Elecciones
en Uruguay
El
31 sólo votamos Sí
Convergencia Socialista, Uruguay, 12/10/04
Las últimas semanas de la campaña electoral
mantienen la apatía con la que comenzó y la falta más absoluta de
participación popular. Es una campaña superestructural, limitada prácticamente
a la publicidad en los medios de comunicación, consecuencia de una de
las crisis más profundas que vive la clase trabajadora y el pueblo
uruguayos: campean el hambre, la pauperización, los asentamientos, la
deserción escolar y liceal, la desatención sanitaria, la
delincuencia de cuello blanco e institucional, la impunidad, el saqueo
imperialista de los pocos recursos que le quedan al país, la extorsión
impositiva, y una larga lista que ha llevado a este pueblo, conocedor
de verdaderas hazañas de masas, a una especie de adormecimiento o
desesperanza aguda en sus propias fuerzas. Ni la gran huelga de la
salud, ni las movilizaciones estudiantiles y populares de agosto, ni
la huelga de los trabajadores del correo, ni de la impositiva, ni de
las anteriores luchas de los municipales, ni la propia movida actual
por el agua han logrado una acción de conjunto que pudiera frenar la
embestida de este gobierno sirviente del imperialismo, encabezado por
Batlle y la patota colorada y blanca que sigue con total impunidad:
Muchos son los uruguayos que esperan la solución de sus
problemas de un próximo gobierno frentista. Nosotros respetamos ese
sentimiento, ya que entre ellos están la mayoría de los más grandes
luchadores de los últimos treinta o cuarenta años. Y también
respetamos la voluntad de otros miles y miles de uruguayos que, sin
muchas o pocas expectativas, van a votar al EP-FA-NM para sacarle la
manija del gobierno a los delincuentes blanquicolorados, responsables
directos de las penurias que vivimos los trabajadores y demás
sectores populares. Quieren darle una oportunidad a los que no han
gobernado nunca, y están en todo su derecho. Pero eso no significa
que compartamos su decisión.
Si una característica tiene esta campaña electoral es la
vergonzosa disputa del centro por parte de las tres fuerzas
tradicionales. Es cierto que, a pesar de su demagogia, el guapo Larrañaga
y sus jinetes, no pueden ocultar del todo que la mayoría de las
propuestas con las que intentan competir con el FA, son solo un
teatro; no obstante, ha conseguido prácticamente la adhesión de un
tercio de los lectores, cuando su partido había sido apaleado en las
elecciones anteriores. Tampoco se le escapa a nadie el ridículo que
hacen, desde su estruendosa retirada Sanguinetti- Stirling, con el
slogan de la revolución del centro. Pero, lo que es imposible
de disimular es la actitud de la dirección frenteamplista, que
termina de completar, sin ningún pudor, su giro a la derecha,
borrando hasta la última letra del programa progresista de 1971. Se
renuncia explícitamente al socialismo, a la lucha contra el
imperialismo, a la solidaridad militante con los pueblos que luchan
por su liberación y contra la opresión, a que los asesinos de la
dictadura paguen por sus crímenes, a defender en la calle hasta la última
gota de nuestros recursos naturales, a detener el desangre y
empobrecimiento que significa el pago de la deuda externa, y mucho más.
Ahora, los dirigentes frentistas van a pedir la bendición de los
organismos financieros internacionales a la misma cueva del
imperialismo y le prometen que si ganan el gobierno serán sus dóciles
y cumplidores alumnos.
Nosotros creemos que esta situación no se revierte yendo a
votar dócilmente por los candidatos del FA y, aunque respetamos, como
ya dijimos, la voluntad de quienes apuestan por esa salida, no la
podemos apoyar con nuestro voto. Por eso, el 21 de octubre sólo
pondremos la boleta del SÍ en el sobre, seguros de que nos volveremos
a encontrar, como de costumbre, en cada lugar donde se luche contra el
hambre, la impunidad, el saqueo imperialista, la solidaridad con los
pueblos que combaten contra el imperialismo, por su dignidad e
independencia. Y llamamos ya, a todos los luchadores, que por dentro y
por fuera del FA estén dispuestos a pelear, a organizar la lucha por
las necesidades más apremiantes de las masas pobres de nuestro país,
y a exigirle a la dirección frenteamplista que convoque a la
movilización de todos sus afiliados y simpatizantes para imponer de
inmediato el plan de emergencia que ella misma ha levantado en esta
campaña, porque las barrigas y la salud de centenares de miles de
uruguayos no puede esperar hasta marzo.
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