Un debate con mucho circo y muy poca política
Por Karina González
A 68 días de las elecciones, se vieron las caras los presidenciables en el primer debate televisivo en cadena nacional.
La finalidad era ofrecer a los mexicanos un espacio en donde cada uno pudiera dar a conocer sus propuestas y plan de trabajo para que la ciudadanía en general pudiera tener más elementos para llegar a las urnas el 1° de julio convencidos de su voto. No ocurrió así.
La primera sorpresa en el debate fue la presencia de cinco y no cuatro aspirantes a la silla presidencial. Jaime Rodríguez “El Bronco”, a pesar de estar envuelto en la polémica de que sus firmas para lograr el registro eran falsas, se coló a la boleta electoral.
México es un país que necesita soluciones urgentes en varios temas sociales como la violencia, desaparecidos, pobreza, desigualdad, desempleo y corrupción; ninguno de los candidatos logró ser concreto en su plan para intervenir en estos ámbitos, los problemas de nuevo se quedaron en el aire al enfocarse en desacreditarse y sacar los trapos sucios unos de otros.
No es para extrañar, pues ninguno de los presidenciables representa una alternativa de los de abajo, los trabajadores, las mujeres y la juventud.
AMLO, buscó mantener su victoria
En los últimos sondeos se muestra a Andrés Manuel López Obrador (AMLO), de la coalición Juntos haremos historia, conformada por los partidos: Movimiento de Regeneración Nacional (MoReNa), Encuentro Social (PES) y del Trabajo (PT), a la cabeza con el 48 por ciento de los puntos, por lo que fue el más atacado en el debate y logró no perder su posición al esquivar las agresiones.
AMLO se quedó observando, sin debatir, sin ganar ni perder, sabe que se encuentra en la cima y sólo buscó reforzar esa posición, por lo que fue el que menos atacó a sus adversarios y aunque presentó cifras e hizo referencias de situaciones donde es urgente la intervención con nuevas acciones políticas, sus propuestas no fueron específicas.
“Es muy grave la situación de violencia en el país, y no ha funcionado la estrategia que han aplicado tanto el PRI como el PAN (…) hay más de un millón de víctimas de la violencia. Tenemos que hacer todo para conseguir la paz”, mencionó.
La polémica recayó cuando insistió en estudiar formas de amnistía para pacificar el país, es decir, otorgar perdón a algunos criminales para combatir la corrupción y subrayó que amnistía «no significa impunidad”, sino hacer «todo para lograr la paz» y anunció que convocaría a una serie de expertos para definir un plan, al que incluso estaría invitado el papa Francisco.
Otro tema que causó rechazo por parte de los demás candidatos, fue la propuesta de
convocar a consultas cada cierto tiempo para evaluar al presidente y poder revocarlo si éste no cumple, por lo que fue tachado de “Chavista”.
En el tema de seguridad, AMLO fue el único de los cuatro candidatos que habló sobre sacar a las fuerzas armadas de las calles, para continuar la lucha en contra de la inseguridad. Lo cual significaría disminuir el número de muertos y desaparecidos en nuestro país.
En el debate mantuvo como una de sus principales fortalezas el no ser parte del grupo de los políticos corruptos tradicionales, por lo que prevaleció con su mensaje anticorrupción, siguiendo el guión que viene manejando desde las precampañas, pero lo contradice con la incorporación a su equipo de tránsfugas de priístas y panistas, a quienes AMLO acogió para sumar votos.
AMLO ya no es la vanguardia de izquierda de hace 12 años, debido a sus errores. Uno de los principales que lo ha llevado a ser cada vez más cercano a la burguesía mexicana, es el refugio que ha brindado a militantes del PRI y PAN que por enojo y descontento, al no lograr un puesto en estas elecciones, han decidido migrar a MoReNa.
Aunque AMLO es el único que ha propuesto revertir las reformas antipopulares que se aprobaron en el “Pacto por México”, las cuales fueron firmadas por el PRI, PAN y PRD, que pusieron en jaque y lograron las mayores movilizaciones sociales encabezadas por docentes con la Reforma Educativa y a la ciudadanía en general con la Reforma Energética y el gasolinazo, el terminar con ellas, sólo ayuda a limpiar un poco la basura que nos deja el gobierno de Enrique Peña Nieto, pero no resuelve los problemas de fondo que México viene arrastrando de décadas de mal gobierno PRIAN.
Hasta ahora no hay una propuesta concreta que diga, cómo es que se logrará el triunfo de los trabajadores, las mujeres y la juventud, en donde deje de existir un gobierno rico con un pueblo pobre.
El tema que esperábamos que se tocara en profundidad era la militarización de la frontera entre México y Estados Unidos, ya que los migrantes son los principales afectados de las determinaciones de Donal Trump y siendo AMLO la “esperanza de México”, era el indicado de lanzar un mensaje en defensa de la soberanía en contra del imperialismo yanqui, pero no fue así.
AMLO sólo recordó que desea venderle el avión presidencial al presidente de Estados Unidos. Este factor hubiera sumado al desempeño de AMLO para romper con la diplomacia que ha tenido hasta el momento y poner un ultimátum de frente a Trump.
Anaya a la cacería de AMLO
Ricardo Anaya, titular de la coalición Por México al Frente conformada por el Partido Acción Nacional (PAN), Partido de la Revolución Democrática (PRD) y Movimiento Ciudadano (MC), se encuentra 22 puntos porcentuales abajo de AMLO, lo que lo llevó al ataque excesivo sobre la persona de López Obrador y uno que otro contra Meade.
Sin embargo, Anaya destacó en articulación y elocuencia, se mostró preparado, firme y convincente en el contexto del debate, pero sin un nuevo plan de reestructuración para el país. Este desempeño lo coloca como el opositor más fuerte contra AMLO.
Sin embargo, Anaya sigue con el pasado oscuro de las acusaciones por lavado de dinero que no ha logrado esclarecer y que trató de evitar a toda costa durante su participación en el debate.
En su participación Anaya reafirmó que continuará con la misma política de seguridad que impuso su antecesor Felipe Calderón y que continúa Enrique Peña Nieto, que es mantener a los militares en la calle y seguir con una guerra en contra del crimen organizado, ignorando de principio a fin los asesinatos y desaparecidos que esto ha ocasionado.
Anaya representa a la burguesía que tuvo el poder en el 2000 y 2006, en donde se esperaba se rompiera con la dictadura del PRI, sin embargo actuaron bajo el mismo sistema reformista al grado que se han aliado para seguir haciendo leyes en favor de los de arriba.
Ahora Anaya se queja de las reformas que el PRI logró activar el año pasado, pero se olvida que su partido es uno de los firmantes del “Pacto por México” que ha llevado a la pobreza a millones de mexicanos y que él mismo defendió en el extranjero para lograr la invasión de trasnacionales en nuestro país.
No es coincidencia que la familia de Anaya esté viviendo en Atlanta y no en México, porque sabe perfectamente que no es un país idóneo para habitar. Que en educación, economía y seguridad se encuentra totalmente reprobado y que los culpables son los integrantes del PRIAN, ese grupo que él ahora representa.
Sobre las propuestas de AMLO, las desaprobó rotundamente y no perdió la oportunidad para decir que “eso eran peligrosísimas” y recordó que gracias a ese tipo de medidas el venezolano Hugo Chávez se perpetuó en el poder.
Anaya insiste en comparar a AMLO con Chávez cuando la verdadera miseria política y económica la ha traído el grupo de poder que él representa.
Anaya es un junior panista apadrinado por grandes burgueses como Vicente Fox, Carlos Salinas de Gortari y Diego Fernández de Cevallos, lo que nos comprueba que no es un cambio para México, sino una continuación de la barbarie que este país tiene viviendo desde hace décadas, pero con el disfraz de una cara más joven.
Meade, brilló por su ausencia
José Antonio Meade Kuribeña, abanderado de la coalición Todos por México, quien se ha autodenominado “candidato ciudadano”, lo cual se contradice al colgarse las banderas del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Partido Verde Ecologista de México (PVEM) y Partido Nueva Alianza (PaNAl), se encuentra con un 18 por ciento de las encuestas. Este primer debate era la oportunidad de Meade para relanzar su campaña, romper inercias y dar un giro total a su estrategia electoral; no sucedió.
Este debate marcó el fracaso de su candidatura. Podemos decir que la principal falla de Meade es tener el respaldo del PRI, después de que éste es el protagonista del peor sexenio de la historia de México.
Meade recibió ataques de parte de Anaya en los que subrayaba escándalos de corrupción de la actual gestión priísta encabezada por Enrique Peña Nieto (EPN).
Pepe Meade, quien tiene la responsabilidad de llegar a la silla presidencial para defender a capa y espada el futuro de Enrique Peña Nieto y continuar la aplicación de las reformas del “Pacto por México”, estuvo ausente en todo momento, sus propuestas son una continuidad del trabajo en el poder del partido oficialista para mantener sometidos a los oprimidos, lo que lo hace un clon de Peña Nieto, aunque él insista en que representa una reconstrucción política.
Meade, ha sido funcionario del PRIAN desde hace años y conoce perfectamente el camino que debe de seguir para continuar con la dictadura perfecta del poder de los de arriba para seguir viviendo del pueblo pobre.
Además, el pueblo mexicano no olvida que él es el causante del gasolinazo, e hijo del Fobaproa, por lo que su posición en las encuestas no es ninguna sorpresa.
El abanderado tricolor, vivió un momento incómodo durante el debate cuando le mostraron una foto en la que compartía un pastel con César Duarte y le preguntaron “¿de cuánto fue la rebanada del pastel?”, esto debido a las investigaciones que el exgobernador de Chihuahua atravesó por un desvío millonario.
Meade no logró sumar puntos, lo que deja a los priístas en la desesperación total que podría recaer en la aplicación del voto útil, en donde junto con los independientes terminen cerrando filas con el PAN para evitar que AMLO gane la Presidencia.
Zavala y el discurso conservador
Margarita Zavala, la única mujer candidata y quien obtuvo su registro como independiente, sostuvo su postura conservadora que adquirió desde que fue militante del PAN.
Se proclamó en contra el aborto y en contra del matrimonio igualitario, aunque dijo que respetaba a todos y cada uno de los mexicanos.
Mencionó que durante su gobierno las mujeres tendríamos una mejor vida mejorando nuestra economía y eliminando la violencia, pero Zavala repite el accionar del PAN y el PRI al negar el derecho a decidir de las mujeres en el resto del país y mantiene una política reformista que nos deja como ciudadanas de segunda.
Zavala tuvo sus momentos incómodos cuando la moderadora Azucena Uresti le preguntó: ¿Qué garantizaría que su campaña no es una reelección de Felipe Calderón? Se defendió diciendo que era otra persona, por lo que Felipe no tendría por qué ser nombrado; sin embargo, Margarita carga con la masacre que hubo de miles de mexicanos muertos y desaparecidos durante el sexenio de su esposo y sostuvo seguir defendiendo la estrategia de seguridad; “Guerra contra las drogas”, ejecutada por Calderón en el 2006.
Sus propuestas y accionar destaparon a Margarita como títere de Felipe Calderón, quien busca continuar siendo Presidente de la República y mantener con la masacre masiva de hombres, estudiantes y mujeres mexicanas.
Su preocupación por atacar a AMLO y Anaya dejaron sus propuestas muy superficiales al tocar los temas de impunidad y atención a grupos vulnerables, lo que queja claro que no es una elegible el 1° de julio.
Sus respuestas dejaron ver que el principal motivo por el que el PAN no decidió apoyarla como candidata, fue que no querían cargar con el pasado negro de Calderón.
Zavala ayuda a distraer a los mexicanos para que vean un solo culpable en la “guerra contra las drogas”, deslindando así al PAN de toda culpa y ayudando a que Anaya se apuntale en las encuestas.
Ante la pregunta sobre si apoyaría o no a su hijo, si éste se declarara homosexual, dijo que si bien para ella sólo existe el matrimonio entre hombre y mujer, si su hijo fuera homosexual, lo apoyaría.
Margarita sólo tiene un 8 por ciento de puntos en las encuestas, y siendo Meade su compadre, y el único que halagó durante el debate, se espera que decline en favor del priísta, y así acortar la brecha porcentual que los separa de AMLO.
“El Bronco”, el mayor fraude
Con un tono de burla y cinismo al ser reconocido como el mayor estafador en las firmas para su registro como independiente, Jaime Rodríguez “El Bronco”, llegó al debate presidencial para demostrar que su papel es restar votos a AMLO y sumar a la campaña de Anaya.
En televisión abierta exhibió una bala ante las cámaras, para hablar sobre cómo él ha sido víctima de la violencia que azota al país, haciendo referencia al asesinato de su hijo.
El exgobernador de Nuevo León también protagonizó uno de los momentos más extravagantes del debate cuando propuso “cortarle la mano a quien robe” como parte de su estrategia para resolver la corrupción.
Con sólo 5 por ciento de puntos en las encuestas, “El Bronco”, quien ofreció su WhatsApp a todos los mexicanos para que le hagan llegar sus necesidades, se burla de la democracia y demuestra que el sistema del Instituto Nacional Electoral es totalmente cuestionable.
Urge más socialismo y menos barbarie
Aún faltan dos de los tres debates que se tienen programados antes del 1° de julio y los mexicanos seguimos esperando una propuesta que sirva como reestructuración y cambie de principio a fin la política de impunidad y corrupción que el PRIAN ha creado para nuestro país.
Seguimos exigiendo una revolución que permita el avance de la ciudadanía atendiendo de manera urgente nuestras necesidades y poniendo al trabajador, las mujeres y la juventud en prioridad, y eso solamente va llegar con el socialismo, de otra manera seguimos viviendo en la barbarie; en donde los políticos le siguen dando el dinero y el poder a los empresarios, a sus militantes y extranjeros, utilizando a los ciudadanos como explotados que sostienen una economía que los mantiene en la decadencia.
La impunidad de nuestro país se va terminar cuando se avance en los temas sociales, cuando seamos los trabajadores quienes estemos en la cima del poder y produzcamos a favor de los trabajadores mismos.
Las mujeres, los trabajadores y la juventud exigimos seguridad y cero militares en las calles, exigimos que dejen de desaparecer estudiantes, hombres y mujeres.
Exigimos castigo para los asesinos de los tres estudiantes de la Universidad de Medios Audiovisuales, CAAV de Guadalajara, Jalisco, que ya fueron ubicados pero sin vida y donde el Estado es cómplice.
La historia de México nos ha demostrado que las grandes transformaciones sociales se han hecho con base a la movilización de los de abajo que terminan haciendo fisuras entre los de arriba para generar una coyuntura favorable para la victoria de los trabajadores, las mujeres y la juventud.
La nueva revolución mexicana sólo la podemos hacer los de abajo, los que vivimos oprimidos y seguimos explotados.
Este debate nos dejó un reflejo de que el pueblo de México no tiene por quién votar en estas elecciones, que son puro circo y nos reafirma que la liberación de los trabajadores será obra de los trabajadores mismos o no será.
Por Karina González desde México, SoB 466, 26/4/18