La
arremetida del "etnocacerismo”
El regreso de los Humala
El
nombre Ollanta Humala es difícil de olvidar. Él fue un valiente teniente
coronel que, acompañado por tan solo un puñado de reservistas, insurgió
contra Alberto Fujimori en octubre del 2000, inspirado en las hazañas de
su héroe Andrés Avelino Cáceres. Durante el gobierno de Paniagua,
Ollanta y su hermano Antaruo, depusieron las armas y se entregaron y
fueron finalmente amnistiados. Pero ése no fue el fin de la leyenda de
los hermanos Humala. Ahora, Antauro es el líder de un movimiento
ultranacionalista —autodenominado "etnocacerismo"— que recluta a
decenas de reservistas que recorren el país difundiendo su ideología a
través de un pasquín que se llama "Ollanta", como su hermano.
Este es un especial sobre el etnocacerismo, dos años después.
Por Marco
Sifuentes
Agenciaperu.com, 20/10/02
Uniformados,
marciales y decididos, marchando en fila de a dos, gritando mueras contra
el FMI, la banca mundial y el ALCA, una docena de personas destruyeron [la
estatua de]
Cristóbal Colón.
O
eso decían. Para los transeúntes del centro de Lima, lo que sucedió el
último 12 de octubre fue, simplemente, un acto vandálico contra las
ofrendas florales depositadas en el monumento a Colón en el paseo del
mismo nombre.
¿Pero
por qué estas personas odian a Colón? ¿Y qué tienen en común con un
abogado empresarial, un mayor retirado del Ejército y un estudiante de la
Universidad Católica?
Esta
es la historia de una sublevación, de un movimiento político-militar, de
una ideología. Pero sobre todo, ésta es la historia de una familia.
Los
Humala
Isaac
Humala, abogado empresarial, asegura que su apellido es de eximio
linaje."Históricamente somos curacas" afirma. "Tal es así
que el primogénito de los Humala va a estudiar al Cuzco. ¿Por qué? Por
tradición de la época de los incas".
Don
Isaac es el creador de una ideología llamada etnonacionalismo.
"Somos racistas, por supuesto", sostiene don Isaac. "De las
cuatro razas que existen en el mundo, la cobriza esta marginada y nosotros
la reivindicamos".
"Cobrizos
son los indios; pero además son los cholos, que son cobrizo con blanco;
los zambos, con negro; y los injertos, con amarillo", explica.
El
etnonacionalismo postula que la raza cobriza, por ser mayoría en el Perú,
debería ser la que gobierne el país. "Los blancos son el 3% de la
población, por tanto, en un gobierno verdaderamente justo participarían
en el 3% del poder, de la economía, de todo", reflexiona.
Don
Isaac Humala no se limita a pensar. Es el creador del Instituto de
Estudios Etnogeopolíticos (IEE), donde se cultiva su ideología.
"Pensamos ser gobierno y establecer un gobierno verdaderamente democrático.
No puede ser que el 3% domine por quinientos años al 97% de la población".
El
IEE tiene diversas ramas: la etnofilosofía, la etnohistoria, la
etnobiología y el etnocacerismo, la rama militar que comanda su hijo, el
Mayor (r) Antauro Humala Tasso.
El
etnocacerismo
Eran
los días intensos. La dictadura no terminaba de colapsar, Fujimori y
Montesinos se aferraban al poder con las uñas y el país estaba a la
deriva. Fue entonces cuando, por primera vez, la opinión pública escuchó
el término "etnocacerismo".
El
29 de octubre del 2000, en Tacna, el teniente coronel Ollanta Humala Tasso,
acompañado por su hermano Antauro y cincuenta hombres más, reivindicaron
al héroe de la Breña, Andrés Avelino Cáceres, y se levantaron en armas
exigiendo la inmediata renuncia del entonces presidente Alberto Fujimori.
Su
gesta pasó a la historia. Luego de la fuga de Fujimori, los hermanos
Humala se entregaron junto a los seis reservistas que resistieron los dos
meses que duró su peregrinaje por los Andes del sur del Perú. Todos
fueron amnistiados.
Pero
este movimiento dentro del Ejército, en realidad, es más antiguo.
"En el campo militar también existe el grupo MEC, Militares Etno-Caceristas,
que tiene mas de diez años", explica don Isaac.
El
etnocacerismo existe desde 1989, cuando se creó como una forma diferente
de luchar contra el terrorismo. A diferencia de los métodos de la alta
oficialidad, que atacaba a la subversión mediante la represión brutal,
el MEC tomaba en cuenta, respetaba y se apoyaba en la población civil de
los andes.
Durante
la década de los 90, el mayor Antauro Humala fue retirado del Ejército
cuando su proselitismo del MEC se volvió incómodo para su institución.
"A
mí siempre me preguntan cómo repotenciar las FF.AA. Yo siempre digo que
hay dos vías: La forma de acción A y la forma de acción B",
empieza a explicar el mayor Antauro.
"La
forma de acción A cuesta dos mil millones de dólares. La B, sólo 60
soles: lo que cuestan dos caserinas para fusilar a todos los almirantes y
generales. Así, en dos días, tenemos al Ejercito operativo",
remata. Antauro saborea la calculada osadía de sus declaraciones.
En
el retiro, el mayor Antauro está dedicado a convertir al etnocacerismo en
el movimiento político que permitirá que la raza cobriza recupere el
poder. "Seremos una opción en el 2006", sentencia.
"La
única prensa que dice la verdad"
Ése
es el absolutísimo motto de "Ollanta", un periódico
quincenal que difunde la ideología etnonacionalista. Cuesta un sol y lo
reparten los reservistas reclutados por Antauro.
Estos
reservistas -llamados "avelinos", en honor a Cáceres- no sólo
venden el periódico por calles y plazas, sino que intentan convencer de
su doctrina a sus potenciales lectores y cultivan la conciencia
nacionalista.
"Hay
que saber compatriotas que ningún gobernante se ha interesado en la
educación del pueblo" exclama Luis, un "avelino" que porta
un megáfono.
Existen
ocho batallones que dedican toda una semana a repartir el periódico
"Ollanta" por todos los pueblos, ciudades y caseríos del sur
del país. Hace poco un grupo fue a Tambogrande y Antauro acaba de mandar
un batallón a Cajamarca como parte de "su labor de pedagogía y
educación política al pueblo".
Estos
batallones están inspirados en el modelo mexicano zapatista: son pacíficos
y sólo buscan adoctrinar a la gente.
Son
casi 80 reservistas dedicados al adoctrinamiento y venta de "Ollanta".
Cada uno gana 50 céntimos por cada periódico que vende, la otra mitad
está destinada al IEE. "Ollanta" tiene un envidiable tiraje de
casi 50 mil ejemplares. Haga usted las matemáticas.
Formando
cuadros
Hace
unos días, cientos de personas provenientes de todo el país se reunieron
en un local del centro de Lima para recordar el segundo aniversario del
Levantamiento del 29 de Octubre. La reunión, convocada mediante avisos
publicados en "Ollanta", también fue el primer paso en serio
con miras a formar un movimiento político nacionalista.
Hubo
discursos de los organizadores, intervenciones de los asistentes, gritos
de consignas nacionalistas, aplausos al por mayor, diatribas contra todo
lo que suceda o provenga de fuera de las fronteras patrias y hasta un
poema dedicado al General Juan Velasco Alvarado.
Por
si hubiera alguna confusión, Antauro Humala asegura que el etnocacerismo
no es de izquierda. "Nosotros consideramos el motor de cambio, antes
que un Lenin o un Mao, es un Manco Capac". Pero acto seguido acepta
que "la manera coherente de ser nacionalista, tiene muchas veces
coincidencia con la manera coherente de ser socialista en el Perú".
Pero
el etnocacerismo, más bien, es una cuestión de piel. "Santa Cruz y
Velasco eran cholos, mestizos, y gobernaron patriotamente. El primer cholo
que gobierna traidoramente es Toledo, por eso le decimos Felipillo",
explica Antauro. "A los cholos antes los empleaban como chulillos.
Ahora los emplean como presidentes", sostiene el mayor, contieniendo
una sonrisa..
"Obviamente
debería renunciar", ametralla el mayor Humala, "pero el
problema no acaba ahí. Podemos poner a Jesucristo de presidente del Perú,
pero también terminaría con 2% en las encuestas si es que no cambia el
sistema". ¿Cuál sistema? "El sistema impuesto desde el
extranjero desde 1532".
Este
movimiento se asume como radical, coquetea con ciertas formas
dictatoriales, desconoce el Tratado de Paz con Ecuador y es abiertamente
hostil con Chile.
"La
coherencia, la inteligencia, la lógica, el patriotismo es quemar llantas,
es ser radical ante un estado hampón, delincuencial y radical",
continúa el mayor, desafiante. "Desde hace tiempo se está aplicando
un proceso de 'amariconamiento' de las sociedades de color. Les dicen que
la violencia es mala. Mentira. La violencia es un estado natural de todo
animal y de todo ser humano".
Sobre
las ambiciones políticas del movimiento y su evidente desdén por las
formas democráticas, Antauro sólo afirma: "No estamos apurados.
Sabemos que podemos ser opción de poder, tanto en formas convencionales
como no convencionales".
¿Y
Ollanta?
Ollanta
Humala, el ídolo de las multitudes etnocaceristas, está reincorporado al
Ejército y es un pacífico estudiante de la Maestría de Ciencias Políticas
de la Universidad Católica.
El
teniente coronel Humala está en actividad y no puede dar declaraciones.
Fuentes cercanas a la familia aseguran que Ollanta no está de acuerdo con
la visión radical de Antauro y ni siquiera con el uso de su nombre en el
periódico. "La solución a los problemas del país no pasa por la
exclusión de ningún sector de la sociedad" habría comentado en sus
círculos cercanos.
Al
respecto, Antauro sólo responde que, bueno, "yo soy Antauro Humala y
él es Ollanta Humala. Obviamente tenemos pensamientos diferentes."
Internamente,
Ollanta continúa con su defensa del honor militar. Ha presentado una
arriesgada denuncia contra los oficiales que firmaron el acta de sujeción
al 5 de abril.
Mientras
tanto, el teniente coronel ha sido relegado a un trabajo burocrático en
un despacho de la Presidencia del Consejo de Ministros, fuera de los
cuarteles. Fuentes militares sostienen que la intención es presionarlo
hasta que él mismo pida su baja.
Ni
calco ni copia
El
batallón de Avelinos que destruyó a Colón fue reprimido por el sistema
durante unas horas. Hasta que llegó don Isaac y los sacó de la Comisaría
Alfonso Ugarte.
No
fue la primera vez ni será la última. El etnocacerismo choca contra el
sistema establecido: globalización, libre mercado, democracia
"criolla". Contra todo o casi todo.
Así que si usted despierta un día detestando al Sistema, diríjase al
centro de Lima. Tal vez se encuentre con los Avelinos, tal vez les compre
un "Ollanta", tal vez se enrole en sus filas. El único
requisito: usted debe ser cobrizo, ¿okay?
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