Ecuador en crisis
Disuelven la Corte y decretan
el estado de emergencia
IAR-Noticias,
16/04/05
Miles de
opositores y líderes políticos demandaron el sábado la dimisión
del presidente de Ecuador, Lucio Gutiérrez, tras declarar el estado
de emergencia y resolver la disolución del Tribunal Supremo en
un intento por poner fin a la crisis política y declaró el estado de
emergencia en la capital, Quito.
Gutiérrez,
un militar populista retirado con 27 meses de gestión, emitió a última
hora del viernes un decreto con el que cesó en su cargo a los 31
miembros del Supremo, amparándose en una oscura norma
constitucional que obliga al Estado a garantizar a los ciudadanos la
"seguridad jurídica".
A través
de esta polémica resolución, Gutiérrez intenta revisar la decisión
de una mayoría legislativa oficialista que cesó en diciembre a los
miembros del tribunal por tener supuestamente nexos con la oposición,
y los reemplazó con jueces afines, pese a que la legislatura
no tenía facultad constitucional para intervenir el tribunal.
"Pongámonos
todos en las manos de Dios", dijo Gutiérrez, justificando su
decisión y clamando por apoyo a su gestión.
La
disposición presidencial incrementó las tensiones y avivó las
protestas callejeras y los cacerolazos que sacuden Quito hace varios días,
mientras que la oposición cuestionó su legalidad debido a que Gutiérrez
no puede anular las resoluciones de otras funciones del Estado, por lo
que lo acusaron de "dictador".
"No
tiene ninguna valor jurídico", dijo el alcalde de la ciudad
portuaria de Guayaquil, Jaime Nebot, influyente líder del partido
Social Cristiano (PSC), el más grande del país, atizando las
protestas populares contra el mandatario y ahondando el caos político
desatado por el control del Supremo.
En un mensaje
difundido por TV, Gutiérrez dijo que la medida fue tomada debido al "estado
de conmoción interna" por las protestas y movilizaciones
populares contra el Gobierno y la Corte Suprema. Explicó que el
decreto implica "limitar los derechos civiles" y
establecer como zona de seguridad a la ciudad de Quito y el distrito
metropolitano.
La decisión de Gutiérrez debe ser
ratificada por el Congreso, que tiene la facultad de levantar el
estado de excepción. El jurista, Enrique Echeverría, expresó que
Gutiérrez. "No tiene facultad para disolver la Corte Suprema,
pues esa Corte solo podría ser cesada por el Congreso, porque esa
Corte fue nombrada por el Congreso", señaló.
La crisis política en Ecuador
había comenzado el 8 de diciembre pasado, cuando una mayoría
parlamentaria oficialista reorganizó la Corte Suprema de Justicia,
destituyendo a los antiguos jueces y reemplazándolos por magistrados
afines al Gobierno.
En su mensaje de anoche al país, el
presidente Gutiérrez admitió que la tensión política comenzó
cuando se destituyó a los antiguos jueces de la Corte, en diciembre
pasado. Y se lamentó de que los grupos políticos en el Congreso no
hayan encontrado una salida a la crisis en la Corte.
Según la Constitución ecuatoriana, el
presidente tiene la facultad para decretar el estado de emergencia en
caso de grave conmoción interna. Puede suspender los derechos
civiles, disponer censura en los medios de comunicación y emplear la
fuerza pública.
Tras conocerse la emergencia, miles de
ciudadanos se volcaron a las calles y otros miles protestaban a pie y
en vehículos portando banderas nacionales y reclamando a gritos la renuncia
de los representantes de los tres poderes del estado.
El anuncio del estado de sitio se
produjo en medio de la tercera protesta consecutiva, en la que
cerca de quince mil manifestantes efectuaron un cacerolazo contra el
Gobierno ecuatoriano.
Luego del anuncio presidencial, miles de
personas se concentraron en el centro de Quito en desafío al
estado de emergencia. La gente cantó la consigna "que se
vayan" en referencia al Gobierno y a la clase política.
"El
presidente ha tomado una decisión equivocada", aseveró el ex
presidente Abdalá Bucaram (1996-1997). Conocido como "El
Loco", Bucaram regresó al país hace dos semanas tras ocho años
de asilo en Panamá, una vez que el Supremo anuló sorprendentemente
por fallos procesales los juicios instaurados en su contra por
presuntos actos de corrupción registrados en su período.
La
anulación de los cargos contra Bucaram enardeció las protestas que
se han registrado desde diciembre.
Gutiérrez
se quedó materialmente sólo en la defensa del decreto, ya que
sus aliados le dieron la espalda.
Desacuerdo del ejército y de la embajada de
EEUU
Según el
diario El Comercio, de Quito, el Ejército se resistió
al decreto de emergencia, y cuando el presidente Lucio Gutiérrez
dio ayer su mensaje a la nación hubo un gran ausente en su entorno:
el general Luis Aguas, comandante general del Ejército.
En cambio
sí estuvo el almirante Víctor Hugo Rosero, jefe del Comando Conjunto
de las FF.AA. La ausencia del general Aguas tuvo una razón: al
parecer, él se opuso al decreto de emergencia, el cual se venía
forjando dos días antes del Viernes Santo.
Sin
embargo, se conoció que tres hombres recomendaron la vigencia que
rige solo en el Distrito Metropolitano: el propio Abdalá Bucaram, Óscar
Ayerve, ministro de Gobierno, y el coronel (r) Fausto Cobo, secretario
de la Administración, compañero de promoción de Luis Aguas e
identificado con la línea dura del Régimen, en la cual también se
identifica a Gilmar Gutiérrez.
Una
fuente del Ejército -según El Comercio- confirmó que
el general Aguas tomó distancias porque apoya una tendencia democrática
que cobija a la mayoría de los mandos medios del Ejército y a muchos
altos oficiales.
En los últimos
días en las unidades militares hubo desazón y desconcierto por la
presencia del ex presidente Abdalá Bucaram, acusado de peculado,
dijo un oficial que prefirió mantener su nombre en reserva.
“Muchos
oficiales hicieron conocer a los superiores, mediante el órgano
regular, su descontento por la presencia de Bucaram y cómo su amigo,
el doctor Castro, dejó sin efecto los juicios”.
“El
Presidente ofreció traer a los corruptos para meterlos presos, pero
no para que vengan como si nada hubiesen cometido, todo el país vio cómo
robaron la plata en costales, esto es indigno”.
Según El
Comercio, la embajada de EEUU en Ecuador tampoco respalda la
declaratoria y, sobre todo, la disolución de la Corte Suprema de
Justicia.
La
necesidad de expedir el decreto se hizo evidente luego del miércoles
en la noche, cuando miles de ecuatorianos salieron a las calles de
Quito para protestar contra el Gobierno.
Otra
fuente militar -citada por el diario de Quito- confirmó que ni
siquiera la Ley de Seguridad Nacional le concede facultades al
Presidente para que disuelva el Congreso.
Hasta las
24:00 no se veía a ningún militar patrullando en las calles de
Quito. Por ello, el decreto de emergencia no se hizo efectivo.
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