Habla
Flavio Sosa, miembro de la directiva provisional de la APPO (Asamblea
Popular del Pueblo de Oaxaca)
“México
ya inició una sacudida social de
grandes dimensiones”
Por
Sergio de Castro
Desde
Oaxaca (México)
Diagonal,
14/09/06
La
mexicana Asamblea Popular del Pueblo de Oaxaca (APPO) insiste en su
principal reivindicación: la destitución del gobernador del PRI
Ulises Ruiz. Así ha sido desde el 14 de agosto, cuando se intentó
desalojar violentamente a los maestros en huelga en el Zócalo de la
capital oaxaqueña, lo que motivó un levantamiento masivo y la creación
de esta asamblea. Actualmente el conflicto está estancado entre la
‘guerra sucia’ del Gobierno contra los activistas sociales –a
través de pistoleros, secuestros y asesinatos– y las negociaciones,
por ahora sin resultados, de la APPO con la Secretaría de Gobernación.
DIAGONAL:
¿Quiénes
forman la Asamblea Popular de Oaxaca?
FLAVIO
SOSA: La
APPO es un proceso unitario que busca no sólo aglutinar a distintas
organizaciones sino también a distintos sectores de la sociedad.
Tiene
algunos antecedentes como la Asamblea Estatal Democrática del Pueblo
Oaxaqueño, la COICO, CIPO, COMPA, o recientemente la Promotora Contra
el Neoliberalismo.
La
APPO surge el 20 de junio e integra a las organizaciones que ya venían
apoyando al magisterio y a otras más como el Frente de Sindicatos y
Organizaciones Democráticas de Oaxaca (FESODO), a la Promotora y a la
COMPA, pero también organizaciones no gubernamentales y autoridades
municipales y agrarias, todas ellas aglutinadas alrededor de una serie
de demandas que nosotros consideramos legítimas.
D.:
¿Cuáles
son esas demandas?
F.
S.: Son
diferentes aspiraciones que tenemos la ciudadanía en la perspectiva
de tener un mejor Gobierno, encontrar mejores condiciones de vida, una
nueva relación sociedad–Gobierno, un mundo más justo… Pero también
el rechazo al Gobierno de Ulises Ruiz.
D.:
Por
tanto la destitución de Ulises Ruiz no es más que un primer paso en
sus aspiraciones.
F.S.:
Sí.
Debemos dejar de lado los sectarismos propios de la izquierda y
entender el reto que tenemos enfrente.
Estamos
trabajando para alcanzar las bases de lo que tiene que ser una
propuesta de nuevo Gobierno. Debatir sobre cómo debe insertarse
Oaxaca en un mundo más justo y no aislarnos del resto de la sociedad,
entendiendo que Oaxaca es parte de una República y de un mundo que
hoy se dice globalizado, sometido a los intereses de las empresas
trasnacionales.
D.:
En
la propuesta de gobierno que pretende construir la APPO, ¿se piensa
en constituirse en partido político o en seguir como organización
social?
F.
S.: No es
a mí a quien corresponde responder. Pero por lo pronto debe ser un
parlamento popular más allá de la lógica partidista y en el que se
exprese el verdadero rostro de Oaxaca. El Gobierno actual es para los
mestizos cuando Oaxaca es indígena; es autoritario cuando en nuestras
comunidades se practica la democracia democracia comunitaria; es un
Gobierno neoliberal, cuando nosotros rechazamos el enajenante
capitalismo con nuestras formas tradicionales de organización, cuando
está primero el bien común. Todo esto no se refleja en la forma de
gobernar.
D.:
¿Qué
relación tiene la APPO con otros movimientos como La Otra Campaña
zapatista, con el Partido de la Revolución Democrática o incluso con
grupos armados?
F.
S.: En la
APPO se expresa todo el arco iris de posiciones políticas que hay en
el Estado (se sobreentiende que de izquierda). Yo soy consejero
nacional del PRD, sin embargo yo no vengo a defender aquí los
intereses de mi partido, ni mucho menos las propuestas de López
Obrador. Hay organizaciones cercanas a La Otra Campaña que fortalecen
este proceso.
Los
vínculos con la lucha armada no son tales porque nosotros siempre
hemos trabajado en la lucha legal y abierta. La APPO es un proceso autónomo
de los movimientos armados y de los partidos.
D.:
Los
medios de comunicación han tratado de ligar el conflicto que se vive
en Oaxaca exclusivamente a las reivindicaciones magisteriales.
F.
S.: La
Sección 22 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación
(CNTE) es la organización más fuerte que compone la APPO, ya que
integra a casi 70.000 profesores, pero hoy en día el apoyo popular es
muy, muy grande; más allá de 500.000 gentes. Se está quebrando esa
idea que se estaba intentando vender por parte del Gobierno estatal de
que es un problema magisterial.
Y
ello gracias a las radios, tanto las que son parte del movimiento como
otras comerciales, a las mujeres que tomaron la televisión y a
algunos medios nacionales.
D.:
Ustedes
se han negado a dialogar con el Gobierno del Estado.
F.
S.: El diálogo
siempre lo ha pervertido el Gobierno. No se puede establecer un diálogo
con quien te quiere eliminar físicamente. Pero es que además tú
dialogas con quien reconoces como autoridad, pero al señor Ulises ya
no se le reconoce autoridad.
D.:
¿En
qué contexto nacional se enmarca la APPO?
F.
S.: Yo veo
gérmenes en este movimiento de un cambio revolucionario en México.
Veo una movilización popular in crescendo, que va a cuestionar
este sistema. Pienso que ya inició nuestro país una sacudida social
de grandes dimensiones.
La
lucha por los medios: una información de y para el pueblo
Uno
de los campos de batalla en el que el movimiento popular ha tenido que
luchar contra el poder político y sus acciones policiales ha sido el
de los medios de comunicación. De hecho, uno de los objetivos
fundamentales de la operación de desalojo efectuada en el Zócalo de
la capital oaxaqueña el 14 de junio, fue acabar con las emisiones de
Radio Plantón, voz de la Sección 22 de la CNTE. La entrada violenta
en sus instalaciones, la agresión y el ingreso en prisión de sus
colaboradores no era más que el comienzo de una serie de actuaciones
sobre diferentes medios como Radio Universidad o el diario Noticias,
afines al levantamiento popular. Una lucha que se enmarca en el
contexto de la reciente aprobación de la llamada Ley Televisa que,
según nos explica Fernando Lobo, colaborador de Radio Plantón,
significa entre otras cosas, que “toda concesión será subastada al
mejor postor, lo cual deja fuera de cancha a quien no sea Televisa o
TV Azteca”, acusadas constantemente de manipulación y falseamiento
de las noticias.
Pero
uno de los hechos más insólitos de este enfrentamiento es el de la
toma de la televisión estatal. El 1 de agosto, tras una cacerolada
compuesta exclusivamente por mujeres, se acababa solicitando una hora
de programación a las puertas de Canal 9. Ante la negativa de éste,
se decidía en ese momento tomar pacíficamente las instalaciones.
Durante casi un mes, la televisión y la radio estatales estuvieron en
manos de unas mujeres que, a pesar de no tener preparación técnica,
emitieron una programación que llegó a batir récord de audiencia.
Para
María del Carmen López, una de las protagonistas, “lo que se busca
es que cuando esta lucha termine, estos medios se conviertan realmente
en los medios del pueblo de Oaxaca” y no en “el medio oficial para
ensalzar la imagen del gobernador y vanagloriar las instituciones
gubernamentales”.
La
noche del 22 de agosto un operativo de 60 unidades entraba
violentamente en la zona que rodea la televisión dañando seriamente
las transmisoras de radio y televisión.
La
APPO decidía tomar 12 emisoras de la capital, lo cual, a su vez, era
objeto de una nueva intervención policial. (S.D.C.)
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