Obama en una historia de piratas
Por Enrique Oliva
Boletín Entorno año 7 Nº 31, 16/04/09
Los
somalíes no inventaron la piratería, pero la vienen
sufriendo hasta ahora, desde hace varios siglos. ¿Son
simples delincuentes o guerrilleros patriotas que luchan por
la liberación de su país ocupado por las multinacionales
del capitalismo colonial salvaje?
Barack Obama debió ocuparse del secuestro del barco yanqui
portacontenedores Maersk Alabama con 21 tripulantes
norteamericanos y su propia bandera, el pasado miércoles 8.
El carguero fue recuperado, pero antes los piratas se
llevaron como rehén al capitán Richard Phillips en una
lancha de salvataje y exigieron un millón y medio de euros
por su rescate, bajo amenaza de muerte. El comandante
convino con los asaltantes ofrecerse como rehén a cambio de
la liberación del barco y sus marineros.
La inseguridad se ha agravado en aguas del estratégico Golfo de Adén,
llave de acceso Sur al Mar Rojo por donde transita el 12 %
del comercio mundial marítimo y el 30 % de petróleo crudo.
La situación generó en los últimos meses que la OTAN,
Estados Unidos, Gran Bretaña, Rusia, China, India, Francia,
Alemania, España y otros países integraran la operación
Atalanta, enviaran naves de guerra a la zona de los
abordajes.
Los medios de difusión occidentales del lunes 12 divulgaron jubilosos al
mundo los festejos en EEUU porque el valeroso capitán
Phillips fue liberado sano y salvo. La repetida historia de
los hechos destacando que el presidente Barack Obama, como
Comandante en Jefe de las FFAA yanquis, había tomado
personalmente la conducción del rescate. Terminó el dramático
suspenso con la muerte de tres de los piratas y un cuarto
prisionero, un menor de edad. La pequeña lancha, sin
combustible y lejos de la costa, quedó a la deriva. A menos
de 30 metros de distancia emergía vigilante el destructor
Bainbridge, con misiles guiados. Desde esa nave dispararon
sus armas tiradores de elite del grupo comando Navy Seal que
habían descendido en paracaídas sobre el destructor.
¿Quiénes inventaron la piratería?
¿Quiénes por la piratería sometieron a la esclavitud a pueblos enteros y
usurpación desde siglos atrás hasta ahora a territorios?
Que responda en especial Europa, donde sus actuales más
importantes países usaron medios piratas para someter y
explotar a numerosos pueblos de la tierra, sin escatimar
violencias ni genocidios. En el caso de Somalía, sus
principales depredadores que se asentaron allí fueron
Inglaterra, Francia e Italia. Establecieron colonias a
sangre y fuego. Con el tiempo, a algunos les dieron una
falsa independencia pues siguieron dominando sus gobiernos
con dictadores corruptos y economías atadas a
multinacionales. Hoy alardean que esos pueblos subsisten por
la generosidad de sus ayudas de alimentos.
Interrogantes
y reflexiones sobre la piratería somalí
Sépase que Somalía posee 8.800.000 habitantes con el 99 % de islámicos y
una renta per cápita de solo 150 dólares anuales, ubicándose
entre los 5 pueblos más pobres del mundo, en un territorio
de 637.000 K2 o lo que le resta, pues ha sufrido varios
desmembramientos por el principio colonial de dividir para
reinar.
El barco liberado de EEUU era el sexto secuestrado en menos de una semana, y
en 2008 se registraron más de 150 casos similares. Asimismo
se ha difundido que el año pasado, en rescates conocidos y
cobrados por 42 navíos (de los más de 100 restante no se
conocen estimaciones) los piratas somalíes habrían
recibido más de 150 millones de dólares; un promedio de más
de tres millones y medio por unidad. Pero la cifra parece
irrisoria, pues se tiene conocimiento de algunos que pagaron
hasta 30 millones. A esas cifras debe sumarse el valor de
sus cargas y lo pagado por la liberación de rehenes. Y les
quedaban en negociaciones otros 20 barcos y más de 300
marineros.
El manejo de las negociaciones y cobros de rescates requieren experiencias
en trámites financieros y gran discreción. Eso hace
suponer que los piratas disponen de expertos con una
organización bien aceitada y, porqué descartarlo, quizás
cuenten con asesoramiento interesado de algún banco
internacional.
¿Cómo hacen para conservar y ocultar tanto dinero y cómo se aprovisionan
es un misterio, como el de movilizar y poner a buen
resguardo, por meses y meses, a los buques capturados y a
sus tripulaciones?
Si el capitán Phillips negoció con los piratas el trato de dejar en
libertad a los tripulantes y la nave que transportaba
alimentos para la población de la vecina Kenya ofreciéndose
él como rehén, demuestra que los atacantes poseen ciertos
códigos que respetan. Ahora se sienten defraudados y
prometen venganzas.
El País de Madrid decía
ayer: “Mientras que en EEUU se celebró como una victoria,
en Somalía se prometía venganza contra intereses
estadounidenses y franceses. La primera respuesta somalí
llegó ayer en un ataque con granadas de mortero contra el
aeropuerto de Mogadiscio, cuando se disponía a despegar el
avión en el que viajaba el congresista estadounidense
Donald Payne, quien salió ileso. Al menos una granada cayó
en el perímetro del aeropuerto. El político se acababa de
entrevistar con el presidente somalí, jeque Sharif Sheik
Ahmed, un islamista moderado, con el que EEUU y la Unión
Europea tratan de trabajar. El ataque fue reivindicado por
la milicia Al Shabah (Juventud) de la fracción más
extremista de la antigua Unión de Cortes Islámicas que
domina el Sur del país y la mitad de la capital. La CIA
asegura que Al Sabah tiene vínculos con Al Qaeda”.
El Washington Post trajo una nota titulada: “Temprana victoria
militar”, donde se pregunta “si la táctica de choque es
válida para enfrentarse al problema de la piratería”.
Ante esta refinada duda del diario norteamericano cabe señalar
que Estados Unidos debería pensar muy bien sobre las
posibilidades de éxito de una operación ofensiva militar
en gran escala contra Somalía en persecución de piratas.
Es de recordar las malas experiencias sufridas en las
intervenciones de Vietnam (aun no digerida por los yanquis)
como las de Afganistán y por último Iraq. En los tres
casos la tarea comenzó pareciendo fácil. Primero se
dibujaron los pretextos. Luego se comenzó con intensos
bombardeos a países sin tan sofisticados elementos para
matar con tecnología de punta y a distancia. Pero las cosas
se fueron complicando. Sus muchachos debieron hacer frente
con sus cuerpos a la guerra de guerrillas, a las emboscadas
y por último hasta a los terroristas suicidas. En el primer
caso ya vieron la película y su triste final. En los dos
siguientes se desvelan por encontrar una retirada
minimamente honrosa ¿Desearán tropezar otra vez con la
misma piedra? Y todo ello en medio de una terrible crisis
histórica, que puede traerles consecuencias aun peores.
En Vietnam ¿no se justificó la intervención por la supuesta provocación
de los vietnamitas a navíos yanquis en aguas de otro golfo,
el de Tomkin?
Duras
realidades
Debe pensarse con mucha serenidad y bien informados de la realidad en Somalía.
El diario El Periódico de Barcelona del pasado 14,
llama la atención sobre el fondo de la cuestión: “el
caos político y miseria” en Somalía y todo el Cuerno de
África. “Los verdaderos piratas están en Nairobi, Dubai
o en Londres, dijo Mwangura, Director del Programa de
Asistencia Marítima con sede en el puerto de Keniado de
Mombasa, el pasado diciembre, en referencia a empresarios
que hacen negocios con ellos y que les suministran equipos
de navegación y comunicación y armas”. Lo mismo dicen
otras ONG como la ecologista ECOTERRA.
El ya citado El País ayer trae declaraciones del canciller de Kenya,
Moses Wetangula en Nairobi diciendo que “no cabe la opción
de negociar con los piratas. Son la expresión de un
problema mucho más grave y más amplio: la falta de
gobierno estable en Somalía desde 1991, cuando fue
derrocado Siad Barre y surgieron decenas de señores de la
guerra y milicias integristas islámicas, que se han
repartido el territorio.”
Por su cuenta, el mismo diario agrega: “Kenya y Etiopía son de los países
más afectados por la inestabilidad en Mogadiscio. Ambos
tienen amplias zonas habitadas por somalíes que son
reclamadas por los más nacionalistas como parte de la Gran
Somalía. Ni Kenya ni Etiopía quieren islamitas radicales
en el poder en el país vecino”.
Volviendo al Golfo de Adén, no obstante la cantidad de naves de guerra
surcando sus aguas, ayer nos sorprendió la información de
que, en menos de 24 horas, piratas somalíes han capturaron
4 (cuatro) barcos y desaparecieron, sin dejar rastros, con
la intención de terminar con los festejos en Washington por
la “victoria temprana” de Obama.
Para terminar, volvemos a insistir con la gran pregunta: ¿La
piratería en aguas cercanas a Somalía está integrada solo
por grupos guerrilleros delictivos o también por patriotas
con ascendencia esclava, o esclavos rebeldes actuales, para
su liberación?.
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