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Traición: la CGT acuerda con el gobierno la entrega de derechos laborales históricos
3 burócratas no pueden decidir por 15 millones
Hay que salir a las calles para imponer un paro general
Los dirigentes de la CGT acaban de entregar conquistas históricas de los trabajadores. Después de días de negociaciones secretas donde nadie sabía qué pasaba, terminaron acordando la reforma anti-laboral de Macri. No se puede aceptar que 3 burócratas de la CGT decidan por 15 millones de trabajadores. ¿A quién consultaron? Ni una asamblea convocaron. ¡Es un escándalo!
Una enorme traición
En las fábricas y lugares de trabajo nadie informó nada. Por más que los trabajadores preguntaban, los delegados estaban mudos: ¡ni ellos sabían lo que se cocinaba! Y como rayo en cielo sereno cayó la noticia, y por televisión nos enteramos de que “hay acuerdo por la reforma laboral”.
Ahora todos los medios nos venden basura repitiendo las mentiras de los dirigentes sindicales que dicen: “aceptamos esto, porque el proyecto original era peor”, “se eliminaron los artículos más polémicos”, “se ha avanzado”, etcétera.
El triunvirato de la CGT siempre estuvo en pactar con el gobierno: desde que asumió Macri se ha mantenido oficialista (aun cuando haya convocado a alguna medida aislada). Tiene récord de entregadas. Dejó pasar la ola de despidos del 2016: le vetaron en la cara la Ley antidespidos (que establecía la doble indemnización) y no hizo nada. Firmó todas las paritarias a la baja y nada. Cientos de fábricas cerraron y nada…
En Tierra del Fuego la UOM aceptó congelar salarios por dos años supuestamente a cambio de que “no haya despidos”. El caso tomó amplia difusión por las declaraciones de un dirigente local que declaró: “esto es un chantaje donde había que elegir entre el dunga-dunga o morir”, para justificar la traición. Habría que recordarle a ese dirigente cómo era el final del cuento: cuando el preso, harto de humillación, dice que prefiere morir (¡que en este caso sería luchar!). En concreto: no van a haber paritarias por dos años, pero sí van a haber despidos.
La CGT entrega conquista con la excusa que, ahora sí, “van a venir inversiones y se van a crear nuevos puestos de trabajo”; esto ya lo dijeron en los 90 y saquearon las empresas privatizadas y quedamos con una desocupación del 25%. En el 2018, si se vota la reforma, pasaremos de la lluvia de inversiones a la ola de despidos.
De entrada hay que aclarar: la reforma es una medida antiobrera que beneficia a los patrones y embroma a todos los trabajadores: a los que están trabajando, estatales o privados; a los tercerizados; a los viejos; a los nuevos; a los que están en negro; a los jóvenes sin trabajo y hasta a los jubilados. La reforma hay que rechazarla completamente: no hay que comerse el verso de los dirigentes de la CGT. Macri y los empresarios vienen por más; si aflojamos ahora, mañana van a querer que seamos lisa y llanamente esclavos.
La reforma anti-laboral es parte de un combo donde están incluidas también la reforma previsional (jubilados) y la reforma tributaria (impuestos). Es un paquete completo donde los que pierden son los trabajadores, los jubilados y los jóvenes futuros trabajadores y los que ganan son las empresas y el gobierno que los representa. Es simple: Macri nos mete la mano en el bolsillo a los trabajadores y jubilados para dársela a los empresarios.
La entrega de conquistas históricas
Pondremos ahora algunos ejemplos de la entrega de conquistas históricas que pretende la CGT. Comencemos por el abaratamiento de los despidos y el establecimiento del empleo joven por chirolas. Actualmente, si te despiden sin causa (art. 245), te pagan un mes de preaviso, más un mes por año trabajado, más la liquidación final (la quincena o el mes en curso, el proporcional de aguinaldo y vacaciones) y el mes para tomar de base es el mejor sueldo de los últimos 6 meses. Es decir: incluía el aguinaldo y todas las extras y demás plus que tuviese el trabajador.
En el proyecto original la base del mes era el básico pelado. Ahora el gran “logro” de los traidores es que al básico “pelado” se le suman las horas extras y el plus si tuviese el trabajador; es decir: ¡de un plumazo bajan las indemnizaciones cerca del 50% al sacar de la cuenta del mejor mes al aguinaldo!
Veamos ahora el item del empleo joven y barato. El proyecto de ley promueve un “Sistema de Prácticas Formativas” para los estudiantes y noveles graduados de la educación superior (jóvenes de 18 a 24 años) a cumplirse en empresas e instituciones públicas o privadas. En concreto, vuelven las pasantías que se estiran a 1 año y donde el salario será menor al del convenio porque se toma la categoría más baja, pero por 6 horas diarias (las pasantías no podrán exceder las 130 horas mensuales, lo que da turnos de hasta 6 horas).
Es síntesis: quieren mandar a trabajar a los jóvenes como mano de obra barata a cambio de chirolas con la excusa de su “formación”; esto en exclusivo beneficio de los empresarios, que se evitan tener que tomar un empleado permanente.
La traición del triunvirato es enorme. La reforma no tiene arreglo. Por donde se la mire retira conquistas históricas de los trabajadores. Hay que oponerse de lleno, derrotarla con la movilización en las calles y lugares de trabajo; no tener ninguna expectativa en las negociaciones. Ocurre que si pasa esta ley el año próximo va a venir una ola de despidos baratos y van a poner a trabajar a miles de pibes hiper-flexibilizados por la mitad del sueldo habitual.
Esta ley intenta dividir aún más a los trabajadores (hasta en el mismo puesto de trabajo) y la consecuencia inmediata va a ser más flexibilización. Si ya los ritmos de trabajo son intolerables, con la reforma una generación no va a lograr jubilarse porque no va a llegar sana a los 65 (¡y atención que el gobierno ha dicho que también busca una reforma jubilatoria integral que aumente la edad para retirarse!).
Por si lo anterior fuera poco, bajan las jubilaciones con una nueva forma de cálculo que las congela en la miseria actual. Se facilita también la “tercerización de los servicios”, lo que significa emplear trabajadores fuera de convenio y a salarios miserables para cumplir las funciones que ahora cumple un efectivo.
Se permite el “banco de horas” y el fin de las horas extras, aunque esto se negociaría por convenio (el gobierno y la CGT retiraron estas medidas del proyecto de ley, atento a seguir confundiendo y preocupados de que no le quedaran márgenes a los triunviros para su traición).
Se permite el “Fondo de cese laboral”, un sistema igual a la libreta de desempleo de la UOCRA, donde el trabajador aporta todos los meses para su indemnización y que, de imponerse, significaría una inestabilidad laboral similar a la que rige en la construcción para todos los trabajadores del país. Por su dureza, esto también se negociaría por gremio.
Se limitan los juicios sumarísimos, que era un mecanismo que tenía el trabajador cuando la patronal quería cambiarle las condiciones de trabajo. Y el blanqueo de trabajadores en negro les brinda amplios beneficios a los empresarios. Este gobierno, que se llena la boca criticando a los corruptos y mafiosos, lo primero que hace es perdonar a las patronales evasoras y negreras y al trabajador sólo le reconocen 5 años de antigüedad y aportes pero sobre el salario mínimo, vital y móvil, sin importar cuánto cobraba o qué antigüedad tenía. Para colmo, se elimina el derecho del trabajador de hacerle juicio a la patronal para que le reconozcan todo lo adeudado. Una verdadera estafa, donde sólo se benefician los empresarios. Además, van a recortar los servicios que ofrecen las obras sociales.
Por último, pero no en importancia, se vienen los despidos masivos entre los trabajadores estatales. Esto es parte de reducir el déficit fiscal en casi un punto del PBI el año próximo para poder pagar los intereses de la deuda. El primer paso de los despidos es la no renovación de los contratos el 1° de enero/18.
Exigir e imponer un paro general
En las bases todavía falta información, domina la confusión. Sin embargo, crece la sana desconfianza porque todos saben que nada bueno puede venir de la CGT, las patronales y Macri.
Además, comienzan a despuntar algunas medidas de fuerza, como el paro de 24 horas que se viene el viernes 24/11 en judiciales CABA, el paro regional mañana 23/11 en La Plata, y además estuvieron las primeras acciones, como por ejemplo la realizada el miércoles pasado 15/11 desde Izquierda al Frente por el Socialismo.
De todas maneras, aún no se ha logrado quebrar el operativo oficialista de desinformación; operativo que acompaña el triunvirato, la “oposición” patronal, el propio kirchnerismo, que no ha movido un dedo contra el paquete de Macri, etcétera.
Por la base no se sabe qué dice cada gremio; son pocos los que han tomado una posición pública sobre la reforma. Por eso, el primer paso elemental es exigir que se hagan asambleas por sección, por fábrica, por repartición y asambleas generales de gremios para clarificar el contenido de esta reforma y empezar a discutir un plan de lucha y la exigencia de un paro nacional.
El triunvirato está en la traición, pero esta semana se borró a Roma a ver al Papa… Pero a pesar de esto, desde sectores de la CGT como Pablo Moyano y Palazzo de bancarios, además de las dos CTAs, están hablando de movilizar al Congreso cuando se trate la ley.
La verdad que con simples movilizaciones al Congreso o a Plaza de Mayo no va a alcanzar para parar este ataque. De todas maneras, serían muy progresivas para ir calentando el ambiente, para meter presión, para clarificar ante los trabajadores el contenido antiobrero de este ataque: ¡tienen que pasar de las palabras a los hechos y ponerle fecha ya a una movilización!
Con la perspectiva de empujar un proceso de lucha contra el paquete antiobrero el pasado jueves 16/11, en la Facultad de Sociales, se realizó un encuentro del sindicalismo combativo y la izquierda para empezar a poner en pie la resistencia a la reforma antilaboral (ver declaración en esta misma edición). Con la presencia de centenares de comisiones internas, delegados, activistas y directivos de sindicatos, se acordó realizar próximamente acciones contra la reforma, acciones que debemos concretar a la brevedad.
También se procesó un debate con el Partido Obrero, que con una política oportunista vestida de sectarismo, ha colocado el eje no en salir a luchar para derrotar este ataque, sino en una “campaña de clarificación dirigida hacia las bases” que no le exige nada a las direcciones sindicales existentes…
Desde el Nuevo MAS y también la Izquierda al Frente por el Socialismo (¡nuevamente unido en una acción común, a diferencia del FIT que no ha sido capaz de unirse siquiera frente a este ataque!), somos parte de esta convocatoria del sindicalismo combativo, de las comisiones internas luchadoras, delegados y activistas, con el objetivo de poner en pie un primer paso contra esta reforma, así como constituir un polo clasista, independiente, en cualquiera de las acciones de unidad de acción con otros sectores que puedan plantearse para derrotar el paquete antiobrero.
No hay tiempo que perder. El plenario de Sociales deberá salir a las calles la próxima semana a denunciar la traición de la CGT y sumarse a toda acción real que enfrente este ataque para denunciar que empiezan a cocinar la reforma antilaboral y la reducción de conquistas históricas de los trabajadores. Y, sobre todo, ¡para exigir e imponer un paro general para derrotarla!
El próximo Plenario Nacional de Cuadros de nuestro partido a realizarse en el Hotel Bauen el 2 y 3 de diciembre se pondrá al servicio de esta tarea, lo mismo que de sostener el esfuerzo por el juicio y castigo a los asesinos de Santiago Maldonado.
Editorial SoB 449, 23/11/17