23/3: Marchemos a la embajada yanqui
“Gore Vidal [escritor estadounidense, 1925-2012] no se cansaba de repetir que «EEUU sólo tiene un partido –el de las grandes empresas, el del dinero, con dos alas: una demócrata y la otra republicana»[1]
Por segunda vez en lo que va del año nos vemos en la necesidad de recordar esta aguda cita de Gore Vidal. En la ocasión anterior lo hicimos a propósito de la disputa en las “internas” yanquis, en las cuales desfilan los postulantes a encabezar a las alas demócrata y republicana del “partido del dinero” en las elecciones presidenciales de noviembre.
En esta edición creemos oportuno volver a citar esta frase en relación a la visita de Barack Obama a la Argentina para despejar la confusión que este personaje puede despertar en algún sector de la población.
La llegada del presidente de Estados Unidos, es decir de quien representa la cabeza del principal imperialismo del mundo, debe ser rechazada categóricamente. Los medios de (des)información están haciendo lo imposible por esconder esta verdad incuestionable, nos quieren vendernos la fantasía de que Obama no es una figura reaccionaria, sino que es un “hombre progresista y de izquierda”. Las falacias argumentales se multiplican más o menos en este sentido: si los negros fueron (y son) históricamente oprimidos en Estados Unidos; Obama, siendo un presidente de “color”, no puede ser un opresor. Esta pavada no resiste el análisis más pequeño; si siguiésemos ese criterio deberíamos decir que la canciller alemana, Ángela Merkel, como es mujer, no puede ser la responsable de oprimir salvajemente al pueblo griego, y qué se podría decir de la “dama de hierro” Margaret Thatcher…
¿Es preciso recordar que estamos hablando de un presidente que es responsable de las intervenciones y masacres que Estados Unidos perpetra a lo largo y ancho del mundo?No, Obama no tiene nada de “progresista”; él es el que sostiene la ocupación de Palestina y el genocidio de su pueblo mediante el apoyo, armamento y financiamiento del Estado fascista de Israel al que considera un “portaaviones insumergible” para ejercer la hegemonía yanqui en Medio Oriente; esto explica el apoyo abierto o la vista gorda hecha ante cada una de las masacres que el gobierno sionista perpetra contra los palestinos. Todo esto por no hablar de su apoyo a los fascistas en Ucrania; su apoyo al régimen ultrarreacionario de Erdogan en Turquía, responsable de masacrar al pueblo kurdo; su alianza con la petromonarquía saudita, que rompe récords en aplicar penas de muerte sumarias contra los opositores (incluso los más moderados)… continuando con la tradición de tantos presidentes estadounidenses –Bush padre e hijo como ejemplos más recientes- allí donde Obama mete la mano deja un reguero de sangre, destrucción y miseria.
El “progresista Obama” no sólo manchó de sangre los suelos de Asia, Europa y África, también aplicó la receta imperialista en Latinoamérica.Obama es el que ordenó la ocupación a Haití con más de 10.000 marines luego del desastroso terremoto en 2010; invasión militar de la que fueron cómplices los gobiernos “progresistas” de Sudamérica, y que tenía como fin reprimir al pueblo haitiano y garantizar las inversiones de las empresas yanquis en la isla. Obama también amparó al golpe militar en Honduras de 2009 que instauró un régimen represivo que continúa masacrando a miles de trabajadores cotidianamente como es el caso de Berta Cáceres, e impuso un gobierno títere al servicio del imperialismo.
Estos son sólo algunos de los muchos aspectos que demuestran que Barack Obama, lejos de cualquier veleidad progresista, es el comandante en jefe del imperialismo. Su visita a la Argentina no puede traer nada bueno a los explotados y oprimidos de nuestro país ni de nuestro continente.
A qué viene Obama a la Argentina
En primer lugar, debemos atender al momento (para nada inocente) que han pactado los cancilleres de ambos países para llevarla a cabo: hace unas pocas horas fue aprobada en la cámara de diputados la derogaciónde la Ley Cerrojo y la de Pago Soberano y dando los primeros pasospara poder emitir deuda y así pagar a los buitres. Es evidente que tanto el gobierno yanqui como el argentino contaban de antemano con este hecho, que representa un eslabón necesario en la aplicación del ajuste y de las clásicas recetas neoliberales por parte del macrismo… y del reingreso de Argentina con bombos y platillos al mecanismo extorsivo, usurero, saqueador y colonial de la deuda.
Pero además Obama viene a pavonearse a la Argentina para celebrar y apuntalar el giro a la derecha que se está efectuando en la región. Salvo para algún idiota (que siempre hay), a nadie se le escapa que el gobierno de Macri es más reaccionario y represivo que el de Cristina (aunque igual de patronales ambos); que la agonía que atraviesa el gobierno de Maduro en Venezuela está siendo capitalizada por la derecha escuálida y pro imperialista; que la crisis político, económica e institucional que sacude al gobierno de DilmaRousseff, a Lula y a todo el PT en Brasil (más allá de que éste siempre haya sido un buen amigo de EE.UU.) está preparando las condiciones para un cambió de gobierno más a la derecha y proimperialista. Por eso no hay nada de “progre” en Obama, como nunca nada progresista se puede esperar del imperialismo.
Los trabajadores y los jóvenes no debemos engañarnos. No importa en lo más mínimo el color, la religión, el origen social o los dichos de ningún funcionario del imperialismo y, menos que menos, de su principal figura. Es que todos los factores, entre ellos el propio sistema bipartidista yanqui, promueve los lobbies y el financiamiento privado a las campañas políticas. O, en criollo, que las empresas (muchas de ellas transnacionales) pongan montañas de plata para luego gozar de todo tipo de beneficios económicos y políticos. Obama forma parte de dicho sistema, y por eso no debe sorprendernos que un afroamericano no mueva un dedo frente al racismo que aún anida en la sociedad yanqui, que no lleve adelante ninguna de sus promesas en relación a extender la salud pública y el seguro social (de hecho va en el sentido inverso), que el desempleo y la precarización laboral aumenten al ritmo de la crisis y demás cosas por el estilo, todo sobre la base de pisotear todas las promesas de campaña con las cuales ganó el voto de los sectores de trabajadores, jóvenes e inmigrantes (y que actualmente están hartos del embuste al cual fueron sometidos).
El 23 de marzo tenemos que levantar en alto las banderas antiimperialistas contra Obama, los buitres, todos los organismos del imperialismo y la CEOcraciacipaya de Macri. Por eso nos concentramos a las 17:00 horas en Plaza Italia para marchar a la embajada yanqui.
Fuera Obama de Argentina
Fuera el Imperialismo de América Latina
Ni un peso para los buitres
[1]Periódico Socialismo o Barbarie Nº 366,“EEUU – Sorpresas por derecha… y ahora por izquierda!” en https://www.mas.org.ar/?p=7796
Por Ismael Gauna, SoB 371 (Argentina), 17/3/16