Debates
en la izquierda mexicana
"Voto
útil" o independencia política
Por
Manuel Aguilar Mora Correspondencia de Prensa, 26/06/06
A unos días de las
elecciones del 2 de julio, los debates y las descalificaciones que
despiertan se multiplican, más aún teniendo en cuenta lo cerrado de
la competencia interpartidaria. Es evidente que casi cinco lustros de
devastación de las políticas neoliberales con su cosecha de
desempleo, miseria, represión, destrucción ecológica, dignidad e
independencia nacionales mancilladas de tal forma que México
aceleradamente es conducido por sus clases dominantes a su destrucción
como nación con aspiraciones reales de soberanía, han producido un
profundo malestar en la población que busca una salida política
confusa pero persistentemente.
Momentos como los que
atravesamos, en que se define el destino de la república por otro
sexenio es necesario plantear claramente cuál es la postura política
general que define y determina a los sectores partidarios e ideológicos
nacionales. Es un deber ante los que nos escuchan y ante los que
depositan en nosotros su confianza. Los que nos consideramos
socialistas aspiramos a ser consecuentes con nuestras convicciones de
actuar de acuerdo con los intereses de los trabajadores y los demás
sectores populares y plantearles lo que consideramos es la verdadera
situación de nuestro país.
Estas líneas
introductorias son para explicar porque hemos llegado a la decisión
en el seno de varias agrupaciones socialistas (Liga de Unidad
Socialista, Liga de los Trabajadores por el Socialismo y Colectivo de
Maestros Socialistas de la Sección X del SNTE–CNTE) de convocar a
la participación en las elecciones del 2 de julio nulificando el
voto. Quienes critican nuestra decisión dentro del amplio abánico de
los sectores progresistas de artistas, intelectuales y académicos que
apoya al PRD y a su candidato presidencial consideran que cometemos un
gran error e incluso algunos creen que estamos en la luna.
Posiblemente ha sido Octavio Rodríguez Araujo en su artículo de La
Jornada (15 de junio) quien ha expresado con más virulencia esa crítica
a nuestra posición llegando a advertirnos lo que nos espera si no
gana AMLO, su candidato. Escribió prepotentemente en la línea final
de su artículo: "Absténganse o anulen su voto, luego no
lloren".
En primer lugar,
somos muy concientes de los diferentes matices que se dan en el campo
de los tres principales candidatos de los partidos gobernantes, pero
consideramos que en lo que respecta al rumbo fundamental del país no
hay en ninguno de ellos ni la voluntad ni la posibilidad política
real de cambiar verdaderamente dicho rumbo. Tan sabemos que los
matices diferenciados existen que estuvimos codo con codo junto a los
millones de mexicanos que impedimos la maniobra foxista del desafuero
de AMLO. Y, aprovechamos para expresar nuestra decisión de participar
en todo frente que luche contra cualquier maniobra de fraude que esa
misma camarilla intente perpetrar para mantenerse en el poder. En la
acción de frente unido por causas que son fundamentales en la lucha
popular siempre estaremos en las primeras filas. Así lo hicimos en la
manifestación más grande que ha marchado por las calles
de la ciudad de México para impedir la maniobra foxista de
desaforar a AMLO.
En segundo lugar, una
cosa es apreciar las diferencias de los sectores burgueses dominantes
y otra cosa es confiar y mantenerse atrás de ellos. Y aquí debo
decir que Octavio Rodríguez se olvida de un aspecto fundamental del
marxismo, al cual se jacta de conocer tan bien, a saber, la
intransigente firmeza con la cual todos sus más importantes
exponentes revolucionarios defendieron la independencia y autonomía
de los sectores explotados y oprimidos (los que elegantemente en la
academia se llaman "subalternos"). Los sectores explotados
que se adhieren política e ideológicamente a los partidos de los
grupos dominantes siguen enajenados y presos de la política y la
ideología burguesas.
En México esa fue la
historia trágica de los trabajadores en todo el siglo XX a partir de
la revolución mexicana. El imperio del PRI se fundamentó en esa
"unidad nacional". Y cuando vino la crisis casi terminal del
PRI en 1988, 1994 y 2000, esa tragedia se hizo más evidente ante la
ausencia de una verdadera alternativa política nacional que
representara fiel y honestamente los intereses populares. ¿Ya olvidó
el erudito Rodríguez Araujo estos datos fundamentales?.
Los sectores
populares cambiaron al PRI por otras alternativas burguesas que
"dicen" muchos discursos y "prometen" muchas
cosas. En el 2000, Fox dijo y prometió mucho, como antes lo había
hecho Cuauhtémoc Cárdenas y lo hacen todos los políticos
oficialistas. He allí la diferencia entre los que nos mantenemos
socialistas y los que se guían por lo que "dicen" y
"prometen" los candidatos burgueses (con comillas y sin
comillas) en los periodos electorales. Nuestro método es guíamos por
los hechos de la lucha misma y no por los discursos electorales.
Ciertamente es una tarea política más difícil que la de orientarse
por los discursos y las promesas electiorales, pero a la larga es más
efectiva y redituable para la lucha democrática y popular.
Rodríguez Araujo en
su amnésica superficialidad no ha hecho, al parecer ningún balance
de la política del "voto útil" de la que ha sido campeón,
no sólo este año sino en el 2000. Está muy preocupado por
"cerrarle el paso a la ultraderecha". Es él quien parece estar, no digamos en un sputnik, sino en
otro país. ¿Cerrale el paso a la ultraderecha con el "voto útil"?
Pero fue precisamente este "voto útil" el que le abrió el
camino a la derecha a Los Pinos en el 2000, ese "voto util"
en el cual Rodríguez Araujo estuvo incluido junto con tantos otros
(en especial amplios sectores del PRD), en la ilusoria política de
creer que todo se resolvía "echando al PRI de Los Pinos".
Él promovió la política del "voto útil" tan
orgullosamente como lo hace hoy. Y con Fox la derecha llegó al poder
y Calderón es el candidato de El Yunque y grupos reaccionarios afines
para continuar y profundizar la política del ranchero de Guanajuato.
Finalmente,
de nuevo su conclusión muestra que él piensa que las luchas
populares son para nosotros las mismas minucias que aparentemente lo
son para él. En el sexenio derechista de Fox hemos luchado y
resistido con los diversos sectores populares que se han enfrentado a
los gobiernos estatales y federales defendiendo sus demandas en Atenco, en
Sicartsa, en Pasta de Conchos, en Oaxaca, en Chiapas, en
las movilizaciones sindicales de los trabajadores del IMSS y del
SNTE–CNTE y en todo momento y lugar en que nuestra intervención política
así lo ha requerido. Ciertamente hemos sentido un dolor profundo por
las consecuencias de los actos represivos contra esas luchas, por los
muertos y heridos, las humillaciones y violaciones que se han
producido. Precisamente esa sangre derramada por las policías de los
sectores gobernantes priistas, panistas y perredistas por igual nos ha
ratificado en nuestra convicción socialista, en nuestra decisión de
iniciar aunque sea como precursores la construcción de la verdadera
alternativa democrática, independiente, clasista y revolucionaria de
los trabajadores y del pueblo oprimido de México, sin la cual es
imposible que sus luchas emancipatorias y liberadoras lleguen a la
victoria.
.– Intelectual de la
izquierda marxista revolucionaria, militante de la Liga de Unidad
Socialista (LUS), México.
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