Compartir el post "Triunfo de los trabajadores de limpieza de Madrid. La lucha frena los despidos y las rebajas salariales"
Basura, fuego y lucha. Ardió Madrid.
El pasado lunes 5 de noviembre miles de trabajadores de la limpieza y jardinería de Madrid comenzaban una huelga indefinida y salían a las calles contra el intento de rebaja salarial y los 1.144 despidos que tres (FCC-Alfonso Benítez, OHL y Sacyr Vallehermoso) de las cuatro empresas concesionarias a cargo de estos servicios anunciaban mediante la presentación de un ERE. Una viva y ruidosa columna de miles, a la que se sumaron los familiares, vecinos, sindicatos, organizaciones y colectivos, recorría las calles madrileñas desde Atocha hasta la Puerta del Sol, a su paso montañas de basura ardían al grito de “Si nos despedís, arderá Madrid”.
Finalmente, ardió Madrid. Luego de más de 10 días de huelga con piquetes, reuniones, asambleas y movilizaciones de por medio,la firmeza, la fuerza y la determinación de los compañeros sumado al amplio respaldo social que obtuvo la huelga por la justeza de sus reclamos, se llegaba a un acuerdo que lograba torcerle el brazo a la patronal y taparle la boca a la alcaldesa frenando los despidos y las rebajas de sueldo. Los compañeros de la limpieza nos dieron una lección ejemplar de lucha por la defensa de lossalarios y los puestos de trabajo, pero además, nos muestran el camino a seguir para enfrentarla reforma laboral y las políticas ajustadoras del Gobierno de Rajoy y la Troika.
El origen del conflicto. El negocio de la basura, empresas y Ayuntamiento en provecho y beneficio mutuo.
Intencionadamente, durante los días de huelga gran parte de los medios de comunicación más influyentes se encargaron de difundir las noticias atribuyéndole a la gestión de la alcaldesa del PP, Ana Botella, y a sus amenazas y provocaciones el inicio y el desarrollo del conflicto, que día a día subía de tono directamente proporcional a la cantidad de basura que se acumulaba y quemaba en la ciudad. Es decir, reducían la cuestión a un mero problema de mala gestión (y/o corrupta) de la administración pública.
Interesadamente también, por otros medios el conflicto se dio a conocer como un conflicto sindical más, como una noticia más del día a día donde los EREs, los despidos y las rebajas salariales son moneda corriente en los telediarios y en la vida cotidiana de la mayoría del pueblo trabajador del estado español. Es decir, reducíanla cuestión a unproblema entre la patronal de la basura y sus trabajadores, donde es totalmente “legal” que la empresa presente un ERE y despida trabajadores.
No vamos a negar la mala y corrupta gestión de Ana Botella ni lo nefasto de sus provocaciones, como cuando amenazó tanto con reemplazar a los huelguistas con contratados a los que les pagaría un salario superior al que se les negó a los trabajadores de la limpieza, como en reforzar aún más presencia policial en las calles, o cuando dijo que los trabajadores eran los que “vandalizaban la ciudad”, o cuando interpeló a la sociedad diciendo que “los madrileños se habían acostumbrado a una limpieza por encima de sus posibilidades”… Sin embargo atribuir sólo a esto el origen y el tenor del conflicto, y lo que éste puso sobre la mesa, es faltar a la verdad, ocultando y negando problemas de fondo… y a los responsables.
En este sentido, las palabras de un compañero son más que claras: “El Ayuntamiento tiene tanta culpa de los despidos como las empresas”, asegura un jardinero que lleva trabajando diez años para las contratas del Consistorio. “Unificó los servicios y recortó el presupuesto. Ahora las empresas quieren ganar más con mil trabajadores menos y es el Ayuntamiento el que ha permitido que lleguemos a este punto al no fijar unas directrices claras para que las empresas subroguen a todos los trabajadores”, apuntaba. (Diario Público.es 15-11-13)
Agregaremos algunas cuestiones a modo de complementar lo que el compañero dice. Recordemos en primer lugar que los servicios de recolección de residuos, barrido y jardinería fueron privatizados en Madrid hace tiempo. Y ya todos conocemos esta historia de la privatización de los servicios públicos a empresas concesionarias, cómo se hacen y a quiénes se otorgan los contratos, mucho no hay que pensar en el país de la trama Gürtel, el caso Noós o Bárcenas. Los contratos se dan a cambio de favores o los favores a cambio de contratos, así funciona al negocio y así ambas partes se benefician y sacan provecho.
Mientras los Consejos de Administración de las empresas concesionarias despilfarran sueldos millonarios y se continua cobrando el impuesto por la basura, los trabajadores y los jóvenes vivimos y sufrimos cada vez más el deterioro de los servicios producto de la desinversión, la corrupción, el desvío de fondos, etc. A la vez, se ofrece un servicio cada vez peor, se explota más a los trabajadores o se los despide sin piedad y con más impunidad.
Así también lo ilustraba otro compañero de Cespa – Ferrovial, la única de las cuatro empresas que no presentó ERE: “No ha hecho ERE, pero no descarta los despidos. Cespa se encarga de la zona centro y sus recursos están bajo mínimos, por eso no puede despedir a nadie”. Y añade que “una sola persona está cargando con el triple de trabajo que antes. También hay falta de medios, y no sólo humanos, sino material de trabajo. Por eso la huelga va a ser masiva”.
No sólo resultaba irónico sino repugnante oír a los liberales apelando a lo público, cuando Ana Botella dijo que llamaría a la empresa pública TRAGSA para que cumpliera con los servicios mínimos; o sea, para que boicotearan la huelga.
Pero también fue reconfortante escuchar a los mismos trabajadores de Tragsa decir que estaban totalmente a favor y apoyaban la huelga de los compañeros de las concesionarias, porque los problemas que padecían eran los mismos: “todos enfrentamos los despidos y las rebajas”. Otro compañero decía: “Privatizaron lo público y ahora lo quieren usar para salvarle el culo a los políticos; nosotros no estamos para barrerles la mugre”.
Y cuando otro compañero de OHL decía: “Les dijimos que la solución es la municipalización y que la empresa se vaya. Pero no quieren, quieren que paguemos nosotros”, no hace más que evidenciar la complicidad y la comunidad de intereses entre la Administración Pública y la patronal.
Reforma Laboral en marcha y EREs, luz verde a la patronal para despedir
Un ERE (expediente de regulación de empleo) es un procedimiento contemplado en la actual legislación del Estado Español mediante el cual una empresa, aludiendo a una mala situación económica, presenta para obtener autorización por parte del Estado para suspender o despedir trabajadores. Asimismo toda baja (por suspensión o despido) corre por cuenta del Estado. Esto es motivo de otro gran negocio, como el escándalo de los EREs falsos o negociados de Andalucía, que ya hemos escrito en anteriores artículos y que son de público conocimiento.
Pero si bien los EREs como recurso legal ya existían, una de las cosas que ha logrado la Reforma Laboral impuesta por Rajoy es facilitarle aun más las cosas a la patronal, haciendo más laxos los requisitos para la presentación de un ERE. Por ejemplo, ahora son menos los datos y la documentación que la empresa debe presentar con relación a la situación financiera, y hay muchos más motivos o causas para justificar los despidos y con menor indemnización: si antes eran 45 días por año trabajado ahora son 20, y la lista continúa.
Este brutal atentado y atropello a los derechos de los trabajadores,que deja a cantidad en la calle y que carcome cada vez más las condiciones laborales, es lo que promueve y avala la reforma laboral del PP.
Tensa negociación y preacuerdo. Una primera victoria.
Al principio de la huelga la postura de la patronal se mostró tajantementeinamovible manteniéndose firme en el número de despidos (1.144), en la negociación de un nuevo convenio colectivo que pretendía una reducción salarial de un 43% y en el aumento de las horas semanales de 35 a 40, entre otras cuestiones.
Fue una intensa y dura negociación seguida de cerca no sólo por los propios trabajadores de la limpieza que se mantuvieron al pie del cañón en todo momento, sino también por la gran mayoría de la población que no tardó nada en tomar posición y demostrar su solidaridad y apoyo a la pelea de los compañeros porque entendían y compartían sus reclamos.
Sobradas muestras de este apoyo y solidaridad se vieron durante los días de huelga en las calles de Madrid, la mayoría de los madrileños entrevistados en los medios de comunicación recalcaban estar de acuerdo con la huelga como medida y con la pelea contra los despidos, las empresas y los políticos corruptos… a pesar de la mugre en las calles.
Es en este marco y luego de horas de negociación, que las empresas ofrecen bajar los despidos de 1.134 a 296, pero aquí también es firme la postura de los trabajadores que rechazan la oferta y exigen que no se produzca ningún despido. Continuaba la negociación y se mantenía la tensión.
Finalmente se alcanzaba un preacuerdo que implicaba una congelación salarial durante cinco años, toda la vigencia del convenio de 2013 hasta el 2017, la amortización de puestos vacantes y el pago de los complementos productivos que quedaron atrasados del convenio anterior, a su vez, este preacuerdo quedaba sujeto al resultado de la reunión sobre los EREs planteados por tres concesionarias a realizarse al día siguiente, el sábado 16.
La satisfacción de los compañeros ante este primer logro fue evidente aunque destacaron también el esfuerzo que supone una congelación salarial durante cinco años.
Cínicamente por su lado, el presidente de Aselip, Francisco Jardón, decía estar satisfecho por el preacuerdo pero que a la vez lamentaba que no hubiera sido posible alcanzarlo en días anteriores. A esta provocación respondieron los compañeros de la limpieza simplemente con sus acciones, con una huelga y movilización contundentes dejando bien en claro ante la sociedad quienes eran los culpables de haber llegado a esta situación, pues si no hubiera existido tal intento de avasallamiento a los derechos de los trabajadores, no hubiera habido conflicto alguno.
Ganan los trabajadores. Acuerdo final , sin despidos ni rebajas.
En la madrugada del domingo 17 las partes pactaban: definitivamente se retirará el Expediente de Regulación de Empleo (ERE). Se ha aprobado también un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) de 45 días al año hasta 2017, además de bajas voluntarias con una remuneración de 28 y 29 días por año trabajado, y excedencias a 5 y 10 años con indemnizaciones que serán, respectivamente, del 50% y del 75% del salario bruto. Los trabajadores ganaban la pulseada y la huelga quedaba desconvocada. No fue poco lo que los compañeros lograron y no fueron pocos tampoco los festejos de los trabajadores, sus familias y de todos los que esperábamos el triunfo de los compañeros.
Los sindicatos por su parte celebraron el resultado de las negociaciones y varios de sus representantes, entre ellos Tornamira secretario general de la Federación de Servicios de Unión General de Trabajadores (UGT), se pronunciaron al respecto y dijeron lo siguiente entre otras cosas: “Estamos muy satisfechos porque los despidos se han retiradodesde primera hora de la mañana”, aunque al mismo tiempo precisaba que “en jardinería hemos concedido flexibilizar las vacaciones, que antes se cogían los 31 días en verano. Ahora serán 21 días en verano y 10 días el resto del año”.
En este sentido, refiriéndose también al acuerdo alcanzado, un compañero trabajador decía ante las cámaras: “Estamos contentos, sí, claro, pero tampoco nos hemos ido de rositas nosotros. Esto también implica un sacrificio para nosotros que veremos congelados nuestros sueldos por cinco años”.
Las claves del triunfo: Huelga, movilización y apoyo social.
Juan Carlos del Río, responsable de Limpieza Viaria de UGT además de agradecer el apoyo de los trabajadores y del pueblo de Madrid señaló eufórico una y otra vez: “Se pueden evitar los despidos y las rebajas salariales”.
En el mismo sentido se pronunciaba el representante de CGT, Francisco Javier Palacios: “debe servir para que otros colectivos y otros trabajadores sigan el mismo camino. No hay por qué resignarse ni aguantar los recortes salariales ni las reducciones de los derechos ni las reformas laborales por mucho que te las impongan. Hay que luchar contra todo eso”. Asimismo, Palacios atribuyó la victoria de las negociaciones a la “unidad” de los trabajadores y los sindicatos que han representado a ambos colectivos, “Si no hubiera sido así, este acuerdo no habría podido ser”, sostuvo.
Entendemos la emoción de Palacios pero discrepamos con él en algunos puntos. Por todo lo expuesto, opinamos que el triunfo se debió, principalmente, a la determinación y el coraje de los compañeros trabajadores afectados que apelaron a la huelga con movilizaciones en las calles sosteniéndola durante varios días y que consiguieron, sobre todo, el apoyo de la población, y no a las “negociaciones” que los representantes de los sindicatos pudieron hacer.
Resulta casi gracioso escuchar a dirigentes sindicales decir “que se puede ganar si se lucha”. ¿A quién se lo dicen? ¿A los profesores y estudiantes que protestan y se movilizan contra la LOMCE? ¿A los trabajadores de la sanidad que pelean contra los recortes? ¿O se lo dirán a los miles de trabajadores españoles que enfrentan EREs o cierres de empresas? En fin, porque si de pelear se trata, el pueblo español hace rato que viene peleando contra los efectos de la crisis que los capitalistas y sus agentes pretenden hacernos pagar a los trabajadores.
Los compañeros trabajadores de la limpieza, y no los Sindicatos, nos han dado el ejemplo y nos indicaron el camino a seguir, camino contrario al que los sindicatos vienen siguiendo en su rol de frenar y llevar a la derrota las principales luchas y de no impulsar ninguna medida verdaderamente efectiva contra el gobierno ajustador de Rajoy. ¡Gracias y en hora buena compañeros!