Bajo la convocatoria de la Central Obrera Boliviana (COB)
Se fundó el Partido de los Trabajadores
Por Martín
Camacho
Socialismo o Barbarie, periódico, 04/04/2013
Entre los días 7 y 8 de marzo en Huanuni se realizó el congreso que dio origen a un instrumento político para los trabajadores bolivianos. Dicho congreso de fundación fue convocado por la Central Obrera Boliviana. La inauguración fue antecedida por una marcha que recorrió el distrito minero, arrancando aplausos y vivas de la población. Los trabajadores llegaron desde los nueve departamentos en una cantidad de 1.300 delegados. Un hecho histórico de la clase trabajadora minera que es testigo una vez más del propio poder y la responsabilidad de dirigir el camino de los explotados y los oprimidos hacia una sociedad más igualitaria.
A través de los años se venía peleando la conformación de un IPT, el brazo político que necesitan los trabajadores hoy día. Esto está puesto en la escena de la lucha de clases de Bolivia. Después de 60 años desde la conformación de la COB, la necesidad de un partido político siempre estuvo presente, pero a través de estos 7 años de gobierno del Movimiento al Socialismo, la experiencia con un gobierno de conciliación de clases enseña que no hay camino hacia mejores condiciones de vida si la clase obrera con sus organismos de lucha no toma el poder.
Antecedentes de una lucha que continúa
Desde los hechos ocurridos en las jornadas de octubre del 2003, cuando la población salió a las calles enfrentando al ejército y logrando la expulsión de Sánchez de Lozada, se habla de la conformación de un partido de trabajadores. Luego vendría Evo Morales en el 2006, y en él se pusieron todas las expectativas de que este sería el gobierno que sacaría a Bolivia de la pobreza y que cumpliría con lo que estaba establecido en la agenda de octubre. Pero la realidad fue totalmente diferente. Tuvieron que pasar algunos años para que la población diera cuenta de que el gobierno del MAS no era lo que se esperaba. Las conclusiones que se sacaron son fundamentales para la conformación de este nuevo partido.
Pero repasemos los acontecimientos para que esto pueda evidenciarse más claramente. El 2010 fue un año de inflexión en el cual se dieron una serie de conflictos, pero lo que determinó el cambio del ambiente político fue lo que se llamó el “gasolinazo”, cuando el gobierno eleva el precio de los combustibles en un 80% afectando a todas las capas de la población; los que salen a las calles son los trabajadores. El conflicto termina resolviéndose positivamente tras una semana de marchas y bloqueos de carreteras. Se llegó a decir que el MAS era lo mismo que el “neoliberalismo”. Al final el gobierno dio marcha atrás el 31 de diciembre.
Luego vendrá el conflicto del Territorio Indígena y Parque Nacional Isidoro Secure (TIPNIS), en donde el MAS quería realizar una carretera con capitales e intereses brasileños dividiendo en dos el parque. La población indígena salió en marchas, desenmascarando al gobierno y dejando en evidencia que su discurso indigenista moría en las palabras. Luego vendrán los conflictos de la salud, cuando el gobierno pretendió aumentar las horas de trabajo de 6 a 8 horas.
Sumado a estos, estuvo el conflicto de Colquiri que terminó con la realización de un cabildo donde se vuelve a ratificar la necesidad de construir un instrumento político de los trabajadores independiente del gobierno del MAS. En estas luchas la clase trabajadora hizo la experiencia con un gobierno que terminó siendo antiobrero y ligado a los intereses de la burguesía. Esto propició que el descontento aumente y que se den las bases para la conformación de este partido político.
Un hecho histórico: la conformación de un partido de los trabajadores
Con la presencia de 1.300 delegados se da la fundación de un partido que tiene como ejes centrales ser antiimperialista y anticapitalista. Con el proyecto de que se tiene que gobernar tomando el poder a través de una revolución hecha por y para los trabajadores. También se dejan planteadas las acciones de lucha y la disputa por tener voz en el Parlamento, o sea un partido que tenga la visión de ir a las elecciones, que le dé a la clase trabajadora una opción por izquierda al gobierno del MAS. Esto es parte de las reconocidas Tesis de Pulacayo, programa que no escapa a la realidad boliviana y sigue siendo muy valorado por el proletariado minero.
Se trabajó en dos comisiones, una en la elaboración de principios políticos y plan de gobierno, y la segunda comisión en la organización de una dirección nacional y reglamento orgánico del partido.
Uno de los puntos más polémicos fue la independencia respecto del gobierno. Esto fue propuesto por el sindicato de Huanuni y la discusión rondó entre las posiciones más tímidas de la COB, que no presentaba una posición independiente; sus idas y venidas con el MAS tienen su repercusión y seguirá teniendo presiones de este tipo, la cuestión es cómo se terminan resolviendo. Al final la posición de independencia política respecto del gobierno tuvo la aprobación del congreso.
Luego se decidió la conformación de una dirección transitoria que convoque a un seminario para la elección de la dirección definitiva. También se determinaron conferencias a nivel nacional cada 6 meses y reuniones de la dirección una vez por mes.
La burocracia cobista, los límites y peligros
Todo el mundo sabe cómo se mueve la burocracia, no es solo una particularidad boliviana sino del movimiento obrero mundial. Es sabido que cualquier gobierno tiene al brazo de la burocracia para controlar a los trabajadores. Por eso es tan peligroso cuando las centrales obreras se despegan de los gobiernos de turno y toman una posición independiente. Por esto de la importancia de la conformación de un partido de los trabajadores.
Ya en el congreso de la COB del 2006 se planteó la conformación de un instrumento político y quedó como resolución que fue propuesta por el sindicato minero de Huanuni, luego ratificada en el XXXI Congreso de la Federación de Mineros en el 2011 en Potosí y en el XV Congreso de la COB en el 2012 en Tarija. Pero la burocracia que dirigía la central obrera no estaba por la conformación de un partido de los trabajadores, y por eso la postergación una y otra vez. Solo la presión del descontento y la experiencia que se hizo con el gobierno del MAS desde las bases logró que la central obrera emprenda el camino de la conformación de este partido político. Por lo tanto, existe el peligro de que esta dirección, que siempre fue y vino con el gobierno, también termine oscilando y no lleve a cabo las tareas que están pendientes. Es por esto que la tarea para la base de este partido es seguir presionando a sus direcciones para que cumplan las tareas que el partido se ha propuesto. La conformación de un partido con libertad de tendencias, como fue aprobado, es correcta, ya que para ejercer esta presión sobre la dirección los trabajadores necesitan organismos lo más amplios posible.
Lo que no estuvo planteado en esta instancia es la conformación de un partido revolucionario, sino un partido conformado al calor de las experiencias que se vienen haciendo con el MAS, de cómo este traicionó las expectativas de los trabajadores. Pero si el malestar sigue creciendo, se incorporarán más sectores de trabajadores y hay que hacer política para integrar a estos compañeros que hasta hoy siguen teniendo expectativas con el MAS.
Otro de los problemas que hubo que sortear fueron las maniobras que realizó el POR para que el congreso quedara en nada. Desde denunciarlo anticipadamente hasta tratar de quebrarlo, solo fue a ese congreso para hacerle el juego al gobierno. Una vez más, el que se reivindica como el partido de los trabajadores solo juega en función del gobierno, mostrando esa clase se sectarismo político y ceguera que traban un progreso más acelerado de los acontecimientos.
Las tareas que quedan pendientes
Quedan varias tareas pendientes para terminar de poner en pie el Partido de los Trabajadores. La lucha será en dos frentes: por un lado, interna, contra la propia burocracia y sus elementos ligados al MAS, y para afuera, más específicamente contra el gobierno, que intentará hacer lo imposible para impedir que se termine de conformar una alternativa concreta. Es por esto que se tienen que ampliar las bases del partido, o sea, ir a todos los sindicatos uno por uno para tener compañeros en cada rincón de Bolivia. Otra de las tareas pendientes es cómo incorporar a sectores importantes que hacen la experiencia con el MAS, sean indígenas, CIDOB, CONAMAQ u otras organizaciones que tengan la perspectiva de crear una Bolivia sin explotados ni oprimidos. También está planteado obtener la legalidad nacional para presentarse en las elecciones del 2014, cosa que no está claro cómo hacer y los tiempos no son muy amplios. Si esta tarea no se toma seriamente seguramente se dejará pasar la oportunidad, lo que sería un grave error.