Regalo para "Big
Pharma" (Grandes Farmaceúticas)
Por Jim Lobe
Inter
Press Service (IPS), 27/07/05
Washington. El Tratado
de Libre Comercio entre América Central y Estados Unidos, que la Cámara
de Representantes de este país comenzó a considerar este miércoles,
es un gran obsequio para "Big Pharma", afirmaron activistas
de la salud, en alusión a las empresas farmacéuticas
multinacionales.
Organizaciones
humanitarias y de salud pública advirtieron que cientos de miles de
personas pobres podrían morir debido a las estrictas normas sobre
propiedad intelectual incluidas en ese acuerdo, llamado Cafta por sus
siglas en inglés, que abarca a cinco países centroamericanos y a República
Dominicana.
Los grandes
laboratorios presionaron para incluir en el tratado normas que impedirán
a los fabricantes de medicamentos genéricos vender sus productos,
incluso fármacos antirretrovirales para víctimas del sida.
"La Oficina del
Representante Comercial de Estados Unidos, por orden de Big Pharma,
impuso a América Central y a República Dominicana un acuerdo
comercial que negará a millones el acceso a medicamentos
vitales", advirtió Robert Weissman, codirector de Essential
Action, un grupo de interés público con sede en Washington.
"La economía
combinada de la región equivale a la de Columbia, Ohio. La población
pobre (centroamericana y dominicana) no puede adquirir medicamentos de
marca. Lo que para Big Pharma significa dólares y centavos, para la
gente de América Central significa la vida o la muerte", dijo.
El Cafta fue aprobado
por el Senado estadounidense en junio por 54 votos contra 45, y esta
semana debería ser aprobado por la cámara baja.
La mayoría de los
observadores coinciden en que las probabilidades de aprobación del
proyecto mejoran a cada minuto, pese a la oposición casi unánime del
opositor Partido Demócrata y a reservas de republicanos de estados
productores de azúcar y textiles, quienes arguyen que el tratado
perjudicará a las empresas y a los trabajadores estadounidenses.
Pero la Casa Blanca
trata de conquistarse a los disidentes prometiéndoles beneficios no
relacionados con el tratado, como grandes obras públicas y otros
proyectos, algunos por valor de miles de millones de dólares. Se prevé
que el resultado de la votación será muy parejo.
La mayor parte del
debate por el Cafta en Estados Unidos se ha concentrado en el temor a
que se deriven al extranjero más empleos de manufactura y a una
inundación de importaciones que podrían amenazar a los productores
nacionales, pero activistas de la salud destacan que el pacto también
otorgará ganancias sin precedentes a los grandes laboratorios a
expensas de los pobres.
Entre los grupos que se
han pronunciado contra las disposiciones de propiedad intelectual del
Cafta se cuentan la Alianza Global contra el Sida, Health GAP
(Proyecto de Acceso Global a la Salud), Oxfam Internacional y Médicos
sin Fronteras, así como fabricantes de fármacos genéricos y grupos
de interés público en América Central.
"El texto del
Cafta es una gran victoria para Big Pharma", destacó Roman
Macaya, director ejecutivo de la Cámara Nacional de Productos Genéricos
de Costa Rica.
"En nombre del
'libre comercio', se están creando o ampliando monopolios de
medicamentos más allá de lo que permitirían las normas de la
Organización Mundial del Comercio (OMC). Las nuevas normas del Cafta
costarán vidas humanas", advirtió.
Los medicamentos de
marca son mucho más costosos que sus versiones genéricas, las cuales
contienen el mismo principio activo pero sin la marca que los
encarece.
Las empresas farmacéuticas
arguyen que, si no cobraran altos precios por sus medicamentos, la
industria no podría invertir en investigación y otros recursos
necesarios para desarrollar nuevos medicamentos.
El Cafta otorgaría a
esos grandes laboratorios el doble de tiempo de protección a sus
productos que el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN)
en vigor, que otorga a las empresas cinco años de exclusividad a
partir de la aprobación del fármaco en cualquiera de los países
integrantes del acuerdo.
Además, el Cafta
impondría nuevos obstáculos a los gobiernos que pretendan otorgar
licencias a fabricantes de medicamentos genéricos.
Dado que estas
disposiciones exceden las exigencias de la OMC y aun de las leyes
estadounidenses, activistas de la salud las consideran una traición
al antiguo discurso del presidente George W. Bush sobre la necesidad
de poner los medicamentos para el sida, entre otros, al alcance de
todos.
América Central tiene
la segunda tasa de mortalidad por enfermedades contagiosas de toda América
Latina, y más de 165.000 personas viven con VIH/sida en esa subregión,
según la organización humanitaria Oxfam/América.
"Hace casi cuatro
años, el gobierno de Bush firmó una Declaración Ministerial de la
OMC, en Doha, que comprometía a los miembros de la organización a
dar prioridad a la salud pública, y en particular, al acceso
universal a los medicamentos", recordó Asia Russell, director de
política internacional de Health GAP. "Con el Cafta, Estados
Unidos rompió su promesa", concluyó Russell.
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