Cuba y la geopolítica petrolera imperial en el Golfo
de México
Por Gian Carlo Delgado Ramos [1]
Rebelión, 17/05/04
La reciente postura estadounidense contra Cuba que se
desprende del "Informe al Presidente" de la Comisión de
Ayuda a una Cuba Libre (presidida por Collin Powell) debe ser vista
como un paso más en la flagrante violación a la soberanía nacional
de la Isla y con ello de la resolución 2625 de la Asamblea General de
la ONU de octubre de 1970[2], pero aún más, como la antesala de un
escenario que apunta cuando menos, a una ingerencia estadounidense
mayor sobre el territorio cubano, su recursos y su población; todo a
modo de protectorado de Washington.
El asunto no es menor y dificilmente pasa
desapersivido en el contexto pre-electoral actual. En febrero del
presente ya analizaba en un artículo[3] la posibilidad de una invasión
a Cuba como una carta para una peleada reelección de Bush y, en el
momento de redacción de dicho texto la situación electoral en la
potencia norteña no estaba tan peleada. Ahora el escenario se
complica marcadamente tanto por la suma de Warren Buffet, el segundo
hombre más rico del mundo, a la campaña del demócrata John Kerry
quien tienen una posición respecto a Cuba tal vez aún más
reaccionaria que la de Bush; como por la no menos escandalosa situación
en Irak que crecientemente se "les" sale de control (al
Gobierno de EUA y sus aliados) dada la intensa masacre de civiles
iraquíes, por el aumento del número de "bajas" de soldados
estadounidenses y, recientemente por la denuncia pública de la
tortura y presuntos asesinamientos de "presos de guerra" por
parte de personal militar estadounidense e inglés.
Del Informe para una "Cuba libre" presentado
oficialmente por Powell el 6 de mayo de 2004 se desprenden varias
lecturas e implicaciones. Aquí interesa dar cuenta de dos. Por un
lado, el documento claramente busca perfilarse como la clave para
ganarse a la cúpula político-empresarial de disidentes cubanos de
Florida (recuerdese que en las pasadas elecciones presidenciales
justamente en ese estado Bush perdió las elecciones aunque
oficialmente las "ganara" gracias al megafraude
electoral[4]). Por el otro lado, si se revisa el texto en cuestión se
puede dar cuenta, como indicaba, que se trata de un plan bien
orquestado para la anexión de Cuba como protectorado en donde la
disidencia jugaría el rol de cepayos de EUA en la isla. Las medidas
consideradas van desde el apoyo a la disidencia (financiero, logístico
y de formación de cuadros para la contrarrevolución) y al proceso de
transición a una Cuba post-Castro en el que fracasen "los planes
de sucesión del régimen", hasta la toma económica, política y
militar de Cuba por parte de Washington (véase más adelante). Se
trata de un escenario que toma mayor claridad si revisa desde una óptica
de la geopolitica petrolera imperial del Golfo de México en un
contexto en el que se han confirmado nuevas reservas y reservas
potenciales de petróleo en la zona, particularmente en lo que se
conoce como los hoyos de dona, unas formaciones geológicas que se
emplazan en el espacio geográfico en el que colindan las
jurisdicciones marinas de EUA, México y Cuba.[5]
Aunque se trata efectivamente de una región en la que
se han realizado muchas prospecciones petroleras, apenas recientemente
se cuenta con la información y la tecnología necesaria para concluir
que se trata de un área de alta concentración de hidrocarburos que
se caracteriza por encontrarse a grandes profundidades. No es casual
que en los últimos años las multinacionales petroleras se estén
lanzando con gran interés a la exploración y eventual explotación
de crudo en el Golfo de México. La velocidad con la que se están
licitando "campos de explotación (marinos)" es de
importancia ya que se considera que quien realice primero la extracción
del crudo en cantidades importantes se verá beneficiado de lo que se
conoce como el "efecto popote", entendido no tanto como la
perforación "horizontal" sino como al fenómeno que se
produce como producto del drenaje ocasionado por la gravitación. Por
lo anterior es que Barbosa Cano, especialista en la temática del
Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, considera que
ante la riqueza de petróleo en el Golfo que podría asecender a unos
100 mil millones de barriles, "…hay un riesgo real de que las
compañías estadounidenses se apropien del petróleo."[6]
En ese sentido llama la atención que EUA venga ya
desde hace algunos años licitando expeditamente un creciente número
de campos petroleros en la zona del Golfo de México.[7] Para Johnnie
Burton del Servicio de Administración de Minerales (MMS) de EUA, ente
encargado de dicha actividad (junto con otros como el Departamento del
Interior), señalaba en marzo del presente que "…Estados Unidos
está ahora en su noveno año de expansión sostenida de desarrollo
doméstico en explotación de petróleo y gas a gran profundidad en el
área del Golfo de México y no muestra señales de disminución."[8]
Y agrega, "…el potencial de recursos para la nación aumenta
con cada nuevo descubrimiento en aguas ultra-profundas."[9]
Así, entre los pozos de perforación descubiertos sólo
de 2001 a 2003 están: el Discoverer Deep Seas de Chevron/Transocean
en el Bloque AC 818, el Deepware Millenium de Anadarko Petroleum
Corporation/Trasnocean en el Bloque AT 349, el Jack Ryan de Shell
Offshore/Global Santa Fe en el Bloque AC 943, el Deepwater Nautilus de
Shell Offshore/Transocean en el bloque MC 657, el Deepwater Pathfinder
de Chevron/Transocean en el Bloque MC 696, el Explorer de BHP Billiton/Global
Santa Fe en el Bloque AT 618, el Discoverer Enterprise de BP
Exploration/Transocean en el Bloque MC 778, el Cajun Express y el
Marianas de Dominion Exploration/Transocean en el Bloque MC 734 y MC
772 respectivamente, el 1503 de Dominion Exploration/Pride en el
Bloque MC 773, el Discoverer Spirit de la Union Oil Co/Transocean en
el Bloque GC 943, o el Ocean Confidence de BP Exploration/Diamond
Offshore en el Bloque GC 826.
Lo anterior quiere decir que el potencial de producción
del Golfo significa para EUA, según datos del MMS[10], cerca del 30%
de la producción doméstica de petróleo y el 23 de la de gas; cifras
que podrían incrementarse conforme se confirmen las reservas
potenciales y se descubran otras nuevas en el área, así como a
partir de que los hidrocarburos propiamente de las las zonas económicas
exclusivas (ZEE) de México y Cuba sean "aspirados" por EUA
bajo el efecto "popote". Tómese nota que tal fenómeno
puede estar pronto en proceso, ya que de 1995 a 2002 la extracción
estadounidense de petróleo de aguas profundas del Golfo aumentó en
un 535% mientras que la de gas lo hizo en 620 por ciento.
En este panorama, las reservas de México en el Golfo
de México se esperan sean mayores que las de EUA. Mientras estas últimas
se calculan rondan los 15 mil millones de barriles de pretóleo y los
47 mil metros cúbicos de gas (considerando las reservas probadas y
esperadas), las mexicanas podrían cuando menos situarse en los 22 mil
millones de barriles de petróleo, pero podrían aumentar según se
vayan confirmando los más 170 "proyectos probables" que
Petróleos Mexicanos (Pemex) así ha clasificado después de haber
realizado más de 800 exploraciones en aguas profundas del Golfo (de
ahí que Barbosa Cano indique que las reservas potenciales de petróleo
de toda la zona del Golfo podrían ser de hasta unos 100 mil millones
de barriles).
Los datos para la ZEE cubana de 112 mil km2 no están
del todo claros, ni tampoco del tipo de crudo ha encontrarse. Como es
sabido, Cuba posee yacimientos de petróleo de alto contenido de
azufre, lo que lo hace un petróleo muy pesado. No obstante, se cree
que al norte y noroeste de la Isla pueda haber estructuras geológicas
profundas de crudo ligero. Para su prospección (algo imposible en la
década de 1950 cuando, por ejemplo, Standard Oil realizó
exploraciones), la Isla ha dividido su ZEE que se extiende a modo de
un triangulo en 59 bloques de 2 mil km2 cada uno y que ya ha comenzado
a licitar (10 hasta ahora) a empresas petroleras como Petrobras
(Brasil), Repsol YPF (España), o Sherrit International (Canadá).
Las reservas cubanas no parecen ser nada
despreciables. Repsol YPF anunciaba que la reservas potenciales
correspondientes únicamente al bloque de Yamagua podrían ser de unos
1,600 millones de barriles o lo equivalente al 30% de las reservas
probadas actuales de la multinacional. Las estimaciones para los seis
bloques al norte de Cuba, según Repsol YPF, podrían contener hasta
seis mil millones de barriles. Consecuentemente, la multinacional
considera a Cuba como "una de sus zonas prioritarias de
crecimiento".[11] Pero nótese que las reservas potenciales podrían
ser aún mayores, lo que únicamente se puede confirmar hasta el
momento de la perforación.
El hecho que el embargo a Cuba no permita a
multinacionales de EUA celebrar contratos con la Isla ha sido un obstáculo,
en este caso, para la explotación del petróleo cubano, mismo que
presumiblemente se pretendía negociar como parte de las reservas de
EUA ya que el primer gobierno de Bush dejó fuera de la negociación a
Cuba al hablar sólo de 'dos zonas' (la estadounidense y la mexicana)
y en ningún momento de una 'tercera' correspondiente a la Dona
Oriental sobre la que Cuba tiene incuestionables derechos.[12]
Tal situación parece que bien podría quedar resuelta
bajo un escenario "post-Castro" a cargo de los cepayos de
EUA en Cuba, asunto que es puntualmente considerado en el Informe para
una Cuba Libre. Entre las indicaciones en ese supuesto escenario, los
cepayos de EUA en Cuba han de considerar, como parte de un programa de
liberalización de la economía por medio de privatizaciones totales
de las empresas cubanas -a cargo del Fondo Monetario Internacional y
el Banco Mundial-, la celebración de un Tratado Comercial con EUA y
en segundo plano, el lanzamiento del país como un miembro más de la
ansiada Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA). En tal
escenario EUA ha puesto la mira sobre las reservas cubanas de
minerales como el niquel y el cobalto y, por supuesto, de petróleo.
Textualmente el Informe suscribe que, "…en el
mediano plazo, el Servicio Geológico de EUA debe estár preparado
para proveer asistencia y ayuda en la modernización de instituciones
gubernamentales críticas como la exploración geológica, ministerios
de minas y organizaciones relacionadas. Esto deberá incluir el
desarrollo e implementación de programas de prospección minera…[y]
la modernización de exploraciones geoquímicas y geofísicas y de
elaboración de mapas geológicos…" Entre los cuales ha de
incluirse por supuesto la localización puntual de potenciales
reservas petroleras terrestres y particularmente marinas.
'Amablemente' EUA se autopropone como el actor para
"garantizar la oferta creciente de crudo requerido por la economía
Cubana y para modernizar y mantener en adecuado funcionamiento la
capacidad de refinado del mismo.[13] Para tal propósito la apertura
de Cuba a la inversión extranjera directa es nodal, indica el
Informe. Así, las presiones de la cúpula empresarial petrolera de
EUA para celebrar contratos con Cuba quedarían resueltas, al tiempo
que se posicionaría dicha potencia norteña de un negocio que en
principio, visto imperialmente, debería de ser estadounidense pero
que sin embargo, por el momento está consolidandose en manos de
multinacionales europeas.
En el Informe no queda claro cómo sería, según EUA,
el proceso hacia "una Cuba libre" pero vale contemplar como
posibilidad una invasión militar, sobre todo si se tiene en cuenta
que la potencia norteña está siendo dirigida por una cúpula
delincuencial enloquecida que no ha dudado en usar el terror del
Estado a lo largo y ancho del orbe, al tiempo que ha venido actuado
unilateralmente y ha violado de modo sistemético el derecho
internacional (ya no se diga los derechos humanos).[14] Las
justificaciones que podrían vertirse son ya bien conocidas y
desgastadas: la guerra contra el terrorismo (ante un eventual
operativo clandestino o "autoataque" químico-biológico
contra población civil en EUA [¿o Cuba?] que sería cobrado sin
cuestionamientos al "régimen castrista") y como parte de un
"esfuerzo" para "llevar la democracia al pueblo cubano
y librarlo de la dictadura de Castro".
Y es que como atinadamente advierte
Saxe-Fernández,
"…es necesario agregar el factor geoestratégico que representa
la participación cubana en los recursos petroleros del Golfo de México
y su impacto en la planeación militar del gobierno de Bush -y de los
intereses que representa- hacia Cuba y sus riquezas de hidrocarburos
en la Dona Oriental. Podríamos afirmar que el peligro de una operación
contra la Isla se ha acrecentado como resultado de la 'nueva geografía
petrolera' del Golfo de México, de la desmedida ambición y codicia
por el petróleo cubano y mexicano, y de la peligrosa proclividad
hacia el unilateralismo de la camarilla que hoy domina las decisiones
de la Oficina Oval."[15]
De cualquier manera, en el interín, el Informe
propone estudiar la posibilidad de una aplicación del Título III de
la Ley Helms-Burton[16] que evoca la posibilidad de autorizar la
celebración de juicios en cortes norteamericanas contra empresarios
de terceros países que hagan negocios con Cuba...digamos algunas
petroleras que operen en el Golfo de México; proceso mediante el
cual, al menos se encajonaría y subordinaría la presencia de tales
multinacionales en la Isla, al tiempo que se incrementa la capacidad
de explotación del crudo en el lado estadounidense beneficiandose del
efecto "popote". Lo primero ya es es una preocupación que
ha expresado Repsol YPF al indicar que "espera que la tensión
política no afecte su actividad".[17]
A lo anterior vale la pena agregar la consideración
del Informe para elevar los esfuerzos para involucrar a gobiernos de
terceros países en las campañas contra la Revolución Cubana.
Ahora bien, a modo de reflexión final vale hacer
algunas precisiones sobre las implicaciones de la nueva geografía
petrolera para los tres países involucrados y que sin duda alguna
resultan ser de orden mayor.
En México, la actuación subordinada y entreguista de
la cúpula mexicana está llevando a la privatización de facto del
complejo petro-eléctrico-gasero del país (tal y como Saxe-Fernández
lo analiza detalladamente en su libro La Compra-Venta de México.
Plaza y Janés, 2002). El entusiasmo con el que México viene
adjudicando Contratos de Servicios Múltiples a empresas extranjeras
(particularmente estadounidenses) entre los que se incluyen la
licitación de campos petroleros en la zona económica exclusiva del
Golfo de México (entre otros como los emplazados en la Cuenca de
Burgos) es un asunto de discusión urgente que debe ser sujeto de
auscultación pública.
En Cuba, la molestia para EUA es que las reservas
petroleras de ese país caribeño vienen siendo objeto de negocio de
multinacionales no-estadounidenses que además, dan "aire" a
la economía cubana, una "espinita en la garganta
washingtoniana", en palabras de Saxe- Fernández, porque
"…es un ejemplo inaceptable para Washington ya que si una pequeña
isla con 11 millones de habitantes, localizada a sólo 90 millas, ha
sido capaz de disuadir a la mayor potencia hemisférica de una invasión
militar, aún después del colapso soviético y de toda su estructura
internacional ¿qué pasaría si mañana llega al poder un gobierno
decidido a defender el derecho al desarrollo económico, la
industrialización, la soberanía y la independencia, por ejemplo de
Brasil, país con más de 8 millones de km2, con el 20% de las
reservas de agua del mundo, con la primera reserva de biodiversidad
del orbe e importantes yacimientos de minerales; o de México con 100
millones de habitantes e importantes reservas de recursos naturales,
de Venezuela con cerca del 70% de las reservas probadas de crudo
hemisférico, o de naciones de tamaño medio pero de enorme
importancia estratégica como Colombia, Perú, Bolivia, etcétera?"[18]
La geopolítica petrolera imperial en el Golfo de México es pues un
factor que da una nueva tonalidad a la proyección de los intereses
estadounidenses sobre la región, afectando tanto a México como a
Cuba pero también al resto de Latinoamérica. Las consecuencias a la
soberanía y la seguridad nacional son de gran envergadura y de modo
especialmente llamativo para el caso cubano por las razones antes
indicadas.
Con o sin invasión, es claro que la escalada
injerencista de EUA hacia Cuba es un puntal de acción tanto para Bush
como para el candidato demócrata John Kerry. Pero, el grave error de
ejecutar una operación militar contra la isla para "un cambio de
regimen" antes o después de las elecciones, generaría como bien
ha indicado Saxe-Fernández, un repudio regional e internacional y una
resistencia cubana de insospechadas dimensiones. [19] Los costos políticos
para EUA en Latinoamérica igualmente podrían ser considerables.
Desde Cuba, resistir a un escenario de fuertes costes
económicos y políticos, pero sobre todo, sociales/humanos, producto
de un recrudecimiento de la injerencia estadounidense o de una operación
militar, claramente requiere de una fuerte cohesión y resistencia
social (antes y después de dichos escenarios) pero también de una
creciente labor de denuncia en el contexto internacional. Como bien un
colega cubano me comentaba al respecto, más vale derramar una gota de
sudor ahora que una gota de sangre mañana.
Notas:
[1] Gian Carlo Delgado Ramos es economista mexicano
egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México y candidato
doctoral en "Economía Ecológica y Gestión Ambiental" de
la Universidad Autónoma de Barcelona. Autor de La Amenaza Biológica
(Plaza y Janes, 2002) y de Biodiversidad, Desarrollo Sustentable y
Militarización (Plaza y Valdés, 2004).
[2] La resolución indica textualmente que "ningún
Estado puede aplicar o fomentar el uso de medidas económicas, políticas
o de cualquier otra índole para coaccionar a otro Estado a fin de
lograr que subordine el ejercicio de sus derechos soberanos y obtener
de él ventajas. Todo Estado tiene el derecho inalienable de elegir su
sistema político, económico, social y cultural, sin ingerencia en
ninguna forma, por parte de ningún otro Estado." (UN General Assembly
Resolution 2625 (XXV) Declaration on principles of international law
friendly relations and co-operation among states in accordance with
the charter of the United Nations. Nueva York, 24 de octubre de 1970.)
[3] Delgado-Ramos, Gian Carlo. "La invasión
militar a Cuba, carta para una peleada reelección de Bush. América
Latina en Movimiento (ALAI). 27 de febrero de 2004. Publicado también
en: Rebelión y Cuba Debate (Cuba, abril de 2004); Peace Link (Italia,
abril de 2004); revista "AL Filo" (México, mayo de 2004).
[4]
Léase: Palast, Greg. La mejor democracia que el dinero puede comprar. Crítica. España,
2003.
[5] Vale precisar, como bien lo recuerda
Saxe-Fernández,
que el término 'hoyo de Dona' "…se utiliza para denominar 'una
línea extremadamente discontínua' consistente en dos porciones, la
occidental y la oriental, que rebasaron las 200 millas
correspondientes a México y EUA, y los límites, en estas porciones,
que no se negociaron en el Tratado sobre la Zona Económica Exclusiva
de 1977. Es decir, no se trata ni de 'hoyos', ni tienen forma circular
o de dona" (Saxe- Fernández, John. "Cuba y los hoyos de
dona." La Jornada. México, 1º de abril de 2004).
[6] Rodríguez, Israel. "Las reservas petroleras
en el Golfo de México, segundas en importancia." La Jornada. México,
12 de marzo de 2004.
[7] En la lista de licitaciones se tienen para agosto
de 2004 la venta 192 al Oeste del Golfo de México (GOM), para marzo
de 2005 la 194 en el Centro del GOM, para agosto de 2005 la 196 al
Oeste, para marzo de 2005 la 197 al este, para marzo de 2006 la 198 al
Centro, para agosto de 2006 la 200 al Oeste y para marzo de 2007 la
201 al Centro del GOM.
[8]
MMS. "Ultra-Deep Drilling Record Set Deepwater Energy Exploration
Expands." News
Realease # 3036. EUA, 4 de marzo de 2004.
[9] Ibidem.
[10] Ibidem.
[11] Casado, R. "Repsol YPF inicia la búsqueda
de crudo en Cuba para elevar sus reservas." Expansión. España,
4 de mayo de 2004.
[12] Véase Barbosa, 2004. Citado en Saxe-Fernández,
2004. Op cit.
[13]
Powell, Colin. Report to the President. Secretary of the State.
Commission for Assistance to a Free Cuba. EUA, mayo de 2004: 267-268.
[14] Para una reflexión sobre la temática revise:
Saxe-Fernánde, John y Delgado-Ramos, Gian Carlo. Globalización del
Terror, Amenaza Bioterrorista. Centro Juan Marinello. Cuba, 2002.
[15] Saxe-Fernández, 2004. Op cit.
[16] Cuban Liberty and Democratic Solidarity Act o Ley
Helms-Burton de 1996 que entre sus actores está Roger Noriega,
Secretario Asistente de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental.
Disponible en: http://usinfo.state.gov/regional/ar/us-cuba/libertad.htm
[17] Casado, 4 de mayo de 2004.
[18] Saxe-Fernández, mayo de 2004. Op cit.
[19] Ibidem
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