Compartir el post "Brasil – La crisis política se profundiza: los principales representantes de la clase dominante serán investigados por corrupción"
Como parte de la operación de “Lava jato” de la semana pasada, Edson Fachin, Ministro del STF (Supremo Tribunal Federal), abrió una investigación contra ocho ministros del gobierno federal, tres gobernadores, 24 senadores y 42 diputados federales, además de los ministros del TCU (Tribunal de Cuentas de la Unión), el organismo encargado de la supervisión del ejecutivo. Están en la lista también el actual presidente del Senado, Eunício Oliveira (PMDB – CE) y de la Cámara de Diputados, Rodrigo Maia (DEM RJ).
Es objeto de la investigación toda la cúpula política de la clase dominante que está al frente de la ofensiva reaccionaria responsable de la deposición de Dilma y quiere imponer las contrarreformas. Sin embargo, Michel Temer, citado en varias ocasiones en las grabaciones como uno de los principales representantes del PMDB en las negociaciones, no está en la lista porque, según una interpretación sesgada de la UMP (Procuraduría General de la Unión) el Presidente no puede ser investigado por actos cometidos fuera de su mandato[1].
Por supuesto, esto se debe a que los jefes de la “Lava jato” quieren reformas superficiales en la relación del Estado con las empresas sin afectar a los intereses del gran capital, por lo que desde ese punto de vista, las masas no pueden participar activamente en el proceso y las investigaciones no pueden desestabilizar el gobierno para que las contrarreformas sean inviabilizadas.
Odebrecht controla las palancas del Estado
Poco después de haber sido publicada la lista de Fachin, vídeos con declaraciones para el Ministerio Público fueron ampliamente difundidos, en ellos Emilio Odebrecht, Marcelo Odebrecht y varios de sus ex ejecutivos superiores dan detalles de las negociaciones espurias entre la empresa y toda una serie de partidos de la clase dominante.
El gran capital a través de donaciones de campañas legales o no legales o incluso por otros medios, impone como contrapartida a los políticos burgueses que faciliten sus negocios en todos los niveles. Según el testimonio, Odebrecht en Brasil gastó (invirtió) cerca de 6.4 mil millones de reales en sobornos para asegurar favores a través de las enmiendas parlamentarias, licitaciones fraudulentas y/o sobrefacturadas.
La máquina de corromper de Odebrecht[2] trabajó en todo el territorio nacional, regiones y escalas. El propietario de la empresa, Emilio Odebrecht, declaró cínicamente en su testimonio que sorprendió que ahora prácticas tan antiguas causen espanto. Dijo también que la trama de soborno a través de la caja chica de las campañas existió por más de 30 años -después de la dictadura militar. Sin embargo, omite intencionalmente el período militar en el que las elecciones no fueron directas, pero sabe que las relaciones promiscuas a gran escala entre el Estado y las grandes empresas existían.
Además de los casos de corrupción en todas las escalas del Poder Ejecutivo y Legislativo, Odebrecht también es sospechoso de corromper a miembros del Tribunal de Cuentas (TCU, el órgano responsable de la supervisión de las obras y de las cuentas del Poder Ejecutivo). Una de las varias denuncias da cuenta del pago de 1 millón de reales a título de honorarios al hijo del presidente de la TCU entre 2015 y 2016 con el objetivo de poner fin al estancamiento en la licitación para la construcción de Angra 3 (planta de energía nuclear).
Sin embargo, estos testimonios son sólo una muestra de la relación entre las grandes empresas, la oligarquía política y el Estado. Esta relación en la que predomina el favorecimiento de las grandes empresas a través de la corrupción (intrínseca a la lógica capitalista) ordinaria, se expande a nivel nacional y en todas las esferas de gobierno. Lo revelado es sólo la punta del iceberg de un enorme sistema a favor del capital que implica grandes empresas, los partidos burgueses y todos los niveles de poder, como en el caso de la Operación Zelodes en la que Lula es investigado por el Ministerio Público por tráfico de influencias -y otros delitos- a causa de la medida provisional sancionada por él para favorecer a los fabricantes de automóviles.
Odebrecht compra a la burocracia sindical
Otro testimonio que no para de causar espanto es el que revela la relación entre Odebrecht y la burocracia sindical. El esquema de corrupción no se limita al mundo de la compra de los ejecutivos parlamentarios y estatales a cambio de trabajos caros o enmiendas parlamentarias que favorecían a la empresa, la empresa también extendió sus tentáculos sobre la burocracia sindical de Fuerza Sindical y la CUT.
Alexandrino de Alencar, un ex ejecutivo de Odebrecht que es lo que se dice un especialista en «relación» con los sindicatos, señaló en su comunicado que la compañía financió celebraciones del día Primero de Mayo organizadas por Fuerza Sindical. Pero la relación entre la burocracia y Odebrecht no se detiene allí.
El estafador afirma que Fuerza Sindical y la CUT habrían recibido sobornos también para desmovilizar huelgas. Vale la pena recordar que durante los años 2011 y 2012, antes de la gran ola de indignación estudiantil de junio de 2013, hubo una serie de huelgas en las obras de construcción de infraestructura (refinerías, fábricas de acero e hidroeléctrica) jugadas por Odebrecht y otros grandes contratistas.
Estos movimientos fueron duramente reprimidos por el gobierno de Dilma y los gobiernos estatales. Durante estos ataques la posición de la burocracia sindical era abiertamente la traición al movimiento. Por lo tanto, las luchas fueron sitiadas por las fuerzas de represión, aisladas por la acción de los líderes de la burocracia y varios líderes de base fueron detenidos durante meses. Quien conoce la lógica de la burocracia sabe que detrás de toda la traición están los intereses materiales. Pero no siempre se puede demostrar de manera concreta.
El oportunismo tiene su precio
Desafortunadamente Luciana Genro, ex diputada federal, candidata a Presidente del PSOL en la elección de 2014 y militante de la corriente Movimiento de Izquierda Socialista (MES), fue citada en el testimonio de Pedro Novis (ex presidente de Odebrecht). Novis dice que Genro recibió dinero en efectivo en dos campañas electorales de 2002 y 2006.
En primer lugar, queremos diferenciarnos de la escoria de la derecha, como el Movimiento Brasil Libre (MBL), por ejemplo, que hace una campaña de difamación sucia contra Genro y el PSOL. Pero queremos decir que esta exposición negativa se produce debido a la posición muy equivocada del MES en materia de financiamiento electoral. Esta organización ve como una cuestión táctica recibir o no donaciones electorales de las grandes empresas.
En nuestra opinión esta posición significa una grave violación del principio de independencia de clase. Y cuando se trata de la financiación de las actividades políticas, electorales o no, este principio debe ser rigurosamente vigilado, incluso, de algún modo creemos que contribuye a la educación política de la clase, la juventud y su vanguardia, de no tener dependencia financiera de la clase dominante y caer en trampas éticas y morales, como la que cayó Genro y su organización en este episodio.
Por todas estas razones, llamamos a los compañeros del MES a partir de ese episodio a rescatar la tradición marxista revolucionaria. Que no es más que la apelación a la contribución militante y la solidaridad de los trabajadores para financiar sus campañas políticas y otras actividades. De lo contrario, si los compañeros doblan la apuesta en esta postura, un oportunismo irreversible se puede instalar.
Necesitamos una salida de los de abajo
La divulgación de la «Lista de Fachin» y los videos con denuncias de propietarios y altos ejecutivos de Odebrecht causó un gran revuelo en la escena política nacional. No porque en la lista aparezcan nombres inesperados o los hechos narrados no sean conocidos, sino porque significa concretamente la apertura del procesamiento a prácticamente toda la oligarquía política nacional.
Esto puede dar lugar a mediano y largo plazo a la condena de los jefes políticos centrales, la imposibilidad de las candidaturas presidenciales de 2018 y, en función de la lucha directa de los trabajadores, colocar en cuestionamiento las contrarreformas en curso en el Congreso, como es el caso de la contrarreforma de las jubilaciones, y tal vez abrir una correlación de fuerzas más favorable a los trabajadores.
Esa es la razón por la que la izquierda socialista tiene que tratar de penetrar en cada una de estas grietas de la realidad con su propia política para poder llegar a un sector de los trabajadores y la juventud combativa. Pensamos que primero hay que jugar cada peso en la construcción de una poderosa huelga general el 28 de abril contra las «reformas» del gobierno de Temer. Una huelga que haga temblar a toda clase dominante y sus representantes políticos y sea capaz de tirar abajo las contrarreformas del Congreso.
En segundo lugar, dada la alternativa de crisis política única profundizada por la quiebra ético-política del PT y las quejas diarias de corrupción que afectan a todos los políticos burgueses, es necesario que la izquierda socialista ocupe un lugar de dirección en amplios sectores de trabajadores y de la juventud. Por lo tanto, es necesario construir y lanzar una candidatura ya a Presidente para comenzar a reflejar el proceso de superación de la experiencia política y electoral con el lulismo. Pensamos que hoy en día el mejor nombre para expresar esta síntesis es a Marcelo Freixo del PSOL, pero esta candidatura deberíamos empezar a construirla inmediatamente de una manera amplia y democrática entre las fuerzas de la izquierda socialista.
Por último, pero no menos importante, creemos que es necesario proporcionar inmediatamente una alternativa integral (política) a la crisis instalada. La clase dominante se aprovecha de la crisis para trazar los cambios en la legislación electoral con el fin de proteger a la desmoralización profunda en la que viven y para cerrar el acceso desde la izquierda socialista a las capas más amplias de los trabajadores, ya que articula propuestas como la lista cerrada, voto por distrito y cláusula de barrera. Pero la izquierda socialista no puede quedarse sólo en el campo de las reformas políticas y electorales, deberá presentar un programa que cumpla las reformas políticas, sociales y económicas necesarias. En la fase actual de la lucha de clases, creemos que esta salida pasa a través de la movilización para imponer una Asamblea Constituyente, democrática y soberana, que refunde el país de acuerdo con los intereses de los de abajo.
[1] Testimonios de los directivos de la empresa se dan cuenta de que en 2010 Temer comandó reuniones entre PMDB y Odebrecht para discutir la financiación de la campaña electoral de 2010. A pesar de no haberse discutido los valores en esa reunión, se estima que se llegó a un presupuesto de 40 millones de reales. Valor que tiene como contrapartida el «esfuerzo» del partido para aprobar un contrato de $ 825 millones entre el área internacional de Petrobrás, controlada por el partido del presidente y la empresa. Ya en 2014 Temer y Elizeu Padilha (actual Ministro Jefe de la Casa Civil) negoció directamente con Marcelo Odebrecht una donación al PMDB de $ 10 millones de reales que habrían sido entregados en especie.
[2] La compañía corrompió a todas las escalas del gobierno (federal, regional y municipal). Uno de sus ejecutivos relata que en Uruguaiana (RS), la empresa financió la elección de cinco consejeros, de los once que tiene la ciudad, por la suma de 25.000 reales por campaña, con el objetivo de garantizar ser concesionaria del saneamiento municipal de la ciudad y «evitar futuros obstáculos indebidos a nuestra operación.»
Por Antonio Soler, SoB Brasil , 20/4/17