EEUU-América
Latina
El águila pierde influencia
Por
Jim Lobe
Inter
Press Service
(IPS), 09/01/07
Washington.-
Las elites de los principales países de América Latina esperan cada
vez más de sus propias economías y menos de Estados Unidos, reveló
un nuevo sondeo de la empresa Zogby International, publicado esta
semana en la revista Newsweek.
La
encuesta a 603 latinoamericanos destacados (políticos, empresarios,
académicos y figuras de los medios, casi todos con títulos
universitarios) sugiere que Washington perdió importancia para estos
líderes y se ha vuelto más y más impopular bajo la presidencia de
George W. Bush.
Ochenta
y seis por ciento de los encuestados, entre ellos 81 por ciento que se
identificaron políticamente como “de centroderecha”, consideran
que el manejo de las relaciones con América Latina por Washington es
“regular” (48 por ciento) o “deficiente” (38 por ciento),
frente a solo 13 por ciento que lo considera “bueno” y uno por
ciento que lo califica de “excelente”.
La
opinión antiestadounidense es muy marcada en México, donde casi dos
de cada tres encuestados describieron las relaciones con Washington
como “deficientes”. Aun en Colombia, por lejos el mayor receptor
de ayuda estadounidense en América Latina, menos de uno de cada
cuatro encuestados consideró “buena” la relación con Estados
Unidos.
Las
elites latinoamericanas todavía opinan que Estados Unidos es el país
“más importante” para el futuro de la región, pero ven a China y
a la Unión Europea como actores significativos, en especial en el
plano económico.
Así,
aunque 58 por ciento de los encuestados creen que los acuerdos
comerciales con Estados Unidos son “importantes” (26 por ciento) o
“sumamente importantes” (32,5 por ciento) para la economía de la
región, ese porcentaje es muy inferior al 80 por ciento que asigna
igual grado de importancia a los vínculos con la Unión Europea y al
70 por ciento que lo hace con China.
De
manera similar, casi 27 por ciento describe a China como el país más
importante para el futuro de América Latina después de Estados
Unidos, citado por 30,5 por ciento de los encuestados.
El
nuevo sondeo, similar al realizado por Zogby en 2002, fue realizado en
noviembre y a principios de diciembre de 2006 y abarcó entre 80 y 100
líderes en cada uno de siete países (Argentina, Brasil, Colombia,
Chile, México, Perú y Venezuela).
En
comparación con 2002, las elites latinoamericanas muestran un
optimismo mucho mayor en lo relativo a las perspectivas de sus economías.
Hace cinco años, solo siete por ciento describía la salud de sus
economías como buena o excelente. Ese porcentaje aumentó a 43 por
ciento, y además 81 por ciento espera mejoras en los próximos años.
Los
líderes más optimistas son los de Brasil, seguidos por los de
Argentina, Chile, Perú y Venezuela. Los más pesimistas son por lejos
los de México, donde 83 por ciento describe sus condiciones económicas
como “regulares” o “deficientes”, y un tercio opina que la
situación puede empeorar.
Los
encuestados también manifiestan optimismo acerca del rumbo de la región
en general. Casi 53 por ciento cree que América Latina está “en el
buen camino”, y uno de cada tres que está “en el mal camino”.
Los peruanos, brasileños y venezolanos son los más optimistas, y los
mexicanos y chilenos, los menos, según el estudio, copatrocinado por
la Universidad de Miami en Florida.
Ante
la pregunta de qué gobernantes latinoamericanos representaban los
mejores modelos, la más votada fue la presidenta de Chile, Michelle
Bachelet (28 por ciento), seguida por su par brasileño Luiz Inácio
Lula da Silva (26,4 por ciento) y por el colombiano Álvaro Uribe.
El
presidente venezolano Hugo Chávez se colocó en cuarto lugar con
nueve por ciento, y el argentino Néstor Kirchner en el quinto, con
8,5 por ciento.
Al
igual que Uribe, Chávez recibió una sólida votación de sus
compatriotas (34 y 39 por ciento, respectivamente).
Por
otro lado, solo 28,4 por ciento de todos los encuestados consideraron
positiva la influencia de Chávez en América Latina, y 62 por ciento
la calificó de negativa.
En
contraste con la visión negativa de Estados Unidos bajo el gobierno
de Bush, las elites latinoamericanas ven positivamente el surgimiento
de China como potencia económica. Poco menos de la mitad de todos los
encuestados describen a Beijing como un “socio económico”, en
oposición a una “amenaza grave” (7,1 por ciento) o “amenaza
potencial” (12,6 por ciento).
Otro
6,6 por ciento considera que China no constituye amenaza alguna. Las
actitudes más favorables se encontraron en Venezuela, Chile y Perú,
y las menos favorables en México, probablemente como consecuencia de
la competencia china por el mercado estadounidense.
Por
un margen de dos a uno, los encuestados de Chile y Argentina
consideran que China es más importante para el futuro de América
Latina que Estados Unidos, mientras que los de Perú están divididos
sobre la cuestión. Estados Unidos fue considerado más importante que
China en los otros cuatro países.
No
obstante, la encuesta reveló un fuerte apoyo a un Área de Libre
Comercio de las Américas (ALCA) que incluya a Estados Unidos. Casi
dos tercios de los encuestados apoyan dicho acuerdo. El apoyo es mayor
en Perú (92,5 por ciento), Chile (84) y Colombia (77,5), mientras que
la oposición es más fuerte en Argentina (51,9 por ciento), Venezuela
(41) y Brasil (41).
Ante
la pregunta de si para sus respectivos países era más importante
integrarse con Estados Unidos o con otros países latinoamericanos,
sin embargo, solo uno de cada tres eligió la primera opción, y 59
por ciento optó por la integración regional.
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