global están cambiando, principalmente en respuesta a las actividades humanas. Miles de estudios realizados por investigadores de todo el mundo han documentado cambios en las temperaturas superficiales, atmosféricas y oceánicas. Glaciares derritiéndose; disminución de la capa de nieve; encogimiento del hielo marino; crecimiento del nivel del mar; acidificación de los océanos y aumento del vapor de agua en la atmósfera.
“El promedio mundial del nivel del mar ha crecido en aproximadamente 7-8 pulgadas desde 1900. Casi la mitad (alrededor de 3 pulgadas) de ese aumento ocurre desde 1993.
“El cambio climático causado por el hombre ha contribuido sustancialmente a este crecimiento desde 1900. Esto se produce a una tasa de aumento mayor a cualquier siglo anterior en al menos 2.800 años.
“El aumento global del nivel del mar ya ha afectado también a los EEUU. La incidencia de inundaciones diarias por mareas se está acelerando en más de 25 ciudades del Atlántico y la Costa del Golfo.
“Los niveles medios mundiales del mar continuarán aumentando varias pulgadas en los próximos 15 años y entre 1-4 pies en 2100. Y no se puede descartar un aumento de 8 pies para ese año.
“Asimismo habrá cambios en los eventos extremos, particularmente importantes para la seguridad humana, la infraestructura, la agricultura, la calidad y cantidad del agua y los ecosistemas naturales. Las fuertes lluvias están aumentando en intensidad y frecuencia en todo el mundo, y se espera que continúen creciendo.”
Olas de calor
“Las olas de calor se han vuelto más frecuentes desde la década de 1960, mientras que las temperaturas extremadamente frías y las olas de frío lo son menos. Se prevé que los años calurosos de los últimos años se volverán comunes en el futuro cercano para los Estados Unidos, ya que las temperaturas promedio anuales continúan aumentando.
“La incidencia de grandes incendios forestales en el oeste de los Estados Unidos y Alaska ha aumentado desde principios de la década de 1980 y se prevé un aumento adicional en esas regiones a medida que cambia el clima, con cambios profundos en los ecosistemas regionales.
“Las tendencias anuales hacia un derretimiento prematuro de primavera y un paquete de nieve reducido ya están afectando los recursos hídricos en el oeste de los Estados Unidos y se espera que estas tendencias continúen… La sequía hidrológica crónica y de larga duración es cada vez más posible antes de finales de este siglo.”
Gases de efecto invernadero
“La magnitud del cambio climático más allá de las próximas décadas dependerá principalmente de la cantidad de gases de efecto invernadero (especialmente dióxido de carbono) emitidos a nivel mundial. Sin mayores reducciones en las emisiones, el aumento en la temperatura global promedio anual en relación con los tiempos preindustriales podría alcanzar los 9 ° F (5 ° C) o más a fines de este siglo. Con reducciones significativas en las emisiones, el aumento en la temperatura global promedio anual podría limitarse a 3.6 ° F (2 ° C) o menos.
“La concentración atmosférica mundial de dióxido de carbono (CO2) ha superado ya las 400 partes por millón (ppm), un nivel que ocurrió hace unos 3 millones de años, cuando tanto la temperatura promedio mundial como el nivel del mar eran significativamente más altos que hoy.
“El crecimiento continuo de las emisiones de CO2 a lo largo de este siglo y más allá daría lugar a una concentración atmosférica que no se ha experimentado en decenas o cientos de millones de años.
“Existe un amplio consenso en cuanto a que cuanto más se impulse el sistema de la Tierra hacia el calentamiento, mayor será el riesgo de cambios e impactos imprevistos, algunos de los cuales son potencialmente grandes e irreversibles.”
En resumen…
La amenaza de una catástrofe ecológica que hasta ponga en riesgo la existencia de la humanidad no es una película de ciencia-ficción. Es un peligro cada vez más concreto.
El negacionismo que proclama el gobierno de EEUU, es simplemente criminal. Pero no le echemos todo el fardo a Trump. También es responsable la legión de gobiernos hipócritas –como los firmantes del Acuerdo de París del 2015– que se pintan de “verdes” pero que no toman medidas de fondo.
Por eso, el desafío ecológico, de no destruir nuestro planeta (y con él a la humanidad), es una tarea que muy difícilmente puedan cumplir el capitalismo y sus gobiernos. Y por motivos profundos…
Es que se trata primordialmente de una tarea internacional –no se resuelve país por país– y además con un objetivo que choca con la propiedad capitalista y la ganancia como ley suprema. Sólo desde el socialismo y el internacionalismo se podrá cumplir cabalmente.
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1.- Puede bajarse en .pdf de https://science2017.globalchange.gov/downloads/CSSR2017_FullReport.pdf
2.- Lisa Friedman and Glenn Thrush, «U.S. Report Says Humans Cause Climate Change, Contradicting Top Trump Officials», New York Times, Nov. 4, 2017.
Por Claudio Testa, SoB 447, 9/11/17