Grupos han marchado en Bangkok desde la semana pasada pidiendo la renuncia de la primera ministra Yingluck Shinawatra
Manifestantes tomaron por asalto la sede del Ejército de Tailandia el viernes donde pidieron apoyo a las fuerzas armadas en su intensa campaña para derrocar a la primera ministra Yingluck Shinawatra.
En una carta dirigida al jefe de las fuerzas armadas los manifestantes pidieron a sus mandos que «tomen una posición» en la crisis política que sacude a la nación y que dejen claro de qué lado están, pero se cuidaron de no llamar a un golpe de Estado.
Las aproximadamente 1.200 personas que hicieron la manifestación permanecieron dos horas en los jardines de la sede del Ejército Real de Tailandia para luego salir pacíficamente. El complejo está junto a la sede de la región de Asia-Pacífico de la ONU.
Fue un acto atrevido de gran simbolismo en un país que ha pasado por 18 golpes de Estado, fallidos o exitosos, desde 1930.
El más reciente tuvo lugar en 2006 cuando las fuerzas armadas derrocaron al hermano de Yingluck, Thaksin Shinawatra, quien vive fuera del país para evitar una condena por actos de corrupción pero es central en el conflicto político tailandés.
Miles de manifestantes han marchado en Bangkok desde la semana pasada pidiendo la renuncia de Yingluck, a quien acusan de ser cómplice de su hermano de su multimillonario hermano. Thaksin es muy querido por la población pobre de las zonas rurales, pero odiado por la élite instruida y la clase media, que lo acusan de promover la corrupción y otros crímenes.
Los dirigentes de las protestas sostienen que su objetivo no sólo es obligar a Yingluck a renunciar sino erradicar la influencia de Thaksin de la política.
En entrevista con la cadena de noticias británica BBC Yingluck dijo que no cree que llamar a elecciones anticipadas resuelva el conflicto.
«Tendrían ustedes que preguntarles (a los manifestantes) si estarían satisfechos o no con eso», dijo Yingluck.
Las manifestaciones han causado temor de que se llegue a una nueva etapa de inestabilidad y son la mayor amenaza para el gobierno de Yingluck desde que tomó el poder en 2011.
Los manifestantes ocuparon diversos sitios el viernes. Unas 1.000 personas hicieron una manifestación en la sede del partido de Yingluck, el Pheu Thai, que fue resguardada por cientos de policías antidisturbios.
Otro grupo mayor a 1.000 personas marchó por el centro de Bangkok en rumbo hacia la embajada de Estados Unidos. El legislador opositor Korn Chatikavanij, quien fue ministro de Finanzas en otra administración, entregó una carta en la que sostuvo que el liderazgo de Yingluck es ilegítimo en respuesta a un comunicado de Washington en el que expresó su preocupación por las protestas.
Pese a que en las zonas donde hubo protestas había numerosos elementos de las fuerzas de seguridad, los manifestantes no tuvieron problemas para entrar a los edificios.
Las fuerzas de seguridad han hecho poco por detener a los manifestantes, que a lo largo de esta semana se han dedicado a tomar edificios del gobierno y acampar en varios en un esfuerzo por detener las operaciones y conseguir que los empleados se unan a su causa.