EE.UU. estrena "nueva diplomacia"
Por Carlos Chirinos Vásquez
Enviado especial a Trinidad y Tobago
BBC
World, 17/04/09
Tras su estreno la semana pasada en Europa, la "nueva diplomacia"
estadounidense del gobierno de Barack Obama tendrá
oportunidad de mostrarse en su propio patio en la 5ta Cumbre
de las Américas este fin de semana en Trinidad y Tobago.
Obama compartirá el encuentro con los líderes del resto del hemisferio en
Puerto España, capital de Trinidad y Tobago.
El evento reunirá a 34 jefes de Estado y de gobierno de las naciones
representadas en la Organización de Estados Americanos
(OEA), lo que deja fuera a Cuba, país que está políticamente
suspendido del sistema hemisférico desde 1964.
El objetivo oficial de las cumbres es lograr un "compromiso con la
integración hemisférica y la responsabilidad nacional y
colectiva, a fin de mejorar el bienestar económico y la
seguridad de nuestros pueblos", según la Declaración
de Québec, donde se realizó la tercera reunión en 2001.
Pero este año todos prestarán atención al presidente Obama y al
comportamiento de lo que su gobierno ha definido como la
"nueva diplomacia" estadounidense, más dada a
trabajar conjuntamente con el resto del mundo en los foros
internacionales y reconocer sus culpas.
Buena
voluntad
El gobierno estadounidense parece estar dando un anticipo de su "buena
voluntad" con el anuncio hecho el lunes de que eliminará
las restricciones de viajes y del envío de remesas de
cubano–estadounidenses a Cuba.
Aunque el embargo permanecerá inalterable por ahora, Washington parece
estar reconociendo las expectativas que tienen muchos
gobiernos de la región de un cambio en las relaciones
hemisféricas.
Algunos esperan una repetición de la actitud que exhibió Obama en su
reciente gira europea, durante la cual muchos alabaron el
cambio de tono usado por la Casa Blanca para relacionarse
con sus aliados y hasta con sus potenciales enemigos.
Algunos notaron que Obama –al contrario de la costumbre de su predecesor
George W. Bush– no trató de imponer el peso
estadounidense para forzar acuerdos en la reunión del
G–20 o en la Cumbre de la Organización del Tratado del
Atlántico Norte (OTAN), pese a que no necesariamente
llegaron a las conclusiones que Washington esperaba.
Pero como en este hemisferio están algunos de los gobiernos más críticos
de Estados Unidos, muchos están pendientes de ver si en
este lado también se usará ese tono "distinto"
durante la cumbre de Trinidad y Tobago.
"Hay mucho que hacer para mejorar las relaciones en este
hemisferio", aseguró a BBC Mundo James Goldgeier, del
Consejo de Relaciones Exteriores, un centro de estudios
basado en Washington, quien reconoció que el
"tono" va a ser importante.
Goldgeir afirmó que "el trabajo duro empieza con esta cumbre",
pese a que la gente y los medios de comunicación estarán
esperando resultados palpables incluso antes de que los líderes
hayan empezado a regresar a sus países, lo que considera ilógico
y hasta injusto.
"Mucha gente entiende mal la naturaleza de estas reuniones. Sobre todo
en el caso del presidente Obama, quien apenas comienza el
trabajo diplomático. Hay que esperar a ver qué es lo que
se puede lograr", dijo Goldgeier.
Escuchar
y aprender
"Juzgando por lo que el presidente Obama ha hecho en los últimos días
(durante su gira europea), uno podría decir desde ya que la
cumbre será un éxito", comentó durante un evento en
Washington la semana pasada Luis Alberto Moreno, presidente
del Banco Interamericano de Desarrollo, BID.
El verdadero éxito de la reunión dependerá de las bases que deje
establecidas para el futuro manejo de los problemas hemisféricos
y , por eso, para Moreno "lo que importa es el día
después".
"Si Estados Unidos dice que está en una actitud de que va a escuchar y
aprender de los demás, lo cual es positivo, entonces tiene
que comportarse en concordancia y hay un número de asuntos
que no deben salir de la agenda como Cuba o la inmigración",
reconoció Moreno.
Otros temas de la agenda son el manejo de la crisis económica global, el
enfoque de la lucha contra el tráfico de drogas, la
coordinación en materia de seguridad y hasta cómo mejorar
el diálogo político entre Washington y los gobiernos de
tendencia socialista, como los de Venezuela, Bolivia y
Nicaragua.
La crisis ya fue tratada con los presidentes de las principales economías
de la región –Brasil, Argentina y México–, quienes
estuvieron presentes en la reciente cumbre del G–20
realizada en Londres. Sin embargo, se trata de lograr
soluciones conjuntas.
Para el hemisferio, el manejo de la coyuntura es lo principal, ya que –según
datos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID)– por
cada punto porcentual que se reduzca el Producto Interno
Bruto en América Latina unas 15 millones de personas
regresarán a la pobreza extrema, lo que revertiría la
tendencia de los últimos cinco años durante los cuales
unos 40 millones abandonaron esa condición.
Nueva
asociación
Para muchos, la manera como Washington se ha asociado tradicionalmente con
los países de su políticamente incorrecto llamado
"patio trasero" ha sido desde una posición
dominante como proveedor de los recursos y del "know
how" (conocimiento).
Así habría sucedido en la llamada guerra contra las drogas –con el Plan
Colombia y actualmente con la Iniciativa Mérida en
desarrollo en México– o en programas de derechos humanos,
de lucha contra la corrupción y hasta en planes de ayuda
contra la pobreza.
David Rothkopf, director de Garten–Rothkopf –una firma de asesoría
internacional–, reconoció que todos los gobiernos
estadounidenses han tenido "algún tipo de asociación"
con la región, pero que "típicamente eso ha
significado que Washington firma un cheque y le dice al país
qué es lo que quiere que se haga".
Para Rothkopf, "no es exactamente una asociación de iguales y
generalmente conduce al resentimiento". "Debemos
entender qué es una verdadera asociación, ya que hay líderes
regionales asumiendo responsabilidades y no a la espera de
que Estados Unidos intervenga", completó.
En general, los expertos en temas hemisféricos reconocen que, pese al
"nuevo tono", los asuntos americanos no serán una
prioridad para la diplomacia estadounidense, ocupada en
responsabilidades globales heredadas del gobierno anterior.
Pero esperan que quizá este punto de inflexión en el que muchos ven a
Washington sea un buen momento para replantearse sus
relaciones con el hemisferio. Y un buen lugar para dejar
claras las intenciones pudiera ser Trinidad y Tobago.
Obama ofrece "nuevo comienzo" con Cuba
Por Carlos Chirinos Vásquez
Enviado especial a Trinidad y Tobago
BBC World, 18/04/09
Cuba entró de lleno en la V Cumbre de las Américas desde su mismo inicio.
El presidente estadounidense, Barack Obama, recogió el
guante que le lanzaron varias naciones latinoamericanas y
ofreció buscar "un nuevo comienzo con Cuba".
"Estoy aquí para lanzar un nuevo capítulo", dijo Obama durante
su intervención en la sesión inaugural de la cumbre que
empezó la tarde del viernes en Puerto España, capital de
Trinidad y Tobago.
Obama habló después de la presidenta argentina, Cristina Fernández, el
nicaragüense Daniel Ortega y la primera ministra de Belize,
Dean Barrow.
Tanto Fernández como Ortega plantearon desde el principio el tema de Cuba,
país que no participa en la reunión debido a que está
suspendido del sistema interamericano.
"Debemos dar cuenta de esas transformaciones (producidas desde que se
celebrara la anterior cumbre, en 2005) de esa supresión de
la lógica de un mundo bipolar, del anacronismo que
significa el bloqueo a la hermana república de Cuba y pedir
su levantamiento", dijo la presidenta argentina en el
discurso de apertura del encuentro.
Fin
del bloqueo
Aunque la Casa Blanca había dado con anticipación el discurso del
presidente Obama, sus palabras parecieron responder
directamente a los planteamientos de Fernández y Ortega.
Obama dijo que Washington tenía que dar un giro a sus relaciones con América
Latina y reconoció que para ello hacía falta "mover
las relaciones con Cuba en una nueva dirección".
"Estoy preparado para que mi gobierno se entrelace con el cubano en un
amplio abanico de temas: desde derechos humanos, libertad de
expresión y reformas democráticas hasta drogas, migración
y economía".
Superar
la desconfianza
El mandatario estadounidense aseguró que "no se trata de hablar por
hablar" pero advirtió que "hay un largo trecho
que recorrer para superar décadas de desconfianza".
Obama llamó a sus colegas americanos a no "ser prisioneros de
desacuerdos pasados".
"Vine a debatir el futuro" dijo y ofreció el reciente
levantamiento de las restricciones de viajes de
cubano–estadounidenses a Cuba y del envío de remesas a
ese país.
De las primeras reacciones que extraoficialmente pudo obtener BBC Mundo tras
contactar varias de las delegaciones latinoamericanas se
puede concluir que efectivamente ponen la discusión sobre
Cuba en un plano distinto, tras años de reticencia por
parte de Washington de considerar su política hacia la
isla.
El asunto seguirá siendo debatido la mañana del sábado cuando Obama se
reuna con los líderes de la Unión de Naciones de Sur,
Unasur.
Por lo pronto la presencia de Obama ha revolucionado esta pequeña ciudad
caribeña. A su llegada al aeropuerto y al hotel Hyatt,
donde se realiza la reunión, fue recibido con la ovación
de quienes esperaban para poder verlo aunque fuera de lejos.
Cuba–EE.UU.:
Hillary Clinton
reconoce fracaso
BBC World, 17/04/09
La secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, reconoció que
las políticas de su país hacia Cuba
"fracasaron".
"Seguimos buscando formas más productivas de avanzar, ya que vemos que
la actual política hacia Cuba fracasó", dijo en una
declaración conjunta con el presidente dominicano, Leonel
Fernández en el marco de su visita a República Dominicana.
Clinton respondió además a las declaraciones del presidente del Consejo de
Estado de Cuba, Raúl Castro, quien el jueves manifestó su
disposición a dialogar de igual a igual con EE.UU. sobre
"todo".
La jefa de la diplomacia estadounidense consideró las palabras de Castro
como "un acercamiento bienvenido", a pocas horas
de viajar a Trinidad y Tobago, donde participa en la V
Cumbre de las Américas.
Respuesta
"Estamos pensando seriamente en cómo vamos a responder" al
mensaje del líder cubano, manifestó Clinton.
Castro dijo el jueves que está preparado para dialogar con Obama siempre
que se ponga "todo" sobre la mesa, incluyendo
cuestiones relativas a derechos humanos y presos políticos.
El propio Fidel Castro, en su más reciente "reflexión" publicada
en un sitio internet oficial, dijo que su hermano, Raúl,
estaría dispuesto a normalizar las relaciones con EE.UU.,
siempre y cuando se respetara la soberanía nacional.
La administración Obama pide a Castro gestos que demuestren su talante
dialogante.
Clinton insistió en la necesidad de que EE.UU. promueva "los derechos
humanos, la democracia, la paz, la prosperidad y el
progreso".
Por ello, el vocero en funciones del Departamento de Estado, Robert Wood,
también reclamó a Cuba "tomar pasos audaces".
Estados Unidos exige gestos de "reciprocidad" que respondan a los
últimos acercamientos del presidente Obama, como eliminar
las restricciones de viaje impuestas a los
cubano–estadounidenses y permitir el envío de más
remesas familiares a la isla.
"De nuevo urgimos a Cuba a que libere a presos políticos, permita la
libre circulación de información y la libertad de reunión",
dijo Wood.
Por otro lado, en Venezuela los mandatarios asistentes a la Cumbre de la
Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA),
consideran en su documento de cierre como
"inaceptable" el borrador de la declaración final
de la V Cumbre de las Américas, justamente por excluir a
Cuba.
"Los países miembros de la Alternativa Bolivariana para Nuestros
pueblos de América (ALBA) consideramos que no hay consenso
para adoptar este proyecto de declaración", dice el
documento.
Anahí Aradas de la BBC en Caracas informaba este jueves que el presidente
venezolano Hugo Chávez se opuso a firmar la declaración
final por considerar que "está totalmente descolocada
en el tiempo y en el espacio como si el tiempo no hubiera
pasado".
La OEA
y Cuba
Otro tema que ha trascendido en el marco de la Cumbre de las Américas en
Trinidad y Tobago es el referido a la posibilidad de que
Cuba sea readmitida en la Organización de Estados
Americanos (OEA).
El secretario general del organismo hemisférico, José Miguel Insulza, dijo
que pese a que este no es un tema que se abordará en la
cumbre, aseguró que debe ser retirada la resolución que
data de 1962.
Insulza agregó que podría presentar una propuesta al respecto en la próxima
reunión de la OEA en Honduras prevista para el mes de
junio.
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