América Latina

Uruguay: Coordinación de Organizaciones Antiimperialistas

Manifestación contra la política económica del
gobierno y el TLC con EEUU.

Correspondencia de Prensa, 22/8/06

El viernes 18 de agosto, en la explanada de la Universidad de la República, ceca de 500 manifestantes se reunieron para protestar contra el programa económico del gobierno del Frente Amplio y su intención de firmar un Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos. Las organizaciones políticas y sociales que convocaron y adhirieron, dieron a conocer un documento político que tuvo una amplia difusión en los medios. (Redacción)

Proclama

Compañeras, compañeros:

Una vez más el pueblo oriental gana la calle para reafirmar su decisión de lucha contra el imperialismo y para cimentar en esa lucha la imprescindible solidaridad internacionalista con los pueblos que hoy sufren la más brutal y descarnada expresión de la política imperialista: la guerra genocida del estado israelí en contra de los pueblos de Palestina y el Líbano.

En las últimas semanas, el gobierno progresista ha dado pasos sustanciales en la consolidación de una política que al tiempo que abandona los planteos históricos del movimiento obrero y popular y la izquierda, se alinea firmemente con las políticas impulsadas desde Washington.

Este proceso que arranca con la firma de la Carta de Intención con el FMI en las primeras semanas del gobierno progresista tiene continuidad en las decisiones fundamentales tomadas por el Ejecutivo. A modo de recordatorio podemos enumerar: el decreto del agua -violatorio de la Reforma Constitucional-, el envío de tropas a Haití, la participación en las maniobras Unitas (y su continuidad con otro tipo de ejercicios militares conjuntos ), la instalación de las plantas de celulosa y la extensión del monocultivo de eucaliptos, el Tratado de Protección de Inversiones con los EEUU, el pago por adelantado de la Deuda Externa.

La aplicación de un modelo económico esencialmente continuista que, privilegiando al capital financiero y la inversión externa, posterga nuevamente la repuestas básicas a las urgentes necesidades de nuestro pueblo de una rápida recuperación de los salarios y jubilaciones tendiendo a la media canasta familiar, de fuentes de trabajo para todos, de cambios en serio en la educación, la salud y la vivienda, de iniciar de una vez por todas una Reforma Agraria imprescindible.

En esta marco la decisión anunciada por el presidente Vázquez de avanzar hacia un acuerdo comercial sin límites con los EEUU confirma, más allá del nombre que adopte, que nos encaminamos a la firma del TLC con el imperialismo.

La derecha tradicional, convocada por el presidente Vázquez para avalar este paso, celebra alborozada el camino emprendido por el progresismo. Los Sanguinetti, los Lacalle y los Batlle, ven con satisfacción como se cumplen sus más caras aspiraciones y por supuesto adelantan su apoyo incondicional a esta política, que es SU POLÍTICA.

Junto con esto, el proyecto de instalar una base militar yanki en la zona de Santa Catalina, más una serie de intervenciones "humanitarias" del Comando Sur en distintas partes del país, completan los elementos que definen una política de dependencia y acatamiento a la política del imperialismo yanki.

Frente a un continente en donde los pueblos se sublevan para quebrar el yugo de siglos de dependencia , expoliación y sometimiento a los dictados imperiales.

Frente un continente que con el empuje de las Revoluciones de Cuba y Venezuela y los pueblos en lucha, frenó la estrategia de imponer el ALCA en Mar del Plata.

Frente a esta realidad, el imperialismo yanki busca dividir a los pueblos americanos con la firma de los TLC, verdaderas herramientas de sometimiento político, de saqueo de las riquezas naturales y destrucción de las empresas públicas y los monopolios estatales.

Como sostén de esta política de saqueo y como cabeza de puente para intervenciones militares en el continente, que tienen como objetivo principal a los gobiernos soberanos y los pueblos insurgentes, el imperio despliega su red de bases en el continente.

En nuestro país, el gobierno progresista, avanza explícitamente en la concreción de estos dos elementos.

Ante esta realidad no caben las vacilaciones, ni las ambigüedades. O se enfrenta decididamente esta política, o se es cómplice de ella.

Como en la época de la Patria Vieja, con Artigas y su ejército de indios, negros y gauchos pobres, sigue planteada la lucha del pueblo trabajador contra el imperio de turno, entre una sociedad de privilegios y exclusiones y una sociedad fraterna, justa y solidaria.

Es por eso que hoy enraizados en la gesta artiguista, abrevando en las mejores tradiciones de lucha del movimiento popular y la izquierda de nuestro pueblo, venimos a reafirmar nuestro compromiso de lucha antiimperialista.

En este histórico lugar, escenario de innumerables luchas populares y frente a esta Universidad que un día acogió al Comandante Che Guevara, sin duda el más alto exponente de la conciencia antiimperialista e internacionalista de nuestros pueblos, decimos con todas nuestras fuerzas:

¡Que el pueblo oriental quiere sumarse a la correntada antiimperialista que hoy recorre nuestra América!

¡Que nuestro destino está en la unidad de los pueblos americanos y no en el sometimiento a los designios del imperio más cruel y asesino de la historia!

¡Que es tiempo de la unidad y la integración de los pueblos latinoamericanos en la lucha antiimperialista y no es tiempo del ALCA y los TLC cualquiera sea el nombre que adopten!

¡Que es tiempo de solidaridad internacionalista y no de silencio cómplice frente a la barbarie imperialista en Medio Oriente!

¡No a la base militar yanki en Santa Catalina!

¡No al tratado de libre comercio con los yankis,

cualquiera fuera su nombre o su forma!

¡No al genocidio del Estado de Israel contra los pueblos de Palestina y el Líbano!

¡Sí a la autodeterminación de los pueblos y la defensa de sus recursos naturales!

¡Regreso inmediato de las tropas de Haití y el Congo!

¡Viva la lucha antiimperialista de los pueblos del mundo!

Convocan y adhieren:

AFUTU, AFFUR MEDICINA, AFFUR ODONTOLOGÍA, SUATT (SINDICATO DEL TAXI), PLENARIA MEMORIA Y JUSTICIA, FUCVAM, LAS AGRUPACIONES CLASISTAS DE ADEOM (Municipales): 307, 17, 1980, 19.74 Y AG. LUCIANO DA SILVA, AGRUPACIÓN 810 DE AEBU (Bancarios), AGRUPACIÓN ESTUDIANTIL IBERO GUTIERREZ DE HUMANIDADES, FOGONEROS, ASAMBLEA POPULAR, CONOSUR, MOVIMIENTO 26 DE MARZO, CORRIENTE DE IZQUIERDA, PARTIDO COMUNISTA REVOLUCIONARIO, REFUNDACIÓN COMUNISTA, PARTIDO DE LOS TRABAJADORES, MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO ORIENTAL, COORDINADORA DE UNIDAD REVOLUCIONARIA, COLUMNA ARTIGUISTA DE LIBERACIÓN 71, AGRUPACIÓN LUCHA OBRERA DEL SUNCA, UNION DE TRABAJADORES DESOCUPADOS, ASAMBLEAS POPULARES, (DEL PINAR, PEÑAROL, AGUADA, PROGRESO, PAYSANDÚ), MOVIMIENTO AGRARIO DEL URUGUAY, CONVERGENCIA SOCIALISTA, Prof: Gonzalo ABELLA, Ma. Helena MELO, Marta DOPASO - Argentina, Mayte BALPARDA- Argentina, Miguel PUIG - España, VENSUR 9 - VENEZUELA, AGRUPACIÓN EPOCA DE MAGISTERIO, SUTEL AGRUP. 19 DE JUNIO


TLC con Estados Unidos...

Hora de hacer las cuentas

Por Roberto Bissio (*)
Red del Tercer Mundo, Montevideo
Enviado por Correspondencia de Prensa, 24/08/06

El sitio web de la señora Susan Schwab, representante comercial del presidente Bush, registra varios tratados de libre comercio (TLC) en vías de negociación y aprobación (con Ecuador, Emiratos Arabes Unidos, Corea, Lesotho, Malasia, Panamá, Tailandia y los países del Africa austral - Botswana, Namibia, Sudáfrica, Lesotho y Swazilandia). Uruguay no está entre ellos.

Y por dos buenas razones. La primera es que el gobierno uruguayo aun no ha decidido si quiere un TLC u otro tipo de acuerdo menos estricto (que Estados Unidos no quiere). La segunda es que el plazo otorgado por el Congreso al presidente para presentar este tipo de tratados vence a medidados del año que viene, lo que quiere decir que hay pocos meses para negociar un acuerdo que normalmente lleva varios años.

Antes de decidirnos a negociar un acuerdo contra reloj, con el riesgo consiguiente de cometer errores que podrán ser irreparables, los uruguayos debemos sacar bien las cuentas y balancear la zanahoria contra el garrote, potenciales ganancias y pérdidas del TLC. De un lado la esperanza de mayor acceso al mayor mercado del planeta, del otro no sólo la apertura a productos estadounidenses sino también la imposición de normas mucho más estrictas de propiedad intelectual (no sólo va a desaparecer Cinemateca Uruguaya, sino también toda la industria farmacéutica nacional), la obligación de no discriminar a productos y empresas de ese país en las compras del Estados (incluyendo entes y municipios, con lo que se amputa un brazo esencial para cualquier intento de promover al "país productivo" desde el gobierno) y la apertura de los servicios a la competencia (incluyendo finanzas, telecomunicaciones y agua, lo que a su vez podría requerir una reforma constitucional).

Si la lista de concesiones a hacer es abrumadora, las expectativas de qué puede ganarse en el área agrícola no son para hacer saltar de alegría. Para empezar, la señora Schwab está impedida por ley (la llamada Bipartisan Trade Promotion Authority Act de 2002) de firmar un TLC que contenga reducciones tarifarias a productos agrícolas más allá de lo acordado en la Organización Mundial de Comercio. Y, como se sabe, la Ronda de Doha de la OMC acaba de fracasar por la negativa estadounidense a hacer concesiones en el área agrícola.

Si no vamos a obtener reducciones tarifarias ni, menos aún, cortes en los subsidios estadounidenses a su agricultura, toda la esperanza está cifrada en la ampliación de las cuotas. No va a ser fácil.

Australia, país desarrollado con mucho mayor poder de negociación que Uruguay, firmó en 2005 un TLC con Estados Unidos. A pesar de que su gobierno reiteradamente anunció que "sin azúcar no hay acuerdo", la cuota azucarera australiana de 87.402 toneladas por año no se movió un pelo.

Al igual que Uruguay, Australia tiene en la carne su principal producto de exportación a Estados Unidos. Allí sí el gobierno australiano logró negociar un aumento de 18.5% en sus cuotas. Pero sólo en el área de carne manufacturada (picada para hamburguesas o comida de mascotas) y diferido de cómodas cuotas a lo largo de 18 años. Según análisis de economistas australianos, el beneficio del TLC para los ganaderos será media vaca exportada más por estancia y por año. Y Estados Unidos se reserva el derecho de aplicar salvaguardas y subir de nuevo las tarifas si, por algún motivo, los precios de la carne australiana bajan sorpresivamente.

En contrapartida, Estados Unidos, el principal exportador agrícola del mundo quiere unos TLC que, según el testimonio de la vice-representante comercial, Karan Bathia, ante la comisión de relaciones internacionales de la cámara baja en Washington, "creen oportunidades para los granjeros estadounidenses, los trabajadores y los empresarios". En ese orden. La "granja" (léase agroindustria) primero.

Asíi, por ejemplo, el TLC de Estados Unidos con México dispuso la liberalización total de los productos agrícolas para 2008 (con 15 años de ajuste para el maíz y los frijoles). Las importaciones realizadas por México de maíz que es su principal producto agrícola, se triplicaron y el precio interno cayó. Las importaciones de soja, trigo, pollos y carne vacuna crecieron 500% desplazando la producción mexicana. Crecieron, si, las exportaciones mexicanas de frutas y vegetales, pero no lo suficiente como para compensar y México perdió 1.700.000 puestos de trabajo rurales desde la entrada en vigor de su TLC.

Capaz que, contra lo que se dice, no es ideología y manifiestos lo que los ministros ponen arriba de la mesa al discutir TLC, sino calculadoras.


(*) Roberto Bissio, director del Instituto del Tercer Mundo.