Frente al brutal ajuste comandado por la Unión Europea
La moral de los “cerdos”
En el contexto de lo que parece ser una recaída de la crisis económica mundial, la rapiña financiera, desde sus periódicos, les ha puesto el mote de “cerdos” (PIGS) a los países europeos con serios problemas financieros, de acuerdo a sus siglas en inglés: Portugal, Irlanda, Grecia y España. Se destacan entre el resto no sólo por sus colosales deudas públicas y déficits presupuestarios, sino por estar más cerca de la cesación de pagos, de la bancarrota.
Así como hace semanas esta prensa “seria” se dedicó a criticar el 20% de desempleo español, y pedirle más ajustes y reformas laborales al primer ministro Zapatero, ahora viene exigiéndole al pueblo trabajador griego que pague los platos rotos de la fiesta neoliberal de la última década, donde el alto crecimiento redundó en negocios para los bancos yanquis, franceses y alemanes y flexibilización laboral y miseria para los trabajadores. Y es una abultada cuenta la que exigen que pague Grecia: un déficit público del 12,7% del PIB, mientras que su deuda pública supera el 120%, esto es, unos 300 mil millones de euros, de los cuales 16 mil vencen en abril.1
La Unión Europea, con la canciller alemana Merkel a la cabeza, se habrían comprometido a rescatar a la economía griega con una intervención financiera de la cual no hay muchos detalles, razón por la cual las bolsas europeas siguieron cayendo luego de este anuncio. Los que se encargarían del “rescate” serían principalmente Alemania y Francia. Pero por ahora no se ha visto un euro de asistencia, y lo que se ha puesto centralmente en marcha es una intervención que amenaza con tomar rasgos virreinales y exige ya mismo un brutal ajuste que encontrará a cientos de miles de trabajadores griegos en las calles.
Sin embargo, no es descartable que algún tipo de asistencia finalmente le sea otorgado al gobierno del PASOK porque una bancarrota de un país de la zona euro no sólo dañaría la moneda común (dejando al borde del liso y llano estallido a la Unión Europea), sino que llevaría a los otros “cerdos” a la quiebra, cuya consecuencia probablemente serían rebeliones obreras y populares.
Aun así, temen que este rescate infecte de “peligro moral” al resto de los cerdos, que viendo el costo social y político de la crisis, busquen el respaldo de las arcas del imperialismo francés y alemán. Por eso, toda la clase política alemana quiere dejar en claro que el remedio del rescate a las finanzas públicas va a ser mucho peor que los costos actuales que ya tiene la crisis económica en materia de despidos y flexibilidad laboral.
El ajuste “socialista”
El gobierno “socialista” del PASOK (Movimiento Panhelénico Socialista, socialdemócrata), partido al que respalda la burocracia de la CGT Griegos (GSEE), venció en octubre del año pasado al conservador Nueva Democracia, con una campaña contra los ajustes y reformas antiobreras y populares propias de la derecha neoliberal.
Hoy, luego de 5 meses, en el marco de la crisis financiera antes mencionada, el gobierno del PASOK está negociando un “Plan de Estabilización” con la burocracia de Bruselas (sede administrativa y política de la Unión Europea) y los principales jefes de Estado y ministros de Economía de la UE a cambio de ayuda financiera, cuyo formato está en discusión.
El plan, inspirado en las recetas del FMI, “contempla una reducción del déficit presupuestario griego, que pasaría del actual 12,7% del PIB al 2,8% en 2012, prometiendo, además, inmediatamente, un recorte del 10% en el presupuesto ministerial, una congelación de las contrataciones de funcionarios públicos, la abolición de distintos impuestos directos y un incremento de la fiscalidad indirecta”. A lo que el primer ministro sumó, como parte de la negociación, “el aumento inmediato de los impuestos a los carburantes, el aumento de la edad de jubilación y recortes en la remuneración de los empleados públicos que significarán una disminución del 10% del salario para la mayoría de los funcionarios del Estado, y del 40% en el caso de los académicos”.2
Por otro lado, el gobierno “socialista” prevé despedir a 100 mil empleados públicos temporarios, y contratar sólo a un nuevo empleado por cada cinco que se jubilen. El recorte presupuestario lleva al colapso la salud, educación y asistencia públicas, al tiempo que busca privatizar el sistema previsional, portuario, eléctrico y de agua.3
Este brutal ajuste sólo podría ser impuesto por medio de una durísima derrota a la clase obrera y juventud griegas, para que con su desempleo, miseria y superexplotación, sigan con ganancias extraordinarias los grandes bancos yanquis, franceses y alemanes, la burguesía griega y su personal político.
De diciembre a febrero
Pero la juventud griega y porciones de la clase trabajadora griega, como los estatales, están en pie de guerra desde la rebelión popular del 2008. El asesinato de un joven de 15 años a manos de la policía a principios de diciembre de ese año desató la furia de los jóvenes secundarios y universitarios de todo el país, que por semanas se organizaron y lucharon junto con los trabajadores y el pueblo pobre e inmigrante. En luchas callejeras, tomando edificios educativos y de gobierno, teniendo a las asambleas como método de decisión y organización, y finalmente con la huelga general del 11 de diciembre, demostraron su combatividad y determinación para terminar con los atropellos, el ajuste y la política conservadora de Nueva Democracia.
La política de ajuste y represión policial, especialmente a la juventud y a la inmigración albanesa, las miserables condiciones laborales de la juventud (30% de precariedad laboral, salarios de 700 euros, que sería un poco más de 1.000 pesos, 23% de desempleo) estallaron en una enorme rebelión popular que recogió apoyos en toda Europa.4La burocracia de la GSEE y de ADEDY (la central sindical de los trabajadores estatales), dirigidas principalmente por el PASOK, así como el EEK (Partido Comunista Griego), desmovilizaron y evitaron que el conjunto de la clase trabajadora griega se sumara con pleno derecho a la movilización juvenil.
Hoy en día el que implementa un ajuste mucho más duro es el propio PASOK, cuando la crisis económica es mucho más seria y profunda en Grecia que hace dos años atrás. Por ejemplo, el desempleo pasó del 7,8% al 10,6% y el desempleo juvenil alcanza ya el 27,8%. Y ahora ya no son los jóvenes los que arrecian con encabezar la lucha contra el ajuste neoliberal, sino el propio movimiento obrero.
Diferentes sectores de la ADEDY vienen realizando paros de uno, dos y hasta cuatro días, como los trabajadores de los aeropuertos, fronteras, hospitales, docentes, algunos de los cuales conducen a enfrentamientos con la policía. Hasta la ADEDY tuvo que convocar a paro general el 10 de Febrero. En una maniobra divisionista, la GSEE convocó a una huelga general de los trabajadores privados para el 24, a la cual, por presión de sus bases, también se plegó ADEDY.5 El clima es tal que otros sectores sociales, como los campesinos y los pequeños comerciantes, están tomando medidas de lucha contra el plan de ajuste.
Los trabajadores griegos se aprestan a salir masivamente a las calles y enfrentar el ajuste del gobierno “socialista” con un “Diciembre Obrero”, siguiendo el ejemplo de la lucha juvenil del 2008.
La lección de Irlanda
En otro de los países “cerdos”, Irlanda, casi 300 mil trabajadores salieron a las calles, para luego ser traicionados por la burocracia sindical, que quería conservar los niveles salariales a cambio de despedidos y flexibilización, cosa que al final ni consiguió.6
Es una lección que la clase obrera griega tiene que comprender cabalmente: no se puede confiar en las burocráticas direcciones sindicales a la hora de salir a lucha. Estas direcciones están más interesadas en mantener sus privilegios y acuerdos políticos con los partidos políticos “socialistas” (como la GSEE con el PASOK) que dirigir la lucha obrera hasta el triunfo sobre los planes de ajuste.
Resulta imprescindible organizar democráticamente, desde abajo, desde las filas obreras, la lucha contra el Plan de Estabilización, desbordando a la direcciones burocráticas, y unirse a la juventud (en lo que la extrema izquierda, y particularmente el trotskismo, debe jugar un rol fundamental) para lograr que el “Diciembre Obrero” termine con un gobierno obrero y popular.
Notas:
1. Pagina 12, 10/02/10, Clarín, 15/02/10.
2. Costas Douzinas, “Lo que hay detrás de la crisis económica en Grecia, y qué enseña políticamente sobre la actual Unión Europea”, The Guardian, edición del 14/02/10 socialismo-o-barbarie.org.
3. Antonis Davenellos, The weak link in Europe?, http://socialistworker.org/; Panos Garganos, Greece – on the brink of turmoil, Socialist Worker 2183, periódico del SWP ingles.
4. Abel Grau, “La chispa griega o un nuevo Mayo del 68”, El País, socialismo-o-barbarie.org.
5. Athens News, 15/02/10.
6. Simon Basketter, Ireland – resistance as bubble bursts, Socialist Worker 2183, periódico del SWP ingles.