Costa Rica: Histórica huelga general contra el gobierno
Bases rechazaron el acuerdo de capitulación
Víctor Artavia
El 30 de setiembre estaba previsto la firma del acuerdo entre el gobierno y las dirigencias sindicales en un intento de desmovilizar. El documento que solo establecía condiciones para el “dialogo” fijando como punto central deponer la huelga sin ninguna concesión del gobierno, mientras tanto el proyecto del Combo Fiscal continúa su trámite.
Pero este operativo se desplomó con la rebelión de las bases sindicales que, de forma categórica, rechazaron en sus respectivas asambleas el acuerdo de capitulación. Esto deja en claro porque las dirigencias sindicales rehúsan consultar sistemáticamente a las bases que protagonizan la huelga, pues pone en peligro la conducción burocrática y antidemocrática de la lucha.
De esta forma, quedó demostrado el espíritu de lucha que impera en las bases sindicales, las cuales han garantizado una enorme huelga por más de tres semanas (superando en este aspecto al Combo ICE) y dos marchas nacionales que marcaron un precedente histórico como las más grandes de la historia del país: ¡el 26 de setiembre marcharon un millón de personas en San José!
A pesar de esta enorme potencialidad de la huelga, la nefasta conducción de las dirigencias sindicales conduce a la lucha a un callejón sin salida, haciendo que en las zonas donde tienen mayor presencia, es decir, en el centro del país, contengan el descontento encuadrando la huelga de forma muy rutinaria para impedir que desborde la institucionalidad burguesa (en el caso de las zonas periféricas existen más elementos de radicalidad).
Esto marca una enorme diferencia con el proceso del Combo ICE, donde hubo una radicalización que colocó al gobierno y las cámaras patronales contra las cuerdas y tuvieron que desistir del proyecto privatizador en ese entonces.
En este caso la tónica es que el gobierno y partidos burgueses están presionando para sacar avante el ajuste fiscal, como quedó demostrado hoy con la votación acelerada de mociones regresivas de las bancadas del PAC, PUSC y PLN.
Debido a esto consideramos que la huelga entra en una encrucijada, dónde se plantea que debe radicalizarse rodeando la Asamblea y acciones inter regionalizadas con cortes de ruta, marchas lentas, caravanas o tortuguismo en todo el país hasta derrotar el Combo Fiscal, o de lo contrario se acrecienta el peligro de sufrir una derrota si la lucha sigue con marchas rutinarias que no hacen retroceder al gobierno.
Por Víctor Artavia, NPS, 1/10/18