Después
de las elecciones...
El
descontento se hace presente
Por
Iván Carrasco
Desde México para Socialismo o Barbarie, 19/07/06
A
dos semanas de la farsa electoral sigue habiendo un clima de
desconcierto y enfado por parte de cientos de miles de personas que se
han sentido defraudados por el sistema político electoral, el cual,
como era de esperar ha estado al lado del partido ultraderechista del
PAN.
El
clima que se vive en México es el resultado de un fraude orquestado
por los grupos mas reaccionarios del país y por el gobierno federal,
que descaradamente quieren imponer a un candidato que perpetuará un
ciclo de explotación abierta y descarada, que destrozará sin más
las conquistas de los trabajadores a lo largo de su lucha de años y años.
El
descontento se hace presente, cientos de miles de manifestantes en las
calles intentan detener el ataque fascista del gobierno.
Manifestaciones convocadas por el candidato de oposición, que desde
aquí no pensamos que sea de izquierda, pero que representa una
alternativa para las clases mas desfavorecidas de México. Esto no
quiere decir que sea la salida para una lucha en contra del sistema
opresor, pero que la mayoría de las clases desfavorecidas han pensado
un avance cualitativo si lo erigen como presidente.
Hay
que aclarar que este golpe no es contra AMLO, sino es un golpe de la
ultraderecha, disfrazado, que va directamente a los sectores populares
y trabajadores de México, que ven con desagrado las movilizaciones y
la organización a gran escala del pueblo trabajador para defender a
un candidato que se presenta como alternativa, el cual no es de agrado
para la derecha mexicana.
Entonces,
en este sentido, al no ser un golpe contra AMLO, sino contra todos los
mexicanos, es un golpe que acentúa la opresión del sistema político,
manejado por las grandes empresas transnacionales y que ven en un
movimiento de este carácter, que si bien no es revolucionario, es
contestatario, una amenaza a sus intereses, pues el pueblo organizado
y movilizado es imparable.
No
se trata aquí de justificar a tal candidato o a tal partido, se trata
de ser parte de un proceso que no está desvinculado de nosotros, no
hay casos aislados en la política, y en este sentido no se puede
estar al margen de esta coyuntura, sobre todo porque es parte de la
lucha de clases que se da día con día. Hoy, reflejado en las
elecciones, que por muy burguesas y banales que sean, no dejan de ser
una expresión de la voluntad popular a cierta escala y dentro de la
legalidad burguesa, pero, ¿quien no vive en este mundo y no reproduce
indirectamente las condiciones de este sistema opresor?
De
lo que se trata aquí es de no desvincularse de un movimiento popular
que podría acelerar un proceso de concientización y radicalización
de los sectores trabajadores y progresistas. Pero esto solo se dará
en la experiencia, en las calles, en la organización, se dará en la
gente que hoy se moviliza y que no se deja. Se dará en esta
experiencia que mostrará dos cosas, que el pueblo organizado y
movilizado consigue las metas que se propone y que el sistema político
electoral es un impedimento para su emancipación del sistema
capitalista opresor.
Esto
solo podrá darse si existen sectores y grupos que informen de la
realidad del sistema económico y político como parte de un sistema
que segrega y oprime por naturaleza. No es erigiéndose como
vanguardia ni como dirección, es trabajando codo a codo, analizando
profundamente las coyunturas, informando y proponiendo acciones con
las masas y sobretodo demostrando en la práctica, en la experiencia,
que sólo hay una vía para derrotar este sistema capitalista, y la única
solución que desde abajo y a la izquierda proponemos, es la Revolución
Social.
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