La
represión a la APPO dejó cinco muertos y
150 heridos en Oaxaca
Por
Gerardo Albarrán de Alba
Corresponsal en México
Página 12, 27/11/06
Cuando faltan menos
de 48 horas para que el presidente electo Felipe Calderón haga público
su gabinete de seguridad, un enfrentamiento entre la Policía Federal
Preventiva y la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca dejó este sábado
al menos cinco muertos, más de 150 heridos, 25 desaparecidos, 40
“presos de conciencia” y cateos indiscriminados. Según denuncia
de asambleístas que realizan un plantón en la capital del país,
entre los heridos al menos 20 personas fueron alcanzadas por disparos
de arma de fuego, entre ellos un niño de 5 años. La Procuraduría de
Justicia del Estado, bajo control del gobernador priísta Ulises Ruiz,
reportó más de un centenar de detenidos “en flagrancia”.
El choque ocurrió
luego de una marcha que recorrió sin incidentes más de ocho kilómetros
desde el sur de la ciudad hasta el centro, y después de que los
manifestantes armaron un cerco alrededor de la policía, a la cual
pretendían mantener aislada durante 48 horas como medida de protesta
y de presión para exigir la renuncia del gobernador Ulises Ruiz, la
liberación de “presos políticos” y el retiro de las fuerzas
federales que controlan esta ciudad, luego de que días atrás se
cumplieron seis meses de conflicto.
Cerca de las 5 de la
tarde, la Policía Federal Preventiva intentó romper el cerco con
gases lacrimógenos y pedradas, a lo que la gente respondió con
bombas de estruendo y petardos. Los enfrentamientos rápidamente se
extendieron en 14 calles del centro de Oaxaca, y en la refriega fueron
incendiados decenas de automóviles y autobuses, así como los
edificios del Tribunal Superior de Justicia del Estado y del Poder
Judicial Federal, el Teatro Juárez, las oficinas de la Secretaría de
Turismo local y varios negocios privados. Otros edificios sufrieron daños,
como las sedes de la Secretaría de Relaciones Exteriores, del
Registro Público de la Propiedad, la Facultad de Sociología de la
Uabjo y la Asociación Mexicana de Hoteles y Moteles de la entidad. Un
hotel de lujo y dos casonas fueron alcanzados por bombas molotov. La
policía persiguió a los asambleístas por varias zonas de la ciudad
hacia donde habían huido en busca de refugio y empleó toda la fuerza
para detener a cuantos alcanzó. Incluso, destruyó con tanquetas y
prendió fuego al campamento principal de la APPO en el templo de
Santo Domingo, cercano al zócalo. En algunos puntos de la ciudad,
hombres vestidos de civil abrieron fuego con armas cortas en contra de
la multitud.
Durante la noche del
sábado y la madrugada de ayer domingo, la PFP realizó patrullajes
por toda la ciudad y comenzó a detener a dirigentes de los asambleístas
sobre quienes pesan órdenes de aprehensión. Las fuerzas federales
pasaron así de las acciones de contención que venían realizando
desde el 28 de octubre, cuando tomaron el centro de la ciudad, a
maniobras de ofensiva abierta contra la APPO.
Ayer, Antonio García
Sánchez, coordinador del plantón asambleísta en la Ciudad de México,
aseguró que Oaxaca “se encuentra en grave riesgo de un ataque del
ejército” y responsabilizó al presidente electo Felipe Calderón,
que ha ofrecido “mano dura”, por el operativo represivo. La APPO
no ha definido su postura ante el cambio de poderes ni ha discutido si
se negociará con Calderón, porque hacerlo significaría “reconocer
su gobierno”, pero desde ahora prevén que a partir del 1º de
diciembre, cuando el derechista tome posesión del cargo, “viene lo
peor para la APPO”. Estos temores podrían ser confirmados hoy,
cuando el presidente electo Felipe Calderón dé a conocer a los
integrantes de su gabinete de seguridad, que incluye al secretario de
Gobernación, al procurador general de Justicia y a los titulares de
las secretarías de Defensa Nacional y de Marina.
Calderón
quiere mano dura
Nominó
de ministro a un violador de derechos humanos
Por
Gerardo Albarrán de Alba
Corresponsal en México
Página 12, 29/11/06
La interlocución del
próximo presidente de México, Felipe Calderón, con el resto de las
fuerzas políticas nacionales quedó ayer comprometida al designar
como secretario de Gobernación a Francisco Ramírez Acuña, quien
como gobernador de Jalisco demostró un claro desdén hacia el estado
de derecho, enturbió el proceso electoral en su estado y tiene
cuentas pendientes por violación de derechos humanos. Para colmo, el
ambiente hacia la toma de posesión de Calderón, el próximo 1 de
diciembre, se complicó luego de que diputados de derecha tomaran la
tribuna de la Cámara de Diputados para impedir que hicieran lo mismo
los legisladores de izquierda, en un enfrentamiento a golpes que duró
varias horas.
Al dar a conocer el
que será su gabinete político, Felipe Calderón desoyó las voces
que desde los dos principales partidos políticos de oposición le
advertían contra el nombramiento de Ramírez Acuña al frente de la
negociación política nacional, para la cual –además– no tiene
experiencia. Calderón ha pospuesto durante dos días consecutivos el
anuncio de su gabinete de seguridad.
El PRI acusa a Ramírez
Acuña de reabrir un expediente judicial contra su candidato a
gobernador, en las elecciones locales de julio pasado, con el único
objeto de dañar su imagen; dos días después, las acusaciones fueron
desechadas y el derechista PAN ganó los comicios en forma cerrada. En
tanto, el PRD no deja de recordar el papel jugado por el entonces
gobernador de Jalisco en la Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno
realizada en Guadalajara en 2004, en la cual reprimió a los globalifóbicos
que se manifestaban en las calles. Las detenciones derivaron en
torturas que fueron documentadas por la Comisión Nacional de Derechos
Humanos, cuyas recomendaciones fueron desdeñadas por el gobierno
estatal de derecha. Hasta ahora, los únicos que celebraron el
nombramiento de Ramírez Acuña fueron los empresarios, precisamente
por su mano dura.
Ramírez Acuña
carece de experiencia nacional, pues toda su función pública ha sido
desarrollada en el ámbito local de su estado, desconoce a los
principales grupos políticos nacionales y prácticamente no tiene
contactos con la izquierda. Para colmo, tampoco se ha destacado en
materia de transparencia y rendición de cuentas, pues no sólo ignoró
numerosas peticiones ciudadanas de información pública, sino que
promovió un retroceso en la ley de acceso a la información de
Jalisco. El mayor mérito que se le reconoce es habérsela jugado por
Felipe Calderón desde su cargo como gobernador de Jalisco,
organizando un acto público para impulsarlo como precandidato a la
presidencia de la República por el PAN, además de haberle conseguido
una gran cantidad de votos en las elecciones federales del 2 de julio,
aun cuando en ese estado se presentó el mayor número de
impugnaciones por irregularidades en la jornada electoral.
Ramírez Acuña
anunció que este viernes 1 de diciembre, cuando Felipe Calderón debe
tomar posesión como presidente de México, habrá “mecanismos de
disuasión” para evitar que los diputados y senadores de izquierda
impidan el acto protocolar.
Hasta el cierre de
esta nota, los diputados del derechista PAN seguían en posesión de
la tribuna, la cual asaltaron desde la 1.30 de la tarde, ante rumores
de que los legisladores de izquierda la tomarían con el fin de
sabotear el cambio de poderes entre Vicente Fox y Felipe Calderón.
Los diputados del PAN dejaron sus curules y se instalaron en las
escalinatas de la tribuna legislativa, donde esperaron a los
izquierdistas, a los cuales repelieron a golpes e insultos durante al
menos cuatro horas.
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