Una peligrosa provocación de Trump y Macri en la ONU
Fueras las garras del imperialismo de Venezuela
Martín Primo
En el marco de la 73ª asamblea general de la ONU, el imperialismo yanqui con la complicidad de sus lacayos latinoamericanos, lanzó una peligrosísima amenaza contra el pueblo venezolano disimulada en una agresión contra el gobierno de Maduro.
Durante su discurso, y mediante una argumentación macartista que recuerda a los años de la “guerra fría”, el mandamás de Estados Unidos lanzó una solapada amenaza a la soberanía de Venezuela: “La sed de poder del socialismo conduce a la expansión, la incursión y la opresión. Todas las naciones del mundo deberían resistir el socialismo y la miseria que trae a todos. En ese espíritu, le pedimos a las naciones reunidas aquí que se unan a nosotros para pedir la restauración de la democracia en Venezuela”. De más está decir que el chavismo jamás tuvo ni una sola fibra socialista. Siempre fue proyecto de capitalismo nacional apoyado en la renta petrolera que flaco favor la hizo a las banderas del socialismo y la emancipación de la clase obrera, pero esto no es lo central en esta ocasión. Es necesario que calibremos en su justa medida el significado del “pedido a la ONU para restaurar la democracia en Venezuela”.
Para sopesar este pregón en su justa medida es necesario incorporar otras declaraciones realizadas por el presidente yanqui antes de su discurso. Así fue que pocos minutos antes de su locución, consultado por periodistas sobre Venezuela, el presidente estadounidense expresó: «Todas las opciones están sobre la mesa. Todas. Las fuertes y las no tan fuertes. Todas, y sabes a qué me refiero con fuertes«. Estas declaraciones constituyen una amenaza de intervención militar contra el país sudamericano. Ante semejante declaración cualquier habitante del continente latinoamericano, que no sea un execrable lacayo del imperialismo, debe alzar su más enérgico repudio y la defensa incondicional de la soberanía de Venezuela.
En este sentido constituyeron un verdadero escándalo las palabras de Mauricio Macri en el Pleno de la ONU. Como fiel ladero del mandamás de la Casa Blanca, el lacayo que ocupa la Casa Rosada dedicó parte de su discurso a informar que la Argentina denunciará a Venezuela ante la Comisión Penal Internacional de La Haya por “los crímenes de lesa humanidad de la dictadura venezolana”. Escuchar de parte de Mauricio Macri alguna preocupación ante crímenes de lesa humanidad sería una verdadera novedad si no fuese un verdadero acto de cinismo. Esta denuncia de Macri y el resto de los países que conforman el Grupo de Lima[i] no es otra cosa que una mascarada tras la que se esconde la mano del imperialismo yanqui, que tiene como objetivo preparar el terreno para una futura intervención militar de Estados Unidos, o un golpe de Estado apadrinado por ellos.
La defensa a Venezuela frente a las amenazas directas del imperialismo es una cuestión de principios que no significan prestarle el menos apoyo político al gobierno de Maduro. Sin duda la crisis humanitaria que atraviesa Venezuela y las graves limitaciones a las libertades políticas tiene como principales responsables tanto al gobierno de Maduro como a la burguesía cipaya y parasitaria que controlan el país sudamericano.
El desastre social y humano que regentea el gobierno de Maduro debe ser resuelto por los propios trabajadores venezolanos de manera independiente y sin ninguna injerencia ni de Estados Unidos ni de sus perros de caza al frente de los gobiernos latinoamericanos. Una intervención del imperialismo bajo ningún aspecto redundará en un beneficio para las masas venezolanas, ni en ninguna regeneración democrática de ningún tipo. Tras la intervención imperialista se esconden los intereses de los grandes grupos de poder de la burguesía venezolana y las corporaciones yanquis. La regeneración del pueblo venezolano solo puede venir de manos de los propios trabajadores de Venezuela. Para esto hace falta imponer desde abajo una Constituyente auténticamente democrática. La clase trabajadora y los sectores populares que sufren las actuales condiciones y que están cansado tanto de Maduro como de las huestes escuálidas deben erigir a verdaderos representantes propios absolutamente independientes, tanto de la pandilla de Maduro, como de la oposición pro imperialista.
Llamamos a los trabajadores y sectores populares de Latinoamérica a repudiar tanto las amenazas de Trump como la cínica campaña de Macri y el resto de los gobierno lacayos.
Fuera las garras del imperialismo yanqui de Venezuela.
[i] El Grupo de Lima es una instancia impulsada por Estados Unidos contra el gobierno venezolano que se organizó en la Capital peruana el 8 de agosto de 2017 en la capital homónima. Su objetivo es hacer de segunda voz en la avanzada del imperialismo yanqui en sus ataques contra Venezuela. El mismo está integrado por Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Paraguay y Perú. Este espacio está avalado por tanto por Estados Unidos, la OEA y la Unión Europea, como por la oposición escuálida venezolana.
Por Martín Primo, SoB 488, 27/9/18