Oct - 8 - 2015

El deber ser de un banco central que se precie de ello, es preservar la salud, la fortaleza de su moneda.Para lograr esto tiene una serie de herramientas en sus manos: fijar la tasa de interés,controlar las reservas,controlar la inflación y, en el caso de Estados Unidos, tiene un arma poderosísima a su favor; es el emisor de la moneda más fuerte a nivel mundial: el dólar.Allector desprevenido hayque recordarle que en 2008, en plena quiebra de los principales bancos y empresas de ese país y conBen Bernanke (anterior presidente de la FED), la Reserva Federal comenzó a bajar su tasa de interés desde un nivel de 5.75 %, hasta el 0.5%, y a inyectar 875.000 millones de dólares cada seis meses para salvar a las empresas norteamericanas de la bancarrota.Esta política concluyó en 2014.

En la última reunión de la FED con su presidenta a la cabeza,YannetYellen, y cuando se creía que se aumentaría la tasa a 0.25% o 0.5%, se anunció que la medida se postergaría unpar de meses. Pero es que con un 5.1% de desocupación (según las tramposas cifras oficiales), un crecimiento del PBI rondando los 3.7% en el último trimestre y el 1.2% de inflación en el último año en E.E.U.U…“¿De qué hay que preocuparse?” diríamos los argentinos. Lo que ocurre es que a pesar de tener la tasa de interés casi en cero y haber realizado una inyección de 4.75 billones de dólares,todavía la economía yanqui sigue tambaleante: no ha aumentado considerablemente la inversión y la productividad del trabajo no ha aumentado sustancialmente.Así lo reconoce el mismísimo Bernanke:”se han conseguido los objetivos pero no todo marcha sobre rieles, el crecimiento es modesto lo que refleja el mediocre crecimiento de la productividad y el bajo crecimiento de la fuerza laboral por ende muchos estadounidenses no reflejan aumentos en sus stándaresde vida”Solamente la bolsa de valores registra un aumento muy exultante, junto a labanca, el sector petrolero y algunas ramas de la telefonía móvil.Veamos esto más de cerca

El mundo del trabajo en EE.UU.

Las estadísticas dan un 5.1% de desempleo.Un mundo casi ideal;pero en todos lados se cuecen habas.Si tomáramos el universo de los que trabajan parcialmente pero, si tuvieran la posibilidad, lo harían tiempo completo; y a estos le sumáramos los que han dejado de buscar trabajo porque no consiguen, el índice se nos va a 10.6%, Por su parte el salario mínimo vital y móvil es de 7.5 dólaresla hora, una verdadera miseria para ese país,y hay dos estados de la unión (Woyoming, y Georgia)que están por debajo de esa cantidad. Hoy, en plena campaña electoral, uno de los temas endiscusión es el aumento general de salarios. En cuanto a la sindicalización la primera minoría (la hispana) es la única que aumentó al 23% de su fuerza, todas las demás sufren un proceso de sindicalización en los últimos 20 años. ¡Qué lejos que está el “americandream” de la dura realidad!

La inversión está bien por debajo del 25% del P.B.I (según los parámetros el F.M.I para una economía “sana”) .Toda la plétora de capital-dinero inyectada a la economía del país ha ido a hinchar la burbuja bursátil de Wall Street.La banca y muchas empresas de primer nivel con dinero gratis, gracias a las bajas tasas de interés, se han dedicado a recomprar sus acciones. Es por ese motivo quepueden “dibujar” balances superavitarios, que si no fueran por estas bicicletas financieras no se podrían explicar.Muchas empresas han emitido “bonos basura” a tasas usurarias, es por eso que en los últimos ocho meses(después que se terminó la intervención de la FED)se registran una serie de quebrantos que van alarmantemente en aumento.La bolsa ha registrado esto y comienza a agudizarse la volatilidad.

Toda esta situación que describimos, sumadaal panorama de la economía mundial, no predice un futuro venturoso. Es que a nivel mundial la economía ha dejado de funcionar a dos velocidades,al contrario tiende a emparejarse hacia abajo.Durante los años del 2008-15 los BRICs, con China a la cabeza, actuaron como una contratendencia y factor equilibrante frente a la crisis mundial.Hoy esto ya no es así. Han caído todos los commodities, China va a una abrupta desaceleración de su economía y tanto Brasil como Rusia ya han entrado en recesión. Por su parte la Unión Europea y Japón están en recesión: toda la situación tiende a emparejarse. El capitalismo en su etapa de mundialización del capital está cada vez está más sometido a una ley de hierrode la cual no puede salir: hemos entrado en un capitalismo caótico, valga el pleonasmo.

La espada de Damocles

La combinación de todas estas situaciones ha llevado a la FED a no subir las tasas, pero más temprano que tarde lo tendrá que hacer.¿Por quéafirmamos esto tan categóricamente? Porque sino lo hace, y empeora la economía global, se quedará sin su dos armas fundamentales del 2008 a la fecha:bajar la tasa de interés (bajarla por debajo de cero como están hoy sería entrar en terreno negativo; algo impensado para una economía como la de USA) e inyectar nuevamente liquidez como hasta el 2014.Estas dos medidas, aunque no han tenido el resultado esperado por la FED, le han permitido a los tumbos recuperarse de lo peor de laGran Recesión de 2008 y han sido imitadas por la U.E. y Japón. De todas formas, aun si lo hiciera en los próximos meses no tendrá el éxito asegurado de antemano y seguramente profundizará elretroceso del comercio mundial y la fuga de capitales de los países emergentes a los países centrales(el dólar se fortalecerá frente a las demás monedas, puesto que al aumentar las tasas de interés ,aumentará el atractivo de los bonos yanquis  como destino de inversión financiera )y sino las aumentaestará, como ahora, al borde de  la deflación, que es lo mismo que les ocurre ahora a la U.E. y desde hace 20 años a Japón.

La deflación, una enfermedad muy poco conocida por nuestras costas, es una enfermedad para el capitalismo más peligrosa que la Inflación. Lo que ocurre es que la economía capitalista pone todo al revés. Veamos: los inversionistas y consumidores de todo tipo ven que los precios bajan y postergan sus compras de esta manera se corta el consumo a la espera que los precios sigan bajando; los capitalistas se la aguantan un tiempo y si la situación persiste echan miles y miles de trabajadores impidiéndoles ganar un sueldo y por lo tanto consumir, lo que redobla la caída del consumo e incrementa la espita recesiva. Es un verdadero brete económico, una espada de Damocles que pende sobre la cabeza de este sistema caótico con achaques de todo tipo.

 

Por Francisco Tanoiras, Socialismo o Barbarie, 08-10-15

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