Compartir el post "Estados Unidos | Culminó la histórica huelga docente en Los Ángeles con un importante triunfo parcial"
Por Ale Kur, 23/1/19
El miércoles 22/1, el sindicato docente de la ciudad de Los Ángeles (UTLA) levantó finalmente la histórica huelga que llevaron a cabo 30 mil docentes de la ciudad durante más de una semana. La pelea incluyó grandes movilizaciones que sumaron el apoyo de sectores muy amplios de la sociedad, como los padres de los propios alumnos y otros sectores de trabajadores locales. Se sostuvo también gracias a piquetes de huelga muy militantes. La lucha estuvo centrada en la defensa de la educación pública, en las condiciones de trabajo/ estudio y en el salario docente.
La huelga se trató de un hecho histórico, entre otras cosas, por ser la primera que se convocó en dicha ciudad en los últimos 30 años. Por otra parte, Los Ángeles es una ciudad de enorme importancia: la segunda más grande de EEUU y uno de sus principales centros económicos, políticos y culturales.
La huelga concluyó luego de que el sindicato docente firmara un acuerdo tentativo con las autoridades locales, que incluye parcialmente varias de las demandas que levantaron los trabajadores durante el conflicto.
Entre ellas, se consigue un aumento salarial del 6% desde enero de 2019 (más un retroactivo del 3% a los dos años anteriores). Se obtiene también la reducción de la cantidad máxima de alumnos por clase (de 46 a 39), a aplicarse de manera inmediata en varias de las materias troncales (como matemática y lengua) y en los próximos 4 años en todas las demás, sobre la base de contratar más docentes para mantener la proporción. Más globalmente, las escuelas de Los Ángeles deberán aceptar de manera obligatoria las limitaciones a la cantidad de alumnos por clase establecidas en diversos acuerdos y reglamentaciones, acabando con la arbitrariedad de cada establecimiento.
Se consiguió también la ampliación de la planta de profesionales a contratar (como enfermeras y bibliotecarios), entre otros puntos que incluyen diversas concesiones a los docentes. Se alcanzó un compromiso genérico de aumentar gradualmente el financiamiento a la educación pública, de combatir su deterioro y evitar su privatización. Muchos de estos puntos, sin embargo, tienen una formulación demasiado ambigua que no deja en claro cómo se van a implementar, o los deja sujetos a posteriores decisiones.
El propio sindicato docente presenta el acuerdo tentativo como un triunfo de importancia. Lo mismo hacen muchas corrientes de la izquierda norteamericana. Señalan especialmente que se trata de un hecho histórico: la mayor huelga docente realizada en 30 años en la segunda ciudad más grande de EEUU, y que obtuvo conquistas (aunque más no sea parciales) en una coyuntura donde lo que domina son los avances del gobierno de Trump contra las clases trabajadoras y populares (como el “shutdown” –cierre gubernamental- que dejó sin cobrar su sueldo a 800 mil empleados estatales[1], el intento de avanzar contra los migrantes, el anuncio del cierre de plantas de General Motors, etc.).
Por otra parte, el método de la huelga y la organización resultaron legitimados frente al conjunto de los trabajadores de EEUU: en este mismo momento empiezan a convocarse huelgas docentes en otros distritos.
Sin embargo, existe también una conciencia muy extendida de que el acuerdo alcanzado es insuficiente, ya que los cursos siguen teniendo una cantidad excesiva de alumnos, y que los puntos más profundos sobre el financiamiento y otras cuestiones estructurales quedaron formulados de una manera que no impone su real cumplimiento.
Por estas razones, una importante cantidad de docentes plantea que se podía y se debía ir por más, aprovechando la enorme fuerza desplegada por el movimiento. También critican a la dirección sindical por haber hecho votar el acuerdo de manera apresurada, sin dar tiempo a una discusión pública de fondo sobre las condiciones del mismo.
En cualquier caso, el balance que se ve mayoritariamente es que la lucha de los docentes consiguió doblarle el brazo a las autoridades, dando un mensaje positivo de que salir a la huelga permite obtener conquistas. Se suma además a los casos también exitosos de las luchas docentes de los años anteriores en estados como Virginia Occidental, Arizona, Oklahoma, etc. El ejemplo de las diversas luchas docentes puede ser de una importancia estratégica para la clase trabajadora norteamericana, muy golpeada luego de décadas de políticas antisindicales de los diversos gobiernos y de transformaciones neoliberales de la estructura económica.
Sería un enorme avance que el ejemplo de Los Ángeles se replique en otras ciudades y en otras ramas laborales de los EEUU: la irrupción de la clase trabajadora en la palestra política sería un elemento fundamental para derrotar al gobierno reaccionario de Trump, y para cambiar profundamente las relaciones de fuerza entre las clases sociales en la primera potencia del planeta.
[1] Ver al respecto la nota “EEUU: Trump deja sin sueldo a 800 mil empleados estatales para construir su muro racista” en http://izquierdaweb.com/eeuu-trump-deja-sin-sueldo-a-800-mil-empleados-estatales-para-construir-su-muro-racista/