Chile:
Gabinete Bachelet al
servicio del imperio
Por Federico García
Morales
Globalización, enero 2006
El pensamiento de
derecha enseña que la globalización es ya sistema, que el accionar
de un sistema tiene su técnica, y la técnica sus especialistas. El
capital descompone las operaciones productivas en una serie de
actividades, que se jerarquizan y ordenan sistemas donde los técnicos
juegan su papel. Descuella entre estas actividades las que se
aglomeran en el nivel de las decisiones en el más alto nivel, el de
las gerencias y el de los gobiernos. Nos acostumbramos también a la
idea de que ambos tienen una relación conyugal o de concubinato. Que
la política y la economía se resuelven en la técnica. En el
extremo, cualquier política se justifica si tiene marca registrada en
el gran aparato dominante. Lo que quiere decir: políticas para las
clases dominantes globales.
Y el técnico es el
llamado a declarar si la propia corporación tiene perfil empresarial
y si el gobierno concurre con la correspondiente oferta competitiva. Y
ambas declaraciones, en los días neoliberales, forman parte del mismo
engranaje. Un engranaje que para funcionar adecuadamente,(esa es la
apariencia) precisa de consejeros, poseedores de algún "know
how" y de un compromiso probado con el Sistema .Ese compromiso
puede recordarse que estaba bien establecido entre los numerosos científicos
y técnicos que ingeniaron la primera bomba atómica. Y las pasarelas
de consejeros y asesores, que creaban un modelo de trabajo en equipo y
de acerado servicio ya se ven establecidas en los Estados Unidos desde
comienzos del siglo XX. Hay una conexión entre el desarrollo académico
y las características de estas consejerías.
Hablamos de Brain
Trusts , que suman consejos, y atraen para considerar los temas que
interesan al poder a académicos, abogados, economistas,
internacionalistas y otros especialistas de acuerdo a la necesidad. El
orden universitario, de temprano vinculado al orden corporativo,
facilitó eso. La propia sociología norteamericana, la de James,
Dewey y Park, nació en medio de estas operaciones de consejo, que a
veces llegaban a proponer ideas reformistas. A medida que avanzó el
tiempo, y cruzamos de la Segunda Guerra a la Guerra fría, no se
pierde el tiempo, y esas consejerías vienen a ser incubadoras de
ideas imperialistas, que tratan de perfeccionar el sistema de dominación.
Bajo Roosevelt tuvimos el caso del gabinete del New Deal, y
posteriormente el surgimiento del Council of Foreign Relations o el
Cato Institute. Los grupos que se fueron sucediendo en el Foreign
Relations, a su turno fueron encontrando tarjeta de entrada a espacios
más sublimes en el State Department, la Cámara de Comercio o en las
cumbres de la Defensa. Los ascensos de Kissinger o de Brzezinski, son
demostrativos. En el Cato y en la Heritage Fund, se fueron afinando
las ideas que dirigieron la salida del neoconservadurismo que
actualmente está haciendo historia. Otros centros y muchas
fundaciones se sumaron a este trabajo de colección de inteligencia:
la Rockefeller Foundation, la Ford Foundation, la Tinker Foundation,
la Woodrow Wilson, la Interamerican, por citar algunas—todas fueron
aportando algo a la tarea proveedora de tesis e ideologías al avance
imperial. Y por supuesto, todas prestaron especial atención a la
periferia colonial, el caso de América Latina. América Latina es un
continente importante como proveedor de materia prima y trabajo
barato. Y entonces, también se preocuparon de preparar cuadros para
una administración de nuevo estilo, con una sensibilidad para
reconocer y servir la hegemonía de USA. Un caso célebre de utilización
de estos recursos lo produjo esa generación de los llamados
"Chicago Boys", que entregó resultados muy provechosos y
puntuales a la política y a los negocios norteamericanos en los últimos
treinta años.
Con ellos, y con las
camadas que siguieron, se fueron extendiendo las prácticas y
metodologías del "brain trust". Ya en un espacio en donde
despegaban con fuerza las "misiones" del Banco Mundial, del
FMI, la búsqueda de acuerdos en la OMC,etc., se dan nuevas formas de
actuar y de conectarse de esta capa de sirvientes, que participan en
consejerías permanentes dirigidas a asesorar a los gobiernos del
continente en la puesta en práctica de las decisiones económicas y
financieras imperiales y trasnacionales. Así, vino a ser cuestión de
rutina la realización de seminarios donde asistían asesores,
Ministros y Presidentes de la región a escuchar a algún iluminado
neoliberal venido del Centro. Hay que anotar que la izquierda
latinoamericana –o lo que iba quedando de ella—no reparó
seriamente en el significado de estas rondas. Educada en recordar
intervenciones más directas de la marinería norteamericana, o los
garrotazos de los oficiales entrenados en la Escuela de las Américas,
no advirtieron este nuevo desembarco de egresados de Harvard y MIT.
Pero era ahí donde se
estaban solidificando los programas de trabajo en la nueva instalación
colonial, y estos grupos, con bastante presencia en la media, también
vinieron a convertirse en los productores de las nuevas ideologías
que prosperaban en el continente. Su influencia en los partidos políticos,
que dejaron resbalar la "formación de cuadros" hacia esos
sumideros, fue grande, y fue el recurso a este método ..
parafraseando a Carpentier—el que permitió el aparecimiento de las
nuevas magistraturas neoliberales y aperturistas.
Los cuerpos de asesores
del brain trust Inc. fueron conformados con evoloués provistos
por los propios países colonizados, de acuerdo a un modelo tomado de
las prácticas coloniales españolas, que se llevaban a la Metrópoli
a los hijos de los caciques, donde eran reeducados Situación que
también propiciaron Francia e Inglaterra con sus colonias africanas y
asiáticas
El brain trust del
siglo XXI, viene a ser también el resultado de la globalización, de
la hegemonía americana y del predominio corporativo. Los miembros del
brain tienen vinculaciones internacionales, han servido en organismos
supranacionales, descollando en asignaciones en el Banco Mundial, el
FMI, la OMC. Han participado aguerridamente en la construcción de
diversos tratados de libre comercio y han asesorado y formado parte de
muchas corporaciones con intereses en todos los continentes. De base,
cuentan con una educación y vínculos en el espacio metropolitano del
imperio. Su utopía es formar parte de algún "Gobierno
Mundial". Al reinsertarse temporalmente en algunos países del
continente, manejan casi sin excepción una relación incómoda con
algunos partidos huéspedes, a la espera de nuevas asignaciones. Salvo
el caso en que un golpe de mano los venga a ubicar en un proyecto
gubernamental más permanente. Y esto es lo que acaba de ocurrir en
Chile.
En ese país, la
presencia de la consejería internacional y de la intervención
americana es previa al período de Allende. La Democracia Cristiana,
por ejemplo, disfrutó de un apoyo substancial externo en cada una de
sus campañas, como quedó revelado en el Informe Church. Sus miembros
formaron parte de operaciones como el Consejo para la Libertad y la
Cultura. Otras intervenciones descansaron en la telaraña de
relaciones que la CIA, el Pentágono y las empresas norteamericanas
tenían en el interior de las Fuerzas Armadas, reforzadas por
estancias de entrenamiento. Con el Pinochetato, hicieron su aparición
los economistas de la generación "Chicago Boys", que dieron
forma al actual sistema económico y financiero del país, con sus
profundas raíces de atraso y de explotación. Siguieron en la época
de la Concertación abundantes asesorías provistas por diversas
agencias norteamericanas interesadas en reforzar la seguridad de sus
inversiones. Los Ministerios económicos, en los tiempos de Frei o de
Lagos, eran un ir y venir de este tipo de engendros. Y llegó a
formalizarse toda suerte de encuentros formativos Y los propios
Ministros de la cartera de Hacienda, por ejemplo, Foxley, venían de
estancias supranacionales a consolidar en el nuevo puesto los
fundamentos neoliberales puestos por la Dictadura.
Hace poco tiempo, en
relación con diversas asesorías supranacionales y gobiernos de la
región en progreso neoliberal, comenzó a visibilizarse la presencia
de un nuevo grupo, que fue reclutando participantes entre
profesionales, de preferencia con alguna inmersión en instituciones
de educación superior en USA y en partidos ablandados en el servicio
al sistema. Este grupo usaba como nombre de fantasía
"Expansiva", y bruscamente vino a ocupar todo lo ancho y
largo del escenario político chileno, junto al anuncio del flamante
Gabinete, el primero de Michelle Bachelet, un gabinete astutamente
anunciado como "equilibrado", "de los mejores y las
mejoras". A la cabeza del grupo figuraba Andrés Velasco,
profesor de Harvard, alguien que había participado alguna vez en una
asesoría a los transportes metropolitanos de Santiago recomendando
recortes salariales a los choferes, privatización de las veredas y
aumento de la competitividad mediante la entrega del servicio a
empresas extranjeras.
Hubo especulaciones
anteriores—en la ignorancia o ceguera frente a esta nueva presencia
por parte de los partidos—que el gabinete tendría la característica
de ser continuista, posiblemente con las mismas caras del gabinete
saliente de Lagos, sólo que en diferentes puestos. Para acunar
esperanzas, Bachelet hablaba "de no repetirse el plato",
sino devorar otros," en vez de porotos granados, cazuela".
Por otra parte estaba un poder legislativo ya distribuido, que en el
caso de la Concertación daba una gran fuerza al Partido Socialista y
al PPD. Luego, había que imaginar un Gabinete que respondiera a la
distribución de fuerzas concertacionistas en el Congreso. Hubo una
fuerte lucha sobre quien podría estar en la lista a ser considerada
por la naciente Presidenta. En el caso de la DC, las diferencias
fueron feas. Los líderes socialistas confiaron en su propia gravitación,
y se dispusieron a aplaudir lo que saliera…que fue muy poco. El PPD
vió desaparecer de la nómina ministerial a "figuras históricas",
a lo mejor ya desgastadas en el servicio. Estos, como el empresario
Sergio Bitar –también un antiguo servicial de los gringos—no
dejaron de expresar su dolorida molestia. Claro que en la actitud de
quienes "constitucionalmente" deben seguir pagando sus
respetos a las "prerrogativas" presidenciales.
Pero habían
antecedentes que permanecían sumergidos: por ejemplo, que las harto
vagas propuestas de Gobierno de la Señora Bachelet habían sido
elaboradas íntegramente por un equipo de asesores provistos por
"Expansiva". ¿Por qué entonces Expansiva no iba a figurar
en el pensamiento de la futura Primera Mandataria? Habrían llegado
hasta ella como ángeles caídos del cielo. Y en su momento fuero
descritos por los pisaverdes de turno "como una corte de chicos
brillantes". Traían, por ejemplo, "una cantidad de
propuestas microeconómicas"…
Expansiva estaba
integrada por "evolucionados", neoliberales duros, y por
gentes de menor figuración política, y hasta resentida de sus
partidos—cuando estaban en ellos—que vegetaban en situaciones muy
dependientes. Ellos, se habían educado fuera, sentían una fuerte
atracción por Estados Unidos, su política y su economía, y algunos
habían hecho además carrera académica en la Unión. Tenían enlaces
con empresas trasnacionales, y hasta relaciones propietarias de ese
estilo. Su cultura respondía a patrones y supersticiones de una clase
media baja americana. Los partidos políticos de Chile son para ellos
una escala, pero también una especie enemiga a vencer, a sustituir,
para llegar a generar algo más de acuerdo con el tipo de flexibilidad
que demanda la gran potencia a los gobiernos del hemisferio.
Es indudable ya que
Expansiva cooptó en algún momento a la Sra. Bachelet, y la posicionó
para lograr sus objetivos. La dotó de argumentos, de algo como un
proyecto dentro del espacio neoliberal. Y sobre todo, de seguridades
de que estaba autorizada para dar el paso que dio, entregándole la
casi totalidad del Gabinete. En este momento el Gobierno de Chile pasó
a ser una dependencia de Expansiva y de los intereses trasnacionales
que la mueven.
Examinemos el
Gabinete. Como lo enumera El Mercurio:
Ministro del Interior:
Andrés Zaldívar (DC)
Ministro de Relaciones
Exteriores: Alejandro Foxley (DC)
Ministro de Hacienda:
Andrés Velasco (Independiente) Expansiva
Ministra Secretario
General de la Presidencia: Paulina Veloso (PS)
Ministro Secretario
General de Gobierno: Ricardo Lagos Weber (PPD) Expansiva
Ministra de Defensa:
Vivianne Blanlot (PPD) Expansiva
Ministro de Educación:
Martín Zilic (DC)
Ministro de Justicia:
Isidro Solís (PRSD)
Ministro de Economía,
Fomento y Reconstrucción: Ingrid Antonijevic (PPD) Expansiva
Ministro del Trabajo y
Previsión Social: Osvaldo Andrade (PS)
Ministro de Obras Públicas:
Eduardo Bitrán (PPD) Expansiva
Ministra de Planificación
y Cooperación: Clarisa Hardy (PS) Laguista.Fund.Chile21
Ministro de Transportes
y Telecomunicaciones: Sergio Espejo (DC)
Ministra de Salud: María
Soledad Barría (PS)
Ministra de Vivienda y
Urbanismo: Patricia Poblete (DC)
Ministra de Bienes
Nacionales: Romy Schmidt (PPD) Expansiva
Ministro de
Agricultura: Álvaro Rojas (DC)
Ministra de Minería:
Karen Poniachik (Independiente) Expansiva
Directora del Servicio
Nacional de la Mujer: Laura Albornoz (DC)
Consejo Nacional de la
Cultura y las Artes: Paulina Urrutia (Independiente)
Algunos, como Andrés
Zaldívar y Foxley, son viejos conocidos en el ya largo proceso de la
expansión neoliberal que ha tenido tantos episodios. Ambos en la DC y
con extensos vínculos internacionales, supranacionales y
empresariales. Según los analistas, Zaldivar es incorporado para
actuar de relacionador público del nuevo equipo, conocida su vasta
experiencia en la política chilena—algo que falta a muchos de los
novatos. Pero tendrá grandes dificultades en su propio partido. El ya
fue ministro de Frei Montalva, y todo el mundo lo recuerda por sus
discursos cuando su "campaña del terror" contra Allende. En
cuanto a Foxley, en Relaciones Exteriores tendrá la capacidad de
actuar en tandem con los otros neoliberales del equipo económico y
con sus amigos del Departamento de Estado. En los tiempos muy difíciles
que vienen, un mayor estrechamiento con la política norteamericana,
de parte de funcionarios tan obsecuentes, será una dificultad
adicional para el Gobierno que se inaugura.
Andrés Velasco es,
seguramente, el animador principal de la Fundación Expansiva, que
recibe sus apoyos de diversas fundaciones norteamericanas, como Ford y
Tinker y de empresarios privados y organismos supranacionales.( World
Bank, the International Monetary Fund, the Inter–American
Development Bank, the United Nations Economic Commission for Latin
America, and the Federal Research Bank of Atlanta, según su biografía)
En él recaerá la dirección más neoliberal que nunca desde un
ministerio clave, el de Hacienda. Su consejo por el momento para los
trabajadores, se resume en el imaginativo lema "Trabajar,
trabajar, trabajar". Viajó directamentre desde EEUU para
incorporarse a la asesoría de la campaña de Bachelet. Sus ideas son
monotemáticas: giran obsesivamente en torno a la competitividad, el
crecimiento de la inserción multinacional y las privatizaciones. Eso
aplicado a todo, desde la educación, la cuestión laboral, las
pensiones. Velasco no entiende nada más allá de su dogmática
neoliberal. Lo triste de la situación es que encuentre todavía quien
lo emplee.
Al grupo, se integra
Ricardo Lagos Weber de entusiasta participación en la negociación
del Tratado de Libre Comercio; y que ha disfrutado del favor paterno
para continuar en algún puesto en la Cancillería. Ha tenido el
talento de comprender la importancia que está tomando Expansiva. El
será por un tiempo el Secretario de Gobierno adecuado para dar a
imaginar una cierta continuidad con el gobierno concertacionista
anterior. Hay quienes llegan con esto hasta imaginar que queda ahí
para resguardar las posibilidades de Lagos para un regreso dentro de
cuatro años. Muy pobre garantía frente a los sucesos que están
ocurriendo.
Viviane Blanlot, también
de Expansiva, aunque con una chapa PPD, figurará en Defensa, a cargo
de un proyecto de continuidad armamentista iniciado por
Bachelet,—con una experiencia que proviene del BID. Entre 1980 y
1990 se desempeñó como economista encargada de la evaluación de
inversiones y programas del área de energía, minería, agua potable
e infraestructura vial en el Banco Interamericano de Desarrollo,
posteriormente aparece como consultora del IGT.
Ingrid Antonijevich ,(
Indugas S.A., Republic National Bank of New York y Salinas de Punta de
Lobos S.A.M.; entre otras. Actualmente, ocupa el cargo de Directora
del holding de empresas Sociedad Punta de Lobos S.A. Tambien en el
Consejo Directivo del Banco del Estado y en ejercicios yoga). vendrá
a expresar sus profundas convicciones corporativas en el Ministerio de
Economía, que se vió como su mejor ubicación, de acuerdo con
Expansiva.
Clarisa Hardy , (PS)que
acompañó a Lagos en la constitución de una Fundación Chile 21,
dedicada a los proyectos de ese presidente), va a Planificación. Ella
sabe, que su jefe en la Fundación, el senador del PS, Ominami, ya
negoció algo con Expansiva. Relacionada con el Woodrow Wilson Center
–asociado al Comité de Inteligencia del Senado US––, que también
apoya a Expansiva. Casi por ironizar, podemos decir que trae
seguramente el capital político de su marido, un diputado,Leal, que a
veces aparece como crítico de portada al establecimiento
concertacionista.
Eduardo Bitrán , de
larga estancia en EEUU, (doctorado U de Boston) , en los 90s fue
asesor de Foxley, Participó en el diseño de la privatización de
ferrocarriles, la liquidación de Lota, etc. Es PPD pero es también
de Expansiva, double binding que parece decidirse por ésta última,
irá al jugoso Ministerio de Obras Públicas.
Mientras, Karen
Pontchiak, de grandiosa trayectoria entre empresas, corporaciones y
asesorías internacionales mineras, funcionará en el puesto clave del
sistema: el Ministerio de Mineria. Había sido Vicepresidente
Ejecutiva del Comité de Inversiones Extranjeras, y su visión la
alcanza a verter en estas aladas palabras:" "la inversión
extranjera directa es clave para nuestro crecimiento". Antes de
llegar al puesto que actualmente ocupa, Karen Poniachik estudió
periodismo en la Universidad Católica, realizó un Master en
Relaciones Internacionales en la Universidad de Columbia en Estados
Unidos, trabajó cinco años en la cadena ECO–Televisa como analista
internacional en Nueva York, y otros cinco como Directora de Asuntos
Empresariales y Financieros en el Council of the Americas, institución
dedicada a promover el comercio y las inversiones entre Estados Unidos
y América Latina.. Vinculada al grupo "Expansiva"..
Martin Zilic—Ministro
de Educación—tuvo una intervención desafortunada en relación a
los indígenas, cuando el problema Ralco. Era intendente de Concepción.
Y asi …
Se puede observar en
esta lista la identidad ideológica neoliberal de todos sus
integrantes, y su militancia Expansiva. Casi sin excepción quienes
aparecen como "independientes"—como es el caso del propio
Velasco,–– que ideológicamente bien podría estar en Renovación
Nacional, ––, están asociados a Expansiva. El hecho de que varios
de entre ellos exhiban carnet de partido, no excusa lo decisivo de su
nueva alianza con este aparato ya no ideológico sino de poder, que
oculta tras una portada idealista substancias harto reaccionarias.
Habrá que ver como la
seducción y la fuerza de Expansiva terminará atrayendo al resto de
este Gabinete–– pero sucede que ya atrajo a la Presidenta, y puso
ya en funciones un abigarrado grupo de colaboradores que fungirán en
diversas subsecretarías, jefaturas y asesorías. Al caso, es
interesante notar que antes de partir de vacaciones, la Presidenta
realizó un acto formal en donde con la firmeza que empieza a
caracterizarla hizo entrega a cada uno de los noveles Ministros, de
sendas carpetas con documentos que deberán estudiar durante estos días
libres y asoleados. Pero el caso es que el material de esas carpetas
había sido elaborado por un distinguido grupo de asesores menores, todos
de Expansiva.
Todavía pues está por
verse la verdadera musculatura de Expansiva. Su presencia en el
gabinete refuerza la posición del poder corporativo y una segura
alianza de Chile tras los proyectos de los ultras neoconservadores de
EEUU hacia América Latina. Esta movida de dados, la ha llevado a
ocupar el centro del poder presidencial. Su rápida toma de posiciones
se hace con gran desparpajo, haciendo a un lado muchas alianzas políticas
que habían sido de utilidad a la anterior administración. Y se
observa un descontento en los partidos de la propia Concertación,
cuyos directivos ven perderse muchas esferas de enriquecimiento,
negociación y poder que antes estaban a su alcance. Y son
precisamente los ministerios claves los que se les han ido de las
manos.
Por otra parte es
dudoso que esta movida venga a "reforzar" la situación de
la Presidenta por venir. Corre el riesgo de pasar a ser un apéndice
del nuevo poder emergente del "brain", y de los que lo
manejan desde lejos. Claro, en una situación muy natural de infatuada
ingenuidad, pudiera ser que abrigara la esperanza de cobrar mayor
independencia frente a los partidos y otros intereses establecidos en
las anteriores administraciones, pero el estallido de diferencias
mayores en una alianza que se estimaba compacta entre los grandes
duques de una extensa trenza que iba más allá de la Concertación,
puede abrir paso a una fuerte crisis, en donde la Presidenta quedaría
acorralada entre afanes autoritarios y la incapacidad de su equipo de
"mejores y mejoras" , que a decir verdad, esconde una enorme
mediocridad.
Es evidente que la
situación que comentamos deriva de la latitud de decisiones que la
Constitución pinochetista abandonó en manos de la Presidencia. Para
confort del Ejecutivo, el Pacto que sucede a Pinochet garantizó una
conducción sin contrastación a través de la fórmula binominal que
encubría la continuidad de un proyecto de predominio clasista y de
servicio imperial y le daba estabilidad, (entre otras cosas mediante
el reparto de puestos públicos) y en la medida en que concedía también
la esperanza voceada y repetida de que se había fundado un sistema de
transición de la dictadura a la democracia, de un estado centrado en
El Príncipe a un estado de la sociedad civil. En ese espacio, se
pensaba que podían cobrar relevancia los partidos, y en la izquierda
hasta se posponía cualquier otra forma de movilización a la
negociación de alguna cuota parlamentaria por exigua que fuese. Pero
la Constitución dejaba espacios para iniciar caminos de sentido
inverso, que llevaban de nuevo hacia el estado del Príncipe. Y vemos
ahora cómo las decisiones de la Señora Bachelet en la selección de
un gabinete que no refleja las tendencias políticas del país, ni
siquiera las de la Concertación renovada, puede estar generando una
crisis en la marcha de todo este sistema. La salida no puede ser otra
que una profunda reforma constitucional, en donde quede claro que el
documento constitucional de la Dictadura y la falta de transparencia
en las operaciones del titular del Ejecutivo, han quedado abolidos.
Bachelet fue elegida
por una pluralidad que la tomó como "el mal menor". En sus
discursos de campaña poco decía de algún proyecto efectivo,
medianamente inteligible, y ahora autoritariamente viene a instalar a
un grupo que sólo ostenta como único crédito su servicio obsecuente
al sistema imperial, que en el discurso público se disfraza como
"capacidad técnica". Y que viene a ser posible y a
imponerse sobre la bancarrota miserable del socialismo
"renovado"... Wall
Street aplaude.
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