Desde el Nuevo Partido Socialista (NPS) comunicamos que la semana anterior un grupo de estudiantes rompió con nuestra organización y nuestra Corriente Socialismo y Barbarie (SoB) de forma abrupta e irresponsable, sin realizar ninguna discusión política previa. Una ruptura que se produjo sin un solo documento donde precisaran las diferencias con el NPS, sin que realizaran alguna discusión ante el conjunto del partido, carente de cualquier perspectiva y mostrando una adaptación a las presiones del país, en particular desviaciones centristas, anti-partido, gremialistas-sindicalistas (actividad sindical estudiantil en detrimento de las actividades más generales del partido) y prestigistas individualistas.
Esto da cuentas del pésimo método de quienes gestaron dicha ruptura, pues explícitamente rehusaron a debatir sus diferencias a lo interno del partido, justo en el momento cuando abrimos el período de preparación hacia nuestro Congreso Nacional en agosto, momento durante el cual se facilitan todos los espacios para el debate interno entre militantes (ya sea como individuos, tendencias y/o fracciones) sobre las posiciones políticas y constructivas.
Por esto calificamos esta ruptura como deshonesta e inmadura, iniciada por un grupo de ex militantes bajo un método de fracción secreta que, mediante discusiones entre corrillos y el envío de correos electrónicos a compañeros de la base y colaboradores del NPS, hizo todo lo posible por generar una crisis entre sectores de la base juvenil (algunos con pocos meses o semanas de reunirse) para que renunciaran por desconfianzas al partido sin realizar ninguna discusión. De ahí que su ruptura del NPS nos fuera “notificada” de la forma más absurda y poco política: ¡mediante su salida de los grupos de whatsapp del equipo estudiantil y sin realizar una sola discusión frontal!
Es común que dentro de los partidos de izquierda existan divergencias tácticas sobre la intervención en sectores y las posiciones ante la realidad nacional, pero esto no avala que ante diferencias puntuales se rompa con una organización sin realizar ningún tipo de discusión seria: así funcionan los grupos de amigos, no los militantes de un partido revolucionario. Esto demuestra la incomprensión de este grupo de la seriedad de la militancia en la izquierda revolucionaria. En el NPS nos jugamos a fondo por la construcción de un partido revolucionario que sea alternativa para la clase trabajadora, las mujeres, la juventud y el conjunto de los sectores oprimidos, no para construir un grupo laxo de amigos.
Esta ruptura es una experiencia que nos sirve para madurar como partido y que refuerza nuestra convicción en construir el NPS. Toda la línea de cuadros y militantes de base con mayor trayectoria y madurez del partido, no dudó un instante en “cerrar filas” contra esta ruptura, asumiendo con mayor firmeza las tareas militantes en todos los sectores donde intervenimos. Antes que debilitarnos, es una experiencia que asumimos como educativa y que nos fortalece aún más, pues los partidos y militantes revolucionarios se forjan en el calor de la lucha política.
Aunado a esto, nos reitera la necesidad de replantear nuestra construcción estudiantil en la cual veníamos detectando muchas presiones gremialistas-sindicalistas y grandes concesiones centristas en cuanto a la militancia en el partido, las cuales pretendemos revertir educativamente con formación teórica y como punto de discusión en el Congreso del partido. En adelante nos dedicaremos a seguir con la construcción de Ya Basta como una verdadera expresión de la juventud socialista del NPS en las universidades, apostando a construir una base estudiantil que comprenda que milita en un partido político y no en un club de amigos, que esté clara en que militar en el NPS y la Corriente SoB no es un “hobbie” juvenil, sino que hace parte de un proyecto de vida revolucionario.
Finalmente, seguiremos adelante para consolidar nuestros avances constructivos más recientes, como la reciente apertura de equipos con trabajadores de la empresa privada en San José y Cartago, fortaleciendo nuestra intervención sindical en el sector público, avanzando con la inscripción electoral del NPS para las elecciones del 2018, consolidando nuestro nuevo local en San Pedro como un espacio para la formación política (con la iniciativa de la Sala Rosa Luxemburgo), mejorando nuestra Prensa Socialista con su edición a color y, dentro de unos meses, lanzando un ambicioso proyecto editorial de izquierda en el país.
En síntesis: la refundación socialista de la clase obrera en Costa Rica es una tarea revolucionaria, que debe tomarse con seriedad, mediante la construcción de un partido revolucionario que supere las presiones del amiguismo estudiantil posmoderno tan característico de estos comienzos del siglo XXI, el que sin embargo nos depara enormes desafíos a la nueva generación revolucionaria, desafíos en los cuales el NPS quiere dejar su huella. Publicamos este texto para aportar en la construcción de un método sano que contribuya a la maduración del joven trotskismo en nuestro país en esta perspectiva revolucionaria.
Nuevo Partido Socialista - 20 de junio, 2016.