Pese
a la represión, los maestros retomaron el Zócalo en dura batalla
contra la polícía
Represión
contra maestros en Oaxaca deja
4 muertos y 92 heridos
Por
Octavio Vélez Ascensio y Enrique Méndez
Corresponsal y enviado a Oaxaca
La Jornada, 15/06/06
Oaxaca.– El
gobierno de Ulises Ruiz Ortiz decidió acabar esta madrugada con el
plantón que la sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de
la Educación mantiene desde el pasado 22 de mayo, y lo hizo con la
fuerza pública del estado aun cuando había insistido en su
"disposición al diálogo".
El saldo del enfrentamiento de
policías con maestros fue de 92 heridos, entre mentores, niños y
elementos de seguridad, aunque la dirigencia magisterial aseguró que
como resultado del choque murieron dos profesores y dos menores de
edad. La Cruz Roja informó
del traslado al hospital del ISSSTE de una profesora embarazada que, a
causa de la intoxicación por gases lacrimógenos, abortó. En el
mismo nosocomio se atendió a un joven de 23 años, de nombre Daniel,
quien fue herido en un ojo por una granada de gas.
Bombardeo
aéreo
El desalojo violento
del zócalo oaxaqueño y las 56 calles que mantenían ocupadas los
profesores se inició a las 4:50 de la madrugada con la irrupción de
agentes de la Unidad de Operaciones Especiales, de la policía
preventiva, así como de la Unidad Ministerial de Intervención Táctica
de la procuraduría estatal y del Grupo de Operaciones Especiales del
ayuntamiento de Oaxaca de Juárez, respaldados por un helicóptero
matrícula XAUCJ, que arrojó decenas de granadas de gas durante
cuatro horas.
Sentado en la puerta
de la aeronave, un policía con el rostro cubierto con pasamontañas
arrojaba las bombas con la mano.
A las 11 de la mañana,
el gobernador afirmó que "no hubo enfrentamiento" y aseguró
que había hablado telefónicamente con el secretario de Gobernación,
Carlos Abascal, para solicitar el apoyo de la Policía Federal
Preventiva (PFP) y que el funcionario había accedido. "Están
por llegar cuatro aviones de la PFP y otros agentes por
carretera", dijo.
Ruiz Ortiz justificó
la petición al gobierno federal con el argumento de que, al irrumpir
en el hotel magisterial, la policía encontró rifles de asalto Ak 47,
conocidos como cuernos de chivo, y una mochila con granadas. "Se
aseguraron algunas armas, que vamos a canalizar a la Procuraduría
General de la República (PGR), en el edificio de la sección y en el
hotel del magisterio", dijo.
La salida violenta
escogida por el gobierno del estado provocó que, inicialmente, los
maestros huyeran hacia las calles cercanas al zócalo, pero después
se reagruparon y enfrentaron con piedras y palos a los uniformados.
Los mentores retomaron la plaza principal de Oaxaca y lograron retener
al subdirector operativo de la policía ministerial, Margarito López,
y a siete elementos más, que serán utilizados mañana como elemento
de intercambio de los mentores presos en la mesa que, con la Secretaría
de Gobernación, se instalará en esta capital, al margen de Ruiz.
Como resultado de las
primeras pláticas, el magisterio oaxaqueño decidió replegarse esta
noche, ante un toque de queda anunciado por la administración estatal
–medida que comunicó además a todos los negocios del centro para
que mantuvieran cerradas sus puertas y alertaran a los turistas a no
salir por la noche–, y decidieron abandonar el plantón para dormir
en las escuelas de esta ciudad.
"Se oyen
bombas..."
Diez minutos antes de
las cinco de la mañana, Eduardo Castellanos Morales, profesor de
secundaria, conducía la transmisión en vivo de Radio Plantón –la
estación del magisterio oaxaqueño–, y fue quien dio la noticia del
desalojo violento.
Antes de que los
policías entraran al local sindical –donde se encontraba la estación–
y destruyeran el equipo, el Güero Castellanos alcanzó a decir:
"Se oyen bombas, son las cinco de la mañana; los granaderos se
acercan, están entrando al edificio para reprimirnos, se escucha la
explosión de las granadas".
El propio líder
sindical, Enrique Rueda Pacheco, había alertado a sus compañeros, a
quienes llamó a "resistir organizadamente la represión que está
operando el gobierno estatal en una actitud irracional. Enfrentemos
organizadamente esta embestida con la cabeza fría y el corazón
ardiente. Preparen trapos o pañuelos, mójenlos con agua para
resistir los gases lacrimógenos y defender este espacio, como lo
hemos hecho durante 26 años de lucha".
Cinco minutos después
la policía entró con violencia al plantón por las calles de
Bustamante, Las Casas, Armenta y López, Independencia, Hidalgo y
Valdivieso, entre otras, para desalojar a por lo menos 40 mil
trabajadores de la educación, algunos con sus hijos, que aún dormían.
Los policías dispararon centenares de bombas de gas lacrimógeno para
dispersar a los manifestantes por diferentes arterias.
Como habían previsto
los maestros, la policía asaltó el edificio de la sección 22 y ahí
se detuvo al Güero Castellanos y a Acelo Ruiz Méndez, estudiante de
la universidad privada Mesoamericana, y a Oziel Martínez Martínez, a
quienes se les inició un proceso por terrorismo, portación de armas
de fuego y de explosivos, mientras que en el hotel del magisterio
fueron arrestados el secretario de Escalafón del comité ejecutivo de
la sección 22 del SNTE, Roberto Pérez Gazga, y el administrador del
albergue, de nombre Miguel.
A las cinco y media
de la mañana, los profesores se reagruparon y se enfrentaron con
palos, varillas, tubos y piedras a los agentes en las esquinas de las
calles de Independencia y 20 de Noviembre; Independencia y 5 de Mayo;
Macedonio Alcalá y Morelos; Morelos y 20 de Noviembre; Morelos y 5 de
Mayo; Bustamante y Guerrero; Flores Magón y Trujano.
Mientras los agentes
lanzaban granadas de gas lacrimógeno y pimienta, los maestros
–cubiertos del rostro con paños mojados– respondían con piedras
e inclusive con las bombas que tomaban del suelo y devolvían a los
uniformados. La policía, además, disparó hacia los maestros y,
debido a ello, resultaron heridos de bala el profesor Daniel Mendoza
Reyes y un policía que "fue lesionado por sus propios compañeros.
Ellos mismos le pegaron, porque nosotros no traemos armas".
A las 7:10, los
profesores empezaron a tomar autobuses para usarlos como arietes. Un vehículo fue
llevado hasta el zócalo, donde fue incendiado y chocado frente al
hotel Marqués del Valle. Otro autobús fue utilizado contra los
preventivos en Independencia donde, según versiones de la policía,
tres de ellos fueron embestidos. Escenas similares se vivieron en
Melchor Ocampo, Xicoténcatl, Guerrero y 5 de Mayo.
Poco antes de las 8
de la mañana, los maestros se reagruparon y acorralaron a los
agentes, que se replegaron en la Alameda de León y en el zócalo,
donde destruyeron casas de campaña y el improvisado campamento de los
mentores.
El empuje de los
profesores obligó a los uniformados a abandonar la plaza principal
–movimiento que después justificó el gobernador al señalar que
"se cuidó a detalle que no haya agresiones"– y, en el
tropel, ocho preventivos se quedaron rezagados, entre ellos el
subdirector operativo, Margarito López. Mañana serán utilizados
para un intercambio de maestros presos.
''Ahí muere, también
somos pueblo'', alegó uno de los policías, pero aun así fue
capturado. A las 9:20, los agentes cedieron y los maestros retomaron
su consigna habitual: "¡Va a caer, Ulises va a caer!"
En la confrontación,
los mentores descubrieron que desde la habitación 206 del hotel Marqués
del Valle, en la plaza principal, dos supuestos agentes de
inteligencia les disparaban gases lacrimógenos. Se trata de Javier López
López y Gerardo Ballinas Mayez, quienes al registrarse a la una de la
mañana de hoy dieron como domicilio el 105 de la Calle del Panteón.
Eran los únicos huéspedes del hotel, porque la mañana de ayer habían
dejado esa misma habitación dos reporteros. A López y Ballinas los
maestros –que derribaron las puertas de cuatro habitaciones hasta
que los encontraron en la 206– les encontraron una maleta con
granadas de gas lacrimógeno.
Otra de las
justificaciones de Ulises Ruiz para el operativo policiaco fue que el
movimiento magisterial está influido por "grupos
radicales", y acusó a Rueda Pacheco de haber pertenecido al EPR,
versión que el dirigente desmintió. Esta noche, mientras los
maestros recogían los despojos de sus pertenencias, mostraban con
indignación las huellas de la batalla: almohadas, comida, televisores
quemados, casas de campaña cortadas a navaja, pañales, andaderas,
mamilas, los juguetes de los niños...
Sangriento desalojo
estremece al país
Los maestros retomaron
el Zócalo
El Diario–La
Prensa, 06/15/06
Oaxaca – Servicios
Noticiosos.–Un número indeterminado de muertos, heridos y detenidos
sería el saldo de una acción policial contra miles de maestros que
desde hace más de tres semanas se manifestaban en la plaza central de
la ciudad de Oaxaca en demanda de mejores salarios. Ellos fueron
desalojados con porras y gases lacrimógenos pero horas más tarde los
maestros recuperaron el control de la zona.
De acuerdo a los
testigos varios cientos de policías del estado y ministeriales, que
dependen de la fiscalía, usaron un helicóptero para disuadir a los
maestros, que se apropiaron de vehículos, lanzaron cócteles molotov
y otros objetos contundentes contra las autoridades.
Mientras activistas
de derechos humanos y líderes magisteriales afirmaron que además de
varios heridos hubo muertos, el gobierno del estado negó la versión
y sólo señaló que un policía fue herido de bala en una pierna.
Sara Méndez, de la
Red Oaxaqueña de Derechos Humanos, dijo a la AP que por lo menos tres
personas perdieron la vida y 12 fueron gravemente heridos, aunque el líder
del sindicato magisterial en el estado, Enrique Rueda afirmó en W
Radio que murieron al menos cuatro personas, incluido un niño.
"La huelga de
los maestros de Oaxaca quienes se habían tomado el Centro Histórico
de la ciudad en protesta fue reprimida violentamente esta madrugada
por las fuerzas policiales del gobernador Ulises Ruiz Ortiz. Mujeres,
niños, señores mayores de edad indiscriminadamente fueron atacados.
Yo vivo a tres cuadras de Zócalo (Plaza Central) y mi casa está
llena de gas lacrimógeno. Desde aquí he visto como un helicóptero
del gobierno nos tiraba gas", dijo en un mensaje enviado a El
Diario–La Prensa un pintor que prefiere el anonimato por miedo a las
represalias.
"Los maestros
han resistido heroicamente. Han vuelto a tomarse el Centro Histórico
aguantando el gas lacrimógeno, las confrontaciones de la policía,
etc. La situación es crítica" dice su mensaje.
"Por favor hagan
circular este correo con las imágenes. Si alguien puede traducirlo al
inglés y enviarlo a la gente que solamente habla este idioma, estaré
profundamente agradecido. Si lo traducen les pido que me envíen una
copia. Necesitamos la ayuda y el apoyo de todos", dice Alvarado
Juárez en su llamado de auxilio. “La ciudad quedó como un campo de
batalla”, dijo ayer la televisión estatal que recorrió la ciudad
para observar lo sucedido. “Automóviles fueron quemados. Es un
caos”, afirman.
Según el sindicato,
unos 40,000 maestros han acampado en la plaza central de la capital
del estado en demanda de un incremento de salarios. El sueldo mensual
promedio de un maestro es aproximadamente 6,000 pesos, equivalente a
unos 524 dólares.
El gobierno estatal
ha dicho que 1.3 millones de niños han perdido clases desde el
comienzo de la protesta.
Los maestros
retomaron la plaza a sólo unas horas de que fueron desalojados,
mientras elementos de la policía se mantenían cerca de la plaza.
El gobernador negó
la versión de los muertos e hizo un llamado a los maestros a
establecer pláticas para resolver el problema. Autoridades han dicho
que al menos 20 personas han sido arrestadas desde que comenzó la
protesta, que incluso ha llevado a los profesores a cerrar del
aeropuerto de Oaxaca durante varias horas
Piden renuncia de
gobernador
Enrique Rueda
Pacheco, dirigente de la sección 22 del SNTE, condicionó en parte la
solución del conflicto magisterial a la renuncia del gobernador de
Oaxaca, Ulises Ruiz, por la falta de solución y la aplicación de la
"política del garrote".
En entrevista radiofónica
con López–Dóriga, el mentor informó que hasta el momento habría
tres personas desaparecidas como resultado del enfrentamiento que el
magisterio tuvo con elementos de la policía estatal de Oaxaca la
madrugada de ayer
Agregó que son
falsas las declaraciones del gobernador Ulises Ruiz, en el sentido de
que ellos tuvieran posesión de armas y menos aun que hubieran hecho
uso de ellas.
Según el líder, están
dispuestos al diálogo y sobre todo hicieron un llamado a la
intermediación de las autoridades federales del gobierno, como la
Secretaría de Gobernación y de Hacienda, para solucionar el
conflicto magisterial que lleva ya 23 días.
Confirmó que luego
del intento de desalojo, los maestros retomaron el control del Zócalo
de la ciudad de Oaxaca.
Lisbeth Caña,
Procuradora General de este estado, (500 kilómetros al sur de Ciudad
de México), informó de que hay nueve maestros detenidos por portar
armas e insistió en que el único herido es un policía.
Diversos medios de
comunicación locales y nacionales, que recogen versiones de
dirigentes sindicales, afirmaron que en el enfrentamiento se
produjeron al menos dos muertos.
Más policías al
lugar
Según el gobernador
Ruiz, el balance tras el primer choque, que dirigió encabezado por el
director de Seguridad Pública, Manuel Vera Salinas, es que fueron
decomisadas “algunas armas”, entre ellas los llamados “cuernos
de chivo” (AK–47) y R–15 que había en dependencias de la sección
22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) y en
un hotel.
Adelantó que están
por aterrizar elementos de la Policía Federal Preventiva (PFP) en
Oaxaca para apoyarles, aunque ayerel portavoz de la Presidencia, Rubén
Aguilar, negó que vaya a haber participación federal en el
enfrentamiento.
Acusan a Fox y Ruiz de
ejercer violencia premeditada
Las elecciones ya están
ensangrentadas
Por Karina Avilés
La Jornada, 15/06/06
La Coordinadora
Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) acusó al gobierno de
Vicente Fox y al de Ulises Ruiz, en Oaxaca, de confabularse para
ejercer una represión premeditada contra el magisterio de aquella
entidad, al advertir que ''es ilógico que con 3 mil policías quieran
desalojar a 40 mil profesores. Esto sólo lo pueden lograr con las
armas''. En ese sentido afirmó que ''hoy las elecciones ya están
ensangrentadas por esta acción''.
Los profesores
disidentes en la ciudad de México se declararon en alerta y
advirtieron que levantarán un movimiento más fuerte contra ''la
ultraderecha''. En conjunto con otras organizaciones sociales
elaboraron un plan nacional de acción consistente en la realización
de una marcha, que partirá este viernes a las 10 de la mañana del
Angel de la Independencia a Los Pinos. Hoy se concentrarán frente a
la Secretaría de Gobernación, a las 11 de la mañana, por la tarde
efectuarán una asamblea y por la noche saldrá una caravana a Oaxaca.
En conferencia de
prensa realizada en el plantón que los maestros mantienen en el Zócalo
capitalino –que posteriormente fue trasladado al Senado, donde por
la mañana se registró un conato de enfrentamiento entre profesores y
policías–, la CNTE demandó la renuncia del gobernador de Oaxaca,
Ulises Ruiz; la libertad de los presos, la ''presentación con vida de
los desaparecidos'', castigo a los responsables de la represión y de
''los asesinatos de dirigentes sociales'' cometidos en aquella en
entidad, y el establecimiento de una mesa de negociación donde
participe el gobierno federal.
Saúl Jirón Alonso,
de la sección 22 de Oaxaca; Daniel Avila, de la sección 18 de
Michoacán, y Simitrio Tzompazquel, entre otros, destacaron que este
caso se suma a los de Atenco, Sicartsa y Pasta de Conchos, y forma
parte de una ofensiva del gobierno en contra de los trabajadores que
reivindican sus derechos y no se subordinan al poder.
Los docentes
rechazaron tener armas o drogas, y también desmintieron las versiones
que los vinculan con el ex mandatario local José Murat. Dijeron que
esos supuestos tienen como fuente a Elba Esther Gordillo, quien
utiliza políticamente esta situación como parte de su confrontación
con Roberto Madrazo. Afirmaron que las armas que supuestamente
encontraron los policías en la Casa del Maestro de Oaxaca fueron
sembradas, al igual que las drogas. Y también rechazaron tener algún
vínculo con el Ejército Popular Revolucionario.
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