El día primero de abril, la sede del PSTU en Rio de Janeiro fue atacada por integrantes del Frente Independiente y Popular. Fueron lanzadas piedras, roto vidrios y militantes fueron cobardemente amenazados por decenas de miembros de dicha organización.
La agresión, los ataques morales, y mucho menos la cobardía, son parte de la mejor tradición del movimiento obrero: No existe diferencia al interior del movimiento obrero que justifique ataques físicos o morales a individuos u organizaciones. Los debates y luchas entre corrientes, hasta la llegada del estalinismo, fueron siempre realizados entorno a la lucha de ideas, programas y tácticas, pero nunca por intermedio de la violencia y las intimidaciones.
El método de la violencia entre hermanos de clase fue introducido por el stalinismo, corriente que fue responsable por la delación, desmoralización y eliminación física de incontables luchadores en el marco de una verdadera contrarrevolución que se desato en la Rusia posrevolucionaria.
Ese método no es parte de la tradición del movimiento de los trabajadores, y mucho menos del movimiento socialista. Ninguna corriente obrera histórica, marxista o anarquista, utilizó esos métodos, que son el resultado de la contrarrevolución burocrática efectuada después de la revolución rusa de 1917.
Esta corriente burocrática, a pesar haber roto con las concepciones y tradiciones del marxismo, se fortaleció en el movimiento obrero después de la segunda mitad del siglo XX, iniciando así una tradición que debe ser barrida por completo de las filas de la clase obrera.
Ahora vemos en Brasil sectores que se dicen “anticapitalistas”, que apoyándose en un bajo desarrollo político después de veinte años de ofensiva burguesa contra los trabajadores, tratan de imponer su hegemonía utilizando los mismos métodos que la burocracia stalinista, corriente de la cual provienen gran parte de los más importantes dirigentes gobiernos del PT y sus gobiernos.
Desde Praxis y de la corriente Socialismo o Barbarie, tenemos profundas diferencias con los compañeros del PSTU-LIT. Pero la consideramos una corriente obrera y por eso merecen recibir toda la solidaridad de las corrientes revolucionarios (sean marxistas o no). Asimismo nos solidarizamos con esta organización y sus militantes. Y estamos a disposición de cualquier iniciativa política de denuncia y de autodefensa de esta o cualquier otra corriente que actué dentro del movimiento obrero o de la juventud.
Práxis-SoB Brasil, Socialismo o Barbarie, 11/04/2014