Por Deby Calderón Vega

Recibimos la grata noticia de que el Ministerio de Ambiente y Energía denegó la solicitud de declaratoria de conveniencia nacional al Proyecto Hidroeléctrico Río San Rafael en Pérez Zeledón a cargo de la empresa constructora HSolís.

Este triunfo del movimiento social sin duda es producto del incansable esfuerzo de las comunidades organizadas, que durante 7 años resistieron a los intentos del Estado y de la empresa por imponer este proyecto.

Según Angélica Alvarado Barrantes del Movimiento Ríos Vivos “la razón por la que estamos celebrando este triunfo es por la articulación de las comunidades, organizaciones, movimientos, el trabajo conjunto entre todas las personas que pusieron su granito de arena, comunidades que se integraron en la Comisión Defensora del Río San Rafael y que han mantenido esta lucha de una forma admirable. También en conjunto con otras comisiones de defensa de los ríos en la zona sur, todas bajo el Movimiento Ríos Vivos, así como las universidades, FECON, Voces Nuestras y muchos otros apoyos y articulaciones que finalmente lograron esto”.

Además agrega que “es importante que esto es la suma de muchos esfuerzos, en la presión directa de la gente hacia las instituciones del gobierno, en los Concejos Municipales, en audiencias públicas en ARESEP, en reuniones en la Dirección de Aguas y con el Ministro de Ambiente. En las calles con caminatas por el río, el cierre del puente en San Pedro, manifestaciones en las calles de San José, mediante presiones con documentos hacia las instituciones, así como la presión en medios de comunicación, redes sociales, radio, televisión, foros abiertos de discusión e información”.

Este era el último trámite que necesitaba la empresa para iniciar con la construcción del proyecto, pues ya tenía garantizados el permiso de uso de suelos (Municipalidad de Pérez Zeledón), la concesión de aguas (Dirección de Aguas), la concesión de generación eléctrica (Aresep), la viabilidad ambiental (Setena) y el contrato para la compra de electricidad (ICE).

Todos los trámites se facilitaron con importantes irregularidades que denunciaron desde el Movimiento Ríos Vivos de la Zona Sur para oponerse a la declaratoria de conveniencia nacional. Por ejemplo, la construcción del proyecto se iba a realizar sobre la falla Zapotal que, según indica el plan regulador, es una zona de alto riesgo que podrían haber tenido serias afectaciones a las comunidades de río abajo en una eventualidad sísmica.

Además este proyecto hidroeléctrico pretendía tomar el 90% del caudal del río, lo que afectaría de manera importante los ecosistemas dependientes de él. Asimismo, la comunidad ha demostrado estar mayoritariamente en contra, por lo que es un absurdo el otorgamiento de la viabilidad social y ambiental que le dio SETENA al proyecto.

Recordemos que las empresas y los grupos neoliberales vienen en una arremetida contra nuestros ríos desde hace años, por lo que pretenden seguir construyendo proyectos hidroeléctricos innecesarios en función de sus ganancias privadas. En el caso del PH San Rafael, la empresa HSolís se iba a embolsar ₡34 mil millones en 18 años, lo que equivale a poco más de ₡5 millones por día, en una planta que ocupa a lo mucho 4 trabajadores de planta fijos. Todo por electricidad que no se necesita.  

En otra ocasión denunciábamos que, según la Contraloría General de la República, el país dispone de una capacidad instalada de 3,242 MW mientras que la demanda máxima registrada ha sido de 1,674 MW, lo que da como resultado un excedente relativo de 1,568 MW, o lo que es lo mismo hay un excedente de 48% de producción eléctrica (I).

El ICE se encuentra en un asedio neoliberal desde el gobierno de Arias, en los que se impulsaron políticas y leyes para abrir el mercado de generación eléctrica al sector privado, tales como la Ley 7200 y la Ley 7508, que obligan al ICE a comprar electricidad producida por el sector privado, se necesite o no. De 2010 a 2018 el ICE ha pagado ¢709,936 millones, lo que representó el 37% del presupuesto total de la institución durante estos años (II), lo que evidentemente está desangrando las finanzas de la institución con el fin de preparar el terreno para su privatización.

La lucha por la defensa de nuestros ríos no se detiene. Falta derrotar los 3 proyectos hidroeléctricos sobre el Río Bonilla en Turrialba y Siquirres, de los cuáles 2 están a cargo de la misma empresa HSolís. Hay que colocar todas nuestras fuerzas para derrotar estos proyectos, pues el país hasta el momento no necesita más hidroeléctricas teniendo un excedente de producción de casi el doble de la electricidad necesaria.

Esta lucha pasa también por una defensa del ICE, que deberíamos rescatarla de las manos que pretenden privatizarla y que hoy dirigen la institución y el país. El ICE debe ser del pueblo trabajador y debe estar en función de las necesidades e intereses sociales de los sectores de abajo, no de las empresas, ni el mercado internacional.

(I) http://informa-tico.com/14-03-2019/proyectos-hidroelectricos-h-solis-agudizan-crisis-financiera-ice (II) https://drive.google.com/file/d/1lvYXZzZzTSdDlnusq6pcw-o1yacX-M0r/view?fbclid=IwAR1eBQy-OmKNjWcWt43-jlpARofZ525JrsHouuLUSZVbjIlUW3hziDVwXlI