Elementos
para la discusión regional
Chile
y el actual escenario mundial
Por
Nicolás Mestre
Para
Socialismo o Barbarie, 17/12/08
¡El
húngaro no será libre, ni lo será el polaco, ni el
italiano,
mientras el obrero siga siendo esclavo! (Karl Marx)
El
actual escenario atravesado por la crisis económica mundial
con epicentro en Estados Unidos ha cambiado las coordenadas
de la lucha de clases. La quiebra del Lehman`s Brothers hace
unos meses alteró el precario equilibrio que venía
trayendo el sistema capitalista a nivel mundial. Mientras
los gobiernos del mundo han salido a reafirmar su compromiso
con el libre comercio, el capitalismo, y su voluntad de
buscar soluciones para los problemas de la banca mundial.
La
reciente cumbre de APEC vino a confirmar esto. “Nuestro
deber es dar confianza”, señaló Alan García, presidente
del Perú. Mientras la presidenta “socialista” de Chile,
aclarara a todos los chilenos que “no fue el libre
comercio el que generó esta crisis, pero el libre comercio
puede ayudar a resolver la crisis” (El Mercurio, 28 - XI -
2008). Acordando así con México profundizar el TLC firmado
una década atrás. Es decir, “dando confianza” a la
inversión extranjera que las reglas del juego seguirán
intactas.
Pero
no sólo de economía vive el hombre. También de
naturaleza. Sin embargo, las toneladas de peces muertos
hallados recientemente en la costa de la provincia de Buenos
Aires o las ciento cincuenta ballenas varadas en la lejana
Australia, en la lógica fragmentaria del capitalismo,
parecen ser sólo una de las tantas “des-regulaciones”
que se le pasan por alto al capitalismo y sus
administradores.
Chile
y el actual escenario mundial, título de este artículo, es un panorama general
sobre un país en particular que apunta a enriquecer la
discusión sobre la región.
A.-
Régimen político.
El
actual régimen político en Chile está en crisis. El
proyecto con el cual se constituyó históricamente el
oficialismo, la ‘transición democrática’, se encuentra
agotado. Rupturas, renuncias y re-alineamientos atraviesan
la coalición de gobierno. La derecha capitaliza el malestar
social hacia el gobierno ganando terreno en lo electoral.
Las
recientes elecciones municipales del 26 de octubre con el
triunfo de la coalición de derecha, Alianza por Chile, por
un 40,24% sobre un 38,46% del bloque oficialista (que se
presentó en dos listas, Concertación Democrática y
Concertación Progresista) dan cuenta del fin del proyecto
político que representó la coalición de gobierno en estos
años: la ‘transición que no fue’..
Desde
el plebiscito de 1988, por la vuelta a la democracia, la
derecha no ganaba en las urnas, ni tampoco la Concertación
se presentaba dividida como lo hizo en esta ocasión en dos
listas: la Concertación “Democrática” constituida por
la Democracia Cristiana (DC) y el Partido por la Democracia
(PPD) y la Concertación “Progresista” del Partido
Socialista (PS) junto al Partido Radical Social-Demócrata (PRSD).
Mientras el Partido Comunista (PC) realizó un pacto con el
gobierno (‘pactos por omisión’) por medio del cual el
oficialismo dejó de presentarse en ocho alcaldías mientras
el PC lo hizo en diecisiete.
Si
bien las elecciones son un reflejo distorsionado de la
realidad, lo que éstas muestran es el fin del proyecto histórico
a través del cual se constituyó la Concertación, a saber:
la ‘transición democrática’. Que no sólo significó
la legitimación del régimen militar en lo institucional en
el plebiscito del ‘88, sino que también la profundización
del régimen de acumulación capitalista que ha favorecido a
una cada vez más reducida minoría.
En
este sentido, la Concertación se constituyó a fines de la
década del ‘80, como el recambio político que la burguesía
en su conjunto precisaba para legitimar las transformaciones
que la dictadura había realizado en el régimen político y
económico. La dictadura no fue derrotada como proyecto político.
Tampoco la victoria democrática fue tal. El plebiscito del
‘88 funcionó como un mecanismo político que encaminó la
movilización social hacia el disciplinamiento electoral de
la ‘transición democrática’ que siguió rigiéndose
bajo la Constitución legada por la dictadura en 1980.
“Chile
la alegría ya viene”, cantaba la canción del NO en el
plebiscito del ‘88. Veinte años después, de ese canto a
la esperanza, la población comienza a sospechar que la
alegría ya no vino, y que la ‘transición’ no fue tal.
La
Concertación está en crisis producto de que el proyecto
político que la constituyó se encuentra agotado. Esto ha
provocado renuncias, rupturas y re-alineamientos dentro del
oficialismo.
Luego
de la derrota electoral de octubre, Soledad Alvear, una de
las líderes históricas de la Concertación, renunció a la
dirección de la falange (DC). También lo hizo, por su
parte, el senador Alejandro Navarro, con el PS, para
constituir el proyecto ‘progresista’ Movimiento Amplio
Social (MAS), cuyo objetivo es “impedir que la derecha
llegue a la Moneda”.
Sin
embargo las rupturas y re-alineamientos no son sólo
recientes. Ya hace un par de años el malestar se expresa al
interior del oficialismo. Este fue el caso de Chile
Primero (CH1), el proyecto de “líderes y emprendedores”
de los ex PPD Fernando Flores y Jorge Shaulsson.
Más
contradictorio resulta el caso del Partido de los
Regionalistas Independientes (PRI), ruptura que expresa el
malestar hacia el gobierno en las regiones, que en los
comicios de octubre logró obtener quince alcaldías.
En
Concepción, la segunda ciudad con mayor concentración
urbana e industrial del país, se lee en una de las paredes
de un barrio popular: “métanse su cagá` de democracia
por la raja”. Una y otra vez los vecinos han intentado
borrar ese graffiti sin mayor éxito. Vuelve a aparecer. En
ese sentido, la juventud parece un termómetro de la situación
social, siendo cada vez menos los jóvenes que se inscriben
en los registros electorales, lo que da cuenta de la
des-legitimación social creciente en el régimen de
partidos en Chile.
Lamentablemente
quien capitaliza en la actualidad el malestar social hacia
el gobierno en el terreno electoral es la derecha con
amplias probabilidades de llegar a la Moneda en las
elecciones de 2009.
B.-
Régimen de acumulación capitalista.
El
nuevo escenario mundial agudiza las contradicciones del régimen
de acumulación capitalista imperante en Chile desde 1975.
La reducción del precio del cobre en el mercado mundial
repercute en las proyecciones de gasto fiscal del gobierno.
Disminuye la demanda externa e interna, el crecimiento económico
va camino a un ciclo recesivo, mientras la tasa de desempleo
podría alcanzar los dos dígitos configurándose un
escenario nacional similar al que abrió la recesión económica
mundial de 1982-3 de creciente protesta y movilización
social.
La
crisis económica mundial no parece resolverse en el mediano
plazo. Ya la Unión Europea se encuentra en recesión. Y las
expectativas que se tenían sobre el “desacople” de la
economía China comienzan a esfumarse. Asia está al borde
de la recesión, titulaba el Wall Street Journal meses atrás,
anunciando que la economía China podría crecer a una tasa
de un 8%, lejos de los dos dígitos que tenía en los últimos
años, lo que implicaría el despido de 2 millones de
trabajadores de la industria manufacturera a medida que se
debilita la demanda global (WSJ, 27 – X – 2008).
Emir
Sader, señalaba al respecto que las naciones que más
pueden verse afectadas por la crisis son aquellas “con
pautas exportadoras menos valorizadas o aquellas que
direccionaron excesivamente su ciclo de expansión económica
hacia las exportaciones, en particular las economías más
abiertas, entre ellas las que tienen tratados de libre
comercio con Estados Unidos, como Chile, Perú, además de
los ya mencionados México, Costa Rica y otros países
centroamericanos y caribeños”.
El
reciente Informe de Política Monetaria del Banco Central de
Chile de noviembre da cuenta del impacto en la proyección
económica producto de este nuevo escenario mundial. En
contraste con el Informe de septiembre: a) el crecimiento
del PIB proyectado para 2009 entre un 3,5% y un 4,5% pasó a
ser de entre 2% y 3%, y b) el crecimiento de la demanda
interna proyectado en un 3,9% se corrigió a uno de 0,6%.
Esto ya ha repercutido en el sector de la construcción que
ha despedido 180.000 trabajadores en los últimos meses.
Ya en Octubre la patronal estimaba en 30.000 los despidos en
la construcción, 26.000 en la industria y 11.000 en la
minería, cuando aún se tenían las proyecciones de
septiembre.
Hoy el escenario para 2009 es peor.
Mientras
tanto la tasa de desempleo de 7,8% (trimestre
julio-septiembre) podría alcanzar los dos dígitos para
2009 (si se considera un crecimiento económico de 2,5%,
estiman puede estar entre 8,7% y 9,4%). Esto en el mejor de
los casos. Pues el precio del cobre pasó de $3,47 dólares
en el mes de agosto a $1,57 en diciembre. Y las empresas del
sector ya evalúan la “reducción de costos” en algo más
que los 11.000 despidos que proyectaban en septiembre.
Las
recientes declaraciones de Michelle Bachelet no dejan lugar
a dudas sobre la política de gobierno: “esta crisis
internacional, pudiera intentar ser utilizada por algunos
como excusa para emprender medidas proteccionistas. Y Chile
lo ha dicho muy claro: no fue el libre comercio el que generó
esta crisis, pero el libre comercio puede ayudar a resolver
la crisis. Por eso decimos que este es el momento para
avanzar en eso”.
El
gobierno no realizará cambios profundos en lo económico,
por el contrario, profundizará la configuración neoliberal
del capitalismo chileno como ha venido siendo en los últimos
veinte años, pactando los tratados de libre comercio de
tercera generación que hacen de la educación y la salud
meros “servicios” en función de la ganancia capitalista
mundial, así como manteniendo intacto el pilar del modelo:
la “flexibilización” laboral. Como lo señaló el
presidente de la Confederación de la Producción y el
Comercio (CPC) en el Encuentro Nacional de la Empresa (ENADE)
2008: “necesitamos con más fuerza flexibilidad y
adaptabilidad en el mercado laboral para responder a las
actuales circunstancias”.
Es
que si durante años la Concertación se jactó de que la
economía chilena era el “jaguar” de América Latina,
hoy en día la clase capitalista en Chile parece vislumbrar
que esa suerte de belle époque capitalista se acerca
a su fin.
C.-
Lucha de clases.
La
crisis económica mundial agudiza la lucha de clases. El
malestar subjetivo se objetiva en las calles. El gobierno
despliega dos estrategias: negociación y represión, dialéctica
de la economía de la violencia por el Estado. Venimos de un
triunfo por parte de los trabajadores públicos que le torció
el brazo al gobierno con el reajuste salarial de dos dígitos.
Sin embargo, se avizoran nuevos ataques al conjunto de la
clase obrera y el pueblo. Es preciso pasar al terreno político
y cuestionar de conjunto al actual régimen político
responsable del desastre social trazando la perspectiva de
la revolución y el socialismo.
El
anti-poeta Nicanor Parra (que tomó té con Nixon en la Casa
Blanca) decía en uno de sus artefactos (1972): asunto
resuelto: la economía para la derecha, la política para el
centro y la cultura para la izquierda. O algo así (no
tengo a mano el original). Treinta y seis años después de
ese anti-poema, la derecha gana terreno político, la
concertación pierde legitimidad social, la izquierda se
divide entre la colaboración de clases y la impotencia, y
no hay ningún asunto resuelto.
Dejando
a un lado este comentario literario, político anacrónico.
Este año termina con una victoria para los trabajadores del
estado que lograron imponerle al gobierno un reajuste
salarial de dos dígitos para el sector público. En un año
en que las principales luchas que dio la clase obrera fueron
duramente derrotadas: salmoneros de Aguas Claras,
subcontratados de Codelco, etcétera. Así como la que
profesores y estudiantes dieron contra la Ley General de
Educación. Este hecho cambia el escenario de cara a las
luchas que se avizoran para el 2009.
En
una semana de intensas movilizaciones a lo largo del país,
el miércoles 19 de noviembre la Agrupación Nacional de
Empleados Fiscales (ANEF) logró convocar a más de 30.000
personas que se manifestaron frente al Congreso Nacional en
Valparaíso contra el reajuste propuesto por el gobierno de
9,5%,
que finalmente fue rechazado por la bancada del PPD y el
PRSD en medio de fuertes críticas al gobierno, llegando a
la convocatoria el Colegio de Profesores, la Confederación
Nacional de Funcionarios de la Salud Municipalizada (Confusam),
y empleados municipales. Las cifras oficiales dieron cuenta
de un 71% de adhesión al paro, en un sector que agrupa a
650.000 trabajadores (de los cuales 200.000 corresponden a
miembros de las Fuerzas Armadas y Carabineros) con
manifestaciones en distintos puntos del país. En Coquimbo más
de 2.000 manifestantes esperaron la visita de la presidenta
al frente del Estadio Sánchez Rumoroso. Un verdadero gol de
los trabajadores al gobierno.
Raúl
de la Puente, presidente de la ANEF, fue enfático los
trabajadores “no estamos dispuestos a pagar el costo de la
inflación o de la crisis”, luego de que lograran
imponerle al gobierno un reajuste de dos dígitos (10%) en
un conflicto durísimo que lo enfrentó con los Ministros de
Hacienda y de Trabajo, y que había comenzado en octubre,
cuando los fondos previsionales de los trabajadores
sufrieron una pérdida de un 14% por la caída de las bolsas
a nivel mundial mientras los funcionarios del Registro Civil
que se encontraban en toma por aumento salarial eran
amenazados por el Ministro del Interior, Edmundo Pérez Yoma,
de ser desalojados y despedidos.
En
la misma semana los portuarios que se manifestaban en
distintos puertos de la zona norte fueron duramente
reprimidos. Esto da cuenta de que las luchas aún siguen
aisladas entre sí. Y que es preciso fortalecer la unidad de
clase. Así como pasar al terreno político, pues a los días
después de este triunfo Bachelet reafirmaba su compromiso
con el capitalismo neoliberal profundizando el TLC con México.
Pasar
de lo social a lo político. Es esta limitante la que hace
que todo el terreno ganado en lo social, en la objetivación
en las calles del malestar social, se pierda en lo político,
lo electoral, donde avanza la derecha. Pasar al terreno político
y cuestionar al conjunto del régimen, responsable de la
miseria actual, se impone como la más importante tarea para
la clase obrera y demás sectores explotados y oprimidos, en
un año políticamente intenso como va a ser el 2009,
atravesado por la carrera electoral entre los de antes y los
de hoy, es decir, entre los mismos que han configurado el
Chile actual.
D.-
Consideraciones finales.
América
Latina que despertó al siglo XXI con los bramidos de las
rebeliones populares estará atravesada por el complejo
escenario que abrió la crisis económica mundial.
El
panorama general sobre la situación particular de Chile da
cuenta de una coyuntura más global que atravesará al
conjunto de la clase obrera a nivel mundial: el intento por
parte de la clase capitalista de que los trabajadores paguen
el costo de la crisis.
En
este sentido los socialistas revolucionarios nos enfrentamos
a grandes oportunidades y enormes desafíos para trazar la
perspectiva de la revolución y el socialismo como horizonte
para la humanidad. Como decía Marx respecto a la revolución
proletaria en el siglo XIX, ésta “no puede ser alcanzada
en ninguna parte dentro de las fronteras nacionales; la
guerra de clases dentro de la sociedad francesa se convertirá
en una guerra mundial entre naciones. La solución comenzará
a partir del momento en que, a través de la guerra mundial,
el proletariado sea empujado a dirigir al pueblo que domina
el mercado mundial, a dirigir Inglaterra. La revolución,
que no encontrará aquí su término, sino su comienzo
organizativo, no será una revolución de corto aliento. La
actual generación se parece a los judíos que Moisés
conducía por el desierto. No sólo tiene que conquistar un
mundo nuevo, sino que tiene que perecer para dejar sitio a
los hombres que estén a la altura del nuevo mundo”.
Militante chileno de la juventud del Nuevo MAS.
Tajante es el dato entregado por la Fundación Terram
que cita Hernán Montecinos en “¿Qué hacer en las próximas
elecciones?” (Socialismo o Barbarie, edición electrónica,
enviado por el autor el 14 – X – 2008): “si la
diferencia de ingresos entre el 5% más pobre y el 5% más
rico en 1990 alcanzaba a 130 veces, en el 2004 la cifra
llega a 209 veces”.
Pero de seguro “no fue el libre comercio el que
generó esto...”
Ni hablar de que Pinochet y sus secuaces siguieron
impunes, si hasta 1998 fue General en Jefe del Ejército
y posteriormente Senador vitalicio. Como dijo el primer
mandatario de vuelta a la democracia,
Patricio Aylwin, la Concertación iba a hacer
justicia “en la medida de lo posible...”
Como señalaran recientemente los compañeros de Clase
contra Clase en Chile “los jóvenes cada vez confían
menos en los partidos del régimen, esto queda de
manifiesto a la hora de mirar los registros electorales
(municipales) 2008 donde el 32,2% de los mayores de 18
no se inscribe”, aún más “mientras la población
aumenta la inscripción disminuye, lo cual se refleja en
los comicios, en el 92’ eran 98,3% los inscritos
mayores de 18 años en las municipales, 12 años más
tarde eran 79,8% y hoy a 16 años de la primera elección
municipal de vuelta a la democracia son 67,8% nada más”.
Clases contra Clase, 6 - XII - 2008.
La mayor parte de las encuestas dan amplia ventaja a
Sebastián Piñera de Renovación Nacional (RN)
abanderado de la oposición burguesa, Alianza por Chile.
Quien lo seguía de cerca era el ex presidente Ricardo
Lagos que en esta semana declinó de presentar su
candidatura para las presidenciales.
En 1982-3 la tasa de desempleo en Chile alcanzó el 30%
desatándose masivas protestas hasta 1986, que fue
llamado el “año decisivo” por la izquierda (). Ese
escenario abierto por la crisis conjugó la protesta
contra el régimen militar con el malestar por las
consecuencias de la crisis en Chile. Hoy se da de manera
similar un malestar creciente hacia el régimen político
que puede agudizarse con la actual crisis económica
mundial. Al respecto ver Tomás Moulian, Chile actual:
anatomía de un mito (LOM, 1998) y Gabriel Salazar y
Julio Pinto, Historia Contemporánea de Chile, Tomo III
(LOM, 1998).
Esto contrasta con las expectativas que albergaban las
empresas mineras de capital transnacional que días
antes señalaban que continuaban “confiando en el
progreso de industrialización y urbanismo que está
teniendo China y otras economías en desarrollo, lo que
mantendrá fuerte la demanda por nuestros productos”.
Informe Minera Cerro Colorado, El Mercurio 22 – X –
2008.
Emir Sader, ‘América Latina frente a la crisis’, Le
Monde Diplomatique, Cono Sur, nº 112, Octubre, 2008.
Juan Valenzuela, ‘La patronal corrige sus proyecciones
económicas’, Clase contra Clase, 6 - XII - 2008.
El Mercurio, 31 – X – 2008
El Mercurio, 28 – XI – 2008.
Alfredo Ovalle, El Mercurio, 28 - XI - 2008.
Respecto al modelo de acumulación capitalista imperante
desde 1975, señalan Salazar y Pinto en Historia
Contemporánea de Chile, Tomo III: “se nos dice, ha
logrado finalmente llevarnos a una etapa superior en la
escala evolutiva de las economías, transformándonos en
“jaguares” portadores de modernidad y en modelos
dignos de imitar por otros países “emergentes”.
Vista en una perspectiva de más largo plazo, sin
embargo, la novedad y el éxito de esta fórmula
adquiere un carácter más relativo,
y baña a nuestra época con una luz de “belle
époque” que en más de algún aspecto recuerda las
contradicciones del primer centenario de la
Independencia: el triunfalismo y la marginalidad, lo
cosmopolita y lo provinciano, la complacencia y la
rabia”. Esa “belle époque” capitalista se acerca
a su ocaso…
“Los funcionarios públicos vamos a continuar en esta
lucha con mucho más fuerza ministro Velasco, créamelo,
y estaremos presentes esta tarde en el Senado para que
con los senadores volvamos volver a instalar un reajuste
que sea de dos dígitos, no con un 9,5% como se está
implementado”. Raúl de la Puente, presidente de la
Agrupación Nacional de Empleados Fiscales. El Mercurio,
20 – XI – 2008.
Karl Marx, Las luchas de clases en Francia de 1848 a
1850, ‘Las consecuencias del 13 de Junio de 1849’.
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