El
Frente “love” al Fondo
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Radio Centenario, Montevideo, 14/09/05
El
presidente uruguayo Tabaré Vázquez recibió en Washington una nueva
“bendición” del Fondo Monetario Internacional a la línea política
de su gobierno “progresista”.
Nada
menos que el número uno del FMI, Rodrigo de Rato, fue el encargado de
transmitir al presidente Vázquez y a sus ministros de Economía,
Danilo Astori, de Relaciones Exteriores Reinaldo Gargano, y de
Industria Jorge Lepra; el apoyo del Fondo a la política económica
del gobierno progresista.
De
Rato señaló que “ha habido un aumento claro de credibilidad del país”
y resaltó el hecho de que el gobierno progresista “mantenga la política
económica” y que además “se acentúe más todavía”.
Especial
énfasis, que mereció grandes elogios de De Rato, fue el “camino de
reformas” que está llevando a cabo Astori en materia fiscal y
financiero y destacó que “en todo esto existe una buena colaboración
del Fondo Monetario Internacional”.
El
presidente Tabaré Vázquez repitió el mismo discurso que Astori
sosteniendo en Washington que “el Gobierno quiere cumplir con sus
acreedores”.
“Para
que el país salga adelante hay que lograr crecimiento económico y
para ello son necesarias inversiones”, añadió Vázquez.
Y
repitió viejos conceptos de mandatarios anteriores tales como
“nuestro país no necesita créditos ni dineros; necesita
oportunidades, apertura de mercado. Queremos colocar nuestro trabajo,
queremos producir más y mejor para que nuestra gente pueda trabajar más
y vivir dignamente en nuestro país”.
Desde
Washington el presidente aseguró que mantendrá en el cargo de
viceministro a José Bayardi a quien su partido –la Vertiente
Artiguista– respaldó, pero a quien la confianza no es suficiente
para sustituir a la jefa de su cartera en uso de licencia.
El
directorio de ANCAP y los dueños de las empresas transportistas
capitalinas “preparan”, poco a poco, a la ciudadanía en los
informativos de la televisión para recibir los nuevos aumentos de los
precios de combustible y del boleto.
La
inflación continua tal como anunciaran las consignas electorales
progresistas “comenzá a soñar” y “sin prisa y sin pausa”.
Tabaré
Vázquez asiste como presidente uruguayo al 60º Aniversario de las
Naciones Unidas pero tendrá muy poco para celebrar una gran declaración
negociada en esta cumbre mundial, para resolver los problemas más
graves del mundo por parte del mayor número de Jefes de Estado de la
historia.
Durante
un año los países habían negociado una declaración de compromiso
mundial para reducir la pobreza y enfermedades, promover el desarrollo
y derechos humanos, fortalecer la seguridad mundial y reformar las
Naciones Unidas.
Ahora
Estados Unidos boicotea el acuerdo.
Kofi
Annan debilitado por las acusaciones de corrupción en el caso de
“Petróleo por alimentos en Irak”, igualmente anuncia que aunque
el resultado no sea el deseado el proceso no ha finalizado, y el
documento que se adopta es una base sobre la que se puede trabajar con
lo que se les ha dado.
Repetidamente
Annan negó que pueda considerarse un fracaso en razón de la
naturaleza de una organización de 191 países y de que algunos
gobiernos no estaban dispuestos a hacer concesiones.
Las
delegaciones de Cuba y Venezuela fueron las únicas que expresaron públicamente
sus criticas en la breve sesión final, al denunciar que el texto no
fue el resultado de un proceso democrático o transparente, sino que
fue producto de una negociación entre un grupo selecto de países.
Denunciaron
además que algunos rubros no reflejan los intereses de los países
del Tercer Mundo y que se cedió ante las demandas de algunos países
ricos, en particular Estados Unidos.
Cuba
también anunció públicamente que al Jefe de su Delegación, Ricardo
Alarcón, recién durante la misma tarde le fue concedida la visa para
viajar por Estados Unidos y por tanto no pudo estar presente en la
apertura de la Cumbre Mundial.
Estados
Unidos busca concentrar mayor poder y autoridad en la oficina del
secretario general, y los países pobres lo consideran como un intento
para restar poder a la Asamblea General donde hasta hoy por lo menos
las naciones menos poderosas cuentan con un voto para influir en algo
en la toma de decisiones.
Obsérvese
cuanta similitud en los procesos mundiales y nacionales. Esto mismo
está ocurriendo en estos momentos en el Frente Amplio donde los
grupos grandes están “tirando para afuera” a las organizaciones más
pequeñas, a través de la creación de un secretariado y la
desaparición de la Mesa Política. Para algo sirve que los
gobernantes progresistas concurran a estas reuniones internacionales.
Y
en Washington, “Frente y Fondo” un solo corazón.
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