Por Graciela Mora
La existencia de altos niveles de desempleo representa un problema para el país, desde lo económico hasta lo social. Según el INEC, el primer trimestre de este año la tasa de desempleo alcanzó un 11,3%, y en esta semana, 130 personas fueron despedidas del Call Center Van Ru, que cierra operaciones en Costa Rica. Se unen a 1500 despedidos que se registra este 2019. Precisamente, la mayor cantidad de personas desempleadas es por motivos de cierre o recorte de personal en las empresas.
Todas estas cifras reflejan una crisis del desempleo en Costa Rica, esta situación parece estar afectada por una de las variables más importantes: la juventud. El desempleo juvenil se está incrementando con esta serie de despidos, ya que en estos centros la mayor participación la compone esta población. Según la Encuesta Continua de Empleo, personas entre 15 a 24 años hay 104 763 desempleadas y personas de 25 a 34 años hay 75 928. (INEC, 2019)
Todo esto denota la inestabilidad que genera la apuesta al mercado para la reactivación económica, la estructura económica capitalista del país es muy débil en la generación de empleo y tiende a aumentar el riesgo a la pobreza y mayor desigualdad. Mientras que el reparto del ingreso económico sigue acumulándose para la burguesía, se da mayor detrimento en el sector trabajador, el trabajo formal va en decrecimiento y el trabajo informal y precarizado aumenta.
Ante esta situación, el Nuevo Partido Socialista recalca una vez más la necesidad de que el gobierno genere empleo genuino, enfocado principalmente para la juventud y las mujeres. Además, consideramos que es importante la unidad de la clase trabajadora del sector público y privado, en una lucha unificada por medidas para combatir el desempleo.