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Al momento de escribir esta nota el precio del crudo a nivel mundial (en sus dos tipos, WTI y Brent) han caído a 65 y a 67 dls.el barril. Hay que tener presente que hace menos de un año llegó a costar 150 dls. el barril.Obviamente que para entender la situación, dos aspectos tienen que quedar claros: por qué se da este fenómeno y la velocidad con que se da.
Veamos primero sus causas. Una, la economía mundial que no se recupera de su larga crisis. Dos, la aparición y explotación de recursos petroleros no convencionales.Tres, nuevas burbujas especulativas alrededor del precio del petróleo. Y, cuatro, la aparición y explotación de recursos renovables (bio-combustibles).
La combinación de estas cuatro causas es lo que explica el desplome del precio; de todas maneras, es la combinación de las dos primeras lo más importante.La economía mundial, si bien no está en su peor momento (2008-2009), tiene internacionalmente un crecimiento raquítico,anémico. Europa está en recesión. Japón también. Los BRICS se han desacelerado y EE.UU. crece a un ritmo que no es para tirar manteca al techo. 89 Mbd (millones de barriles) fue la demanda mundial de crudo por día en el 2013, cayendo a87 Mbd este año (una caída que no es aún tan importante pero que ha alcanzado para tirar para abajo el precio del barril).
En el mundo de las materias primas (commodities) existe un concepto llamado renta que tiene que ver con la ganancia que deja monopolizar determinadas porciones del globo terráqueo. Esta renta (ingreso) puede ser de distinto tipo: agraria, minera, petrolera, etcétera.
Porciones del globo a partir de las cuales se puede producir determinadas mercancías (productos) y el petróleo es uno de ellos. Una mercancía que para producirla hay que tenerla en el subsuelo, de ahí que sus productores intenten fijarle determinado precio, monopolizarla, precio que depende también de la demanda que exista sobre la misma y la producción del resto de los competidores que producen igual producto (petróleo en este caso).
En este negocio hay tres grandes jugadores: EEUU, Rusia y Arabia Saudita (este último país es el jefe de la OPEP, Organización mundial de productores de petróleo, integrado por 12 miembros, casi todos árabes, pero que incluye a Venezuela y Ecuador).
La OPEP controla el 43% del mercado y posee el 75% de las reservas mundiales del petróleo convencional.Arabia Saudita, lo que ha hecho los últimos años, era sentarse sobre su potencial petrolero y fijar los precios del barril a su gusto. Es lo que en la jerga económica se llama “precio de monopolio”.
Se calcula que alrededor del año 2000 se habría alcanzado un peak oil (pico de producción petrolera) en materia de extracción de crudo convencional. No ha habido grandes descubrimientos que aumenten las reservas existentes (que son un secreto de estado en todos los países); es un hecho que esa realidad es la que estaba en la base del sostenido aumento de su precio.
No hay que dejar de mencionar a China y la India, que son grandes importadores de petróleo. EEUU el otro jugador global, que consume el 20% de la producción mundial; hasta el 2005 era un importador casi neto del crudo. Pero a partir de ese año comienza a explotar crudo no convencional (petróleo de esquistos) en Texas y Dakota del Sur a través de la nueva tecnología del fracking (fracturación). Esto consiste en liberar el petróleo y el gas que está encerrado en la roca madre inyectando gran cantidad de agua y otros productos químicos para formar el depósito desde donde se extraerá el fluido.
Así las cosas, EEUU hoy solamente importa el 40% de sus necesidades y es el principal exportador mundial de gas no convencional, lo que ha significado un cambio de proporciones en el mercado petrolero mundial.
La producción de petróleo por fracking fue favorecida por los altos precios del petróleo. Aquí entra en escena una ley fundamental de toda renta: el precio lo fija la demanda, la necesidad que se tenga en un momento dado. Y este hecho es el que posibilita explotar o no aquellas regiones del globo donde la obtención de los recursos naturales sea más costosa (es una evidencia que el alto costo del barril petróleo es el que posibilitó en los últimos años la extracción del petróleo no convencional).
El costo del barril no convencional es de 60 dls., muy cercano al piso actual. Dicho de paso, en Medio Oriente el costo del barril es de sólo 20dls…
Para mantenerse EEUU como jugador global a ambos lados del mostrador, necesita perforar 7.500 pozos por año; todo muy costoso y no duradero. Un pozo convencional rinde muchísimo más que uno que no lo es. Los cálculos son que para el 2030 el recurso no convencional se agotará dejando un daño ambiental terrible.
Entonces:¿cuál es el cuadro de situación? Por un lado, Arabia saudita sentada sobre sus reservas y no reduciendo su producción para no posibilitar que el precio vuelva a aumentar y perder porciones de su mercado y, por el otro, EEUU tratando y logrando depender cada vez menos del petróleo convencional de Medio Oriente.
Hay, entonces, declarada una guerra comercial encubierta a nivel global, que recién comienza. Tenemos que mencionar, por último, qué en un grado menor también influyen los biocombustibles.
Todo esto explica porqué baja el petróleo, pero no la velocidad con lo que hace. El hecho es que en este capitalismo en crisis global, se crean burbujas económicas alrededor de ciertos sectores. Y el sector petrolero no ha escapado a ello.
Apostando a que cada día el crudo costaría más, fundamentalmente en los EEUU, por la gran liquidez que ha habido estos años, han aparecido centenares de nuevas compañías en el sector que, después de unos meses de actividad, han quebrado dejando el tendal de inversionistas en el camino.
Las acciones de todas las petroleras han caído en picada. Hasta el mismo Rockefeller se ha retirado del sector. Otra característica de la burbuja, son las operaciones a futuro: operaciones virtuales, donde la oferta y la demanda se pactan a un plazo determinado que se puede concretar o no y que las transforma en verdaderos “papelitos de colores” que terminan influyendo en el precio casi independiente de lo que suceda en el terreno de la economía real. Pero ante el primer estornudo del sector, como aparecieron, desaparecen. Se calcula que el 30% de todo el dinero que se mueve alrededor del petróleo pertenece a este tipo de operaciones.
Hemos dicho que comienza una guerra comercial no declarada, encubierta, que ha empezado a traer conflictos económicos y políticos a nivel global.
Seguramente los primeros ganadores son los países importadores, que verán aliviados sus gastos en energía. Entre los exportadores ya comienza a haber serios problemas. Rusia, otro de los grandes exportadores mundiales, ha devaluado en los últimos meses el rublo (su moneda) en más de un 30%. Y Putin ha descargado sobre las masas populares un terrible plan de ajuste. Noruega ha tenido que devaluar su moneda más de un 15%. Hay grandes movilizaciones en Nigeria y Angola por los planes de ajuste de sus respectivos gobiernos. La situación en Medio Oriente es cada vez más inestable y en Latinoamérica, Venezuela y Ecuador, y en menor grado México, ya sienten los cimbronazos.
En este marco, en el caso de Argentina, todo el plan del mega-emprendimiento de Vaca Muerta se carga de un gran signo de interrogación. Su avance va a depender de cómo siga evolucionando el precio del barril. Es que con un precio estabilizado en algo en torno a los 60 dólares no darían los costos. Esto ocurre por más que Galuccio –presidente de la petrolera estatal YPF– diga lo contrario y, en general, los políticos patronales hablen de las “infinitas posibilidades” que tiene la Argentina.
Es difícil predecir cómo terminará todo esto. Sólo estamos seguros de que vamos a un mundo más inestable y de mayor polarización, donde esta guerra comercial apenas encubierta por el petróleo puede ser un signo de lo que va a venir.
Por Francisco Tanoira, Socialismo o Barbarie, 18/12/2014