Sin
el respaldo de un partido el presidente tendrá problemas de
gobernabilidad
Palacio
inicia la formación de su gabinete
Grupos
sociales piden disolución del Congreso, moratoria de la deuda externa
y nuevas elecciones
AFP,
DPA y Reuters, 21/04/05
Reproducido en La Jornada, México
Quito.– Alfredo Palacio asumió hoy formalmente el cargo de
presidente de Ecuador tras la destitución del ex coronel Lucio Gutiérrez
–quien permanece refugiado en la embajada de Brasil a la espera de
poder salir del país–, y comenzó a formar su gabinete con
personajes centristas, desvinculados de la política y reconocidos en
sus ámbitos de trabajo.
Mientras,
la calma retornaba a las calles de Quito, pero analistas prevén que
el independiente Palacio, quien era el vicepresidente pero estaba
enfrentado a Gutiérrez, afrontará problemas de gobernabilidad por la
ausencia del respaldo de un partido político y de una bancada
parlamentaria.
A
esto se suma una protesta popular que aún no ha acabado. Ya se han
activado dos grupos: la Asamblea Popular y el Comité de Refundación
de la República, que piden la moratoria de la deuda externa o al
menos una reducción de su pago, la oposición al Plan Colombia, el no
ingreso al Tratado de Libre Comercio, pero principalmente, la disolución
del Congreso unicameral.
Pero
el nuevo ministro del Interior, Mauricio Gándara, afirmó que
"el presidente ejercerá su cargo por el tiempo que le falta,
hasta el 15 de enero de 2007. En tanto, hay que hacer reformas serias
y profundas".
"Queremos
elecciones inmediatas y que se destituya este Congreso ineficiente
donde hay una oligarquía corrupta", decía frente al Palacio de
Gobierno, Janey Taype, parte de un grupo de manifestantes entre los
que se extendía la consigna "que se vayan todos".
"Confío en Palacio, pero no le vamos a dar carta blanca", añadió
la mujer.
"Ya
estamos hartos de ser engañados, Palacio es el octavo presidente en
10 años", explicaba otro manifestante al tiempo que el taxista
Juan Pacheco aseguraba que "no sacamos a los presidentes por puro
gusto, lo que sucede es que quienes llegan al gobierno y al Congreso
caen en la corrupción".
Palacio
–reconocido médico de 66 años, casi sin experiencia política–
asumió este jueves formalmente en la sede presidencial de Carondelet,
donde nombró a ocho de los 15 miembros del gabinete, todos sin
filiación política y la mayor parte centristas.
Entre
los designados está Gándara, analista que es coordinador del
independiente Grupo por la Dignidad y la Soberanía, creado hace siete
meses para actuar contra el uso de la base de Manta por parte de
Estados Unidos para sus operaciones antidrogas, incluidas las del Plan
Colombia.
Otro
nombramiento que destacó fue el de Rafael Correa como ministro de
Economía, ya que había sido calificado en ocasiones por sectores
industriales de "terrorista económico", por sus posiciones
contra la dolarización de la economía y el alto porcentaje destinado
al pago de la deuda externa.
Correa,
sin embargo, aseguró hoy que la dolarización se mantendrá y que el
nuevo gobierno tratará de atraer la inversión "directa" más
que la financiera, para reactivar la economía de Ecuador, quinto
productor de petróleo de América Latina y segundo exportador de
Estados Unidos, pero con una deuda social que mantiene a gran parte de
los 12.2 millones de habitantes en la pobreza.
En
tanto, el destituido Gutiérrez aguardaba en la embajada brasileña en
Quito su traslado a Brasil, país que envió un avión a la zona
fronteriza para recogerlo una vez se emita formalmente el
salvoconducto para su salida.
El
ministro Gándara explicó que "si el gobierno de Brasil le ha
concedido el asilo, poco será lo que podamos hacer", pese a que
una fiscal presentó ayer cargos contra el ex mandatario por
"delito flagrante de ordenar a la policía y los militares salir
a reprimir a los manifestantes" que exigían su renuncia, dejando
cuatro muertos y casi 200 lesionados.
Un
grupo de manifestantes se mantenía este día a las afueras de la
residencia del embajador para protestar contra la decisión del
presidente Luiz Inacio Lula da Silva.
Gutiérrez
–un coronel que irrumpió en política hace cinco años con el apoyo
de líderes del movimiento indígena– fue destituido el miércoles
por el Congreso tras una semana de protestas, y se convirtió así en
el tercer presidente electo consecutivo de Ecuador que no pudo
concluir su mandato, después del populista Abdalá Bucaram y el
democristiano Jamil Mahuad.
"La
llamada clase política en este país está desprestigiada en su
conjunto", dijo el analista Fernando Bustamante.
"Desgraciadamente el presidente que asumió ayer (Palacio) no
tiene demasiados apoyos sociales ni políticos, y su legitimidad es
algo que todavía está en veremos", agregó.
El
descontento contra el gobierno se originó cuando una mayoría
legislativa aprobó en diciembre pasado resoluciones para restructurar
a los tribunales Constitucional (TC) y Supremo Electoral (TSE), además
de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), la cual dictó polémicos
fallos.
El
domingo pasado el Congreso dejó sin efecto la resolución para
restructurar la CSJ, por lo que el país temporalmente no tiene Corte
Suprema de Justicia. Pero esa Corte, antes de ser destituida, exculpó
a dos ex presidentes y un ex vicepresidente de cargos de corrupción,
lo que llevó a la población a salir a las calles, luego del regreso
desde su exilio en Panamá del ex presidente Bucaram.
El
loco, como se le conoce, habría logrado abandonar el país evadiendo
ordenes de prisión emitidas en su contra, luego que la Fiscalía
General desconoció la resolución que lo favoreció. "No está
en el país, pero su paradero no podemos decirlo por seguridad",
sostuvo uno de sus allegados.
Los
indígenas, al margen
Los
analistas, por otro lado, destacaron que esta vez los indígenas no
participaron en las protestas callejeras, cuando la poderosa
Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (Conaie), fue
determinante para el derrocamiento de Bucaram en 1997, y de Mahuad en
2000.
La
Conaie luego ayudó a Gutiérrez –quien siendo coronel lideró un
grupo de oficiales que apoyó la rebelión indígena que sacó a
Mahuad–, a llegar al gobierno en 2002.
"Estamos
muy contentos por el triunfo del pueblo de Quito", expresó el
vicepresidente de la Conaie, Santiago de la Cruz, al reconocer que
"no protagonizamos la movilización". Explicó que Gutiérrez,
quien asumió con un discurso izquierdista para dar un vuelco a la
derecha a los pocos meses, "manejó una estrategia para dividir a
la Conaie".
Así,
designó a Antonio Vargas –destituido presidente de la Conaie–
como ministro de Bienestar Social, lo que le permitió asegurar el
apoyo de los indígenas de la Amazonia de donde éste es oriundo. Además,
recibió el respaldo de organizaciones minoritarias de indígenas,
como de los evangélicos, a cambio de beneficios.
Por
la noche se informó que iba en aumento el número de manifestantes
frente a la embajada de Brasil en Quito, donde se encuentra el
destituido Lucio Gutiérrez, al tiempo que otro nutrido grupo se reunió
frente a la sede de gobierno para rechazar el gabinete recién
nombrado por el presidente Alfredo Palacio.
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