Dic - 22 - 2016

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Acuerdo Nuevo MAS-MST en Argentina

En la Argentina, posteriormente a la crisis y salida del gobierno del kirchnerismo, se ha generado una gran vacancia política de representación de los trabajadores y la juventud. En ese marco, la izquierda revolucionaria viene acumulando importancia entre amplios sectores de la vanguardia desde la gran crisis del 2001, peso que se ha trasladado en los últimos años al terreno electoral, con el resultado de que ésta ha logrado desde 2011 importantes votaciones.

Sin embargo, desde esa misma fecha se registraba en el seno de la izquierda el problema de que algunas de sus organizaciones, agrupadas en el Frente de Izquierda y los Trabajadores, aparecían monopolizando esa representación unilateralmente y, lo que es más grave, al amparo de la cláusula proscriptiva que impone un piso del 1,5% en las primarias abiertas para competir en la elección general. Esta limitación sancionada por el antidemocrático régimen electoral establecido por el kirchnerismo y ratificado por el actual gobierno de Macri vino operando como una proscripción de hecho para otras corrientes, situación que fue aprovechada de manera oportunista y nada principista por el FIT para o bien hacer capitular a esas corrientes al “frente establecido que supera el piso del 1,5%” o bien para dejarlos fuera de la escena electoral.

En este contexto, importantes organizaciones de la izquierda como sobre todo nuestro partido, el Nuevo MAS, y el MST, que a lo largo de años venimos exigiendo la apertura del FIT a nuestras organizaciones, hemos decidido conformar un nuevo frente de izquierda: la Izquierda al Frente por el Socialismo.

Cansados de esperar una respuesta favorable que nunca llegaba, urgidos por la necesidad de dar una respuesta desde la izquierda en todos los terrenos ante el ataque macrista a los trabajadores y ante el desafío de quebrar el piso proscriptivo de la ley electoral en 2017, conformamos este nuevo frente, con un claro perfil de independencia de clase y con una perspectiva de gobierno de los trabajadores. Tal era la necesidad de un reacomodamiento en la izquierda superador del impasse con el que medraba el FIT que el acuerdo, apenas formado –y cuando todavía no ha pasado por ninguna experiencia electoral– ya ha despertado gran expectativa en amplios sectores.

La principal candidatura para la próxima elección nacional, la cabeza de lista para diputados nacionales en la provincia de Buenos Aires, será ocupada por nuestra compañera Manuela Castañeira.

Por otra parte, el frente se ha constituido sobre la base de un Manifiesto Político y un programa que entendemos contienen elementos de aporte y superación de algunos de los límites más manifiestos del FIT. Cuestión que, sin duda, habrá que ir ratificando en la experiencia y maduración del nuevo frente no sólo en el terreno electoral, sino comprobando acuerdos y posicionamientos frente a eventos importantes de la lucha de clases.

Con el orgullo y la alegría de haber conformado esta nueva herramienta político-electoral presentamos en esta edición de nuestra revista las bases políticas del frente, los citados Manifiesto y Programa, para conocimiento de los lectores. Esperamos que sirva de inspiración para otras iniciativas de frente de la izquierda socialista en otros países, como podría ser el caso, por ejemplo, de Costa Rica (iniciativa que están impulsando nuestros compañeros y compañeras del Nuevo Partido Socialista en ese país), así como aportar elementos críticos a experiencias en las que participan integrantes y núcleos de la corriente internacional Socialismo o Barbarie, como son los casos del PSOL en Brasil o el NPA en Francia.

Declaración política del Frente de Izquierda y Socialista (FIS) entre el Nuevo MAS y el MST

En pocas semanas se va a cumplir el primer año del mandato de Mauricio Macri. Se trata de un gobierno representante directo del empresariado y el imperialismo, que vino a llevar adelante el trabajo que el kirchnerismo no pudo completar. Éste intentó enterrar las enseñanzas de la rebelión popular del 2001, pero no lograron normalizar íntegramente a la Argentina, no pudieron cerrar las secuelas de fondo del Argentinazo. La inestabilidad burguesa y la movilización social han sido características de todos estos años.

Macri expresa un cambio de orientación burguesa: una política de “libre mercado y apertura al mundo” que si en el terreno económico significa un duro ajuste anti-obrero y anti-popular, así como un renovado endeudamiento del país, políticamente asume un carácter reaccionario, buscando llevar adelante un ataque en todos los frentes: desde el nivel de empleo y salario hasta arremetidas en materia de los DD.HH., redoblar la privatización de la educación y la salud, colocándose, a la vez, en contra de los derechos de las mujeres, las minorías y la juventud.

Debido a su carácter de gobierno agente directo de CEOs y empresarios, la burguesía y el imperialismo han vuelto a soldar su unidad en torno a él. Luego de varios años en los que podía decirse que la patronal estaba dividida, la flor y nata del empresariado se regocija con Macri, quien gobierna en asociación con las grandes corporaciones industriales, financieras y extractivas. Y no es sólo el empresariado: la Iglesia Católica se ha transformado en un actor de primer orden para garantizar la gobernabilidad, así como la mal llamada “oposición política”; desde el Frente Renovador de Massa, pasando por los gobernadores del PJ, el kirchnerismo o el PS en Santa Fe. Todas las fuerzas políticas de los de arriba trabajan por la gobernabilidad, facilitando que se lleven adelante los planes de ajuste, tanto a nivel nacional como en las provincias, mientras se garantizan su supervivencia como casta política privilegiada y agente del régimen burgués argentino.

Un actor fundamental en la gobernabilidad de Macri y su ajuste es la burocracia sindical, en primer lugar en su expresión cegetista, la más importante y decadente corporación sindical ajena a las necesidades obreras. El contenido real de la unificación de la CGT (ocurrida de espaldas a los trabajadores) ha quedado clara con la política traidora que ha llevado adelante este año: la entrega del paro general a cambio de un bono de fin de año y otras concesiones menores.

Se trata de un acuerdo vergonzoso que deja el salario real casi un 10% por debajo del de 2015 (la mayor caída salarial desde el 2002), que ha posibilitado que pasen 120.000 despidos formales, sumados a aquellos que están en negro, mientras la burocracia permite que se cajonee el reclamo por la eliminación del impuesto al trabajo. Esto ha ocurrido a pesar de la enorme concentración del 29 de abril pasado, que fue manipulada y traicionada porque no convocaron a ningún paro general, aun sabiendo que el gobierno vetaría esa ley anti despidos insuficiente. Entregaron todo a cambio de la gobernabilidad burguesa y de garantizarse sus propios intereses de casta privilegiada a través de los fondos de las obras sociales.

En el caso de las dos CTA, convocaron con éxito a la Marcha Federal del 2 de septiembre pasado, que llenó la Plaza de Mayo exigiendo un paro general, y a otras medidas de menor envergadura. Aunque colocadas en la oposición al gobierno y críticas de la tregua de la CGT, no dejan de jugar un rol que las hace parte de la burocracia sindical, no permitiendo la plena democracia ni la representación de minorías. Y en sus gremios fundamentales, como estatales, dejan pasar los despidos en el Estado y se vive una feudalización por peleas de aparato, y en sus gremios docentes firmaron paritarias a la baja y dejaron pasar la “evaluación educativa” sin llamar a ninguna lucha real.

Sin embargo, desde abajo están creciendo las luchas, cuyo impulso y apoyo concreto es la primera tarea de las fuerzas que integramos este Frente. La bronca contra el gobierno y las patronales aumenta. Se inicia la experiencia con Macri entre los trabajadores y demás sectores populares. Una de las mayores expresiones de descontento fueron los cacerolazos de junio pasado contra los aumentos de tarifas, que lo hicieron retroceder al menos parcialmente, y derivó en la audiencia pública acotada y manipulada de septiembre pasado y una forma tramposa de aplicar los aumentos, reduciéndolos inicialmente pero dolarizando la tarifa.

Hay paros nacionales de gremios empujados por sus bases, hay paros y movilizaciones sectoriales y regionales. Hay movilizaciones de algunos movimientos sociales que no se dejan conducir por el Vaticano y pelean en forma independiente. Incluso hay ocupaciones de algunas fábricas: un método histórico de lucha que debemos reivindicar y que tuvo su expresión en peleas históricas años atrás, como la de los obreros mecánicos en Gestamp.

Por otra parte, el movimiento de mujeres vive un nuevo salto viniendo de un histórico Encuentro de miles de mujeres en Rosario y protagonizando el primer “paro de mujeres” en la historia del país en repudio a los femicidios, con una enorme movilización ese día a Plaza de Mayo y a otras plazas del país, mientras ya se prepara un paro internacional el próximo 8 de marzo, a la par que impulsaremos una gran jornada nacional por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito, reclamo que nuestras fuerzas apoyan en oposición a la Iglesia y sus cómplices políticos.

También se muestra más activo el movimiento estudiantil, como se pudo apreciar en la rebelión educativa contra el ajuste en la educación, en las movilizaciones a La Plata de miles de estudiantes de Buenos Aires por el boleto educativo, en la participación de miles de mujeres jóvenes en las acciones del movimiento de mujeres y en los centros de estudiantes que comenzamos a recuperar desde la izquierda o donde crecimos en votaciones y representación.

Lo concreto es que más allá de las intenciones reaccionarias de Macri, las relaciones de fuerzas no han sido modificadas. Hubo casos de represión a las luchas en varias provincias del interior, como Tierra del Fuego y otras, pero el protocolo anti protesta no ha podido ser aplicado, y este 2016 fue un año de una gran cantidad de luchas y movilizaciones, con sectores que han superado con lucha las ofertas salariales del gobierno. Con Macri el desempleo creció, pero todavía no de manera cualitativa; una nueva generación obrera viene haciendo sus experiencias en las fábricas luego de la recuperación de los planteles en la década pasada. Está en desarrollo un proceso de recomposición obrera que combina un fuerte proceso antiburocrático y algunos clasistas, que están presentes como uno de las experiencias más estratégicas entre los de abajo.

Es este contexto el que coloca la necesidad de la unidad de acción para derrotar a Macri. No hay tarea más importante que derrotar el ajuste y los ataques reaccionarios del gobierno nacional y los provinciales, llevando adelante los mayores esfuerzos unitarios en la movilización. Aquella fuerza que desde la izquierda subordine la unidad en las calles a cualquier componenda externa a la lucha misma sigue una orientación equivocada: sectaria por su forma, oportunista por su contenido.

Esto no significa abrir expectativa alguna en ningún sector burocrático. Significa solamente la elemental exigencia de unir en la acción a todos aquellos que estén dispuestos a dar pasos prácticos reales en la lucha por derrotar a Macri y su gobierno, manteniendo la exigencia de paro nacional y plan de lucha debatido y decidido en la base, el impulso de la democracia de las bases en oposición a la vieja burocracia corporativa, y el apoyo a los nuevos activistas, delegados y dirigentes que van surgiendo.

Por un proyecto de izquierda, socialista y de independencia de clase

La izquierda argentina vive un proceso de enorme riqueza. Se ha ido fortaleciendo, acumulando inserción entre los trabajadores, el movimiento de mujeres y la juventud. Incluso ha logrado éxitos políticos y electorales y tiene una enorme militancia en todo el país. Sin embargo, la división de la izquierda sigue siendo un problema real, y en ese contexto lamentablemente el “Frente de Izquierda y de los Trabajadores” ha venido actuando como un permanente factor de división. Por un lado, en las luchas, y por otro, en el plano político-electoral.

Insólitamente, teniendo la posibilidad de convocar a un gran plenario del sindicalismo clasista y antiburocrático, una vez más este año ha impedido la realización del mismo por sus peleas internas y de aparato que frustraron el Encuentro de Racing, que hubiera podido dar una referencia clasista unificada para todos aquellos sectores enfrentados a la burocracia sindical. A diferencia de esa actitud, quienes conformamos este frente seguimos proponiéndoles a todas las corrientes clasistas que avancemos a organizar un evento unitario de ese tipo.

En otras expresiones de la lucha como el movimiento de mujeres o estudiantil, también el FIT viene actuando para dividir y no para unir. Esto no es algo nuevo ni que decimos solamente nosotros: es una opinión compartida por importantes sectores de vanguardia y el activismo, cansados de tanta autoproclamación.

En el terreno electoral, el FIT se ha cortado solo, negándose a la unidad con fuerzas de la izquierda como las nuestras y otras que se reclaman anticapitalistas. Para esto se ampara vergonzosamente en la cláusula proscriptiva de la ley electoral vigente, y así monopolizar artificialmente la representación de la izquierda. Se adapta a la democracia burguesa y no combate el antidemocrático régimen electoral que introdujera el kirchnerismo y defienden las fuerzas patronales. Un régimen electoral que apunta estratégicamente a proscribir a la izquierda y que deberíamos enfrentar y denunciar en unidad.

De ahí que los múltiples llamados unitarios que le hemos hecho por separado ambas organizaciones a dicho frente nunca hayan tenido respuesta. Incluso ahora mismo, anticipándose a la apertura de la coyuntura electoral, el FIT ha vuelto a cortarse solo, convocando en Atlanta a un acto a puertas cerradas, dejando afuera todo el resto de la izquierda.

Convocamos entonces a fortalecer este nuevo frente. A las y los trabajadores, a las integrantes del movimiento de mujeres, a la juventud en general, a las demás organizaciones y grupos de izquierda que compartan en lo esencial estas bases políticas y programáticas, los invitamos a sumarse para construir juntos en las luchas cotidianas y en las elecciones un gran Frente de  Izquierda y Socialista. En sentido opuesto al carácter cerrado del FIT, nuestro frente parte de tener un criterio abierto a la incorporación y aporte de otros sectores en base a acuerdos programáticos.

La pelea por la independencia política de los trabajadores y por construir una gran herramienta política de la izquierda, que se juegue a cambiar todas las bases políticas, sociales y económicas del sistema con un gobierno de los trabajadores y el pueblo, es una lucha histórica de la izquierda en nuestro país, que no puede ser reducida sólo a una de las expresiones de la misma. Por eso, en la coyuntura creada por el nuevo gobierno de Macri, elegimos privilegiar este paso unitario basado en importantes acuerdos políticos que permiten poner en pie un nuevo frente de la izquierda socialista para dar esta pelea. Lo hacemos pese a tener importantes matices y diferencias políticas entre nuestras organizaciones, una realidad que se debe asumir mediante debates democráticos, en el marco de la experiencia común en la lucha de clases y en la construcción de este frente.

La construcción de acuerdos unitarios en la izquierda es parte de una pelea que es fundamental, en la medida en que la crisis sistémica del capitalismo se combina con la crisis y retroceso del populismo latinoamericano, de los llamados progresismos y los nacionalismos (el chavismo, el lulismo y el kirchnerismo), se ha creado una vacancia política mientras crece entre las nuevas generaciones la experiencia concreta contra un capitalismo decadente y se retoman ideas y debates sobre el socialismo. Razón por la cual este nuevo frente apoya desde Argentina a los trabajadores, las mujeres y la juventud que en todo el mundo luchan contra el imperialismo y los gobiernos capitalistas y sus cómplices políticos y sindicales.

Porque somos conscientes de los desafíos y responsabilidades crecientes de la izquierda en Argentina es que no queremos seguir peleando por separado contra la ley proscriptiva del régimen patronal ni en otros terrenos de la lucha contra los partidos del sistema. Una convicción de lucha y un elemental derecho democrático nos asiste para estrechar fuerzas. Vemos esta posibilidad de unidad electoral entre nuestras fuerzas como una oportunidad para quebrar el piso proscriptivo y aportar a la unidad de todas aquellas fuerzas que estamos por transformar la sociedad en base a la movilización obrera y popular y a la organización política de las y los trabajadores y los sectores populares.

A la vez, pese a las diferencias que tenemos con el FIT, conformamos este nuevo Frente de Izquierda y Socialista abiertos a una discusión franca entre los dos frentes de la izquierda argentina para una intervención común, tanto en las luchas como en la pelea política y electoral contra todas las variantes del régimen y el sistema.

 

Por el Nuevo MAS                                         Por el MST-Nueva Izquierda

Manuela Castañeira                                         Alejandro Bodart

Ernesto Aldana                                                Sergio García

Martín González Bayón                                   Guillermo Pacagnini

Programa del Frente de Izquierda y Socialista (FIS) entre el Nuevo MAS y el MST

Nuestro frente pelea por la independencia política de los trabajadores, es de izquierda y es socialista, y declara su apoyo a todas las luchas de los explotados y oprimidos de nuestro país y el mundo. Levantamos las banderas de la pelea contra el gobierno de Macri, la oposición patronal, los gobernadores de todos los colores, las variantes de la centroizquierda y la burocracia sindical. Desde una perspectiva obrera y socialista impulsamos la más amplia democracia y autodeterminación de los trabajadores, con un programa para desarrollar la movilización obrera y popular contra el capitalismo y promover las demandas que defienden en la calle las mujeres y la juventud por su futuro.

Nuestro frente busca transformarse en una alternativa política para quienes luchan contra el gobierno capitalista de Macri, los gobernadores, las distintas variantes patronales y contra todos sus agentes en el movimiento obrero y popular, lucha que de nuestra parte damos e impulsamos por la organización independiente del Estado y la expulsión de la burocracia y sus patotas de los sindicatos, la democracia de las bases y la independencia política de clase frente a empresarios, partido patronales y la Iglesia.

Nuestro frente se presentará a las elecciones de 2017 sabiendo que esa participación es un punto de apoyo complementario, en el marco de nuestra estrategia de impulsar la movilización directa de los explotados y oprimidos, contra el gobierno y todos los sectores patronales. En caso de obtener representaciones parlamentarias, las utilizaremos para impulsar las principales reivindicaciones de los trabajadores y el pueblo, las mujeres y la juventud y desenmascarar al parlamento como lo que es: una cueva de bandidos donde una casta de políticos tradicionales y privilegiados trabaja al servicio de la burguesía. Apoyados en la movilización fuera del parlamento, vamos a impulsar en su interior las reivindicaciones parciales que sean progresivas para los trabajadores y sectores populares, el movimiento de mujeres y para la juventud.

Nuestro frente, siguiendo los criterios y la tradición del marxismo revolucionario, tiene como objetivo aprovechar las elecciones como herramienta para impulsar la movilización extraparlamentaria obrera y popular, difundiendo propuestas de izquierda y socialista, teniendo esta actividad un rol educativo hacia amplios sectores de masas en la perspectiva del socialismo. Es nuestro aporte para hacer más conscientes los intereses inmediatos e históricos, que en definitiva sólo se podrán llevar adelante con la lucha y en el camino de alcanzar un gobierno de los trabajadores y el pueblo que tenga como objetivo el socialismo.

Sobre esta base estratégica, nuestro frente tiene un programa global, de medidas de fondo y medidas transitorias y de emergencia, ante la crisis social y económica que vive nuestro país, en el marco de la crisis sistémica del capitalismo imperialista.

A su vez nuestro frente denuncia la ley electoral reaccionaria y proscriptiva que busca que la izquierda y los trabajadores se queden sin representación política; que no puedan utilizar la tribuna parlamentaria para impulsar sus reivindicaciones, sus luchas, su propia perspectiva independiente y la propagandización del conjunto de este programa.

En función de estos objetivos, levantamos el siguiente programa:

 

  1. Abajo el ajuste del gobierno de Macri y los gobernadores de todos los colores políticos. Que la crisis la paguen los capitalistas.
  2. Salario mínimo igual al costo de la canasta familiar actualizado trimestralmente según el aumento real del costo de vida. Derogación del impuesto al salario. Asignaciones familiares para todos.
  3. Reparto de las horas de trabajo con igual salario para terminar con la desocupación. Prohibición de despidos y suspensiones.
  4. Basta de tercerización. Todos a planta permanente, con vigencia del convenio más favorable. Abajo las leyes flexibilizadoras.
  5. No a los aumentos por productividad. Apertura de los libros contables y control obrero de la producción.
  6. Trabajo asalariado y genuino para todos los desocupados. Defensa de un programa de unidad de clase que eleve el nivel general de las condiciones de vida, salario y empleo de todos los trabajadores. Que los sindicatos tomen en sus manos los reclamos de los que no tienen trabajo. Por la independencia de los movimientos sociales y de desocupados frente al gobierno y el Vaticano.
  7. Restablecimiento del 82% móvil del salario real. Pago de las retroactividades correspondientes. Que la ANSES esté bajo administración directa de jubilados y trabajadores.
  8. Cese de la persecución y anulación de las causas judiciales contra los más de cinco mil luchadores obreros y populares. Libertad a los presos por luchar. No a la criminalización de la protesta social.
  9. Expropiación definitiva y sin pago de Zanon, el Hotel Bauen y todas las fábricas recuperadas. Presupuesto estatal para su sostenimiento administrado por los trabajadores.
  10. No al pago de la deuda externa. Desconocimiento de la deuda con todos los organismos internacionales. Plata para salario, trabajo, educación, obras públicas, salud y vivienda familiar. No a la emisión de nuevas deudas externas con organismos internacionales de crédito por parte del estado nacional y los provinciales, ya que empeoran los mecanismos de dependencia y nos atan a más pagos de intereses eternos.
  11. Reestatización de todas las privatizadas bajo control obrero y/o gestión de los trabajadores y usuarios.
  12. Reestatización bajo control y/o administración obrera de todo el sistema ferroviario, con participación de los usuarios y un plan de megainversiones ferroviarias. Lo mismo proponemos para el Subterráneo de Buenos Aires.

Nacionalización sin pago de todas las petroleras privadas y paso de YPF a 100% estatal bajo control y/o administración de los trabajadores. Por un plan nacional energético controlado por los trabajadores y usuarios.

  1. Nacionalización de la banca y el comercio exterior sin indemnización y bajo administración y/o control de los trabajadores, de la minería, y el gran capital industrial y agrario. Por un plan económico de los trabajadores y el pueblo.
  2. Por la expropiación de la oligarquía terrateniente, de los grandes pooles de siembra, así como de los monopolios cerealeros, aceiteros y frigoríficos. Por la nacionalización y/o socialización de la tierra (según corresponda a la región), comenzado por la expropiación de los cuatro mil principales propietarios, respetando los derechos del proletariado agrícola, el campesinado pobre, los pueblos originarios y los pequeños chacareros (que dominen menos de 50 hectáreas y no exploten mano de obra asalariada). No a la expulsión de sus tierras de los pueblos originarios. Basta de trabajo en negro para los trabajadores rurales. Basta de seguir extendiendo la frontera sojera. Por un plan agrícola diversificado y planificado poniendo como prioridad productiva las necesidades alimentarias y sociales. Aplicación de la Ley de Abastecimiento a las empresas que desabastezcan o acaparen. Fuera Monsanto y otras corporaciones agrotóxicas que quieren concentrar en sus manos el derecho al patentamiento y producción de semillas, mientras fumigan y envenenan a las poblaciones.
  3. Defensa de la educación pública y gratuita, y aumento de su presupuesto. Basta de subsidios a la educación privada. Que el Estado deje de financiar a la Iglesia Católica. Separación de la Iglesia del Estado, que debe ser laico. Aplicación efectiva de la Ley de Educación Sexual Integral, con perspectiva de género. Por una educación nacional única, científica, estatal, gratuita y laica. Abajo la Ley de Educación Superior. No a la evaluación de docentes que propone el gobierno. Es la comunidad educativa la que tiene derecho a evaluar las políticas educativas del gobierno y denunciar sus intentos de privatización.
  4. Defensa de la salud pública, gratuita e igualitaria: incremento inmediato de su presupuesto. Contra la estafa de las prepagas y el negocio de las clínicas y sanatorios privados. Por un sistema nacional de salud pública y universal a cargo del Estado. Nacionalización sin pago de los laboratorios que lucran con la salud del pueblo. Por la provisión de medicamentos gratuitos a quienes los necesitan. Por la producción púbica de medicamentos y vacunas. Por la expulsión de la burocracia sindical de las obras sociales y el control democrático por parte de comités de trabajadores electo por la base.
  5. Eliminación del IVA y de los impuestos al consumo. Impuestos progresivos a las grandes fortunas. Impuestos extraordinarios a los grandes capitalistas (banqueros, terratenientes y empresarios) para resolver las necesidades más acuciantes del pueblo trabajador. Basta de tarifazos al pueblo. Los servicios públicos son derechos básicos y no negocios privados.
  6. Fuera la burocracia sindical de todos los sindicatos. Por la independencia de los mismos del gobierno y el Estado. Abajo la ley de asociaciones profesionales. Basta de dirigentes eternos, que los dirigentes después de dos mandatos tengan que volver a sus puestos de trabajo, y que durante sus mandatos cobren lo mismo que sus representados. Por la más plena democracia sindical y por la representación proporcional de todas las corrientes de opinión en organismos sindicales. Por el derecho de los trabajadores a organizarse como más les plazca, sin la injerencia y el control estatal. Elección de paritarios en asamblea. Asambleas generales, de sector y consultas permanentes ante cada tema. Por la mayor coordinación unitaria de todo el sindicalismo clasista en las luchas y en la organización de eventos comunes.
  7. Repudiamos la traición de la CGT que le dio vida a la gobernabilidad de Macri y su ajuste. Que la CGT y ambas CTA convoquen a un paro general y un plan de lucha por el salario, contra los despidos, y para derrotar el ajuste, contra el trabajo en negro, la tercerización, y el impuesto al salario. Apoyo al proceso de reorganización obrera independiente.

20 Fuera el FMI de la Argentina. Que el país salga de todas las instituciones financieras internacionales. No a los acuerdos de libre comercio y a ningún tratado que nos ate a los planes del imperialismo en la región. No al ingreso de corporaciones chinas o de otras potencias que pretenden llevarse nuestros recursos estratégicos.

  1. Cárcel a los responsables materiales y políticos de los asesinatos de Carlos Fuentealba, Maximiliano Kostequi, Darío Santillán y Mariano Ferreyra. Perpetua para Pedraza.
  2. Cárcel común y perpetua para todos los genocidas de la dictadura, a los responsables de los crímenes de la Triple A y a los asesinos del gatillo fácil. No a la baja en la edad de imputabilidad. Fuera la Gendarmería y la policía de los barrios populares. Abajo el protocolo contra la protesta social. Anulación de la ley “antiterrorista”.
  3. Disolución de la AFI (ex SIDE) y de todos los órganos de inteligencia, y apertura de todos los archivos secretos. Desmantelamiento de todas las fuerzas. Frente a la creciente inseguridad, responder a las necesidades sociales de trabajo y estudio para millones de postergados. Castigo a los responsables de la represión social, el gatillo fácil y los negocios del narcotráfico y la trata de personas.
  4. Por el derecho al aborto libre, legal, seguro y gratuito en el hospital público. Protocolo nacional de abortos no punibles ya. Basta de criminalizar a las mujeres: absolución de Belén. Anticonceptivos gratuitos en todos los hospitales. Educación sexual integral, laica, científica, feminista con perspectiva de género y obligatoria. Anulación de los subsidios a la Iglesia y a toda educación confesional. Separación de la Iglesia y el Estado.
  5. Ni una menos. Basta de violencia y femicidios. Presupuesto de emergencia para refugios, asistencia integral, subsidios y plan de inclusión de mujeres en todas las empresas con igual salario y condiciones para víctimas de violencia de género. Destitución de jueces y funcionarios que amparen violencia contra las mujeres.
  6. Por el desmantelamiento de las redes de trata y explotación sexual. Contra toda forma de opresión sexual, basta de crímenes de odio y persecución de las minorías sexuales. Abajo los edictos persecutorios y cualquier forma de opresión y discriminación contra la comunidad LGTB. Cupo laboral trans.
  7. Por los derechos de la mujer trabajadora. A igual trabajo, igual salario. Guarderías gratuitas en los lugares de trabajo y estudio. Integración social del trabajo doméstico mediante guarderías, lavaderos y comedores públicos de calidad en los barrios populares y lugares de trabajo.
  8. Vivienda para el pueblo trabajador. Planes de obras públicas con fondos garantizados por el Estado y bajo control de sus trabajadores. Por un plan de viviendas populares, y trabajo genuino y urbanización de villas y asentamientos. Por impuestos progresivos a las viviendas ociosas de los especuladores inmobiliarios y expropiación por parte del Estado a quien no cumpla. No a la criminalización de los ocupantes en la lucha por terrenos y tierra. Plan de alquiler social con garantía y subsidio del Estado.
  9. Por un plan de obras públicas, saneamiento, prevención de inundaciones y cloacas bajo control de los trabajadores y organizaciones barriales. Por la derogación de los códigos urbanos que sirven al capital financiero e inmobiliario. Por una planificación urbana debatida y dirigida por representantes de las organizaciones vecinales, populares y de trabajadores.

30 Impulsamos todos los derechos de nuestra juventud. Proponemos subsidios para estudio, boleto educativo gratuito para todos los niveles, impulso a las actividades culturales en los barrios populares, planes primeros empleos en blanco y con salarios dignos. Basta de criminalizar a la juventud, despenalización del uso de la marihuana para consumo personal. Por la organización de centros de estudiantes y federaciones democráticas y para la lucha, con asambleas, cuerpos de delegados y otras instancias para que el movimiento estudiantil decida cómo y porqué luchar.

  1. Fuera la Barrick Gold, Chevron, Monsanto y demás corporaciones transnacionales que saquean nuestros bienes comunes y contaminan nuestro territorio. Obligación del Estado de garantizar el salario y los puestos de trabajo. Respeto a los derechos de los pueblos originarios.
  2. Fuera IRSA y otras corporaciones que impulsan la cementación urbana indiscriminada para el negocio inmobiliario; por la defensa del patrimonio público y la ampliación de los espacios verdes.
  3. Basta de los privilegios de la casta política del sistema. Que todo legislador y funcionario del Estado cobre como un trabajador calificado o una directora de escuela de doble jornada. Que estén obligados por ley a educar a sus hijos en la escuela pública y atenderse ellos y sus familias en hospitales públicos. No a las jubilaciones de privilegio. Revocabilidad de todos los mandatos por los electores. Abolición del Senado. Por una cámara única, con diputadas y diputados elegidos utilizando el conjunto del país como distrito único. Fin a los privilegios de los jueces, que tenga un salario igual al que proponemos para los funcionarios en general. Que cesen en sus cargos todos los jueces en funciones que juraron por el estatuto de la dictadura. No al Consejo de la Magistratura y al actual método de designación de magistrados. Que los jueces y fiscales sean elegidos por el voto popular. Que sus cargos puedan ser revocados por sus electores. Establecimiento de los juicios por jurados populares.
  4. Castigo a todos los corruptos de ayer y de hoy. Ante las presiones políticas a la justicia, sólo una investigación independiente puede garantizar imparcialidad: formar una Comisión con personalidades intachables, para recibir las denuncias e investigar todo. Que los delitos de corrupción no prescriban. En el caso de funcionarios políticos corruptos, embargo de sus bienes hasta devolver lo robado e inhabilitación de por vida para ejercer cargos públicos.
  5. Asamblea constituyente libre y soberana para discutir de arriba bajo todo el ordenamiento político, económico y social del país.
  6. Abajo la ley electoral proscriptiva y su piso del 1,5% para pasar a la elección general. Rechazo a esta ley antidemocrática de injerencia del Estado en los partidos políticos heredada del kirchnerismo y que es apoyada por todo el elenco de partidos patronales. No a la reforma electoral de Macri.
  7. Apoyo a las luchas obreras y populares en todo el mundo. Todo nuestro apoyo a la juventud, negras, negros, trabajadores e inmigrantes que enfrentan a Trump y a los gobiernos capitalistas de Europa. Impulso de la perspectiva socialista internacional: ¡La liberación de los trabajadores debe ser obra de los trabajadores mismos!
  8. Retiro inmediato de las tropas argentinas de Haití. Fuera los ingleses y la OTAN de Malvinas. Pleno derecho del pueblo cubano a decidir su propio destino. Abajo el bloqueo económico. Por la expulsión del imperialismo de todos los países. Apoyo a las rebeliones populares en todo el mundo. Por la Unidad Socialista de América Latina.
  9. Fuera el imperialismo de Medio Oriente. Por la destrucción del Estado sionista de Israel y un Estado palestino laico, democrático, no racista y socialista de convivencia de todos los orígenes, credos y “razas”. Todo el apoyo al pueblo kurdo y a la revolución de Rojava. Basta de represión del gobierno turco, de injerencia imperialista en la región y de sus complicidades con el ISIS y la dictadura de Al Assad.

40 Por el gobierno de los trabajadores y el socialismo para llevar adelante este programa.

Hacemos un fraternal llamado a todos los trabajadores, a las mujeres y la juventud, a las corrientes de la izquierda socialista, y a todos los luchadores, a integrarse y sumar su apoyo a este nuevo Frente para impulsar juntos las luchas cotidianas de los de abajo, la independencia política de los trabajadores y la alternativa socialista.

 

 

Por el Nuevo MAS                                          Por el MST-Nueva Izquierda

Manuela Castañeira                                         Alejandro Bodart

Ernesto Aldana                                                Sergio García

Martín Gonzalez Bayon                                   Guillermo Pacagnini

 

Buenos Aires, 20 noviembre de 2016

Por Consejo de Redacción, Revista SoB 30-31, Noviembre 2016

Categoría: Revista Socialismo o Barbarie Etiquetas: