Oaxaca
rodeada vela armas
Por
Diego Cevallos
Enviado
especial a Oaxaca
Inter Press Service (IPS), 04/10/06
En
el corazón de esta ciudad meridional de México, habitantes agrupados
en más de 350 organizaciones sociales se gobiernan a través de
asambleas, acampan en parques y calles, manejan radiodifusoras y
tienen su propia policía. Pero el desgobierno no empezó este año.
Cuatro
meses atrás, este movimiento expulsó a todos los funcionarios de los
poderes públicos para exigir cambios institucionales y la renuncia
del gobernador del estado, uno de los más pobres del país junto a
sus vecinos Chiapas y Guerrero. Hoy pende sobre él la amenaza del uso
de la fuera del gobierno de Vicente Fox.
"La
revolución es el movimiento del pueblo organizado, y aquí hay un
movimiento revolucionario, pero buscamos salidas dentro de las
instituciones burguesas y sin uso de armas. No queremos sangre",
dijo a IPS Ramiro Esperanza, un profesor de 25 años que es parte de
la Asamblea Popular del Pueblo de Oaxaca (APPO).
Instalado
el 22 de mayo en uno de decenas de campamentos que pueblan la capital
de Oaxaca, Esperanza afirma que la APPO llegó para quedarse y
multiplicarse en otros estados. A su alrededor juegan niños y de
fondo se escucha una canción cuyo estribillo repite "el pueblo
unido jamás será vencido".
Mientras
él habla, en las afueras de la ciudad se acuartela la policía, y en
las costas oaxaqueñas, bañadas por el océano Pacífico, se alistan
cientos de soldados y marinos de la Armada. "Esperamos pronto los
'madrazos' (golpes), pero aquí resistiremos", señala Esperanza.
Los
campamentos de la APPO, donde se guardan cientos de bombas
incendiarias y muchas personas se arman de palos y hondas, permanecen
vigilados por pobladores que se atrincheran detrás de costales de
arena, piedras, pedazos de metal y esqueletos de autobuses.
Durante
el día, miles de personas circulan por los campamentos sin mayores
problemas y se percibe un ambiente de tranquilidad, pero en la noche
se cierran los accesos y salen los "topiles" (vigilantes de
la comunidad que hacen de policías) a patrullar armados de petardos y
palos y portando radios y celulares con los que se comunican.
En
los campamentos techados con grandes trozos de plástico bajo los
cuales se cocina y se pernocta, todos dicen rechazar la violencia y
denuncian que, por las noches, reciben disparos de grupos armados
irregulares, que identifican como policías. Además, varios de sus líderes
fueron detenidos ilegalmente, afirman los activistas.
La
posibilidad de ingreso de las fuerzas públicas federales para
desbaratar el movimiento aumentó en las últimas horas, luego de que
la APPO se negó a participar en un foro de negociación convocado
para este miércoles por el presidente Fox en la capital y al que
fueron invitados además otros sectores de Oaxaca, como los
empresarios, políticos, "padres de familia" y la Iglesia
Católica.
El
gobierno prometió que en ese foro se negociarían las reformas
institucionales que requiere Oaxaca, entre ellas la posibilidad de una
ley que autorice la celebración de referendos para revocar el mandato
de los gobernadores.
Si
se agotan las posibilidades de diálogo, se usará la fuerza, advirtió
Fox, quien ha prometido resolver este conflicto antes de que termine
su mandato de seis años, el 1 de diciembre, cuando lo sucederá su
correligionario, el conservador Felipe Calderón. "El foro al que
nos llamaron es un engaño, pues convocaron a personas que no
representan al pueblo de Oaxaca. Sólo quieren justificar la represión",
señaló Esperanza. En los últimos meses hubo tres rondas fallidas de
negociaciones entre la APPO y el gobierno.
La
demanda central de la APPO es la renuncia del gobernador Ulises Ruiz,
del histórico Partido Revolucionario Institucional (PRI)
––elegido en 2004 en unos comicios cuestionados por la oposición––
a quien acusan de corrupción y represión ilegal.
"Fuera
Ulises Ruiz asesino", está escrito en muchos muros de la capital
de Oaxaca, gobernada sin interrupciones por el PRI desde inicios del
siglo pasado.
Ruiz
es acusado de actuar de manera déspota, de reprimir y de alentar la
actuación de la policía como fuerza paramilitar, imputaciones
similares a las de sus antecesores.
El
gobierno central no está autorizado a destituir gobernadores. La
llave la tiene el Senado de la Nación, que puede iniciar un juicio
político. Pero allí, los legisladores del gobernante Partido Acción
Nacional (PAN) y del PRI han decidido bloquear esa alternativa.
En
las cuatro estaciones radiales tomadas por la APPO se repitieron este
miércoles con insistencia mensajes indicando la inminencia del
ingreso a la ciudad de las fuerzas policiales y militares federales.
"Compañeros,
no queremos muertos, pero estamos listos a ponerlos si ese es el
camino que escoge el gobierno", señaló uno de los locutores
desde la cabina de la radiodifusora La Ley, controlada por la APPO
desde junio.
No
obstante, el profesor Esperanza indicó que si "los represores
entran disparando, no nos quedará otra opción que replegarnos, pero
para luego volver". Exponer a "nuestros niños es absurdo, y
yo no quiero morir aquí", apuntó.
"Ahora,
si quieren meter presos a los líderes, mejor que vayan preparando un
muro para cubrir toda Oaxaca y encarcelarnos a todos, pues no vamos a
desmayar en la lucha", advirtió el joven maestro de enseñanza
primaria, miembro del Frente Popular Revolucionario, de corte marxista
leninista.
El
22 de mayo, el magisterio oaxaqueño, aglutinado en la Sección 22 del
Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, inició una campaña
en demanda de mejoras salariales.
Con
la expulsión violenta de un campamento de maestros en el centro de la
ciudad, el 14 de junio, el reclamo sindical aglutinó otros
descontentos y cuajó en la conformación de la APPO.
"El
movimiento magisterial pasó de un movimiento gremial a uno diverso,
amplio y capaz de condensar mucha de la inconformidad social" de
Oaxaca, indica un diagnóstico de la no gubernamental Red Oaxaqueña
de Derechos Humanos.
La
Red convalida las denuncias de la APPA sobre acciones paramilitares y
detenciones arbitrarias, pero también señala que miembros de la
Asamblea han cometido actos violentos contra la población que no los
apoya y han estado a punto de linchar a varias personas.
En
las últimas semanas, presuntos grupos guerrilleros se presentaron en
zonas de Oaxaca para saludar la lucha social. El lunes uno de ellos
detonó pequeños explosivos a la entrada de las sedes de dos bancos
de esta ciudad. La APPO se ha distanciado de esos actos y afirma que
algunos están fabricados como parte de una estrategia del gobierno
para justificar la represión.
Empresarios
y comerciantes de Oaxaca, cuyos negocios sufren pérdidas por el
conflicto, acusan al movimiento social de violento, al igual que
algunos políticos, portavoces de Fox y líderes católicos.
"Mi
grupo (el Frente Popular Revolucionario) reivindica el marxismo
leninismo, pero no creemos que es el momento de una lucha armada. No
queremos grupos guerrilleros que anden con dos o tres armas disparando
a lo loco en la serranía, ese no es el camino ahora", señaló
Esperanza.
En
la APPO confluyen organizaciones de diversas corrientes de izquierda,
incluso algunas que en el pasado confrontaron sus visiones y
estrategias.
Junto
con Chiapas y Guerrero, Oaxaca es uno de los estados de mayor
marginación de este país de más de 104 millones de habitantes. Aquí,
80,3 por ciento de la población carece de servicios de saneamiento,
alumbrado público, agua potable y pavimentación de calles, indica la
Red Oaxaqueña de Derechos Humanos.
Según
la entidad fundada en 1996 por varios centros de derechos humanos,
ocho de cada 10 oaxaqueños viven en pobreza extrema.
En
una población de 3,5 millones de personas, el 10 por ciento más rico
de los hogares oaxaqueños perciben ingresos 13 veces superiores al 10
por ciento más pobre, afirma.
"Las
actuales circunstancias colocan a la sociedad oaxaqueña en la
disyuntiva de renunciar a sus aspiraciones y conformarse con el actual
sistema o esforzarse en reformar el Estado para que se diseñe,
organice y evalúe una forma de gobierno que garantice el pleno
ejercicio de los derechos humanos", señala la Red.
Alerta
roja en Oaxaca
OIDHO,
28/09/06
Organizaciones
Indias por los Derechos Humanos en Oaxaca – OIDHO – integrante de
las alianzas COMPA, Promotora–Oaxaca, AMZ, adherente a La Otra Campaña
y miembro de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca APPO y de su
dirigencia colectiva provisional, hoy, 28 de septiembre de 2006, a mas
de cuatro meses del levantamiento civil en Oaxaca, hacemos la
siguiente denuncia urgente:
Los
miembros del movimiento popular–magisterial de Oaxaca, organizado en
la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO), en levantamiento
civil y pacífico desde hace 129 días, de nueva cuenta declaramos la
alerta roja ante la intensa campaña mediática a favor de la represión
masiva en contra del pueblo oaxaqueño instrumentada desde los círculos
del poder federal y estatal.
En
estos momentos, la marcha de miles de integrantes de la APPO avanza en
su camino hacía la ciudad de México y el día de ayer ingresó al
estado de Puebla, en donde al igual como en todos los poblados oaxaqueños
fue atendida de manera fraternal con víveres y recibida con mucho
entusiasmo de cientos de personas. En la ciudad de Oaxaca siguen
bloqueados pacíficamente todos los edificios de los tres poderes del
estado, todo el centro histórico y las instalaciones de las
radiodifusoras tomadas; estas siguen operando difundiendo la información
del movimiento popular. Los habitantes de la capital del estado cada
noche erigen miles de barricadas para no dejar pasar los cuerpos
parapoliciacos y paramilitares del régimen. En diferentes regiones
del estado siguen las tomas de municipios y múltiples acciones de
protesta de las APPOs regionales y municipales.
Contrastando
sus constantes y torpes fracasos con la gran contundencia de la lucha
del pueblo, y desesperado por su inminente caída, el (ex)gobernador
del estado, Ulises Ruiz Ortiz, para este lunes 25 de septiembre
despilfarró de nuevo los impuestos del pueblo de Oaxaca en una campaña
televisiva anunciando un supuesto inicio de clases, amenazando a los
maestros que no regresan a sus labores con el despido. Como todas sus
sucias campañas que han intentado dividir al movimiento magisterial y
popular, esta no resultó exitosa: a pesar de utilizar porros y
personas violentas ajenas a las escuelas, únicamente unas cuantas de
las catorce mil escuelas en el estado abrieron sus puertas. El día de
ayer y a pesar de todas las amenazas y la cancelación de los
salarios, la asamblea estatal del magisterio democrático oaxaqueño,
que representa a setenta mil maestros, refrendó su firme decisión de
no regresar a clases hasta la caída del (ex)gobernador autoritario y
corrupto.
En
este mismo sentido, la asamblea plenaria de la APPO, en donde se
aglutinan cientos de organizaciones sociales y civiles de campesinos,
indígenas, estudiantiles, sindicatos, el mismo magisterio democrático
oaxaqueño, la coordinación de mujeres “Primero de Agosto”,
municipios, colonias conurbanas, transportistas, pequeños
comerciantes, comunidades eclesiales de base y ciudadanos en general,
declaró que la salida del (ex)gobernador no es negociable y anunció
una serie de acciones para intensificar la resistencia.
Esto
ante las repetidas amenazas de represión, toda vez que tanto las cúpulas
del congreso del estado como los exponentes de las cúpulas del poder
de la nueva coalición PAN–PRI a nivel nacional exigen la intervención
de “la fuerza pública” para una supuesta “solución” del
conflicto en Oaxaca, en medio de las declaraciones del secretario de
Gobernación en el sentido de que está ‘abierto el diálogo’ (que
él mismo torpedeó).
Al
mismo tiempo, la banda de delincuentes alrededor de Ulises Ruiz
perpetra constantes actos violentos para provocar a la APPO, los
cuales después son utilizados por los medios masivos para denunciar
la supuesta violencia de la lucha oaxaqueña. Durante los últimos días,
tanto representantes del Parlamento Europeo como de organizaciones
internacionales de derechos humanos han podido constatar que la
violencia proviene del régimen y no de la APPO, y que la APPO no
somos ‘pequeños grupos de vándalos’ sino un movimiento
mayoritario del pueblo de Oaxaca que lucha de manera pacífica pero
masiva contra una dictadura de facto y por la restitución de los
derechos constitucionales.
El
gobierno federal, los partidos en el poder y los medios masivos a
estas alturas tienen pleno conocimiento de este hecho y ya ni se
atreven a defender al (ex)gobernador nefasto, pero toman como rehén
al movimiento legítimo del pueblo de Oaxaca, porque no quieren perder
ninguna cuota de poder, no quieren poner en peligro ni la presidencia
de F. Calderón ni los gobernadores delincuentes pero útiles de otros
estados, y temen que este movimiento se puede extender a muchos
estados de la república.
Para
el día de hoy, el régimen de Oaxaca instrumentó un paro empresarial
supuestamente en todos los comercios y del transporte público, como
escenario idóneo para actos represivos contra el movimiento, pero
esta estrategia ya fracasó y la mayoría de los comercios, mercados y
corporaciones de transporte público están laborando normalmente, y
varios de estas últimas se adhieren a la APPO.
Pero
este nuevo fracaso del régimen no anula la amenaza de que puedan
optar por la “solución” violenta en Oaxaca; solamente están
buscando la estrategia cómo hacerlo y poder culpar al mismo
movimiento oaxaqueño de la violencia que ellos implementen.
Los
pueblos de Oaxaca y sus organizaciones ya hemos mostrado y refrendado
nuestra decisión de no rendirnos ante ningún acto de represión sea
selectivo o masivo; somos Pueblos Indios y tenemos una larga historia
de resistencia y lucha. Sin embargo, es una posibilidad real que los
dueños del poder neoliberal puedan preferir los costos políticos de
la masacre a los costos políticos de la victoria legítima del
pueblo.
Es
por eso, que los indígenas de OIDHO como integrantes de la Asamblea
Popular de los Pueblos de Oaxaca APPO, hacemos un urgente llamado al
pueblo de México y a los pueblos del mundo, a las organizaciones
fraternas, los sindicatos, los movimientos sociales libertarios, y los
organismos de derechos humanos, a solidarizarse con el pueblo oaxaqueño
y no permitir que se violen sistemáticamente nuestros derechos más
fundamentales y se sacrifique en los altares del poder y del dinero lo
que más anhela el pueblo oaxaqueño: Justicia, Libertad y Democracia
¡
Viva el pueblo de Oaxaca!
¡Viva
la APPO!
¡Libertad
a todos los presos políticos!
¡Ulises
ya cayó!
¡Viva
el México de abajo y a la izquierda!
¡Basta
de represión y miseria en los pueblos indígenas!
¡La
victoria no es de los poderosos sino de los mejor organizados!
Organizaciones
Indias por los Derechos Humanos en Oaxaca – OIDHO –
Capulines
#4B Prolongación Buenavista
Col.
Forestal
Santa
María Atzompa, Oaxaca, México
C.P. 71 220
tel.: 951 54 91916
e–mail:
oidho@yahoo.com.mx
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