Opina
un especialista en relaciones EEUU–América Latina
"Estados
Unidos está aislado en su política hacia Cuba"
Por
Fernando Ravsberg
Desde
la Habana
BBC
World, 17/04/09
Aunque
Cuba no está incluida oficialmente como "tema" en
la agenda de la Cumbre de las Américas ni tampoco está
invitado a Trinidad y Tobago, pocos dudan que la isla caribeña
no sea protagonista de uno de los debates más interesantes
y polémicos que mantendrán los 34 jefes de Estado y de
gobierno.
En
declaraciones a BBC Mundo, Luis Suárez Salazar, profesor de
la Universidad de La Habana y especialista en las relaciones
de Estados Unidos con América Latina, señaló que no sólo
debe destacarse el papel que pueda tener el nuevo presidente
estadounidense, Barack Obama, en un posible cambio en la dinámica
entre La Habana y Washington.
En
la entrevista con el corresponsal de BBC Mundo en la capital
cubana, Suárez Salazar dijo que nunca en toda su historia
Cuba había estado tan integrada política, social y económicamente
con el resto del continente.
Este
viernes se encontrará el presidente Obama con sus homólogos
de la región, ¿cuál es el marco en que se realiza la
Cumbre de las Américas?
Obama
llega al encuentro con América Latina cuando aún no ha
terminado de resolver algunos de los grandes problemas que
enfrenta la sociedad norteamericana, me refiero a la crisis
económica, las dos guerras en las que está implicado y la
reformulación de sus relaciones con Europa.
El
tema latinoamericano ha estado totalmente ausente del
discurso de Obama, no ha definido aún públicamente su política
para la región. Ni siquiera ha nombrado un Embajador
Especial para América Latina, como ofreció durante su
campaña electoral, sigue trabajando con un equipo viejo.
Sin
embargo, Obama puede ofrecer un cambio conceptual de enfoque
sobre los problemas. En temas como drogas, emigración o la
crisis económica mundial hay un campo para trabajar juntos.
Las medidas proteccionistas de Estados Unidos y los
subsidios agrícolas son también temas donde se puede
mostrar un cambio de política.
Se
trata de cambiar políticas que en los últimos 20 años han
demostrado que no dan resultado. Un buen ejemplo es el nuevo
enfoque sobre la droga, donde la administración Obama
empieza a reconocer que parte de la responsabilidad está en
el consumo y por lo tanto en Estados Unidos.
¿Qué
importancia tendrá el tema cubano en la Cumbre?
Es
la primera vez desde 1959 que Estados Unidos está
totalmente aislado en su política hacia Cuba. Nunca en toda
su historia, desde 1902, nuestro país había tenido
relaciones con tantas naciones del continente. De hecho,
tenemos relaciones con todos los países –pronto se
restablecerán con El Salvador–, la única excepción es
Estados Unidos.
Nos
hemos incorporado a todos los acuerdos de concertación política
y cooperación económica de la región, desde el SELA
(Sistema Económico Latinoamericano y del Caribe) hasta el
Grupo de Río. El 40% del comercio de Cuba es con América
Latina, algo que no tiene precedentes en la historia del país.
¿Esas
relaciones son las que explican la insistencia
latinoamericana en el levantamiento del embargo de Estados
Unidos?
No
solamente. Para terminar de entender esto hay que incorporar
la esfera de la cooperación en el terreno social, la
formación de médicos para el Caribe, la cooperación con
Centroamérica en el caso de los huracanes, los miles de jóvenes
latinoamericanos que estudian medicina en Cuba. Una
cooperación que también tiene que ver con Paraguay, con
Brasil y con otros países del continente.
Esto
y lo anterior explica el comportamiento de los gobiernos
latinoamericano en las votaciones de las Naciones Unidas
(ONU) desde 1992. El número de votos de la región a favor
de la eliminación del bloqueo ha ido en constante ascenso.
Hay una gran cantidad de acuerdos, compromisos y razones que
llevan a América Latina a colocar el tema de Cuba en un
lugar central en la Cumbre.
¿Es
también una especie de termómetro para medir al presidente
Obama?
Algunos
latinoamericanos y norteamericanos le dan esa connotación.
En las últimas recomendaciones de sus "tanques
pensantes" y de personas vinculadas a las relaciones
interamericanas, todos colocan el tema de Cuba como central.
Lo ven como un test, como un paso demostrativo de la
voluntad de cambio de Obama en sus relaciones con América
Latina.
Por
lo menos siete presidentes latinoamericanos han dicho que
presentarán el tema cubano en la Cumbre, sea en la asamblea
o en privado con Obama. Algunos hablan incluso de un
documento especial sobre Cuba.
¿Qué
puede ofrecer el presidente Obama en ese sentido?
Con
las leyes Torricelli y Helms–Burton se le limitan las
capacidades al presidente para emprender iniciativas hacia
Cuba. Ambas son leyes del Congreso, de manera que avanzar en
la eliminación del bloqueo implica un procedimiento
congresional que requiere dos tercios de los votos, una
correlación de fuerzas que no existe aún.
Sin
embargo, hay un campo de interpretación que depende de
Obama, lo que llaman "quitarle los dientes" a esas
leyes.
Podría
facilitarse el comercio agrícola flexibilizando las formas
de pago, se puede limitar las facultades de la OFAC –la
oficina (del Tesoro de Estados Unidos) que se encarga de
perseguir los negocios de Cuba por el mundo. El otro gran
tema sería darle libertad a los norteamericanos para viajar
a la isla, lo cual podría ser el comienzo del deshielo.
¿Puede
Cuba ayudar en algo en este proceso?
Cuba
está ayudando, mira las últimas cinco reflexiones de Fidel
Castro y verás que hay un discurso respetuoso y comprensivo
con Obama. Raúl Castro ha dicho que estamos dispuestos a
conversar y hacer gesto por gesto, pero para Cuba no es un
gesto que eliminen las restricciones que pesan sobre los
cubano–americanos, eso es un problema interno de Estados
Unidos. Un gesto podría ser una modificación del comercio
de alimentos, de medicinas o del intercambio de presos. Esos
sí son temas bilaterales.
Hay
cosas que Estados Unidos le pide a Cuba que nunca se le
concederán, como cambiar el régimen político; mientras no
se salga de ese condicionamiento poco se podrá avanzar.
|