Aunque sigue la disputa judicial y la incertidumbre del partido
Lula se inscribió como candidato a la presidencia
Rosi Luxemburgo
El PT oficializó este miércoles la candidatura del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva en la carrera presidencial. La candidatura de Lula, sin embargo, puede generar todavía muchos cuestionamientos en la justicia porque, además de estar preso, el ex presidente se ajusta a los criterios de la Ley de la Ficha Limpia, según la cual queda inelegible quien sea condenado por un organismo colegiado de Justicia.
Ahora el Tribunal Superior Electoral (TSE) tiene plazo hasta el 17 de septiembre para hacer un análisis inicial de los registros. Después de ese plazo, aún será posible analizar recursos. De cualquier decisión, cabe recurrir al Supremo Tribunal Federal (STF).
El próximo paso, si la presidenta del TSE Rosa Weber no resuelve vetar desde luego las intenciones del PT, o lo más probable será la presentación de una petición de impugnación de la candidatura de Lula por el ministerio público, o por uno de los otros doce candidatos, entre ellos está Jair Bolsonaro y otros aliados de Temer. El TSE nombrará entonces un relator del proceso, notificará a Lula, oirá testigos y recogerá pruebas si es necesario, pero hasta el 17 de septiembre, como máximo, dará un veredicto final sobre el tema.
Estamos en contra de la prisión política de Lula y de su probable inelegibilidad, pues se trata de una maniobra burguesa que pretende sacarlo del patio electoral para evitar cualquier posibilidad de elegir a un presidente que no esté totalmente comprometido con la continuidad de las contrarreformas iniciadas por Temer. Por eso, aun teniendo profundos desacuerdos con Lula, el PT y su línea de conciliación de clases, entendemos que la prisión de Lula y su posible inelegibilidad están al servicio de la clase dominante.
«Sólo no seré candidato si muero, renuncio o si soy impedido por la justicia electoral», afirmó en una carta el propio Lula
Lo más probable, es que Lula sea impedido de concurrir por haber sido condenado a 12 años de prisión; en ese caso, el partido avanzará con el plan b Fernando Haddad, también del PT, como ya hablamos en nota anterior.
El hecho es que el PT tiende a llevar el juego institucional hasta el límite y es capaz de mantener una candidatura simbólica de Lula después del posible rechazo, con el único interés de ejercer la presión por su liberación, una exigencia sin ninguna relación con la actual coyuntura que atraviesa a toda la clase trabajadora y a los sectores populares, y la coyuntura que persigue y mata a militantes de la izquierda, como el caso aún sin solución de Marielle Franco. Quieren llevar una campaña electoral sin presiones a la militancia petista, sin movilizaciones que los lleven a perder el control de las mismas, manteniendo preservado el capital electoral del PT y sus burocracias sindicales.
Hemos denunciado que la dirección lulista, por su defensa cerrada de la institucionalidad burguesa, dejó pasar una y otra vez oportunidades importantes para frenar a Temer, de derrotar todas sus políticas, todas las leyes que atentan contra los trabajadores e incluso garantizar la libertad de Lula, así como lograr su derecho pleno de ser candidato.
Por eso, planteamos una perspectiva que relance una perspectiva independiente en Brasil, de los trabajadores y anticapitalista en las luchas y en las elecciones; por eso defendemos las candidaturas a la presidencia de Guillermo Boulos y Sonia Guajajara (PSOL). Para disputar en las urnas y en las calles una salida de lucha para la actual crisis.
Una campaña que nace de la alianza entre el PSOL, PCB, MTST y ABIP y otros movimientos sociales. Que se coloca frontalmente contra Temer y la ofensiva reaccionaria, por un lado, y por otro, hace un balance crítico de los sucesivos gobiernos del PT, pues al apostar en la fallida estrategia de «gobernar para todos» acabó desperdiciando posibilidades de realizar profundas reformas estructurales en el país.
Por una alternativa socialista en las urnas y en las calles!
Con Guillermo Boulos y Sonia Guajajara para la presidencia!
Por Rosi Luxemburgo. SoB 482. 16/8/18.