Gobierno
de Calderón y empresarios desesperados
por la delincuencia y el petróleo
Por
Pedro Echeverría V.
Para Socialismo o Barbarie, 14/05/08
1. Al
parecer, según el mismo gobierno ha reconocido, varias
decenas de altos mandos y mandos medios del ejército
mexicano se pasan, casi sin pensarlo, a las filas del
narcotráfico. Mientras el ejército coloca sus mantas en
los Zócalos de principales plazas del país invitando a la
población a ingresar al ejército asegurando así a los
campesinos y clases medias un trabajo y un salario ante el
brutal desempleo que sufre la nación, en los campos de
combate al narcotráfico aparecen otras mantas pero
invitando a los miembros del ejército (ya bien entrenaditos
y con armas) a ingresar a las filas del narcotráfico por un
pago mayor. Con un discurso hueco el gobierno ilegítimo de
Felipe Calderón está desesperado llamando al
“patriotismo” y a la “unidad” sin darse cuenta de su
enorme desventaja: el discurso del dinero, en las sociedades
capitalista, es más importante que cualquier discurso
moralista pronunciado por alguien conocido como inmoral y
tramposo.
2. Basta
con oír los discursos del presidente Calderón exigiendo
“unidad patriótica” alrededor de su gobierno; ver al
jefe panista Martínez insultando a López Obrador; escuchar
a algunos empresarios exigiendo la privatización del petróleo
y a los conductores y comentaristas de radio y TV acusando
al gobierno de no poder someter por la fuerza a la llamada
rebelión de la delincuencia ni a la oposición de
izquierda; basta con ello para darse cuenta que la clase
dominante está desesperada y sin saber qué hacer. Lo que
parece vislumbrarse (al iniciarse ayer los debates en el
legislativo) es que la reforma privatizadora ya no será
aprobada porque la derecha no ha tenido argumentos para
defenderla y que el narcotráfico tampoco podrá ser
sometido porque muchos altos gobernantes y jefes del ejército
están coludidos con los altos jefes del narco. Sólo había
qué imaginar el brutal desprestigio de Calderón frente al
gobierno yanqui.
3. ¿Quién
puede olvidar que Calderón tuvo como primer acto de
gobierno el anuncio del aumento en sus haberes e inversiones
al ejército y (como escribió Granados Chapa) “de dos
maneras le confió (al ejército) la función policíaca
poniéndolo a la cabeza de la Operación Conjunta Michoacán,
y transfiriendo miles de agentes de la Policía Militar a la
Federal Preventiva, que reafirma así su condición de
cuerpo castrense disfrazado pero identificable”. ¿Se
acuerdan que la protesta presidencial del 1 de diciembre sólo
fue posible por el enorme despliegue del Estado Mayor
Presidencial, uniformados y vestidos de civil? Ese día
inició Calderón su combate contra el narcotráfico
ocupando con decenas de miles (tal vez cientos de miles) las
ocupaciones militares a varios estados. Y a pesar de que
como civil se vistió de militar y fue arropado por el ejército,
parece que después de un año y medio, la batalla la está
perdiendo y no sabe qué hacer.
4.
Por otro lado, en los llamados “debates” sobre el
petróleo, iniciados ayer martes 13 en la Cámara de
Senadores los primeros ponentes: Cárdenas, Meyer, Ibarra,
Pincheti, incluso la líder priísta Paredes, coincidieron
en sus análisis y juicios en que el petróleo no podría
privatizarse y que cualquier asomo en ese sentido debería
reprobarse. Solamente el presidente del PAN y el
investigador Elizondo defendieron el proyecto calderonista.
La realidad es que después de aquella sesión que duró
unas cinco horas y fue transmitida por el Canal del Congreso
y en Internet, pudo verse que la derecha carecía de
ponentes, de ideas y juicios para defender la privatización
del petróleo y que han preferido escudarse en la frase de
que “no quieren privatizar PEMEX y que sólo buscan atraer
inversiones privadas. Algún ponente demostró que la
derecha no estaba a la altura de defender su propia ideología
privatizadora y que prefería negarla o esconderla.
5. Esos dos
problemas (narcotráfico y privatización del petróleo) son
los que no dejan dormir al señor Calderón porque de ellos
dependen otros asuntos graves; pero además hay otros más
directos que al parecer están cubiertos
(a propósito) por gruesos mantos de humo:
crecimiento del desempleo, desconfianza de inversionistas,
aumento de movilizaciones de protesta, total desatención de
los servicios de salud y educación, crecimiento de la
corrupción y encubrimiento de los pillajes del expresidente
Fox y sus familiares. A punto de cumplir año y medio de gobierno, Felipe Calderón
sigue sin realizar acción alguna en beneficio de la población.
Lo que se recuerda de esos 18 meses es represión contra la
lucha de Oaxaca y encarcelamiento de miembros de la APPO;
haber sacado al ejército para ocupar varias entidades del
país, haber reprimido y encarcelado a los campesinos de
Atenco y firmado el Plan México con Bush.
6. A punto
de transcurrir la cuarta parte de su sexenio, Calderón ha
sido “un cero a la izquierda”, y no parece que pueda
gobernar. Sabía él que si no aceptaba “que se limpiara
la elección mediante un nuevo conteo de los votos” iba a
ser un gobierno ilegítimo y, por tanto, tendría una
oposición permanente. No le importó, más aún se burló
de quienes así le reclamaban. Hoy Calderón no tiene
ninguna autoridad moral para llamar a la unidad ante los
problemas del país. Si el PRI ha aceptado no es por
“patriotismo”, al contrario: es porque su oportunismo
permanente por negociar cargos y poder lo tienen
cogobernando, tal como lo hizo con Fox. Ante esa realidad de
falta de apoyo, Calderón ha acudido desesperadamente, de
manera suplicante, al gobierno yanqui para que el congreso
apruebe la llamada “Iniciativa Mérida” y se comiencen a
entregar los millones de dólares ofrecidos para la compra
de armamentos, helicópteros y contrato de más militares.
7. Pero
también la coyuntura yanqui le es desfavorable a Calderón.
Los EEUU atraviesan en este momento por una situación económica
difícil por la competencia internacional en la que China y
algunos otros países torpedean sus productos en el mercado.
Por otro lado Bush sufre desesperado por el desplazamiento
que tiene su partido, el Republicano, ante el inminente
triunfo del partido Demócrata con Obama a la cabeza. A
pesar de los esfuerzos de Calderón porque se aprueben los
miles de millones de dólares de la “Iniciativa Mérida”,
parece que pueden pasar a la incubadora, hasta en tanto se
define la sucesión presidencial. Sin embargo el Bush hará
“hasta lo imposible” para asegurar un control más
estricto de la zona, particularmente de su frontera sur.
Consolidar “ayudas militares” a México, Colombia y Perú
es esencial en estos momentos en que una serie de países
como Venezuela, Bolivia, Ecuador, buscan consolidar su
independencia y soberanía.
8. Se
espera que los movimientos de trabajadores, de ciudadanos y
de izquierda crezcan a partir de esta coyuntura en que el
gobierno de Calderón está demostrando una enorme
incapacidad para solucionar problemas. Más aún, en caso de
no aprobarse la privatización petrolera los mismos
empresarios y los inversionistas yanquis podrían hacer a
Calderón a un lado por no garantizarles los negocios
prometidos.
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