Algo
más sobre la caída de Lucio Gutiérrez
En Ecuador, EEUU juega carta del Plan Colombia
"Que
se vayan todos" resonó en las calles de Quito. El panorama ganó
en complejidad. Se percibe la mano de Washington. Pese a la caída del
"amigo Lucio", EEUU sigue con sus planes
Por
Ariel Kriwicky
APM
(Agencia Periodística del Mercosur), 21/04/05
Sometido
a las crecientes presiones de Estados Unidos, que considera a Ecuador
un país clave en su diseño militarista para Sudamérica, el flamante
presidente Alfredo Palacio no resulta convincente a los oídos de
miles y miles de hombres y mujeres que amenazan con seguir en las
calles hasta que "se vayan todos", una consigna que expresa
el hartazgo de cada día más latinoamericanos ante los modelos políticos
comprometidos con la estrategia de Washington y con la machacante
insistencia del Fondo Monetario Internacional (FMI) a favor de sus
programas neoliberales.
Al
cierre de esta edición, la secretaria de Estado Condoleezza Rice decía
desde el mar Báltico que Ecuador debe pacificarse y que el nuevo
gobierno, encabezado por el ex vicepresidente del fugado Lucio Gutiérrez,
tiene que llamar a elecciones. Rice también informó que intercambió
impresiones con el gobierno español de José Luís Rodríguez
Zapatero, por reconocer que Madrid, tiene una gran influencia en América
Latina.
Horas
antes de la caída de Gutiérrez, el ex coronel que llegó al gobierno
con una mandato de cambios sociales y se fue como espadachín local
del Plan Colombia y del Acuerdo de Libre Comercio para las América
(ALCA), Rice avalaba al entonces mandatario tambaleante.
Por
esos mismos días, la plana mayor del Comando Sur de las fuerzas
armadas de Estados Unidos recorrían Ecuador, tratando de anudar
compromisos con sus colegas locales, de cara a la expansión regional
del Plan Colombia.
Por
su parte el subsecretario de Estado para América Latina, Roger
Noriega, no dejaba de pregonar que, según el gobierno de George
W.Bush, detrás de la crisis ecuatoriana se "escondía la mano
desestabilizadora" del presidente de Venezuela, Hugo Chávez.
La
Central estadounidense de inteligencia (CIA) ya había marcado las
pautas principales del libreto algunos meses antes, cuando su
director, Porter Goss, dijo ante el Senado de su país que
"Colombia, Ecuador, Venezuela, Bolivia, Perú, Brasil y otras
naciones latinoamericanas ofrecen peligros de inestabilidad, lo que
afecta la seguridad de Estados Unidos".
En
aras de la extensión de su estrategia de despliegue militar en la
región, dirigido contra el proceso bolivariano de Venezuela, contra
el crecimiento de los movimientos populares en Bolivia, pero en forma
muy especial como método para el control hegemónico sobre las
cuencas de recursos naturales estratégicos (agua, potable,
biodiversidad y energía), Estados Unidos puso en marcha en Ecuador y
ortos países una suerte de acción política de múltiples apuestas.
Hace
ya mas de dos semanas, por ejemplo, Rice gestionó el posible asilo de
Gutiérrez en Brasil -en definitiva es un hombre que ha trabajado para
Washington- al mismo tiempo que articulaba con la cancillería
argentina, la forma de comprometer a los países latinoamericanos un
suerte de "programa estabilizador para Ecuador".
En
tanto, al día siguiente de la caída de Gutiérrez, Alfredo Palacio
anunció una consulta popular para reformar la estructura del estado y
una asamblea constituyente en el mismo sentido, horas después de ser
posesionado en reemplazo del depuesto presidente".
Gutiérrez
se encontraba en la embajada de Brasil, país al que había solicitado
asilo, según confirmó la cancillería brasileña.
El
presidente de Cuba, Fidel Castro, consideró por su parte que su
recientemente depuesto homólogo ecuatoriano Lucio Gutiérrez fingió
ser como el venezolano, Hugo Chávez, pero a diferencia de éste,
terminó estrechando filas con Estados Unidos, perdió el apoyo
popular y terminó por ser expulsado de su cargo.
"Yo
tenía la más total convicción de que el caballerito (Gutiérrez) no
duraría mucho tiempo, era visible", expresó Fidel Castro
durante una comparecencia televisiva el miércoles por la tarde y poco
después del anuncio de la salida del ecuatoriano cuyo paradero
entonces era desconocido.
Según
el mandatario cubano, Gutiérrez "quiso parecerse a Chávez"
para ganarse el voto de la izquierda y las comunidades indígenas. Sin
embargo, poco después de asumir el gobierno "se hizo evidente su
verdadera posición" y estos sectores rompieron con él.
"Este
señor estrechó filas con el imperio (Estados Unidos), sostuvo bases
militares importantes, era considerado un aliado", comentó Fidel
Castro.
"Nadie
subestime al pueblo ecuatoriano, un pueblo unido luchador, ya ellos
habían logrado cambiar un gobierno", manifestó el líder
cubano.
El
presidente Alfredo Palacio, en tanto, se declaró pesimista en torno
al estado de las negociaciones del Tratado de Libre Comercio (TLC) con
Estados Unidos, afirmando que el equipo negociador ecuatoriano es un
equipo "debilucho".
"Ecuador
no tiene por qué no entrar en una negociación con cualquier país,
pero tiene que entrar de igual a igual", dijo en rueda de prensa
en el ministerio de Defensa, al evidenciar su pesimismo por el estado
de las negociaciones del TLC que Ecuador mantiene aún con Estados
Unidos, y con Perú y Colombia como asociados.
El
equipo negociador ecuatoriano se retiró de la novena ronda de
conversaciones de Lima al conocer la destitución del presidente Lucio
Gutiérrez por el Congreso y la posesión de Palacio, en medio de
multitudinarias protestas en Quito.
"Estamos
afrontando gravísimos problemas, y no hay ninguna posibilidad que nos
embarquemos en tratados multilaterales o bilaterales, si nosotros no
invertimos en ciencia y tecnología, no protegemos nuestra
biodiversidad, no aseguramos los instrumentos jurídicos que ya hemos
firmado", indicó el presidente en su primeras horas como
mandatario.
Aseguró
que estos factores "ya nos impiden tratar el asunto de un libre
comercio, y por supuesto, invertir recursos en ciencia, tecnología y
salud, porque allí es donde está el futuro de la nación".
"Nuestro
equipo negociador es un equipo debilucho, que tenía que negociar los
problemas arancelarios, que ciertamente tienen una asimetría, pero
también está en la obligación de negociar los problemas no
arancelarios, que tienen que ver con el enorme volumen de la deuda
externa, que no le permitirán invertir en salud, educación, protección
social, sin lo cual no puede entrar a ninguna competencia",
destacó.
Palacio
reiteró que Ecuador "tiene que negociar algunos puntos
importantes en propiedad intelectual, porque allí radica el futuro de
los medicamentos, y el futuro de nuestra biodiversidad".
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