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Brasil | Escándalo de mentiras masivas y financiamiento ilegal enchastra la campaña de Bolsonaro
Sale a la luz el sistema de ‘fakenews’ a favor de Bolsonaro
A poco más de una semana para la segunda vuelta electoral en Brasil, y a pesar de su holgada victoria en la primera, el neofascista Jair Bolsonaro está lejos de transitar un camino tranquilo y sin sobresaltos hacia la victoria. El ultraderechista, que hace de la lucha contra la corrupción uno de sus principales estandartes de campaña electoral, acaba de ser involucrado en su propio escándalo de corrupción, algo que puede llegar a tener cierto efecto en su base electoral.
Aunque las denuncias por la utilización de las llamadas ‘fakenews’ vienen desde el inicio de la campaña electoral, una reciente investigación del diario Folha do S. Paulo revela toda una red de más de 150 empresas ligadas al rubro de la comunicación que inundan los WhatsApp de millones de brasileños todos los días con noticias y material falso tanto a favor de Bolsonaro como contra su rival en el balotaje, el petista Fernando Haddad.
El diario brasileño afirma que un grupo de empresarios ligados a Bolsonaro tienen contratos que suman 12 millones de Reales con otras empresas de “estrategia comunicacional” mediante los cuales compran un servicio llamado “disparo masivo”, que básicamente consiste en utilizar bases de datos de usuarios de WhatsApp para enviar millones de mensajes en simultáneo con contenido a favor del candidato del PSL y contra Haddad.
El contenido de los mensajes que se envían masivamente es muy variado. Algunos muestran a Haddad como un multimillonario, queriéndolo relacionar a la corrupción del PT, por ejemplo al difundirse un video que muestra al candidato petista bajarse de una lujosa Ferrari, aunque en realidad el video responde a una visita de Haddad al autódromo de Interlagos en ocasión de promocionar el GP de Brasil.
Como no podía ser de otra manera, la campaña fascista de Bolsonaro también incluye fuertes contenidos homofóbicos. Otro de los burdos videos falsos que se viralizó a través del sistema de mensajería masiva, es el de un hombre que “revela” una supuesta campaña contra la homofobia que estaría llevando adelante Haddad distribuyendo mamaderas con forma de pene a los niños en las escuelas. En el video puede escucharse al hombre decir “esto es lo que Haddad le está enseñando a nuestros niños” y termina diciendo que “hay que votar por Bolsonaro”.
El escándalo no consiste sólo en la falsedad de los mensajes enviados ni en la campaña difamatoria contra Haddad, sino también en que en este caso es una práctica doblemente ilegal: En primer lugar, porque la Justicia Electoral Brasileña prohíbe explícitamente las donaciones de empresas a las campañas electorales de los partidos políticos, por lo que los contratos que han salido a la luz podrían ser considerados una “tercerización” de donaciones a través de empresas que contratan otras empresas de servicios de comunicación para hacer campaña por Bolsonaro. En este sentido, el escándalo sería millonario: Bolsonaro ha declarado ante la justicia electoral que se gastaron en su campaña 2,1 millones de Reales, mientras que el informe de Folha habla de más de 150 empresas involucradas en contratos que suman unos 12 millones de Reales.
En segundo lugar, la ilegalidad también alcanza a las prácticas de esas mismas empresas que ofrecen el servicio de “disparo masivo”, porque las bases de datos utilizadas no serían sólo las de la propia campaña de Bolsonaro (gente que da su número de teléfono voluntariamente) sino también bases de datos robadas que son vendidas ilegalmente, en general por empresas de telefonía y comunicación, lo que hace al escándalo todavía mayor. Según detalla el informe, estas bases de datos permiten clasificar a los receptores de cada mensaje enviado vía WhatsApp como “partidario”, “detractor” o “neutro”, en función de su nivel de apoyo al candidato, como también permite diferenciar los usuarios por su nivel de ingresos, pudiendo llevar adelante una campaña de contenido específico para cada sector. Además, el sistema de envío masivo de mensajes está diseñado para eludir los filtros de spam de WhatsApp, lo que llevó a la empresa de mensajería a tener que intervenir, por ahora extrajudicialmente, notificando a estas compañías a que interrumpan los envíos de mensajes y bloqueando muchas de las cuentas desde las que se enviaban mensajes masivos, incluso llegando a bloquear temporalmente el WhatsApp de Flavio Bolsonaro, Senador Electo e hijo del candidato a presidente.
La revelación de este sistema de noticias falsas ha tenido enormes repercusiones desde que se publicó el artículo en el día de ayer. Durante prácticamente todo el día, el hashtag #caixa2doBolsonaro fue primera tendencia en Brasil, haciendo referencia a la “caja dos” de financiamiento de la campaña electoral de Bolsonaro. Enseguida de publicada la noticia, el candidato del PT Fernando Haddad anunció vía Twitter que llevará adelante una denuncia tanto a la Policia Federal como a la Justicia Electoral, diciendo que “aunque eluda los debates, no podrá eludir a la justicia”, haciendo referencia a la negativa de Bolsonaro de participar de cualquier debate televisivo con su contrincante electoral.
Por su parte, en una nota al portal derechista O Antagonista ,Bolsonaro se vio obligado a admitir la existencia de dicho sistema de financiamiento ilegal, pero intentó desligarse de él argumentando que “no puedo controlar lo que hacen los empresarios que me apoyan” e incluso llegando a decir que “puede ser gente ligada a la izquierda que dice que está conmigo para intentar complicar mi vida denunciándome por abuso de poder económico”, algo que es realmente difícil de creer incluso para los votantes de Bolsonaro.
El escándalo recién ha comenzado, y puede llegar a tener consecuencias incluso en el terreno electoral, teniendo en cuenta que la imagen que intenta mostrar Bolsonaro como una persona “limpia” que no está enchastrada de la corrupción “de la política” se revela cada vez más como lo que es, un candidato de ultraderecha apoyado y financiado, legal e ilegalmente, por los grandes empresarios.
Por Renzo Fabrizio. IzquierdaWeb, 20/10/18.