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El curso de los acontecimientos ha confirmado que la política de Tsipras hacia la Unión Europea –con eje en la ilusión de “reformar” ese engendro de las burguesías imperialistas del continente– sería inevitablemente un “tiro por la culata”.
¿Pero por qué tanta saña con un gobierno que se dice “radical”… pero que en los hechos ha apostado todo a la conciliación, a desmovilizar y a hacer “buena letra”? ¿Por qué no le toleran ese modesto “asistencialismo de la miseria” que calmaría las aguas en Grecia y que, después de todo, no saldría tan caro? 200 millones de euros para hacer un asistencialismo que podría asegurar la paz social, son moneditas comparados con los miles de millones de las deudas, los gastos militares y otros rubros.
Pero, como señalábamos dos meses atrás en el artículo ya citado (“Nuevos ‘aprietes’…”) sería un error garrafal pensar eso, que es además lo que está en la cabeza del reformismo europeo.
Cualquier concesión que se hiciese a Grecia, desataría una ola de reclamos similares en todo el continente. ¿Es que se van a quedar tranquilos en España, Portugal, Irlanda, Italia, etc., etc.? Esto va totalmente en contra del rumbo unánime del capitalismo europeo desde hace tiempo, de recuperar la “competividad” internacional liquidando, más rápido o más despacio, las concesiones hechas a los trabajadores durante el “estado de bienestar social” de posguerra.
¿Cómo, por ejemplo, el gran capital de Francia y su gobierno, el social-liberal Hollande, pueden permitirse aflojar un milímetro a Tsipras, cuando en su país están luchando por imponer la Ley Macron, que amenaza regresar a los trabajadores a los tiempos de pre-guerra o, incluso, del siglo XIX? ¡Eso es lo que necesita el capitalismo francés para recuperar competitividad!
No hemos vuelto aún a una época revolucionaria. Pero, tampoco, por lo menos en Europa, son tiempos de reformas que favorezcan a los trabajadores y las masas populares. ¡Les resultan intolerables a los de arriba! Por eso, el modelo político electoralista-reformista que representan Syriza, Podemos y otros por el estilo, obtiene entre poco y nada.
Tal como está las cosas, tanto en Grecia como en Europa sólo las luchas, sólo la movilización independiente y revolucionaria de los trabajadores, tiene posibilidades de lograr algo.
Por Claudio Testa, Socialismo o Barbarie, 29/04/2015