Movilización
generalizada de los estudiantes
Por
Patricio Guzmán (*)
Agencia RGP (Resistencia Global Press), 31/05/06
Para el 30 de mayo,
la Asamblea de Estudiantes Secundarios convocó a un paro general en
todo el país. Varios cientos de establecimientos de enseñanza media,
están tomados por los estudiantes, en un movimiento que se ha ido
extendiendo por todo el país durante mayo, muchos más liceos, e
incluso algún establecimiento de educación básica, están en
huelga. La amplitud de la protesta es tal
que incluso los colegios privados más caros, se han declarado
“en toma cultural” para solidarizar con sus compañeros de los
liceos fiscales y particulares subvencionados, en los que estudian los
hijos de los trabajadores. Más de 600.000 estudiantes están
movilizados.
Los estudiantes de
enseñanza media han conseguido que universitarios, los profesores y
las asociaciones de apoderados les apoyen. Los medios de comunicación
hablan de la mayor movilización estudiantil en 30 años.
Estamos asistiendo a
un momento histórico, esta es la primera generación libre del trauma
que supuso la derrota de 1973 y la brutal dictadura de Pinochet, y se
nota.
Los jóvenes se han
organizado de manera autónoma, manteniendo a raya a las maquinas políticas
tradicionales, con una organización muy democrática y eficaz.
Representantes de los Centros de Alumnos se reúnen en Asambleas, y
luego tienen que presentar las propuestas adoptadas a las Asambleas de
estudiantes de sus propios colegios.
La
respuesta del gobierno a la movilización de los estudiantes
El año pasado el
gobierno saliente de la Concertación consiguió mantener controlada
la explosión juvenil con “mesas de dialogo”. Los estudiantes
trabajaron durante meses elaborando sus propuestas, pero finalmente
con la excusa del cambio de gobierno, las autoridades aplazaron hacia
adelante las conversaciones hasta fines de abril. Cuando finalmente se
reunieron con los representantes de los estudiantes, desconocieron
todas las conversaciones previas, y el documento elaborado muy
seriamente por los jóvenes con sus reivindicaciones y peticiones de
cambios en la educación, fue calificado de “simpático”.
El gobierno ha
quedado completamente desbordado, al comienzo trató el problema como
una simple cuestión de “orden público”, los medios informaron
ampliamente del supuesto vandalismo de los estudiantes, muchas veces
un subproducto de la agresión policial, ante la cual los jóvenes
responden con indignación y pedradas. La policía de carabineros ha
aplicado una represión a todas luces desmedida. Con miles de
detenidos en todo el país.
En su discurso
tradicional sobre el estado de la nación, el 21 de mayo, la
presidenta Bachelet, solamente se refirió al conflicto estudiantil
como un problema de violencia, sin entrar a ningún tema de fondo.
Desde entonces ha sido la gran ausente en la crisis.
Pero luego los
estudiantes cambiaron sus tácticas de lucha con mucho éxito, paradójicamente
fue el propio gobierno el que los forzó a ello. Colocando fuerzas
policiales con instrucciones de reprimir a un par de cientos de metros
de los liceos que encabezaban las movilizaciones, y con un cerco
comunicacional etiquetando a los estudiantes de delincuentes y
violentos. Obligaron a los jóvenes a replegar su movilización hacia
los establecimientos de educación, con una sucesión de tomas y
huelgas. A partir de ahí, al gobierno le fue imposible seguir
ocultando los problemas de fondo, y los estudiantes comenzaron rápidamente
a conquistar las simpatías de la mayoría de la población.
El Ministro de
Educación, Martín Zilic, declaró primero roto el dialogo, según él
porque no negociaría bajo presión. Pero el movimiento no dejó de
crecer.
Entonces, se mostró
dispuesto a negociar, con los estudiantes que no estuvieran en
conflicto. ¡Curioso negociador que quiere negociar solo con los que
no tienen conflictos! Y el movimiento siguió creciendo día a día.
Luego el Ministro
Zilic, dijo que negociaría con los que estaban en huelga pero no en
toma. Y los establecimientos tomados, casi siempre con apoyo de
apoderados y profesores, pasaron del centenar.
En ese momento, no
sin cierta ironía, un portavoz de los estudiantes secundarios, declaró
a la radio que el ministro decía que no negociaría bajo presión, y
que él le encontraba toda la razón, así que no pensaban negociar
con un ministro mientras los presionara e intentara dividirlos.
Para entonces el
movimiento era tan fuerte, que además de las reivindicaciones
inmediatas los jóvenes habían puesto los temas de fondo que tocan al
sistema de educación en Chile, a su privatización y a la
desigualdad. Ellos mismos dicen que la movilización ha crecido tanto
que ya pueden plantear todos esos temas y exigir la reforma a fondo.
Entonces a través de
los medios de comunicación, el ministro de educación llamó a los
dirigentes de los Centros de Alumnos, a una reunión en el Ministerio.
Los dirigentes de la Coordinadora le pidieron que recibiera a los
representantes designados para negociar, y le hicieron ver que no veían
como se iba a reunir con más de cien dirigentes. En el Ministerio les
respondieron que tenían todo previsto. Resultado; el lunes pasado por la mañana, cerca de doscientos
dirigentes de Centros de Alumnos, de todo el país,
llegaron al Ministerio. El Ministro ni siquiera se presentó a
la reunión, delegó en una Subsecretaria, mientras él se reunía con
dirigentes políticos y medios de comunicación, e insistía que no
sería él sino la Subsecretaria quien vería el tema con los
estudiantes. Al parecer ni siquiera estaba previsto un lugar, ni las
condiciones para recibir a tantos estudiantes, y al cabo de cincuenta
minutos estos se retiraron.
Finalmente, durante
la mañana el Comité Político del gobierno tuvo que reunirse de
emergencia, y el Ministro Zilic, se reunió con 25 representantes de
los estudiantes de todo el país, que entretanto habían organizado
democráticamente su delegación.
Como declaró un político
“Es difícil tratar de hacerlo peor que Zilic”. Pero a menos de
tres meses de su elección es la propia Bachelet la que está siendo
abiertamente cuestionada por los estudiantes. El lema de la
candidatura de Michel Bachelet era “Estoy contigo”, en todos los
liceos en toma se leen carteles del tenor de “Bachelet ¿Estás
conmigo?”, mientras tanto ella calla.
La
situación de la educación chilena
Los sucesivos
gobiernos de la Concertación han prometido “crecimiento con
igualdad”, pero la realidad es muy diferente, tal vez sea en la
educación donde este slogan mentiroso ha quedado más al descubierto.
Después de años de privatización, la educación básica y media
cuenta con tres tipos de establecimientos: Municipalizados, propiedad
del estado pero administrados por las municipalidades que son
gratuitos, privados subvencionados, que reciben subvenciones
estatales, pero donde los padres tienen que pagar, y finalmente una
minoría de establecimientos privados y caros, en los que estudian los
hijos de la burguesía y de la pequeña burguesía más acomodada.
El discurso
neoliberal del capitalismo se cae a pedazos cuando se estudia las
consecuencias sobre la calidad de la educación chilena.
La calidad de la
educación chilena es penosa, perpetua una desigualdad social que se
profundiza cada vez más. Los resultados de todos los estudios de
medición de la calidad han concluido que hay un fuerte deterioro,
solamente el segmento de los colegios privados puede equipararse en
resultados a los colegios estatales de países desarrollados.
Cuando terminan su
educación secundaria los estudiantes dan una prueba, la PSU, para
postular al ingreso a las Universidades tradicionales. El puntaje
obtenido permite que menos del 5% de los estudiantes provenientes de
colegios fiscales entre a las Universidades tradicionales, si se
quitan cinco o seis liceos fiscales de elite, el porcentaje cae aún más
dramáticamente.
Pero además para
rendir el examen de la PSU los estudiantes tienen que pagar, 20.000
pesos, lo que es alrededor de un sexto del salario mínimo en el país,
muy caro para una prueba estandarizada y masiva que se corrige
por medios computacionales.
La
obligatoriedad de la educación por doce años y la Jornada Escolar
Completa
Después de las
mediciones internacionales con pésimos resultados, que dejaron a los
empresarios muy preocupados por su significado en términos de
capacidad de competencia en la economía globalizada.
El gobierno de Lagos propuso dos medidas, convirtió la educación
en obligatoria hasta 4° año de enseñanza media, es decir durante
doce años en total.
Además decidió
alargar la cantidad de horas que los estudiantes están en los
establecimientos, a esto se llamó Jornada Escolar Completa (JEC). Se
suponía que con estas medidas mejoraría la calidad de la enseñanza
pero a poco andar, existe consenso que esto ha sido un mal parche que
no ha solucionado los problemas. Estas dos reformas están
relacionadas con las reivindicaciones de los estudiantes, así que las
examinaremos brevemente:
Se alargó la educación
obligatoria de ocho años a doce años de escolaridad. Normalmente los
jóvenes tienen que tomar buses para desplazarse a sus lugares de
estudio, pero al extender la obligación de años de enseñanza, el
gobierno no aumentó el derecho al transporte público gratuito, tal
como venían teniéndolo los estudiantes de educación básica, hasta
entonces los únicos obligados por ley a acudir a clases. Además, no
se pensó en ninguna compensación para los estudiantes de las
familias más pobres, que eran los que dejaban de estudiar para
trabajar y ayudar a la sobrevivencia de sus familias.
Respecto a la
implantación de la llamada Jornada Escolar Completa (JEC), hay
consenso en su fracaso. Se suponía que estaría implantada primero el
2005 en todos los colegios, ha habido sucesivas postergaciones, y
ahora se habla de 2011. No se tomó en cuenta que no había
infraestructura suficiente, porque muchos establecimientos funcionan
con dos jornadas. En aquellos que ya se incorporaron a la JEC, además
no se asignaron presupuestos suficientes para dar almuerzos a los
estudiantes que se tienen que quedar en los colegios, en muchos
lugares no hay comedores, y además en general no existe un programa
de formación adecuado para esas horas adicionales.
Las
reivindicaciones de los estudiantes
No estamos frente a
un simple estallido de indignación. Ciertamente hay mucha rabia y
frustración entre los jóvenes, pero ellos han tratado seriamente de
dotarse de un programa y argumentos para defender sus
reivindicaciones. Cuando consiguen espacios en los medios de
comunicación los dirigentes de los Centros de Alumnos hablan bien, y
defienden sus ideas de manera convincente.
Hemos extractado de
la página Web de los estudiantes del Centro de alumnos, Liceo San José,
de Maipú, en Santiago, sus reivindicaciones generales, además los
estudiantes de cada establecimiento tienen sus reivindicaciones específicas.
“Queremos que la
educación deje de ser un privilegio para las clases sociales más
acomodadas del país, ya que es un derecho para todos, asimismo dejar
un legado e importantes reformas en nuestro liceo para las próximas
generaciones.
L.O.C.E. (ley orgánica
constitucional de enseñanza). Este modelo educacional provoca que la
educación no sea igualitaria para todos los estudiantes, ya que esta
privilegia la “Libertad de enseñanza”, dejando al mercado
distribuir la capacidad de talentos, entre otros. Esta ley no abre
paso a la educación de calidad, si no que clasifica y discrimina.
- J.E.C. (Jornada
escolar completa) fue creada para aumentar e impulsar un desarrollo
integral del alumno, sin embargo, ésta se transformó solo en un
parche que condujo al aumento de horas poco significativas, debido a
su poca productividad en la formación del alumno.
- La entrega del pase
escolar a tiempo y pretendemos que este beneficio sea gratuito, de no
ser así, que este tenga un horario ilimitado.
- La gratuidad de la
PSU, de lo contrarío que éste sea basado en el ingreso per cápita
del estudiante, generando un acceso más justo y factible para los
postulantes de recursos bajos y medios.”
El
ejemplo a imitar
La movilización de
los estudiantes franceses tuvo un gran eco entre sus compañeros de
Chile. El que los jóvenes galos se movilizaran autónomamente y
tuvieran una victoria parcial, haciendo retroceder los planes
desregularizadores del mercado laboral que tiene el gobierno francés,
causó un gran impacto. Si ellos pueden ganar, también nosotros
podemos.
Mientras escribimos
esto podemos leer sobre las movilizaciones de estudiantes argentinos
en las ciudades de Rosario y Mendoza. Estamos asistiendo al comienzo
de una ola internacional de radicalización y movilización juvenil,
que con la globalización de las comunicaciones se influencia y
potencia de unos países a otros, de unas regiones a otras.
Así por ejemplo, en las pequeñas ciudades de regiones de
Chile, tradicionalmente conservadoras, igualmente prendió el
movimiento.
Una vez en marcha los
jóvenes, aumenta su autoestima, discuten, se politizan. Y contagian
de entusiasmo a nuevos sectores. En Chile está apareciendo una nueva
generación de la que sin duda saldrán los futuros militantes del
nuevo partido de trabajadores, los activistas que reforzaran los
movimientos sociales y sindicales, y barrerán las telarañas. Ahora
tenemos todo un desafío abierto ante nosotros para ganar a esta nueva
generación para el programa socialista y revolucionario.
* Militante de
Socialismo Revolucionario.
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