Crecimiento en América
Latina
¿Adónde va a parar?
Por Eduardo Ibarra
Aguirre
Argenpress, 10/01/05
Hoy le comparto y
comento dos notas latinoamericanas. Una, como dicen frecuentemente,
buena y otra mala, para las mayorías que habitamos al sur del río
Bravo y hasta la Patagonia.
La primera es que
Latinoamérica logró en 2004 el mejor desempeño económico en una década.
La segunda consiste en que transfirió al exterior 77 mil 826 millones
de dólares como pago de intereses y remisión de utilidades a las
trasnacionales que operan en la región.
De acuerdo con el
balance de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe
(CEPAL), el subcontinente logró en 2004 una tasa de crecimiento de
5.5 por ciento, la mejor en más de una década, tras dos años de
limitada actividad. El producto interno bruto regional creció 1.9 por
ciento en 2003 y 0.5 por ciento en 2002.
Sin embargo, este
notable crecimiento económico, al que también le antecede la que los
latinoamericanistas denominan década pérdida, la de los 90, ocurre
paralelamente a la otra cara de la misma moneda: la persistente
tendencia a la elevación de la transferencia neta de recursos al
exterior, simultáneamente a la disminución de los flujos de la
inversión extranjera directa.
Según estimaciones
del organismo dependiente de la Organización de la Naciones Unidas,
las transferencias netas de recursos en 2004 de América Latina y el
Caribe al exterior, completa el ciclo de cuatro años en que ocurre
este fenómeno.
Durante 1995-2000,
excepto en 1999, la región fue receptora neta de recursos. Y los 77
mil 826 millones de dólares transferidos al exterior durante 2004,
superan en 126 por ciento a los efectuados en 2003. Para la Cepal la
trasferencia neta de recursos representa la diferencia entre el
ingreso neto de capitales menos los pagos netos de utilidades e
intereses, como explica Roberto González Amador en La Jornada.
Mientras que más que
se duplicó la transferencia de recursos al exterior, la inversión
extranjera directa se mantuvo con un crecimiento bajo, y en 2004 el
monto fue de 37 mil 848 millones de dólares, es decir menos de la
mitad de los recursos transferidos por pago de intereses y utilidades.
Este fenómeno tiene
una explicación en la privatización de los activos más productivos
de Latinoamérica, desde mediados de los 80 del siglo XX y hasta
finales de la década pasada, como parte de los planes de ajuste
impuestos por el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, a
raíz de la crisis de la deuda externa de hace 20 años (José Luis
Calva dixit).
Los activos
adquiridos por empresas trasnacionales generan ahora mayores montos de
utilidades y éstas se destinan a sus metrópolis. Sólo entre 2002 y
2004 la transferencia neta de recursos realizada por América Latina
alcanzó 153 mil 191 millones de dólares, cifra superada en 45.15 por
ciento respecto a los 105 mil millones de dólares que ingresaron a la
región, como inversión extranjera directa, en el mismo lapso.
Un macro modelo económico
expoliador, impuesto por el BM y el FMI, en pleno funcionamiento y,
simultáneamente, en vías de agotamiento sobre todo en el Cono Sur.
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