Humala
acorta diferencias en clima crispado
Por
Ángel Páez
Inter
Press Service (IPS), 02/06/06
Lima.–
Hasta el último día de la campaña electoral en Perú el candidato
socialdemócrata Alan García y el nacionalista Ollanta Humala
intercambiaron insultos y acusaciones, cerrando una de las más
agresivas competencias por la Presidencia de este país.
García
prefirió ofrecer su último discurso en el céntrico Paseo de los Héroes
Navales de Lima, donde por enésima vez pidió perdón por los errores
que cometió durante su gobierno (1985–1990), caracterizado por el
caos económico.
Humala
eligió la plaza principal de la sureña Cuzco, la antigua capital de
los incas, para recordar a sus seguidores que él encarnaba la única
alternativa de cambio en beneficio de los pobres y excluidos.
Las
tres más importantes encuestadoras del país, el Grupo de Opinión Pública
(GOP), Apoyo y la Compañía Peruana de Investigación de Mercados
(CPI), informaron este viernes a la prensa extranjera que García corría
con una ventaja en la intención de voto de entre seis puntos y 11,8
porcentuales respecto de su contendiente Humala.
Los
resultados de los sondeos no pueden publicarse en Perú en virtud de
la veda electoral que rige hasta este domingo, cuando se celebre la
segunda vuelta de los comicios presidenciales.
Según
el GOP, de la Universidad de Lima, García ganaría con 55,9 por
ciento mientras Humala obtendría 44,1 por ciento. Apoyo señaló que
la victoria de García sería de 53 sobre 47 por ciento, y la
encuestadora CPI adelantó que el socialdemócrata vencería con 53,8
por ciento, y el nacionalista alcanzaría el 46,2 por ciento de los
sufragios.
"No
esperamos sorpresas", dijeron los portavoces de las
encuestadoras, pues Humala no superaría a García, si bien las
preferencias por su candidatura están en ascenso pero ya sin tiempo
de sobreponerse.
En
la primera vuelta el 9 de abril triunfó con 30,9 por ciento Humala,
un coronel retirado del ejército que había protagonizado una
intentona golpista en 2000 y fue sancionado por indisciplinas en 2004.
García consiguió el segundo lugar con 24,3 por ciento de votos,
apenas 0,51 por ciento por encima de la candidata derechista Lourdes
Flores.
La
campaña por el balotaje estuvo marcada por las agresiones. El ex
mandatario afirmó que el nacionalista era parte del proyecto político
regional del presidente venezolano Hugo Chávez, quien al ser aludido
en varias ocasiones tildó de "ladrón" y
"corrupto" a García, pidió el voto por Humala y anunció
que su país rompería relaciones con Perú si ganaba el socialdemócrata.
La
intromisión de Chávez afectó a Humala, confirmando las críticas de
que el militar era seguidor del venezolano, "con la diferencia
que Humala no tiene petrodólares", como dijo García.
Humala
rechazó el "padrinazgo" de Chávez y contraatacó alegando
que García era el elegido de Washington por proponer la continuidad
de la política económica neoliberal y la aprobación legislativa del
Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos.
En
el último tramo de la campaña, irrumpió quien fuera jefe de
inteligencia del ex mandatario Alberto Fujimori (1990–2000),
Vladimiro Montesinos, preso en la Base Naval del Callao y procesado
por una veintena de delitos, filtrando a la prensa una grabación y el
texto de un libro publicado clandestinamente, para debilitar a Humala.
Montesinos
intentó implicar a Humala en vínculos tanto con Fujimori, quien
permanece ahora en Chile a la espera de un juicio por su extradición
a Perú, como con el régimen socialista cubano de Fidel Castro.
Este
clima "es una polarización de estados de ánimos, porque las
propuestas de ambos candidatos no son muy distintas", dijo a IPS
el sociólogo Silesio López, autor del libro "Historia de las
elecciones en el Perú".
"Antes,
la polarización ha sido entre excluyentes y excluidos, exclusión que
era contra el APRA (Alianza Popular Revolucionaria Americana, a la que
pertenece García) y los partidos de izquierda. Ahora, es una
polarización entre un partido organizado y un 'outsider', entre un
estilo más institucionalizado, más respetuoso de las formas políticas,
y otro más informal, cosa que se hace evidente hasta en la
vestimenta. Pero el contenido programático no es muy diferente",
indicó.
También
la campaña de Humala intentó implicar a García con el dúo
Montesinos–Fujimori, que para muchos peruanos es sinónimo de
corrupción y abusos de poder. Así quedó marcado el nivel del debate
político.
En
cambio, casi no fueron materia de discusiones las propuestas de Humala
de convocar a una asamblea constituyente, de reducir drásticamente el
precio de la gasolina y de revisar los contratos suscritos con las
empresas extranjeras, especialmente las chilenas, entre otras
radicales iniciativas.
Tampoco
se debatieron las ofertas de García de ampliar la cobertura de agua
potable para los más pobres, rebajar el sueldo de legisladores y
funcionarios públicos y apuntalar el TLC con Estados Unidos.
Las
encuestas señalan que esta vez la proporción de votos en blanco o
viciados podría ser de 14 por ciento o más, debido a la decepción
por la calidad de los candidatos.
"Si
los votos blancos o viciados se presentan en una proporción tan alta
como la que se muestra, estamos delante de un comportamiento electoral
que responde a que los dos candidatos tienen una mayoría relativa que
no es atractiva para el electorado", señaló a IPS Fernando
Tuesta Soldevilla, director del Instituto de Opinión Pública de la
Pontificia Universidad Católica.
Además,
el sondeo de CPI halló una proporción de indecisos de 6,4 por
ciento.
En
la primera vuelta, los dos candidatos reunieron sólo "55 por
ciento de sufragios, así que ahora tienen que captar al 45 por ciento
restante, pero gran parte de ese electorado se resiste", dijo
Tuesta Soldevilla.
"No
sucedió así" en los comicios que enfrentaron al escritor Mario
Vargas Llosa y a Fujimori, porque en la segunda vuelta éste era de
menor resistencia. La elección entre (el actual mandatario Alejandro)
Toledo y García (en 2001) era de transición, y por eso generaba
expectativa. En este caso, el pase de García a segunda vuelta se ha
dado después de un camino tortuoso que ha generado frustración en un
sector de los electores", estimó.
Uno
de esos electores es Salomón Lerner, el ex presidente de la
independiente Comisión de la Verdad y Reconciliación, que investigó
la violencia política en Perú en el período1980–2000.
"Los
criterios que regirán mi voto son que debemos tener un gobernante con
legitimidad, que se comprometa con la lucha contra la corrupción y
contra la impunidad, que defienda y promueva el respeto de los
derechos humanos, que sea el primero en estar dispuesto a ser
investigado si es que hay denuncias en su contra, y que desarrolle políticas
sociales que atiendan estos principios y que permitan resolver los
problemas del país", dijo Lerner a IPS.
Además,
"que asuma las recomendaciones de la Comisión de la Verdad en
materia de justicia y reparación. En base a estos principios es que
estoy meditando mi voto, que creo que es lo que debemos hacer todos
los peruanos", añadió.
A
otros les preocupa el impacto que tendrá el resultado en el
equilibrio regional. "Las elecciones de este domingo no sólo son
importantes para el país, sino para la región porque permitirán ver
más claramente a los actores y las alineaciones que habrá en esta
disputa", explicó Aldo Panfichi, coordinador de Maestría Política
de la Universidad Católica.
"Por
un lado, tenemos el proyecto bolivariano que lidera Hugo Chávez, que
es un modelo de democracia autoritaria, porque es un gobierno elegido
democráticamente pero que evoluciona hacia un modelo de concentración
de poder en el Ejecutivo y subordinación de otros poderes",
arguyó.
"La
elección de Humala podría enmarcarse en este proyecto. El otro, que
ha estado vigente hasta hace poco, es el neoliberal, que se ve
fortalecido por la reelección de Álvaro Uribe en Colombia. Esos son
los dos proyectos en disputa de la hegemonía de la política
regional", opinó Panfichi.
Silesio
López consideró que la propuesta de cambio responsable y tranquilo
que propone García podría contribuir a su triunfo.
Pero
aclaró: "Será el voto por la continuidad y no por la ruptura.
Los sectores de abajo, que apoyan a Humala, no se quedarán tranquilos
con la derrota. Lo nuevo en el planteamiento de Humala es que la gente
que lo apoya se siente excluida, por eso son tan radicales. No estoy
seguro de si tolerarán fácilmente perder y sentir que la exclusión
continúa", estimó.
"No
creo que haya revueltas, pero sí podría haber un movimiento
permanente, con exigencias más radicales al gobierno".
En
todo caso, el presidente Toledo ha dispuesto la concentración de
efectivos militares y policías en el sur del país, donde se
concentran las adhesiones de Humala. La razón: se teme un desborde
violento si pierde el candidato nacionalista.
Incremento
bursátil por la posible victoria del ex presidente
Conserva
Alan García ventaja en sondeos, pero aún puede ganar Humala en Perú
Reuters, AFP y DPA, 02/06/06
Lima.–
A dos días de las elecciones presidenciales en Perú, el socialdemócrata
Alan García es señalado como favorito en los sondeos de opinión pública
frente al nacionalista Ollanta Humala, aunque el margen de diferencia
se hizo más estrecho en el último mes y los analistas afirman que la
tendencia no es irreversible.
La
posible victoria de García, quien gobernó el país entre 1985 y 1990
y dejó al país en una crisis económica, entusiasmó a los
inversionistas de la bolsa de valores de Lima, que este viernes terminó
con un alza de 4.1 por ciento respecto al cierre del jueves.
Encuestas
de los tres principales institutos demoscópicos del país hallaron
esta semana que la ventaja para García, aspirante por la Alianza
Popular Revolucionaria Americana (APRA), se ubica entre 7.6 y 14
puntos porcentuales por encima de Humala, quien representa al partido
Unión por el Perú.
La
firma demoscópica Apoyo, Opinión y Mercado encontró que García
recibirá 57 por ciento de los votos válidos, frente a 43 de Humala.
La Universidad de Lima ubicó la preferencia por el aprista en 55.9
por ciento y en 44.1 para su contendiente. La Compañía Peruana de
Investigación de Mercados (CPI) pronosticó 53.8 por ciento para el
ex mandatario y 46.2 para el nacionalista.
Humala,
de 43 años, y García, de 57, se enfrentarán este domingo en la
segunda vuelta electoral, luego terminar en primero y segundo lugar
con 30 y 24 por ciento de los sufragios, respectivamente, en los
comicios celebrados el 9 de abril.
Conforme
a la legislación peruana, los candidatos cerraron campañas el jueves
por la noche, con lo cual dieron paso a una doble jornada de reflexión
para los ciudadanos.
De
acuerdo con los sondeos, la escasa ventaja para García se debe a que
no ha logrado capitalizar los votos depositados en favor de la
derechista Lourdes Flores, quien quedó en tercer lugar en la primera
vuelta, con menos de un punto porcentual debajo del aprista.
Según
el director de CPI, Manuel Saavedra, a Humala le ha funcionado el
endurecimiento de su discurso contra el sistema político y económico,
así como las acusaciones que hizo contra García, vinculado con
Vladimiro Montesinos, quien fue asesor del ex presidente Alberto
Fujimori (1990–2000) y de quien fue cómplice en actos de corrupción.
Según
el director del grupo de opinión pública de la Universidad de Lima,
Luis Benavente, el apoyo al aprista está ahora basado en la promesa
de dar continuidad al modelo económico establecido por Fujimori y
ratificado por el actual presidente, Alejandro Toledo.
En
ese contexto, la secretaria de Relaciones Internacional del gobernante
Partido Socialista Obrero Español, Trinidad Jiménez, expresó su
respaldo a García.
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